miércoles, 8 de junio de 2022

LOS BAILADEROS - LA MULATA - MATOSO - LOS BAILADEROS (Teno Alto)

LOS BAILADEROS - LA MULATA - MATOSO - LOS BAILADEROS (Teno Alto)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Buenavista del Norte.
COMO LLEGAR: En el núcleo urbano de Buenavista del Norte comienza la carretera TF-436 que se dirige a la población de El Palmar; una vez allí, justo en el cruce donde se encuentra el Centro de Visitantes Los Pedregales, conectaremos con la carretera que nos llevará al punto de inicio en el Caserío de Los Bailaderos.
COMIENZO: Plaza principal del Caserío de Los Bailaderos, en Teno Alto.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 9,5 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el entorno de la plaza hay varios restaurantes.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Ermita de San Jerónimo; 2.- Roque de la Cruz (754 m.); 3.- Tagoro de Bujamé; 4.- Llanos de La Mulata; 5.- La Mulata; 6.- Corral de Vacas; 7.- Casa Quemada; 8.- Horno de la Cueva del Acebuche; 9.- Roque de Matoso (711 m.); 10.- Roque Largo (693 m.); 11.- Salto de las Abejeras; 12.- Casa Bermeja; 13.- Las Casitas.
VENTAJAS: Recorrido muy cómodo en un entorno natural y rural, excepcional.
INCONVENIENTES: Ninguno.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.


PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC


CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN

Comenzamos la ruta en la plaza principal del Caserío de Teno Alto o también llamado Caserío de Los Bailaderos, donde se encuentra la actual Ermita de San Jerónimo; la original estaba situada en el lugar conocido como Siete Fuentes, datada en el año 1625, sufriendo un deterioro arquitectónico que la llevó a un estado ruinoso en el año 1666, reconstruyéndola en el año 1678 y volviéndose a arruinar más tarde, no teniendo noticias posteriores de su reconstrucción definitiva, ya que una tradición oral dice que algunas de sus piedras fueron utilizadas para construir algunas casas de la zona.

Ermita de San Jerónimo.


En este punto confluyen varios senderos pertenecientes a la red de la isla, el PR-TF-57 denominado “El Callejón de Teno”, que empieza en el Caserío de El Palmar y termina en este lugar; el PR-TF-51, un recorrido de unos 8 km que une el pueblo de San José de los Llanos con la zona de la Punta de Teno, pasando por nuestra ubicación y el PR-TF-58, que asciende mediante el Camino del Risco por el entorno del Barranco del Aderno y termina en el punto donde estamos. 

Pista La Mulata.

Barranco de la Torre y Lomo Respingo.

Por este último iremos y empezaremos a caminar hacia la derecha por la Pista de la Mulata también llamado Camino de la Torre, una calle asfaltada que discurre en suave descenso bordeando el Lomo Gordo, un promontorio rocoso que se eleva por nuestra izquierda, que está atestado de Brezos (Erica arborea); por la derecha vamos disfrutando del paisaje panorámico que nos ofrece la ladera sur del Barranco de la Torre donde se asientan multitud de huertas de cultivo abancaladas y algunas viviendas rurales en la zona del Lomo Respingo; más al sur vemos otra ladera que se eleva entre el Barranco de El Bujío y el Barranco del Calabozo, terminando en el Roque de Candelaria (328 m.), sobre la zona de Bujamé y en la costa podremos ver una pequeña parte del litoral costero de Buenavista del Norte. 


Puerto Malo.

Continuamos la marcha por el asfalto, entre multitud de Cerrajones (Sonchus acaulis), Helecheras (Diplazium caudatum), Codesos de Cumbre (Adenocarpus folioloisus) y algunas Piteras (Agave americana), que crecen bordeando el paso; más adelante la carretera gira bruscamente hacia la derecha por la zona de Las Barreras y enseguida vemos desde lejos como el trayecto del PR se desvía de la misma hacia la derecha, justo en el lugar donde empieza la Pista de la Torre, donde hay una señal que así lo indica; unos metros más adelante de este cruce está la señalización del PR que nos obliga a abandonar la carretera y a continuar por un sendero que asciende con firme bastante degradado por la zona denominada Puerto Malo. Avanza el camino bastante marcado en el terreno que se encuentra compuesto de tosca de color amarilloso de muy fácil erosión, por ese motivo suele estar muy pedregoso y en las subidas con más desnivel, algo resbaladizo. 

La Coronita (778 m.), (dcha.).

Vista panorámica desde La Coronita.

