viernes, 30 de julio de 2021

GRANADILLA – EL PINAR – GRANADILLA (Por el Camino de Chasna y por el Caserío Sobre la Fuente)

GRANADILLA – EL PINAR – GRANADILLA 
(Por el Camino de Chasna y por 
el Caserío Sobre la Fuente)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Granadilla.
COMO LLEGAR: La salida número 54 de la autopista TF-1 conecta con la carretera de acceso al núcleo urbano de Granadilla, la cual nos lleva a conectar con la carretera TF-28 que cruza casi la totalidad de dicha población; tendremos que dirigirnos a la Iglesia principal del municipio, la de San Antonio de Padua, donde comienza la ruta.
COMIENZO: Plaza de San Antonio en Granadilla de Abona.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 16,4 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el núcleo urbano de Granadilla.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Plaza e Iglesia de San Antonio; 2.- Plaza y Ermita de Santa Lucía; 3.- Cruz de San Antonio; 4.- Cruz de Tea; 5.- Ermita de la Virgen del Buen Viaje; 6.- Casa de los Malejos; 7.- Cruz de Vilaflor; 8.- Empedrado en el Barranco de Silvestre; 9.- Camino de la Corredera (PR-TF-83.2); 10.- Eras de trilla en el PR-TF-83.1; 11.- Cuevas en el Barranco de Sanabria; 12.- Empedrado en el Barranco del Salto Blanco; 13.- Caserío Sobre la Fuente; 14.- Fuente del Lugar.
INCONVENIENTES: El trayecto por el Lomo Medina es muy pedregoso y resbaladizo.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC



CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN

El inicio de la ruta lo haremos en la Plaza de San Antonio, que la rodea un entorno muy pintoresco y cuidado, donde se encuentra la Iglesia de San Antonio de Padua, templo construido en el año 1711 sobre los cimientos de la antigua Ermita hecha en 1645, que a su vez fue levantada en sustitución de la original datada en 1617; actualmente destaca su fachada recubierta de piedra chasnera y la portada con arco de medio punto y rematada con dos columnas laterales; la torre también llama la atención su cúpula bizantina por encima del campanario. En el interior resalta el retablo neoclásico del Altar Mayor, el techo de artesonado mudéjar y algunas imágenes religiosas unidas a obras de arte de cierta importancia, por ser de los siglos XVII y XVIII.

Iglesia de San Antonio.


Por la Calle de la Iglesia, que es peatonal, ascenderemos junto a un hotel rural hasta confluir con la Calle Carmona, en este punto tendremos a la vista la Calle del Agua, por la que continuaremos nuestro recorrido en fuerte pendiente, realizando un trayecto urbano que termina unos doscientos cincuenta metros después, en la Calle Tagoro; haciendo esquina en la bifurcación de ambas calles, se encuentra la Plaza de Santa Lucía donde se alza una pequeña Ermita datada en el siglo XVIII, de construcción sencilla, donde destaca un gran portón de madera rematado con un arco de medio punto; destacan en el lugar seis ejemplares de Laureles de Indias de gran porte, que contribuyen a dar sombra al lugar, sobre todo en días calurosos. En dicha plaza hay un panel interpretativo que informa de la importancia histórica del lugar.

Ermita de Santa Lucía (izq); Ubicación de los antiguos lavaderos (dcha.).

Salimos de la plaza y encontramos un cruce de calles, de frente discurre la Calle El Molino, que se dirige hacia la Montaña del Lugar (802 m.), un cono volcánico cuya imagen destaca sobre las viviendas del lugar; a mitad de camino y en una propiedad particular, existe un viejo molino de agua con su correspondiente acueducto de piedra, que se encuentra en buen estado de conservación; a pocos metros de la plaza y en la misma calle, estaban los lavaderos públicos, desaparecidos hace más de sesenta años, en el solar donde actualmente se encuentra el estanque de abasto público.

Acueducto (izq.) y Cruz de San Antonio (dcha.).

