FUENTE DE LA LLANÍA - MIRADOR DE FIREBA -
FUENTE DE LA LLANÍA
(Por el Camino de La Llanía)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Valverde (Isla de El Hierro).
COMO LLEGAR: Desde la capital de la isla (Valverde), iremos por la
carretera HI-1 hasta el punto kilométrico 24 donde está el cruce con la HI-40.
COMIENZO: Fuente de la Llanía.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 4,1 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En la Fuente de la Llanía.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Fuente de la Llanía; 2.- Puente de madera; 3.- Fuente del Lomo; 4.- Mirador
de Fireba; 5.- Bailadero de las Brujas; 6.- Mirador de La Llanía.
VENTAJAS: Sendero perfectamente señalizado, con varias opciones
diferenciadas por colores y con paneles explicativos ubicados en lugares
estratégicos.
INCONVENIENTES: Ninguno.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Comenzamos la
ruta en la Fuente de la Llanía, ubicada al lado de la carretera, por donde
tiene su camino el GR-131 y donde podemos tomar agua para abastecernos durante
el recorrido; el sendero tiene su inicio al otro lado de la vía, justo en el
cruce de la carretera HI-1 con la HI-45, en un ancho sendero donde hay un arco
de madera con una señal que así lo indica y un panel informativo con las
diferentes características del recorrido; hay tres opciones diferentes y
diferenciadas por colores, el verde tiene poco más de 4 km, el rojo, 5,5 km y
el azul 7,5 km., comparten paso en buena parte del trayecto y está
perfectamente señalizado.
Empezamos a
caminar por un sendero llano que pasa enseguida junto a una explanada que se
extiende entre grandes ejemplares de Brezos (Erica arborea) y Fayas (Morella
faya), donde hay algunas mesas de madera con sus asientos y un panel
informativo que nos explica con todo detalle, las diferentes especies de aves
que podemos encontrar y visualizar en el entorno.
Panel informativo (izq.).
Continuamos adentrándonos en
el monte de Laurisilva que está compuesto de un sotobosque bastante frondoso de
Helecheras (Pteridium aquilinum) y Nomeolvides de Monte (Myosotis
latifolia), esta última muy común en los bosques de laurisilava de las
islas más occidentales; por el sendero, que
avanza algo sinuoso y paralelo a la carretera HI-45 bordeando un pequeño
barranquillo; en unos metros damos un giro brusco a la izquierda para cambiar
el sentido de la marcha y continuamos llaneando hasta encontrar una bifurcación
hacia la derecha justo donde hay una señal correspondiente al código de colores
del recorrido, hacia esa dirección van los itinerarios pertenecientes a los
colores rojo y azul, que alargan un poco el recorrido total de la ruta, y de
frente continuamos por el de color verde, que es un poco más corto.
Señalización mediante colores (dcha.).
Laurisilva con sotobosque de Helecheras y Ortigones.
Prolongamos
la marcha con un desnivel de bajada muy suave y por un sendero muy bien
definido y con un ancho considerable, rodeado de multitud de Horjales (Pericallis
murrayi), una especie vegetal endémica de la isla de El Hierro que es muy
abundante en el entorno por donde nos vamos moviendo.
Horjal (Pericallis murrayi).
Más adelante la bajada se
acentúa un poco por las inmediaciones de la zona conocida como Las Pernadas
Menudas, donde repentinamente nos encontraremos por nuestra derecha la
convergencia de un sendero que asciende desde el fondo de un barranquillo y que
es el recorrido largo, señalizado con los colores rojo y azul; hay una señal en
el camino que indica que a partir de aquí se unen las tres opciones a seguir.
Unos metros más adelante llegaremos a la carretera HI-40 que se une más abajo
con la HI-4 que se dirige hacia El Pinar y La Restinga.
En este cruce
de caminos no tendremos ningún problema en identificar la progresión de la
ruta, ya que está perfectamente señalizada y el camino se encuentra delimitado
por un murete de piedra seca que lo diferencia de la vía asfaltada; continuamos
de frente, después de haber cruzado la carretera, por el entorno crecen
numerosas especies vegetales, como la Patagallo (Geranium purpureum),
especie de amplia distribución en las islas; enseguida nos encontramos otro
panel informativo explicando la importancia que tuvieron los aprovechamientos
forestales en la vida de nuestros antepasados.
El sendero continúa su marcha
llaneando y en un momento determinado nos encontramos un puente de madera que
cruza el cauce de un pequeño barranquillo y poco después, una suave bajada nos
deja en una pista forestal donde, una señal de la ruta que seguimos nos obliga
a girar a la derecha y ascender por la misma por la zona conocida como La
Pernada Simón.
Avanzamos
entre un Fayal – Brezal (Morella faya y Erica
arborea) muy frondoso siguiendo el camino correcto, ya que las señales
de la ruta están colocadas en los lugares más estratégicos para evitar
confusiones; en un momento concreto estaremos cruzando un amplio llano que
forma un claro en el monte, situado en las faldas de la Montaña de la Fuente
(1338 m.), un sitio muy agradable para disfrutar del entorno y descansar.