Más adelante llegamos a un altozano en la base de La Coronita (778 m.), un promontorio rocoso donde sobresale algún ejemplar de Brezo (Erica arborea) aislado y donde pararemos para disfrutar del paisaje que nos ofrece el lugar; a nuestra izquierda, desde el Lomo Gordo, destaca la Montaña del Vallado (788 m.) y la cabecera del Barranco de la Sobaquera, así como la silueta inconfundible de la isla de La Gomera en el horizonte oceánico, todo ello después del entorno rural de la zona llamada Corral de Vacas; de frente se acentúa la vista del Roque de la Cruz (754 m.) y el sendero que avanza hacia el mismo. Por dicho sendero progresamos mediante un firme bastante compacto donde hay algunos vestigios del antiguo empedrado, iremos llaneando, aunque en algunas ocasiones nos encontremos algunos remontes y destrepes sin importancia, todo ello entre vegetación autóctona donde podremos observar Palominos (Echium plantagineum), Taginastes (Echium virescens), Chícharos (Lathyrus tingitanus), algún ejemplar de Lila Picopaloma (Romulea columnae), y un largo etcétera.

Restos de empedrado en un tramo del camino (Dcha.).


Llegaremos en un momento determinado al pie del Roque de la Cruz (754 m.), donde hay una bifurcación hacia la izquierda que en unos metros nos deja en una pared rocosa del roque, donde hay una oquedad que contiene unos ataúdes funerarios comunales, elementos que se usaban antiguamente para trasladar los cuerpos yacentes al cementerio de Buenavista del Norte por el Camino del Risco, también conocido por este hecho, como el Camino de los Muertos. 


De regreso al sendero principal continuamos la marcha por La Gollada, una depresión entre La Coronita (778 m.) y el Roque de la Cruz (754 m.), por donde discurre el sendero que desciende bruscamente con suave desnivel, hacia el entorno de la cabecera del Barranco de Ajoque, que muestra sus laderas suaves donde hay unas viejas huertas de cultivo y donde crecen algunos bosques de Brezos (Erica arborea) aislados. 


Hacia La Gollada.

Continuamos haciendo caso de una señal del PR, situada junto a un abrigo pastoril, un amontonamiento de piedras dispuestas para protegerse del viento que fue utilizado por los pastores en la antigüedad; esta indicación señala la dirección a seguir hacia Buenavista del Norte. El sendero va descendiendo paulatinamente protegido por un pequeño talud atestado de Helecheras (Diplazium caudatum), hasta que más adelante su desnivel de bajada se acentúa por una zona más rocosa, que da paso inmediatamente a otra más degradada y sinuosa que continúa su descenso algo tedioso y resbaladizo entre un pequeño bosquete de Brezos (Erica arborea) con sotobosque de Cerrajones (Sonchus acaulis) y Gamonas (Asphodelus ramosus), que crecen dispersos por el entorno.


Valle en la cabecera del Barranco de Ajoque.

PR-TF-58 hacia el Camino del Risco.

Repentinamente el camino se asoma a unas vistas espectaculares del valle costero donde se asientan los municipios de Buenavista del Norte, Los Silos, donde destaca el cono volcánico de la Montaña de Taco (316 m.) y Garachico, con su inconfundible Roque de Garachico. 
 
 Pequeño tramo empedrado (Dcha.).

El sendero progresa descendiendo muy pedregoso y resbaladizo entre Taginastes (Echium virescens), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y algunos ejemplares de Tusilagos (Pericallis echinata), por una zona que deja entrever, en ocasiones, restos del viejo empedrado del que estaba cubierto. Enseguida estaremos en la zona de La Erita, donde termina el Camino del Risco, que viene desde Buenavista del Norte; una degollada entre el Alto del Risco (682 m.), donde está el Roque Gaveta (673 m.) y la zona llamada Piedra Teñidera, justo en la cabecera del Barranco del Aderno; La Erita también es conocida como El Tagoro de Bujamé, lugar donde se reunía en asamblea el Tagoror Guanche; en el entorno crecen numerosas especies vegetales como Estornuderas (Andryala pinnatifida), Gamonas (Asphodelus ramosus), Taginastes (Echium virescens) y Lilas Picopaloma (Romulea columnae), entre muchas otras.
 
 
Tagoro de Bujamé.
 
Seguimos nuestra ruta evitando el Camino del Risco (PR-TF-58) e ignorando también un sendero que asciende bordeando el Alto del Risco (682 m.), señalizado como dirección incorrecta del PR y nos dirigimos, dándole la espalda al Tagoro de Bujamé, por una estrecha vereda que se dirige a la cabecera del Barranco de Ajoque
 
 
 
El camino empieza donde hay un minúsculo tramo que conserva el viejo empedrado y luego se va abriendo paso entre unas rocas, para más adelante ir llaneando entre Brezos (Erica arborea) y zigzagueando por un estrecho sendero donde crece un sotobosque compuesto de abundantes Helecheras (Diplazium caudatum) y donde podemos ver también algunas Estornuderas (Andryala pinnatifida), Lilas Picopaloma (Romulea columnae) y Gamonas (Asphodelus ramosus). 
 