A la derecha continúa nuestro recorrido, en fuerte pendiente, por la Calle Cruz de San Antonio, ubicada más arriba en un pedestal en el centro de una minúscula placita desde donde podremos ver más claramente la imagen del acueducto perteneciente al molino, anteriormente citado. La calle sigue su curso con fuerte desnivel de subida, alejándonos cada vez más del núcleo urbano y fundiéndose seguidamente con la Calle Alejandrino, justo donde se encuentra el Embalse La Charca, un estanque de agua para riego; desde este punto salta a la vista la imagen de la Montaña Santa (888 m.), un cono volcánico con una cumbre llana, situado sobre la zona agrícola que rodea el cercano paso del Barranco de la Fuentita. El recorrido sigue su curso ascendente, siempre asfaltado, entre multitud de huertas de cultivo por la zona de Alejandrino y más adelante por la de Los Castañeros, esta última bordeando la base de la Montaña Iferfe (909 m.), por la que salta a la vista un canal horadado en el terreno y otro hecho de tosca que discurre paralelo al anterior; también hay excavadas varias casas-cueva, que se usaron en el pasado como viviendas y justo antes de entrar en el Caserío de Cruz de Tea, podemos avistar un ejemplar de Cedro Canario (Juniperus cedrus) que crece junto a nuestros pasos. 

Cruz de Tea.

Inicio del PR-TF-83.

Unos metros más adelante llegaremos a un cruce de caminos donde se encuentra una cruz de madera que le da nombre al caserío, la Cruz de Tea; continuamos a la izquierda por la Calle las Cumbritas hasta confluir con la Calle Zurrones donde hay una parada de guaguas y un panel informativo referido al sendero homologado PR-TF-83, por el cual tendremos que ir. Haremos caso a la señalización de dicho PR que nos envía por un pasillo ancho pavimentado que bordea unas viviendas y luego el campo de fútbol municipal, desembocando a los pocos metros en la Calle Buen Viaje; iremos hacia la izquierda en ascenso por asfalto, pasando junto al Horno de la Cruz de Tea, un hito importante recuperado y reconstruido en el año 2003 para ponerlo en valor, que va unido al Camino de Chasna, que es por el que vamos caminando. 

Horno de La Cruz de Tea.


Seguimos haciendo un recorrido urbano por la población mediante la misma calle y siguiendo el recorrido del PR-TF-83, encontrándonos en un momento determinado con la Ermita de la Virgen del Buen Viaje, un templo de reciente construcción levantado en el mismo lugar donde había otra capilla ya desaparecida, a su alrededor hay una plaza con un Pino Canario (Pinus canariensis) de tamaño considerable que da suficiente sombra para tomar un pequeño descanso.

Ermita de la Virgen del Buen Viaje.

La Calle Buen Viaje sigue su curso ascendente hasta unirse con la Calle Canales Altas, que nos lleva entre algunas huertas de cultivo, por una zona agrícola, hasta el Morro de los Chícharos, donde hay una bifurcación con la Calle de las Paredes que tendremos que evitar e ir hasta el cauce del Barranco de Canales Altas o del Charcón, donde hay un poste con señalización correspondiente al PR-TF-83. 

Inicio del PR-TF-83.

Camino de Chasna (PR-TF-83)

Continuamos por dicho PR que presenta un firme empedrado y trazado sinuoso que desemboca poco después en una calle de acceso a una vivienda cercana; enseguida cruzamos la vía y avanzamos por un sendero muy marcado, con firme de tierra compacta y bordeado por un vallado perteneciente a la propiedad antes citada; el sendero sigue su curso en continuo ascenso por una lomada rocosa donde encontramos un tramo empedrado que termina poco después en una pista agrícola; desde este punto tenemos una bonitas panorámicas del núcleo poblacional de la Cruz de Tea, así como de la plataforma costera del municipio de Granadilla, donde podemos vislumbrar la zona turística de El Médano con la inconfundible silueta de la Montaña Roja (171 m.); a nuestra izquierda y más cercana podemos ver uno de los conos volcánicos pertenecientes al Monumento Natural de Montaña Colorada, elevándose sobre la Calle de las Paredes o el Camino del Pinal.


