miércoles, 7 de diciembre de 2011

LAS MAJADAS – PASAJIRÓN

LAS MAJADAS – PASAJIRÓN
(Por el Camino del Taro y el Barranco del Río)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Arico.
COMO LLEGAR: En el núcleo poblacional de El Río, perteneciente al municipio de Arico, se encuentra la Iglesia de San Bartolomé; al lado está la plaza principal y junto a ella asciende la Calle San Bartolomé. Hay que seguir por ella en coche y ascender hasta que el asfalto termine en Las Majadas.
COMIENZO: Las Majadas.
FINAL: Pasajirón, en la confluencia del Barranco del Río con el Barranco El Fuerte.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: 3 horas.
LONGITUD: 10,3 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: El cauce del barranco lleva un arroyo de agua permanente, aunque en verano baja su caudal.
LUGARES DE INTERÉS: El recorrido por el cauce es de alto interés paisajístico y natural.
VENTAJAS: El paisaje de las medianías de Arico es altamente recomendable por su alto interés etnográfico. El recorrido por el cauce del barranco es muy solitario.
INCONVENIENTES: Recorrido sin señalizar.
PELIGROSIDAD: Media.
TIPO DE RUTA: Senderismo.

CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN

Iglesia de San Bartolomé en El Río.

La aproximación por la Calle San Bartolomé o como se conocía antiguamente Camino del Taro, vía recientemente asfaltada, asciende en fuerte pendiente por una zona agrícola donde algunas casas aisladas como las Casas del Taro, merecen una pequeña parada con vistas a admirar parte del patrimonio rural que el municipio de Arico alberga.

Casas del Taro (d); medianías de Arico (i).


Un poco mas arriba, bajo el Lomo del Acero, varias curvas muy cerradas en Las Vueltas, ofrecen una interesante panorámica del Barranco del Río, que fluye en esta zona muy encajonado. Después continúa mediante largos tramos rectos bajo la Morra de Cruz Alta y bordeando el Barranco de Cuasiegre; mas adelante pasaremos cerca de la Casa de los Centenitos y en las inmediaciones del Llano de los Cano, hay un espacio amplio donde poder aparcar el coche y comenzar el ascenso a pie la zona conocida como Las Majadas. Comenzamos por una pista forestal muy pedregosa y con fuerte desnivel, a nuestra derecha se eleva el Lomo Archipenque, donde puede distinguirse una antigua casa en ruinas rodeada de huertas de cultivo abandonadas y pobladas de multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis); en el borde de la pista crecen bastantes Tabaibas (Euphorbia lamarckii), junto a algunos Taginastes (Echium virescens) y también podemos ver los restos de una antigua canalización hecha de tosca del lugar.

Lomo Archipenque (i); Tabaibas (Euphorbia lamarckii) (d).

Mas adelante pasamos junto a una casita de madera situada dentro de un recinto vallado que delimita una finca particular; y luego continúa en ascenso por Las Cabezadas, bordeando algunas huertas a pleno rendimiento de labranza; iremos ascendiendo por la pista mientras contemplamos la cuerda montañosa dorsal de la Caldera que rodea el Teide, con picos como la Montaña de la Angostura (2382 m.) y el Roque de la Grieta (2575 m.) y hacia la costa, contemplamos la panorámica del Caserío de El Río y gran parte de la costa sur de la isla.

Antiguo camino por el Lomo de las Arvejas.

Inesperadamente encontraremos una desviación de la pista principal hacia la izquierda que al comienzo llanea y luego nos lleva a ir bordeando el Barranco del Río mediante el antiguo camino por la Morra de las Arvejas, que se evidencia por estar bordeado de un murete de piedra seca; alrededor de esta senda abundan los restos de las huertas abancaladas que en tiempos pasados fueron cultivadas por las gentes del lugar.


