miércoles, 26 de mayo de 2021

PIEDRA DEL BARRANCO – MEDIA MONTAÑA – PIEDRA DEL BARRANCO (Regreso por las “Pendientes de Gorgo”)

PIEDRA DEL BARRANCO – MEDIA MONTAÑA – PIEDRA DEL BARRANCO 
(Regreso por las “Pendientes de Gorgo”)
 
FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Arafo. 

COMO LLEGAR: Desde el núcleo principal de la Villa de Arafo, asciende la Calle de la Libertad hasta confluir con la Calle Manuel Herrera, en la Plazuela del Llano; después conectamos con la Calle Andrés Orozco Batista que termina en el inicio del Camino de los Eres.
  
COMIENZO: Piedra del Barranco. 
FINAL: Mismo lugar. 
DIFICULTAD: Media. 
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 11,5 km. 
PROVISIÓN DE AGUA: En el casco urbano de Arafo. 
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Piedra del Barranco; 2.- Empedrado en el Camino de La Calzada; 3.- Empedrado en el Camino de La Montañeta; 4.- Bodega Comarcal del Valle de Güimar; 5.- Tramo empedrado en Los Loros; 6.- Galería de Afoña; 7.- Horno de tosca en Afoña; 8.- Cruz de Afoña; 9.- Empedrado en el Camino de Afoña; 10.- Casa, Era y Horno de Afoña; 11.- Media Montaña (1224 m.); 12.- Los Corrales de La Camita; 13.- Barranco de San Pedro y Laja de Cheque; 14.- Las Pendientes de Gorgo; 15.- Mirador en el Camino de los Frailes; 16.- Camino de la Granja; 17.- Casa de la Granja; 18.- Presa de los Eres; 19.- Risco de la Fuente. 
VENTAJAS: Recorrido circular por algunos caminos tradicionales del pueblo. 
INCONVENIENTES: La bajada por el borde del Barranco de San Pedro, tiene algunos tramos bastante expuestos y sin paso definido, además con firme irregular. 
PELIGROSIDAD: El recorrido cruza en varias ocasiones la carretera TF-523, con el consiguiente peligro que ello conlleva, tratándose de una vía con bastante tráfico. 
TIPO DE RUTA: Senderismo.



CARTOGRAFÍA

DESCRIPCIÓN:

En la zona conocida como “La Piedra del Barranco” hay un pequeño mirador en un apartadero del Camino de los Eres, que se asoma a un espacio natural que rodea la Piedra del Barranco, una roca de grandes dimensiones que quedó encajada en este lugar posiblemente procedente de algún desprendimiento ocurrido en tiempos pretéritos, barranco arriba.

 

Piedra del Barranco.

La ruta la iniciamos por un acceso empedrado que conecta enseguida con una pista de tierra que discurre por el cauce del Barranco de la Piedra, continuación de la cuenca del Barranco de Añavingo; en suave descenso iremos avanzando junto a la Piedra del Barranco por la citada pista, que discurre con firme bastante compacto, hasta que lleguemos, después de unos trescientos metros, a la Calle Juan Pablo II y hacia la derecha iremos a buscar una vereda que desciende escalonada hacia la carretera TF-523; una vez en esta última continuamos por el arcén unos metros para conectar con el Camino de Cosme, una rampa cementada que asciende con fuerte pendiente por el Lomo de Cosme hacia el Monte de los Frailes y la zona de cultivo de las medianías.

 
 
 Camino de Cosme (izq.), Camino de La Calzada (dcha.).
 