Continuamos la marcha por la pista siempre haciendo caso de la señalización del PR-TF-83 y en unos pocos metros la abandonamos, para acceder a una vereda muy sinuosa que asciende con fuerte pendiente, mediante algunos tramos escalonados, otros pedregosos y algunos con restos de empedrado; después de unos ciento cincuenta metros, desembocamos de nuevo en la misma pista de tierra, que continúa muy pedregosa y delimitada por un murete de piedra seca, en dirección a una solitaria vivienda ubicada al lado del camino. Justo a la altura de la casa, el firme del recorrido presenta un espectacular trazado empedrado que avanza siempre con desnivel de subida por el Lomo de los Malejos; el camino que recorremos es uno de los ramales más importantes del Camino de Chasna, un trayecto ancestral que comunicaba la banda norte de la isla con la del sur, uniendo los municipios de La Orotava y Vilaflor, tenía varios ramales, siendo uno de ellos el que transitamos, que partía desde Vilaflor y terminaba en Granadilla.

Camino de Chasna (PR-TF-83).

Seguimos el itinerario, que avanza por el lomo citado anteriormente, elevándose entre el Barranco de El Tizón y el Barranquillo de Los Malejos, el camino está determinado por un muro de piedra seca que lo delimita por ambos lados y progresa en línea recta entre Escobones (Chamaecytisus proliferus), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), gran cantidad de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y algunos Hinojos (Foeniculum vulgare); su firme mayoritariamente está empedrado, aunque tiene algunos pequeños tramos rocosos al mismo nivel de superficie. En un momento determinado vemos una pequeña edificación de cemento que está relacionada con el registro hidráulico de alguna galería cercana, porque hay una tubería que desemboca en su interior, así como unas atarjeas antiguas que han sido sustituidas por dicho conducto. 


El recorrido sigue su curso con fuerte pendiente y llega un momento que pasa muy cerca de un viejo caserío, la llamada Casa de los Malejos; hay una entrada empedrada hacia la misma, que está marcada entre dos ejemplares de Palmeras de una altura considerable que sobresalen notoriamente del entorno, la infraestructura alberga varios elementos etnográficos importantes como un horno de doble boca, una piedra de lavar antigua y una era de trilla, así como estancias habitacionales, otras para los animales y granero.

Casa de Los Malejos (izq.); horno (dcha.).

De vuelta al camino, progresamos siempre en ascenso, acompañados de una canalización hecha de piedra chasnera y losas de basalto por un lado del camino y un murete de piedra seca, por el lado opuesto. El recorrido continúa avanzando en línea recta y llega un momento en que desaparece el empedrado casi en su totalidad, dando paso a un firme compacto de tierra, en las inmediaciones de la zona conocida como la Morrita de Arriba donde empieza a crecer el pinar, aunque más adelante vuelven a aparecer tramos combinados entre pedregosos y pavimentados, eso sí, siempre marcado y debidamente delimitado. 

Camino de Chasna (PR-TF-83).

Llega un momento en que confluimos con una pista asfaltada que es el acceso desde Las Canales Altas para el Caserío de El Pinar; tendremos que cruzarla haciendo caso de la señalización del PR-TF-83 y avanzar unos metros por el camino original, que aparece con restos de empedrado, hasta llegar a la Cruz de Vilaflor, un espacio amplio al lado de la carretera donde hay unos asientos de madera para descansar y una Cruz de madera, que seguramente señalizaba en el pasado, un cruce de caminos.

Cruz de Vilaflor (dcha.).

Nuestra ruta continúa por la carretera asfaltada, que es por la que transcurre el PR, según la señal que indica la dirección a seguir hacia Los Escurriales, distante unos 5,3 km., donde se encuentra el punto final de dicho sendero homologado. El tránsito por el asfalto es bastante cómodo, aunque tiene algunas rampas moderadamente empinadas, transcurriendo entre algunas casas de campo y numerosas huertas de cultivo. 

