miércoles, 6 de octubre de 2021

PLAZA CRUZ DE LOS RODRÍGUEZ - FUENTE DEL REY - FUENTE DEL BARDO - LAVADEROS DE CASTRO

PLAZA CRUZ DE LOS RODRÍGUEZ - FUENTE DEL REY - FUENTE DEL BARDO - LAVADEROS DE CASTRO
 
FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: San Juan de la Rambla y Los Realejos.
COMO LLEGAR: Desde el núcleo urbano de San Juan de la Rambla conectaremos, a través de la Avenida de de Libertad, con la carretera TF-351 que se dirige hacia el Barrio de San José; una vez en el mismo, tendremos que ir hacia el Barrio de la Vera Baja, donde está ubicado el inicio de la ruta.
COMIENZO: Plaza Cruz de los Rodríguez.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 10,2 km.
PROVISIÓN DE AGUA: Lavaderos de La Vera; Fuente pública en la zona de Las Diosas; Fuente pública en el Caserío de El Andén; Lavaderos de Castro.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Plaza Cruz de los Rodríguez; 2.- Lavaderos de La Vera; 3.- Fuente del Rey; 4.- Caserío de Tierras de Mesa; 5.- Las Diosas; 6.- Caserío de El Andén; 7.- Los Alzados; 8.- Lavaderos de Castro; 9.- Núcleo de población de La Vera e Iglesia de San Felipe Neri. 10.- Plaza del Drago.
VENTAJAS: Ruta señalizada hasta Los Alzados.
INCONVENIENTES: La vereda que cruza el Barranco Hondo suele estar oculta bajo la vegetación y tiene tramos bastante expuestos en la subida.
TIPO DE RUTA: Senderismo. 
 

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC



CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN

La Plaza Cruz de los Rodríguez está situada en un lugar privilegiado justo en el linde del Sitio de Interés Científico de Barranco de Ruiz, un espacio natural protegido de unas 96 hectáreas de superficie que hace de límite entre los municipios de San Juan de la Rambla y el de Los Realejos; este tramo del barranco está formado por paredes muy abruptas de morfología volcánica, separadas ambas de una distancia máxima de unos quinientos metros de longitud y alcanzando en algunos puntos concretos más de seiscientos metros de altura. Su abrupta configuración ha formado en su interior su propio ecosistema y microclima, pudiendo encontrar bosques termófilos en la parte más baja y Laurisilva, Fayal – Brezal y restos de monte verde, en la central y más alta, donde se desarrollan sus correspondientes especies animales como la Paloma Turqué (Columba bolii) y la Rabiche (Columba junoniae) en el ecosistema de Laurisilva y Gavilanes (Accipiter nisus granti), Cernícalos (Falco tinnunculus) y Buhos (Asio otus canariensis), junto a otras especies, en el resto.
 
 Plaza Cruz de Los Rodríguez.

El inicio de la ruta lo haremos después de haber disfrutado de las maravillosas vistas panorámicas que ofrece esta ubicación, justo en el borde del barranco, donde termina el Camino del Risco de las Pencas, un recorrido tradicional que zigzaguea por una de las laderas del cauce y que une la parte baja del barranco, donde se encuentra el área recreativa, con la plaza donde estamos situados. 

 Cauce profundo del Barranco de Ruiz.

 

 Camino Risco de las Pencas.

En este punto, al lado de una pequeña Ermita, hay un panel informativo referido al trayecto que hay desde aquí hasta la Fuente del Rey y una señal que indica la dirección a seguir hasta dicho punto; para ello tendremos que abandonar la plaza y empezar a ascender por el Camino Orilla de la Vera, una calle asfaltada que discurre entre algunas huertas que se asoman al borde del barranco, por un lado, y un grupo de viviendas adosadas al otro. Después de aproximadamente unos trescientos metros, confluiremos con la carretera de la Vera, que viene desde el Barrio de San José y por ella continuaremos subiendo hasta encontrarnos una curva muy cerrada hacia la derecha, donde están situados los Lavaderos de la Vera, como así lo indica una señal de posición. 

 Panel informativo y señalización de la ruta.

 Lavaderos de La Vera.

Una pista cementada que es evidente, nos da acceso por un paso estrecho y empedrado, a los lavaderos, un elemento patrimonial ubicado en las inmediaciones de uno de los manantiales más antiguos del municipio, estando en un estado de conservación extraordinario y en un lugar privilegiado, ya que desde una pequeña plaza circular aledaña se puede disfrutar de unas vistas panorámicas del entorno natural; en el lugar hay agua para refrescarse y espacio para descansar bajo la sombra que proporcionan unos ejemplares de Drago (Dracaena draco) y algunas Palmeras Canarias (Phoenix canariensis).
 