En la primera curva de esta subida, tendremos que desviarnos a la derecha por el Camino de la Calzada, que continúa con fuerte pendiente y asfaltada bordeando el imperceptible Barranquillo de lo de Cartas. En pocos metros, después de pasar bajo una canalización que cruza el camino, termina el pavimento junto a una vivienda y empieza un sendero empedrado que continúa en ascenso y delimitado por un murete de piedra seca; avanza con vistas al Pico del Valle (2022 m.), que se alza majestuoso sobrepasando el pinar que forma el Monte Verde, también podemos ver Las Morras y el Lomo de Abarzo, que separa el cauce del Barranco de las Gambuezas del de Añavingo, éste último bajo la cuerda montañosa de la dorsal, donde se hacen visibles la Montaña de Ayosa (2076 m.) y el Roque de Ayesa (2033m.); en un primer plano, la vista de unas huertas de cultivo bajo el Lomo de Cosme nos da idea de la importancia agrícola del entorno.
 
 
 Empedrado en el Camino de la Calzada.
 
 
El camino continúa su avance zigzagueando entre Vinagreras (Rumex lunaria), Inciensos (Artemisia thuscula), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Malpicas (Carlina salicifolia) y Pencones (Opuntia maxima), hasta terminar su empedrado un poco más adelante, dando paso a una vía asfaltada que gira un poco a nuestra derecha, evitando seguir de frente por el Camino de Las Montesinas; nuestra ruta progresa su camino por el asfalto y en fuerte ascenso, bordeando multitud de huertas de cultivo y alguna vivienda aislada. En pocos metros encontramos una bifurcación a la derecha que ignoraremos, es el Camino de la Boruga; siguiendo de frente a unos cien metros, veremos cómo se inicia una vereda también por la derecha que con suelo empedrado y bordeando la tapia de una propiedad particular, conecta directamente con el Camino de la Montañeta.
 

 Pico del Valle.

  
 

Camino de La Montañeta.

Por este último avanzaremos en fuerte ascenso por un camino de un ancho considerable y que presenta un firme con un empedrado medianamente conservado, aunque unos metros más adelante se encuentra muy deteriorado por lo que el paso se hace algo precario y muy irregular; crecen numerosas Vinagreras (Rumex lunaria), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Magarzas (Argyranthemum frutescens), Inciensos (Artemisia thuscula), Matorriscos (Lavandula canariensis) y un largo etcétera  de especies, que en algunas ocasiones invaden el trazado del camino. 
 
 
 Camino de la Montañeta.

Canal de Araya; de fondo el Pico del Valle y las cumbres de Arafo.
 
Más arriba el Canal de Araya cruza el recorrido, en el lugar donde hay una caseta de registro hidráulico; continúa siempre en ascenso, esta vez bordeando los muretes de piedra seca de unas huertas de cultivo y enseguida desembocaremos en una pista asfaltada; por ella misma giramos a la derecha, dejando detrás el Camino de la Montañeta, el cual continúa su ascenso hacia la zona conocida como Gorgo. 
 
 
 
 
Pavimento empedrado antes de desembocar en la carretera.
 
Nuestra ruta progresa con un desnivel de subida más suave y bordeando también algunas huertas de cultivo, aunque en pocos metros se acentúa su pendiente; a la altura de una casa aislada, en la zona conocida como Los Barranquillos, termina el asfalto y continúa el camino con firme de tierra, aunque unos metros más adelante lo encontraremos más compacto y rocoso, incluso con algunos tramos que presentan restos de empedrado. Sigue ascendiendo y vadeando un barranquillo donde hay unas huertas muy bien cimentadas sobre unos muros hechos de piedra viva y de tosca; luego asciende más fuertemente con un trazado más estrecho y suelo empedrado, así como casi oculto por la densa vegetación que crece en sus márgenes; enseguida desembocamos en la carretera TF-523, justo a la altura donde se encuentra el edificio de la Bodega Comarcal del Valle de Güimar.
 
 
 Camino de Los Loros junto a la Bodega Comarcal.

 
 
Cruzamos la carretera con la debida precaución y conectaremos con el Camino de Los Loros, una calle asfaltada que asciende fuertemente por la trasera de la bodega; a los doscientos metros abandonamos la calzada y cogemos un camino ancho con firme de tierra que aparece por nuestra derecha y que camina entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Vinagreras (Rumex lunaria) en dirección a vadear el cauce del Barranco de Los Loros. 
 