Caserío de El Pinar.

Vista Las Crucitas.

Después de unos setecientos metros recorridos, en la zona conocida como Vista las Crucitas, podremos deleitarnos con magníficas panorámicas del valle costero del municipio de Granadilla y parte del de San Miguel, es aquí donde se termina el asfalto justo donde se ubica una edificación de cemento relacionada con los registros hidráulicos de alguna galería cercana; en este punto hay un poste con señalización del PR-TF-83 que nos señala el inicio de un sendero que avanza en suave descenso hacia el cauce del Barranco de Silvestre, discurre algo pedregoso y delimitado por un murete de piedra seca; en los bordes del paso crecen algunos Bejeques Punteros (Aeonium pseudourbicum), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius), Granadillos (Hypericum canariense), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Taginastes (Echium virescens). 


Empedrado en el cauce del Barranco de Silvestre.

Al llegar al cauce nos encontraremos el firme empedrado, que continúa de la misma manera ascendiendo por la vertiente contraria del barranco, luego, bastante pedregoso, termina coronando una lomada donde encontraremos un cruce de caminos con varias señales de dirección, hacia la izquierda y con fuerte desnivel de ascenso, sigue su curso el PR-TF-83 dirección a Los Escurriales y de frente prosigue nuestra ruta por el PR-TF-83.2, una variante del anterior que se inicia en este punto determinado y que se dirige al Caserío de Las Vegas, distante unos ocho kilómetros por el Camino de la Corredera. 


Camino de La Corredera (PR-TF-83.2)

Este sendero tiene un recorrido muy cómodo, con firme muy compacto y prácticamente llano, aunque haya que salvar algunas cuestas poco pronunciadas sin apenas desnivel; iremos continuamente avanzando bajo el pinar que presenta un sotobosque pobre en vegetación, solo pudiendo observar algunos ejemplares aislados de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y de Amagantes (Cistus symphytifolius). Iremos cruzando varios cauces que cortan el sendero perpendicularmente, donde se hace visible otro tipo de vegetación asociada a la humedad que albergan dichos barrancos, como Taginastes (Echium virescens), Vinagreras (Rumex lunaria), algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus), Cruzadillas (Hypericum reflexum), que bordean el paso y gran número de Gualdas (Reseda luteola) poblando el trazado por donde vamos transitando. 

Camino de La Corredera (PR-TF-83.2).


Después de haber pasado de largo el Barranco de los Pájaros y el Barranco de Sanabria, entramos dentro de los límites del Parque Natural de la Corona Forestal, después cruzamos un canal en desuso, aunque tiene una tubería en su interior, que proviene de alguna galería ubicada en los altos de la zona. Unos metros más adelante y después de haber cruzado el cauce del Barranco de los Burros, un claro en el bosque nos ofrece una bonita imagen de la costa de El Médano con la presencia inconfundible de la silueta de Montaña Roja (171 m.) y en el horizonte marino la de la isla de Gran Canaria; en primer plano vemos el cono volcánico de Montaña Pelada (1370 m.) y en la parte inferior el de Montaña Carnero (1324 m.).

Montaña Pelada (izq.).


El sendero sigue su curso llaneando siempre entre el pinar, que alberga la mayoría de ejemplares jóvenes de escaso porte; luego cruzamos el encajonado cauce del Barranco de Caperuzo, donde crecen gran cantidad de Escobones (Chamaecytisus proliferus) cuya población está acompañada de numerosos ejemplares de Amagantes (Cistus symphytifolius). Después encontraremos una pista forestal que atraviesa nuestro camino, que viene desde la zona de Los Hibrones y se dirige con fuerte pendiente hacia La Florida, después de cruzarse con el Camino de Chasna. Luego aparece otra pista forestal por nuestra izquierda que tendremos que ignorar, así que avanzaremos por el sendero que es muy evidente, atravesando el Barranco de Afife y en pocos minutos conectamos con el PR-TF-83.1 que tiene su inicio en el Caserío de Las vegas y se dirige hacia Los Escurriales, uniéndose allí con el PR-TF-83, que abandonamos anteriormente, con el PR-TF-72 que empieza en el municipio de Vilaflor y con la ETAPA VI del GR-131 que une la Degollada de Guajara con Vilaflor.