 
 
Después cruzaremos el cauce del Barranco de Ajoque y luego nos encontramos con un terreno volcánico compuesto de toba de color rojizo; iremos progresando por un ancho canal lávico mediante un sendero muy estrecho y marcado que termina poco después, en la zona conocida como Mancha de Quiñones, en una pista agrícola con firme de tierra, el Camino de la Mulata. Avanzamos por él, llaneando por la zona de Las Vistitas que tiene panorámicas espectaculares hacia el océano donde se vislumbra perfectamente la silueta de la isla de La Gomera; por nuestra derecha de extienden los Llanos de La Mulata, un amplio entorno donde crece un frondoso manto de Trebolinas (Oxalis pes-caprae), Balangos (Avena canariensis) y Gamonas (Asphodelus ramosus), por donde hay varios accesos que debemos ignorar, hacia el borde de los Acantilados de los Gigantes, en las inmediaciones del Salto del Atajo y el Lomo del Hornillo.
 
 
 
Continuamos la marcha hasta que lleguemos a La Mulata, donde hay un aljibe al lado del camino y una vivienda rural, así como un refugio pastoril de gran tamaño; aquí empieza el camino asfaltado que asciende muy suavemente entre multitud de huertas de cultivo, la mayoría de ellas abandonadas, por un valle que se extiende bajo las laderas del Roque de la Cruz (754 m.) y el Lomo del Medio, que se eleva sobre el cauce del Barranco de la Sobaquera. 
 
 
 Corral de Vacas (izq.).

 
 
Continuamos el trayecto hasta encontrar otra vivienda junto al camino, en el lugar conocido como Corral de Vacas, donde también se ubica otro refugio pastoril; unos quinientos metros después, siempre en ascenso y en compañía de las espectaculares vistas del valle, veremos una bifurcación hacia la derecha en la zona de Puerto Malo, unos metros antes de la desviación que tomamos al inicio para bordear La Coronita (778 m.). 
 
 
Puerto Malo. 

Tendremos que abandonar el asfalto en este punto y tomar un sendero ancho que avanza en dirección contraria a la que hemos venido, por una zona erosionada compuesta de toba de color ocre, que atraviesa más adelante bordeando unas huertas de cultivo y desembocando en el Camino del Vallado, después de pasar por la Casa Quemada, una vivienda rural similar a las que nos hemos encontrado anteriormente, albergando también en su exterior otro corral hecho con un muro de piedra seca. 
 
 
Montaña del Vallado (dcha.).
 
 
Horno de la Cueva del Acebuche (izq.).
 
En este punto hay un poste con señales del PR-TF-51, sendero homologado que se dirige a la Punta de Teno; nuestra ruta continúa hacia la izquierda por el citado camino, que se encuentra asfaltado y que transcurre bordeando la Montaña del Vallado (788 m.); luego la carretera gira a la izquierda y cruza el Barranco de Los Pilones, donde podemos observar, en una de sus laderas el Horno de la Cueva del Acebuche, un elemento etnográfico de los más importantes de la zona, inactivo desde el año 1953 cuando se perdió el oficio tradicional de fabricar tejas en la comarca de Teno Alto.
 
 Camino de Matoso.

Camino de La Tablada.
 
 
 
Continuamos por el Camino de Matoso en suave ascenso y siempre con firme asfaltado, hasta que lleguemos al cruce con el Camino de la Tablada, habiendo ignorando unos metros antes la Pista de Las Cuevas que se aleja por nuestra derecha; por el citado Camino de la Tablada progresamos llaneando, haciendo un recorrido muy cómodo y acompañado de amplias y espectaculares vistas panorámicas; pasaremos cerca del Roque de Matoso (711 m.) en cuya base hay un pequeño caserío junto a varias eras de trilla, veremos también el Roque de la Rosa (639 m.) y más adelante, cuando el firme del camino es de tierra, el Roque Largo (693 m.), una meseta rocosa rodeada de antiguas tierras de cultivo que se alza sobre el vertiginoso Barranco de Roque Largo, que desemboca en la costa del Acantilado de los Gigantes. 
 
 
Roque Largo.
 