 
 
 
Después de cruzarlo hay un tramo empedrado que asciende sinuoso unos cuantos metros hasta que concluye de nuevo en una calle asfaltada; andaremos en fuerte ascenso y en línea recta por la misma, bordeando numerosas fincas de cultivo, donde también hay alguna vivienda aislada. Más adelante el camino gira varias veces a derecha e izquierda y después confluye con el Camino de la Tapia o también llamado Camino de Mariri, que gira hacia la derecha en forma de pista de tierra, dejando al lado contrario la vía asfaltada que se dirige en dirección a la carretera TF-523. 
 

Horno de tosca cerca del Camino de La Tapia.
 
 
 Galería de Afoña, en el cauce del barranco.

Por dicha pista avanzaremos junto a unos Castañeros y algunas Higueras, cruzando el cauce del Barranco de Afoña, donde se encuentra la Galería de Afoña, pudiéndose vislumbrar alguna de sus infraestructuras; en unas huertas de propiedad particular también podemos ver un viejo horno de tosca en muy buen estado de conservación.  
 
 
 Cruz de Afoña (izq.); Camino de Afoña (dcha.).
 
Restos de empedrado en el Camino de Afoña.
 
Iremos hacia la derecha por la pista hasta encontrar una vieja cruz de madera sobre un muro de piedra de tosca, es la Cruz de Afoña; justo al lado comienza el Camino de Afoña, que comienza en ascenso entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Jaguarzos (Cistus monspeliensis); se va abriendo paso entre un terreno rocoso y con firme empedrado bordeando el Barranco de Afoña. Enseguida pasaremos junto a un hito etnográfico muy importante, la Casa de Afoña, que presenta un estado medio ruinoso, la cual incluye en su exterior una era y un horno de tosca, recubiertos ambos con una capa de cemento. 
 
 
 
 
 Casa, horno y era de Afoña.
 
El trayecto sigue su rumbo ascendente bordeando las paredes hechas de piedra seca pertenecientes a las huertas de cultivo colindantes; la frondosa vegetación invade parte del recorrido ocultando algunos tramos de su pavimento empedrado, creciendo por el entorno numerosas Malpicas (Carlina salicifolia), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Vinagreras (Rumex lunaria) y Bejeques (Aeonium arboreum), estos últimos entre las rocas que delimitan el camino. En su avance sin parar de ascender, llegaremos a un tramo bastante sinuoso donde abunda el terreno formado por una capa de malpaís volcánico, que pertenece a la erupción de Media Montaña (1224 m.), por la cual transitaremos más adelante; hay varios Pinos Canarios (Pinus canariensis) aislados y en un momento determinado también un gran ejemplar de Alcornoque Mediterráneo o comúnmente llamado en Canarias, Bellotero, del que podemos aprovechar su amplia sombra para un descanso.


 Tramo de tosca con alguna atarjea.

Continuaremos luego pisando sobre un firme de tosca donde son visibles algunas atarjeas esculpidas en dicho terreno, que zigzaguean entre los muros delimitadores del camino y algunos pequeños tramos que se conservan con el viejo empedrado. Entre la vegetación más común, que hemos citado anteriormente, van apareciendo otras especies a medida que alcanzamos niveles de superior altitud, como pueden ser los Taginastes (Echium virescens); las Tabaibas Amargas (Euphorbia lamarckii) y algún que otro ejemplar de Escobón o Tagasaste (Chamaecytisus proliferus). 

Camino de Afoña.
Paisaje del Valle de Güimar.