Cruce con el PR-TF-83.1 (izq.).

PR-TF-83.1.

En este punto hay señalización direccional sobre el PR-TF-83.1, iremos a la derecha, en descenso y por un sendero muy marcado, con firme terroso y bastante sinuoso, que transcurre bordeando el cauce del Barranco Cueva de los Cardos que un poco más adelante se une al Barranco de las Vegas, entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis), algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus) y dejando el pinar más frondoso detrás; llegaremos luego a una bifurcación que por nuestra izquierda tomaremos para visitar una era de trilla en buen estado de conservación, estratégicamente ubicada al borde del barranco. 

Era de trilla.


Otra senda diferente que parte de la era nos lleva directamente al camino principal por el que tendremos que seguir zigzagueando sobre un lomo rocoso que transcurre entre el Barranco de la Fuente de las Lajas y el Barranco de los Escobones, cuyo cauce se extiende por el Valle de los Asientos. Llegados a la zona conocida como la Abejera y recorriendo un tramo muy pedregoso y empinado, veremos un cruce de caminos donde hay un poste con señalización; a la derecha empieza el PR-TF-83.5, que se dirige en descenso hacia La Higuera, distante unos tres kilómetros y medio, como así reza en dicha indicación, pudiendo también desviarnos cuando lleguemos, hacia el Caserío de Las Vegas. Si seguimos descendiendo por el PR-TF-83.1 unos cien metros, podemos visitar otra era de trilla en un estado de conservación óptimo que está ubicada en un espacio idóneo, como así lo apunta un cartel informativo, para la observación del cielo.

Cruce con el PR-TF-83.5 (dcha.).



Unos metros antes del cruce anterior, se inicia otro camino que no está señalizado por el que tendremos que seguir para continuar nuestra ruta; para ello iremos por una suave rampa descendente delimitada por un muro de piedra seca, que cruza el cauce del Barranco de Afife y que continúa muy bien marcado y con firme muy compacto, entre algunas huertas de cultivo en desuso. El camino sigue su curso luego cruzando otro cauce, el del Barranco de las Lajas, siempre bajo el monte de Pinos Canarios (Pinus canariensis) que alberga un sotobosque de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius) y algunos ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus); unos metros más adelante se cruza en nuestro camino una pista forestal que en descenso se dirige a las inmediaciones de una cantera y a la Fuente de las Lajas. 



Seguimos avanzando por el sendero que continúa marcado por una hilera de pequeñas rocas y en ocasiones por un murete de piedra seca; presenta un firme algo pedregoso, pero muy cómodo de andar ya que es prácticamente llano. Una inesperada bajada algo resbaladiza hacia el cauce del Barranco del Acebuche, nos lleva a confluir con el Camino del Acebuche, una pista asfaltada que empieza en la carretera TF-28, a la altura del núcleo urbano de Granadilla y termina en este punto en el que nos encontramos, comúnmente denominado El Caperuzo.
Evitamos seguir por el asfalto y proseguimos por el sendero que discurre llaneando, donde hay un depósito de hierro apostado al lado del camino; luego, con el firme muy pedregoso e inestable, avanzaremos descendiendo con fuerte desnivel mediante un trazado muy sinuoso, hasta terminar, pisando restos de empedrado, en una pista agrícola en el cauce del Barranco de Caperuzo, donde hay unas huertas y una vivienda. 

Empedrado llegando al cauce del Barranco del Caperuzo.

Continuamos unos metros por la pista hasta encontrar el desvío por nuestra derecha, donde crece un Pino Canario (Pinus canariensis) de una altura considerable; el camino asciende algo pedregoso entre muros de piedra seca coronando poco después una lomada rocosa, luego desciende en línea recta en busca del cauce del Barranco de los Burros y continúa después de cruzarlo ascendiendo por un tramo muy degradado que discurre junto a una vieja atarjea y unos muros de tosca que deslindan unas huertas de cultivo. 