Unos
metros más adelante hay un cuadro informativo con un mapa del recorrido y que también
señala nuestra ubicación; hacia la derecha continúa el recorrido de color rojo,
que rodea la montaña y se alarga caminando por la zona conocida como La Pernada
del Brezalito.
Fuente del Lomo.
Nosotros seguimos de frente por la ruta señalada de color verde
y azul, siempre por el evidente sendero cuya traza se encuentra perfectamente
marcada que discurre bajo el bosque frondoso de Laurisilva; seguidamente, en un
giro brusco a nuestra izquierda, nos encontramos con la Fuente del Lomo, una
estructura hecha de piedra en forme de aljibe donde se recoge el agua de dicha
fuente y que tuvo una importancia vital para los habitantes de la isla de El
Hierro. En este punto se separan las distintas opciones del recorrido, el
trazado de color azul se extiende hacia la derecha y se dirige hacia la zona de
La Pernada de la Roza y la Hoya de la Mareta, volviéndose a encontrar con el
resto de las opciones en el Mirador de Fileba.
El recorrido de color verde, que
es el que nosotros hemos elegido, continúa hacia la izquierda siguiendo las
indicaciones de varias señales dispuestas a lo largo del mismo, primero con una
suave subida y luego llaneando un tramo, hasta encontrarnos con un paso subterráneo
que cruza la carretera HI-1, donde también se une el trayecto de color rojo. Al
atravesarlo nos encontramos con el Camino de la Virgen, que se cruza
perpendicularmente a la dirección que traemos, hay un poste con señales correspondientes
al GR-131 que indican la dirección a seguir hacia Malpaso, por la izquierda y al
lado contrario, hacia Tiñor.
Camino de la Virgen, GR-131.
Continuamos hacia
la derecha por un camino ancho, marcado por una hilera de piedras y pisando
firme arenoso, que avanza paralelo a la carretera y ascendiendo con moderada
pendiente hacia el llamado Cerro de Fireba; una vez lo hayamos coronado, junto
con la opción de color azul que viene por nuestra derecha compartiendo paso con
el GR-131, nos encontraremos con el Mirador de Fireba, un pequeño espacio
vallado donde hay un panel explicativo, que se asoma a uno de los entornos
naturales más espectaculares de la isla, una estructura volcánica muy bien
conservada, en cuyas laderas crece un frondoso Pinar (Pinus canariensis)
junto al Fayal – Brezal (Morella faya y Erica arborea)
característico de la zona; se trata de un cráter formado por una erupción
volcánica, de unos doscientos cincuenta metros de diámetro y un fondo situado a
unos ciento cincuenta metros de profundidad, donde hay un llano que antaño fue
utilizado para la siembra y que en temporada de lluvias se forma un charco que
es visitado por diferentes especies de aves, para beber.
Mirador de la Hoya de Fireba .
Hoya de Fireba.
Frentón de Fireba (1378 m.) (izq.).
El sendero
desciende bruscamente bajo las laderas verticales del Frentón de Fireba (1378
m.), por cuya cresta discurre el límite jurisdiccional entre los municipios de
Frontera y Valverde; bajamos por una zona algo resbaladiza que nos lleva a
introducirnos en un pinar donde se ubica el Bailadero de las Brujas, una amplia
llanada que antiguamente era paso obligado para la trashumancia del ganado
hacia el Valle del Golfo; hay un panel informativo que explica el origen fantástico de
este lugar, que se relacionaba con fenómenos extraños referentes a la brujería.
Bailadero de las Brujas.
Después de
haber atravesado el lugar, seguimos la marcha ascendiendo por un sendero
estrecho, sinuoso y algo erosionado, que va tomando altura paulatinamente,
aumentando su desnivel de subida un buen tramo donde hay un claro en la
vegetación, hasta que llega un momento que avanza llaneando y rodeado de
Laurisilva, cuyo sotobosque está formado por multitud de Ortigones (Urtica
morifolia), Helecheras (Pteridium aquilinum) y algunos ejemplares de
Cerrajones (Sonchus acaulis); llama la atención en este tramo del
sendero el efecto de la humedad, que hace que los troncos de los árboles estén
continuamente cubiertos de una capa de musgo debido al paso de los vientos
alisios.
Repentinamente salimos del bosque y encontramos una bifurcación que,
hacia la derecha, se desvía unos metros de nuestra ruta, para llegar al Mirador
de la Llanía, un amplio asomadero con vistas panorámicas y vertiginosas hacia
el Valle de El Golfo, donde destaca la silueta de la isla de La Palma en el
horizonte oceánico.
Mirador de La Llanía.
Valle de El Golfo, con mar de nubes.
De vuelta al
sendero principal, iremos descendiendo por un tramo arenoso, parándonos junto a
un Brezo (Erica arborea) que crece aislado junto a un algibe que está enterrado
a su lado; hay un panel explicativo que define el modo de captación de agua que
generan los vientos alisios, mediante la llamada lluvia horizontal, así como la
formación del “Mar de nubes”.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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