Las panorámicas del Valle de Güimar son inmejorables, así como la permanente visión del Pico del Valle (2022m.) y de las cuerdas montañosas que protegen los Barrancos de Añavingo y de Las Gambuezas; también de la Ladera de Güimar, que cierra el valle por el sur, por donde circula la Pista de Anocheza y asciende el Camino Real del Sur. Nos vamos acercando cada vez más a la Media Montaña (1224 m.), internándonos en el Paisaje Protegido de Siete Lomas, como así lo indica una baliza informativa; éste es un paisaje protegido que se encuentra en su totalidad en el Valle de Güimar, compartido por los tres municipios, es una zona agrícola donde predomina el cultivo de autoabastecimiento, formada por una serie de lomas que se extienden entre los barrancos que se precipitan desde las cumbres hacia la costa; son coladas volcánicas pertenecientes a las erupciones de Media Montaña (1224 m.) y del Volcán de Arafo o Montaña de las Arenas (1583 m.). 

Indicación del paisaje protegido de Siete Lomas(izq.).

El camino, que en ocasiones hay que intuirlo, continúa subiendo hasta llegar a una zona con menos desnivel y pisando en un firme más arenoso, donde hay unos grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis); a nuestra izquierda podemos vislumbrar el Lomo del Rayo y el Lomo Redondo unas lomas agrestes donde abundan los Castañeros, siendo una de las zonas agrícolas de recolección de este fruto de las más importantes del municipio de Arafo. 

Lomo Redondo y Lomo del Rayo plagado de castañeros.


En unos metros estaremos en las inmediaciones del lugar denominado el Llano del Naranjo y poco después desembocaremos en la carretera TF-523, justo en el punto kilométrico 9; caminaremos por el arcén de la misma hacia la derecha unos cien metros, hasta encontrarnos el inicio de una senda estrecha que está cimentada sobre un pequeño muro de piedra seca, fácil de distinguir. 

Punto kilométrico 9 de la carretera TF-523.


Se adentra paulatinamente, bastante pedregoso y en suave ascenso bajo un pequeño pinar, avanzando luego entre unos Castañeros que crecen entre Taginastes (Echium virescens), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Codesos (Adenocarpus foliolosus). Más adelante sale del bosque y comienza a ascender con fuerte desnivel mediante una estrecha vereda bastante marcada, que discurre sinuosa por la base del Lomo del Rayo; a nuestra derecha quedan las llamadas Calderas de Media Montaña, unos pequeños valles cubiertos de picón, que se precipitan desde la cima de la montaña. 


Sendero por las laderas de Media Montaña.

El sendero es bastante irregular y algo incómodo de caminar ya que está formado por multitud de piedras sueltas provenientes de la erupción del volcán de Media Montaña (1224 m.), aun así continúa su avance entre Vinagreras (Rumex lunaria) y Jaguarzos (Cistus monspeliensis); pasaremos de largo una bifurcación a la derecha que se dirige a la cumbre de la montaña y a la zona de Chivisaya, nuestra ruta sigue de frente bordeando un barranquillo que se une más abajo al Barranco de Afoña y en cuestión de minutos estaremos coronando un lomo perteneciente al cráter de la montaña. 

Valle de Güimar.



A la derecha podremos ver la altitud máxima de Media Montaña (1224 m.) y en su base el Barranquillo del Brezo, así como un pequeño valle donde hay alguna casita de campo y unas huertas, también es visible la Casa de Chivisaya; más alejado se vislumbra el Lomo de los Belloteros y al fondo de la imagen, la Ladera de Chafa donde son evidentes y notorias las Lajas de Chafa. De frente vemos como el sendero está algo marcado y se dirige con moderado desnivel de elevación hacia la zona denominada La Punta del Pinar; transcurre entre multitud de Taginastes (Echium virescens), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Malpicas (Carlina salicifolia), algunos Cerrajones (Sonchus acaulis) y también Chagorros (Sideritis oroteneriffae) siguiendo su claro avance muy sinuoso, mediante un firme muy pedregoso y algo inestable. 

Media Montaña (1224 m.).