Camino delimitado por un murete de piedra seca.


Seguimos avanzando entre multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y una población muy numerosa de Gualdas (Reseda luteola), que nacen y crecen en mitad del camino; más adelante el sendero comienza a descender mediante un tramo empedrado de unos pocos metros, por una de las vertientes del Barranco de Sanabria, junto a un talud de tosca donde hay horadadas unas cuevas. 

Tramo por el Barranco de Sanabria.

Luego desciende suavemente entre Pencones (Opuntia maxima), Hinojos (Foeniculum vulgare), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algún ejemplar aislado de Poleo de Monte (Bystropogon origanifolius), llegando poco después al cauce; el ascenso por la vertiente contraria presenta un firme con restos de empedrado que transcurre junto a un talud rocoso que bordea el camino, bajo el mismo hay una serie de cuevas horadadas que se pueden visitar accediendo mediante unas pequeñas terrazas en el exterior de las mismas; una de ellas tiene una fuente de agua en su interior y cada una de ellas está protegida por una pared de roca y una puerta de madera.

Cuevas excavadas en el Barranco de Sanabria.



El sendero sigue su marcha en ascenso terminando poco después en la cima de una lomada que se eleva sobre la zona conocida como Los Pájaros, conecta con una pista de tierra que sirve de acceso a una casa que hay muy cerca; avanzamos por la pista llaneando y cortamos su trazado en varias ocasiones por el camino original, que muestra su trayecto delimitado por un murete de piedra seca y bastantes tramos que conservan su empedrado original, sobre todo cuando crucemos el Barranco de Silvestre, que discurre bajo el Risco Acache. 




Al salir del cauce nos encontramos de nuevo una pista de tierra que se dirige hacia la Cruz de Vilaflor, hito que visitamos anteriormente recorriendo el Camino de Chasna; enseguida nos percatamos de la ubicación de una era de trilla junto a una casa de piedra, en un entorno magnífico para disfrutar de las panorámicas del valle. 


Seguidamente encontramos una bifurcación que se desvía por la izquierda, abandonando la pista y adentrándose por otra que desciende con acusado desnivel y con firme muy pedregoso; pasa junto a una edificación de tosca abandonada y después, cerca de unas huertas de cultivo empieza un sendero con firme rocoso, donde se evidencia su antiguo empedrado, ya que tiene algunos restos del pavimento. 


Tramo empedrado.

Se va internando paulatinamente en el pinar, zigzagueando y con firme muy pedregoso, entre una población muy numerosa de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Amagantes (Cistus symphytifolius); antes de entrar de lleno en el monte, podemos disfrutar de las vistas panorámicas de la costa de El Médano con su inseparable Montaña Roja (171 m.). 


Camino por Lomo Medina.

Luego comienza un vertiginoso y sinuoso descenso por el llamado Lomo Medina, mediante una superficie muy pedregosa, que hace que el recorrido sea muy precario y bastante resbaladizo;  el sendero original se distingue a duras penas, solo algunos tramos que se han salvado del salvaje deterioro del terreno, también se vislumbran unos pequeños tramos empedrados que terminaran por desaparecer; al final del descenso caminaremos por una zona más rocosa y por lo tanto más compacta, moderando su desnivel claramente. 


Empedrado en el Barranco del Salto Blanco.

Un giro brusco a la derecha nos lleva en busca del cauce del Barranco del Salto Blanco, el camino en este tramo presenta un empedrado medianamente conservado y progresa por el mismo cauce entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Verodes (Kleinia neriifolia), bajo los riscos pertenecientes a la vertiente del barranco. Luego, bajo el Lajial del Salto Blanco y por un estrecho sendero que bordea el cauce, desembocaremos en una pista agrícola que tendremos que cruzar para enlazar de nuevo con el camino original, que discurre llaneando paralelo a dicha vía. 