Pasaremos con cuidado en ocasionales pasos junto a la orilla del barranco, que están muy expuestos al cauce y con el firme no muy seguro, ya que es propenso a desprendimientos; mas adelante nos desviaremos a la derecha para volver a la pista forestal que veníamos recorriendo al principio y después de ignorar una bifurcación que se dirige a la derecha hacia la Casa de la Torta, en las inmediaciones del Barranco del Durazno, seguiremos en ascenso por dicha pista hasta que en un momento determinado nos encontremos con la Pista Madre del Agua que se dirige hacia los Volcanes de Siete Fuentes de Fasnia y que después de cruzarse con la Pista del Contador de Arico, termina cerca de la Montaña de Izaña (2382 m.) donde se encuentra el Observatorio Meteorológico de Izaña.

Pista Madre del Agua asomándose al Bco. del Río.

Por esta pista, caminaremos hacia la izquierda donde hay una valla de hierro abierta y continuaremos llaneando por ella hasta que veamos una desviación a la izquierda que desciende con acusado desnivel hacia el cauce del barranco. Antes de tomar camino por este sendero, seguiremos por la pista forestal unos cuatrocientos metros hasta que se termine justo en el filo del Barranco del Río; en los bordes de este recorrido, custodiados por ambos muretes de piedra, crecen grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Taginastes (Echium virescens), junto a multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus osbeckiifolius), algunos Chagorros (Sideritis soluta) y Pinos Canarios (Pinus canariensis). El final brusco de esta pista forestal se debe al encajonamiento del barranco en este lugar y al intento de unirla con la que vemos en la vertiente contraria, que por causas que desconozco no se llegó a finalizar.

Sendero hacia el cauce del Barranco del Río.


Volveremos hacia atrás a buscar el sendero que desciende bruscamente y con firme muy pedregoso hacia el fondo del Barranco del Río; discurre en línea recta entre un escaso pinar, donde también hay Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Taginastes (Echium virescens). Antes de llegar al cauce, veremos en la vertiente contraria como la continuidad del sendero se dirige sinuosa hacia el otro lado del barranco; y después de algunas vueltas, llegaremos al mismo cauce del cañón donde un arroyo permanente de agua discurre cauce abajo.



Tomaremos a partir de aquí a la derecha, por el mismo cauce, ascendiendo suavemente y buscando un sendero que prácticamente no está definido; discurre por dicha cuenca, entre piedras distribuidas irregularmente colocadas por la erosión y el movimiento del agua en temporada de lluvias, que es cuando mas caudal tiene; en verano y otoño, meses menos lluviosos, es la mejor época para visitarlo ya que el riachuelo de agua es menor y se puede progresar mas fácilmente.



Seguiremos el ascenso, en esta ocasión pasaremos junto a varias construcciones de cemento que sirvieron para el intento de cimentar unos pilares que aguantaran un paso entre las dos vertientes, que como hemos dicho antes, fue un proyecto inacabado.

Caos de grandes piedras remontando el cauce.


El remonte por el barranco continúa, esta vez con forma más encajonada y entre un caos permanente de grandes rocas que en ocasiones dificultan un poco el avance haciéndolo mucho mas lento; después de varias curvas descritas por el propio cauce, llegaremos a una zona mas amplia, aunque las paredes del cañón siguen siendo de una altura considerable y de una belleza inigualable, pudiendo observar varios diques que recorren las paredes longitudinalmente y donde nacen algunos ejemplares de Pinos Canarios (Pinus canariensis) haciendo imposibles equilibrios; las agujas rocosas son numerosas y las paredes del barranco están formadas por largas resbaladeras rocosas que terminan en el propio cauce.

Pasajirón, donde confluyen el Barranco El Fuerte
y el del Río.

Estamos en Pasajirón, punto final de nuestro recorrido; por la derecha veremos la desembocadura del Barranco El Fuerte y de frente continúa el discurrir del Barranco del Río hacia la Degollada de Guajara.

Aguja rocosa en las laderas de Pasajirón (i).

En este punto y después de una estancia prudencial recreándonos en el fabuloso paisaje que nos rodea, desandaremos nuestros pasos para ir descendiendo por el mismo “camino” entre grandes caos de piedras junto al arroyo de agua, hasta encontrar el sendero que nos sacará, hacia la izquierda, del fondo del barranco y nos llevará a la pista forestal que nos sirvió de acceso a este maravilloso e inusual paraje natural donde el tiempo se detuvo.

De regreso al punto de partida.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña
   
francisco_farina@yahoo.es

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