Sendero hacia la Punta del Pinar.

Poco a poco nos vamos introduciendo en el interior del pinar y es cuando el sendero zigzaguea aún más y avanza con un firme muy cómodo, aunque vayamos por una zona algo rocosa; por nuestra derecha vemos claramente el cauce del Barranco de los Aguiluchos o también llamado Barranco de la Gota y al fondo, la Montaña Colorada (1633 m.). El sendero conecta en un momento determinado con una pista forestal, justo en una curva muy cerrada de la misma, la cual evitaremos y continuaremos subiendo por el camino que zigzaguea muy marcado entre algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Cerrajones (Sonchus acaulis), desembocando poco después y de nuevo en la misma pista; esta vía se dirige por la derecha hacia Los Lomitos y muere en la carretera TF-523 a la altura de la Montaña Colorada (1633 m.). 

Montaña Colorada (izq.).

Sendero por Los Lomitos.

Frente a nosotros veremos claramente como continúa el sendero ascendiendo con moderado desnivel, hasta que veamos otra curva muy cerrada perteneciente a la misma pista forestal; es en este punto donde desaparece el sendero y tendremos que avanzar por dicha vía para seguir su rumbo por la zona conocida como El Cejo. 



Pista forestal por la base de Montaña del Charco.

Más adelante cruzaremos la cabecera del Barranco del Charquillo, donde encontraremos una bifurcación por la derecha que evitaremos; la pista transcurre prácticamente llana por las inmediaciones de la base de la Montaña del Charco (1627 m.), la Hoya de los Codesos y luego por el entorno de Morra Blanca, para más adelante progresar por la zona denominada La Camita, terminando dicha pista en la cabecera del Barranco del Lomo de los Codesos y en Los Corrales de La Camita, donde hay unas cuevas hechas por el hombre, de las cuales desconocemos su función. 


Cuevas en Los Corrales de La Camita.

Aproximadamente doscientos metros antes del final de la pista forestal y campo a través entre el pinar, nos acercaremos al borde del Barranco de San Pedro, donde comienzan las denominadas Pendientes de Gorgo; es este el punto más espectacular de toda la ruta ya que las vistas panorámicas son inmejorables, en primer plano y bajo la Montaña de la Laja (1673 m.), podemos ver la majestuosa Laja de Cheque, un dique rocoso que corta perpendicularmente el cauce del Barranco de San Pedro y termina en el borde del Barranco de La Laja, en la vertiente sur de dicho barranco podemos ver el Lomo de las Albarditas y más allá el lomo llamado la Chapa de la Piedra Cumplida, por donde asciende la Morra y Los Pasos de Cheque; en la dorsal montañosa distinguimos el Roque de Ayesa (2033 m.) y la Montaña de Ayosa (2076 m.), asomando entre la masa forestal.  
 
  Laja de Cheque o de San Pedro.

 
 Valle de Güimar (dcha.).

A partir de este punto comienza un descenso bastante expuesto hacia el barranco, que en algunas ocasiones discurre por el borde del mismo, circula por la zona conocida como Morra Alta y sin camino definido, aunque los pasos son firmes ya que el trayecto no es muy complicado; en el entorno crecen numerosos Escobones (Chamaecytisus proliferus), algunos Codesos (Adenocarpus foliolosus), Malpicas (Carlina salicifolia), Cerrajones (Sonchus acaulis), Vinagreras (Rumex lunaria) y Bejeques (Aeonium arboreum). 
 