Avanzamos llaneando por la pista de tierra, aunque tenga algunos remontes sin importancia, crecen por el entorno gran cantidad de Piteras (Agave americana), Pencones (Opuntia maxima) y algunos ejemplares de Tabaibas Majoreras (Euphorbia atropurpurea), que pueblan numerosas huertas de cultivo abancaladas y en estado de abandono, cuyos muros de piedra seca delimitan el paso; luego pasamos sobre el Lomo de los Andenes y unos metros más adelante por la cabecera del Barranco de las Calabaceras, concretamente sobre el Salto de las Abejeras, situado bajo las laderas de Las Mesetas (672 m.), desde el punto del camino donde nos encontramos podemos vislumbrar parte del entrante rocoso donde está ubicado el Faro de la Punta de Teno. 
 
 
Unos metros más adelante nos encontramos con el final de la pista al borde del acantilado por donde discurre el Barranco de Los Barrancos o de La Galera, un ancho cauce que se precipita suavemente hacia el Acantilado de los Gigantes; al otro lado podemos ver perfectamente el Camino de Taburco, que cruza por la Degollada del Berodal en dirección a Los Carrizales. A la izquierda podemos intuir un viejo camino que asciende por la loma que bordea el barranco; sube con una pendiente moderada marcado por las rocas del entorno, donde hay pequeños tramos donde se aprecia lo que pudo ser un pavimento empedrado; discurre entre Tabaibas Majoreras (Euphorbia atropurpurea), Pencones (Opuntia maxima) y algunos ejemplares de Taginastes (Echium virescens) y Verodes (Kleinia neriifolia), ofreciéndonos unas vistas, a medida que cogemos altura, del entorno donde destaca el inconfundible Pico del Teide (3715 m.) y la Fortaleza de Masca (825 m.), en las cuerdas montañosas más alejadas. 
 
 
 Casa Bermeja (dcha.).
 
Al fondo, la Fortaleza de Masca.
 
Antes de coronar el promontorio rocoso que observamos desde abajo, el sendero gira a la izquierda y llanea sinuoso en busca de la Casa Bermeja, una edificación rural ubicada entre multitud de Pencones (Opuntia maxima), Inciensos (Artemisia thuscula) y Tederas (Bituminaria bituminosa); el entorno es un mirador natural que abarca un amplio paisaje digno de admirar, por lo tanto, descansaremos un buen rato para disfrutar de las vistas con tranquilidad. 
 
 Camino de Matoso.
 
De vuelta a la ruta, lo haremos mediante una vereda estrecha, que es el Camino de Matoso, que discurre junto a un refugio pastoril e ignorando una pista agrícola por nuestra derecha que se dirige, bordeando Los Picachos (911 m.), hacia la Balsa de Teno Alto, por donde pasa el Camino de Taburco. Continuamos por una zona donde crecen grandes ejemplares de Tabaibas (Euphorbia lamarckii) a los lados del camino y enseguida conectamos con una pista agrícola muy pedregosa que avanza descendiendo muy suavemente entre huertas abancaladas, donde hay unas poblaciones muy numerosas de Balangos (Avena canariensis), que tapizan todo el entorno. 
 
 
Las Casitas (izq.).
 
Repentinamente el camino se convierte en una calle estrecha y asfaltada donde hay una vivienda rural y un corral de cabras, así como una era de trilla al abrigo de un murete de piedra seca. Continuamos la marcha y pasamos por Las Casitas, un pequeño caserío junto al camino donde hay una quesería para la venta al público de uno de los productos gastronómicos estrella de la comarca de Teno Alto, el queso blanco de cabra.
 
Camino bordeando el cauce del Barranco de los Pilones.
 
Prolongamos la marcha unos metros reparando como el Camino de Matoso se desvía por la izquierda hacia la Montaña del Vallado (788 m.); nosotros continuaremos de frente por una pista cementada que avanza llana bordeando el Barranco de Los Pilones, un cauce de poca profundidad que discurre por La Menora, entre la citada montaña y las laderas que se extienden bajo Cercado Molina (814 m.), las cuales se encuentran pobladas de pequeños bosques de Brezos (Erica arborea) aislados entre sí. 
 
 
Llegando a Los Bailaderos al final.
 
Avanzamos cruzando un pequeño barranquillo donde hay Trebolinas (Oxalis pes-caprae), Chícharos (Lathyrus tingitanus), Tederas (Bituminaria bituminosa), Cardos (Galactites tomentosa) y algunos ejemplares de Codeso (Adenocarpus foliolosus), así como algunos de Bejequillos Gomereta (Aeonium lindleyi), que crecen entre las piedras de los muretes de las huertas colindantes al camino. Luego, una ligera subida admirando el paisaje que vamos dejando atrás, nos acerca cada vez más al lugar donde iniciamos la ruta, en el Caserío de Los Bailaderos, donde se encuentra la plaza principal y donde hay varios establecimientos que ofrecen poder disfrutar de la gastronomía local; aquí daremos por finalizado el recorrido.

 
© Texto y fotografías de Francisco Fariña


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