A continuación, veremos como el camino sigue su curso bastante evidente, bajo el pinar y delimitado por un murete de piedra seca, su firme es muy pedregoso y presenta algunos pequeños trechos empedrados; las vistas panorámicas hacia el valle son inmejorables, observando incluso el núcleo urbano de Granadilla cada vez más cercano.



Nuestro recorrido abandona el trazado original y desemboca en una pista forestal con superficie bastante pedregosa, que discurre en fuerte pendiente por una lomada elevada entre el Barranquillo de los Orobales y el Barranco del Salto Blanco; en un momento determinado, donde hay un estanque, evitaremos una curva muy cerrada de la pista para atajarla por un tramo original del camino que termina pocos metros después de nuevo en la pista. Trescientos metros después la pista de tierra se convierte en una calle cementada, que continúa descendiendo entre multitud de huertas y fincas de cultivo; el asfalto hace su presencia poco después y en una curva muy cerrada a la izquierda, donde hay una bifurcación por la derecha, tendremos que desviarnos por la misma y descender con fuerte pendiente junto a una vivienda para enlazar con un precioso camino que conserva plenamente su empedrado de origen. 


Canal del Sur (izq.); entrada al Caserío Sobre la Fuente (dcha.).

Avanza en línea recta, definido por un muro de piedra seca, entre Pencones (Opuntia maxima), Vinagreras (Rumex lunaria), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Verodes (Kleinia neriifolia), bordeando el Barranco de la Fuente; en una loma cercana hay una era de trilla y luego tendremos que superar el Canal del Sur, que lleva agua si queremos refrescarnos. Superado el mismo, vemos como se inicia por la izquierda un acceso, escoltado por una vieja atarjea de tosca, que se dirige hacia el Caserío Sobre la Fuente; una cuesta empedrada de unos pocos metros nos deja en la única calle que atraviesa dicho caserío. 

Caserío Sobre la Fuente (BIC).

Dicho asentamiento está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio de Interés Etnológico desde el año 2015, ya que se cree que fue el que dio origen al núcleo poblacional de Granadilla; el caserío contiene elementos patrimoniales característicos de la cultura rural de canarias, así mismo y por lo general sus edificaciones son de mampostería de tosca, piedra y mortero de barro con carpintería sencilla y techos de teja árabe, así como dependencias anexas como cuadras, graneros, etc. Ligado a las viviendas existen varios hornos, uno de ellos de doble boca y algún aljibe, también varias eras de trilla que conservan su empedrado original y el entorno agrícola compuesto de numerosas huertas abancaladas.

Camino empedrado hacia la Fuente del Lugar.



De vuelta al camino principal, seguiremos en descenso por el mismo, que se nos presenta con un ancho considerable, definido por ambos muretes de piedra seca y con su firme empedrado, que continúa bastante sinuoso en dirección al cauce del Barrano de La Fuentita; una vez allí iremos a la Fuente del Lugar, que está situada en un espacio empedrado y amplio bajo dos ejemplares de Palmeras Canarias (Phoenix canariensis); la fuente está formada por una pileta rectangular de piedra donde cae el agua proveniente del manantial ubicado a un nivel superior, en una de las piedras tiene una inscripción referida al año de su origen, 1859. Muy importante fue este hito en el ramal del Camino de Chasna hacia Granadilla, ya que los arrieros y comerciantes que hacían la ruta desde el norte hacia el sur, o viceversa, paraban aquí para descansar y dar de beber a sus animales de carga.

Fuente del Lugar.


Calle de la Iglesia, final de la ruta en Granadilla.

Cruzando el cauce del barranco, seguiremos nuestra marcha llaneando por un camino empedrado que conecta directamente con la Calle de la Fuente, que, pasando por la Plaza de la Cruz, confluye con la Calle de Carmona y más adelante se cruza con la Calle de la Iglesia, la cual nos llevará a la Plaza de San Antonio, donde iniciamos la ruta y finalizaremos la misma.

© Texto y fotografías de Francisco Fariña