 
 
 

A medida que continuamos con el descenso, que siempre discurre entre la masa forestal que nos queda por nuestra izquierda y el cauce del Barranco de San Pedro por la derecha, el Valle de Güimar se va abriendo paulatinamente a nuestra vista, pudiendo observar toda la comarca del municipio, que se extiende bajo la Ladera de Güimar. Poco a poco vamos saliendo de la parte boscosa en la zona conocida como Piedra del Astillero, encontrándonos un desnivel más moderado de bajada, aunque la exposición al borde del barranco es algo mayor; si miramos atrás, la imagen de la Laja de Cheque es completamente diferente, ya que desde este punto la vemos de frente y con toda su longitud, uniendo el Barranco de San Pedro con el de La Laja. De nuevo entramos en una zona más frondosa y bordeando el pinar; en pocos metros vemos el camino de acceso a la Galería de San Pedro por debajo del nivel del terreno que estamos pisando y sobre Los Toscones, conectando con él pocos metros después. 
 
 
 
 
 
Giramos a la izquierda un poco, metiéndonos en el cauce de un pequeño barranquillo mediante el canal de dicha galería y luego evitaremos ir paralelamente a una pared de piedra seca que se dirige al Camino de Gorgo, una zona donde abundan los castañeros. El canal será la referencia para continuar la ruta por él, adentrándonos en el pinar por una vereda bien definida que continúa su curso descendente y muy sinuosa. 
 
 Al final de Las Pendientes de Gorgo.

 
 
 
Barranco y Galería de la Piedra Cumplida.
 
El cauce del barranco que queda a nuestra derecha es el Barranco de la Piedra Cumplida y el camino transcurre bastante expuesto hacia el mismo, es una garganta bastante profunda y escarpada que alberga en el fondo la Galería de la Piedra Cumplida, la cual divisaremos desde nuestra posición. El zigzagueante recorrido está escoltado por abundante vegetación característica de las medianías de esta parte de la isla, así que los Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius) y Escobones (Chamaecytisus proliferus), son las especies más comunes que podemos observar; en ocasiones el recorrido no da la oportunidad de asomarnos al paisaje de una forma más expuesta, pudiendo disfrutar de la vista de las agrestes paredes del cauce del barranco y parte del Valle de Güimar. 
 
 
 Castañeros.

En un momento determinado pasaremos por las inmediaciones de unos muretes de piedra seca, que pertenecen a unas huertas donde abundan los castañeros; esta zona es una de las más prósperas en el municipio de Arafo en lo que se refiere a este tipo de cultivo, abundando durante el trayecto hasta que desemboquemos, bajo un pinar, en un pequeño llano de tierra anexo a la carretera TF-523; tendremos que ir por dicha vía unos metros hasta que veamos a nuestra derecha como desciende con fuerte pendiente un pequeño tramo asfaltado que enseguida se convierte en un camino, es el Camino de Cosme. 
 
 
 Zona de El Tablonito.

 
 Camino de Cosme.
 
Empieza en la zona conocida como El Tablonito con firme bastante compacto, por terreno de tosca y marcado por ambos muros de piedra seca que han resistido el paso del tiempo; algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) acompañan el recorrido, así como numerosos Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius) y Vinagreras (Rumex lunaria), que en muchas ocasiones ocultan el recorrido. Avanza después bastante pedregoso, en línea recta y siempre en descenso, con algunos pequeños tramos que conservan el viejo empedrado; luego, con una bajada muy resbaladiza e irregular, confluye con la carretera de acceso al Parque Recreativo de Los Frailes. 
 
 
 Camino de Cosme.
 

Pista de acceso al Monte de Los Frailes.

Iremos hacia la derecha por dicha vía asfaltada, que discurre bajo un talud rocoso propenso a desprendimientos y que un poco más adelante cruza el Barranco de la Piedra Cumplida donde, en poca distancia, existen tres galerías, La Galería del Aderno, a pocos metros de la pista, la Galería Tinerfe, que está situada en una de las vertientes del barranco y la Galería del Corral del Guanche, situada después de la Fuga de Chucarco, que no la tendremos a la vista.
 
 
Mirador en el Camino de Los Frailes (dcha.).
 
Llegaremos poco después al Mirador del Camino de los Frailes, una atalaya desde donde podremos admirar una imagen panorámica inmejorable del Valle de Güimar, donde son visibles los tres municipios que lo componen. Unos metros antes de este mirador y junto a un vallado de madera, tendremos que desviarnos de la carretera e ir por una pista de tierra que conecta directamente con el Camino de la Granja; éste empieza a descender muy pedregoso, entre Vinagreras (Rumex lunaria), Malpicas (Carlina salicifolia) y Jaguarzos (Cistus monspeliensis), luego discurre entre algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis), cuyo pinocho forma un firme más compacto y fácil de caminar, poco después se acerca al vallado de una finca colindante anexa a una canalización que bordea el camino. 
 
 
 Camino de La Granja.
 
 
Avanzaremos junto a dicho canal y mayoritariamente pisando el empedrado del que está formado el camino, que transcurre sinuoso y siempre en descenso; más adelante y después de un buen tramo en bajada, nos encontraremos junto al camino unos registros hidráulicos anexos a la propia canalización que nos ha acompañado en todo momento durante el camino y que pertenecen a las galerías que han quedado detrás, también hay una pequeña edificación relacionada con el agua de las galerías. 
 
 Firme empedrado en el Camino de La Granja.

 
 
Unos metros después pisaremos sobre firme de tosca un pequeño tramo muy sinuoso que enseguida converge, junto a un tanque distribuidor, con el camino de acceso a la Casa de la Granja, un inmueble que fue propiedad de la orden religiosa de los dominicos en la que vivían algunos monjes pertenecientes al convento de la Basílica de Candelaria, dicha construcción contaba con una Ermita, habitaciones para vivienda, cocina con horno, una bodega y una era en el exterior; actualmente su estado de conservación es aceptable.
 
 
 Registros hidráulicos en el camino.

 Casa de La Granja (dcha.).

Tramo empedrado.

El Camino de la Granja continúa su rumbo de frente y en bajada, mediante un ancho trazado con firme empedrado, que discurre por una lomada que se extiende entre el Barranco de Los Pilones y el Barranco de la Piedra Cumplida; más adelante avanza junto a una canalización anexa y varias edificaciones pequeñas que sirven de cuarto de aperos para las huertas allí existentes. 

Camino de La Granja.

Después, por la zona conocida como El Portillo de la Granja, el firme se torna algo pedregoso y luego combina unos tramos asfaltados con otros de tierra y unos metros más adelante, de nuevo con otro empedrado, justo antes de encontrárnoslo completamente asfaltado. Por nuestra derecha veremos, en un momento determinado, la Presa de los Eres, un enorme depósito de agua edificado en el cauce del Barranco de Los Pilones actualmente seca y en estado de abandono. 

Presa de Los eres.

Camino de Los Eres.

Desde este punto tendremos un paisaje digno de admirar, la silueta omnipresente del Pico del Valle (2022m.), tras la vertiente sur del Barranco de Añavingo, en cuya cabecera se encuentra el Roque de Ayesa (2033 m.) y la Montaña de Ayosa (2076 m.); también la dorsal montañosa que separa el Valle de Güimar del de La Orotava, donde podremos ver la Montaña de la Laja (1673 m.) y la Montaña Colorada (1633 m.), entre muchas otras cumbres. El recorrido continúa sin parar de descender y pocos metros después desemboca en el Camino de los Eres, una calle también asfaltada que se dirige a la zona de cultivos de medianías que hay por el Lomo de Juan Lianes. 

Piedra del Barranco.

Nuestra ruta sigue bajando con fuerte pendiente por esta calle y luego bordeando el Risco de la Fuente (563 m.), un promontorio rocoso donde crece un solitario Pino canario (Pinus canariensis) y bajo el cual hay una vivienda; después de dejar detrás la bifurcación con el Camino de Juan Lianes que se inicia por nuestra derecha, llegaremos de nuevo al mirador donde dimos comienzo la ruta, habiendo hecho, por tanto, un recorrido circular.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña

 

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