Retomaremos la ruta por el Camino Orilla de la Vera hacia la Fuente del Rey, como así lo indica una señal de dirección que nos obliga a continuar en ascenso por una pista con firme cementado, avanzando entre los muros de piedra seca de las huertas de cultivo y sobre la ladera que bordea el cauce del Barranco de Ruiz; más adelante la pista se convierte en un sendero ancho que discurre entre numerosos ejemplares de Vinagreras (Rumex lunaria), Zarzales (Rubus bollei), algunas Cañahejas o Julanes (Ferula linkii), Tederas (Bituminaria bituminosa), Piteras (Agave americana) y también algunos Brezos (Erica arborea) que crecen en los riscos expuestos al cauce del barranco. 

 

Las vistas del cauce del barranco son espectaculares, evidenciando su profundo tajo, al igual que podremos observar un grupo de casas pertenecientes al Barrio de Icod el Alto, edificadas casi al filo del barranco; en el camino que vamos recorriendo se pueden ver varias canalizaciones de agua y algunas pequeñas construcciones relacionadas con el líquido elemento, como tanquillas de registro y aforo.

 

 
En un momento determinado del camino, encontraremos un tramo empedrado de unos pocos metros que desemboca en un mirador anexo a la carretera TF-342, el llamado Mirador de la Fuente del Rey, con vistas espléndidas del municipio de San Juan de la Rambla. Hay en este lugar un panel informativo y una indicación que señala la dirección a seguir para visitar la Fuente del Rey; para ello tomaremos un sendero que se inicia por la izquierda, protegido por una valla de madera, que mediante un tramo escalonado se accede a un tramo llano bajo frondosa vegetación y que en pocos metros nos deja en la zona donde se encuentra la Fuente del Rey, cuyo nombre hace alusión al Mencey de Ycode; ubicada bajo un frondoso Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea) y rodeada de mucha vegetación; la fuente está compuesta por una pila donde cae el agua y unos pequeños lavaderos anexos, todo ello en un pequeño espacio muy agradable donde poder descansar con tranquilidad.
 
   
 Acceso a la Fuente del Rey.

 Fuente del Rey.

Mirador Fuente del Rey (izq.).


De regreso al mirador, advertimos que en el dorso del panel informativo que allí se encuentra, está la información sobre la Fuente del Bardo, actualmente desaparecida. Para continuar con la ruta tendremos que caminar por el estrecho arcén de la carretera TF-342 unos ciento cincuenta metros, hasta llegar a la altura de dos Palmeras Canarias (Phoenix canariensis) que crecen junto a la misma y a una parada de guaguas que se encuentra al otro lado de la vía, para lo cual tendremos que cruzarla con la máxima precaución; allí hay una señal indicadora de la ruta y el comienzo de una calle asfaltada que discurre con fuerte pendiente y en línea recta por la zona conocida como Tierras de Mesa, una zona agrícola donde abundan las fincas y huertas de cultivo anexas al camino que vamos recorriendo. 

 Camino de Las Diosas.
  
Después de unos quinientos metros de recorrido aproximado, llegaremos a la altura del Embalse de Tierras de Mesa y siguiendo después unos metros más, nos encontraremos con el Caserío de Tierras de Mesa, un minúsculo núcleo de población que se asienta a los lados de la vía. A la izquierda nos fijaremos como desciende un sendero hacia la carretera TF-342, que es el que tomaremos al regreso después de visitar los Lavaderos de Castro; el recorrido continúa de frente y siempre en continuo ascenso, hasta que termine el asfalto, que es el punto donde se inicia el llamado Camino de las Diosas, justo donde hay una señal de dirección que marca la ruta de la Fuente del Bardo. A partir de aquí avanzamos por el Lomo Redondo mediante un sendero bastante ancho y con firme compacto, que discurre bordeando el Barranco de Las lajas, entre una frondosidad vegetal compuesta de Brezos (Erica arborea), Helecheras (Pteridium aquilinum), Zarzales (Rubus bollei), Vinagreras (Rumex lunaria), Cañahejas (Ferula linkii), Malpicas (Carlina salicifolia), Tederas (Bituminaria bituminosa), entre otras muchas especies.

Más adelante encontraremos algunos tramos que evidencian que el camino por donde vamos andando estuvo empedrado, ya que alberga pequeños restos pedregosos del mismo; luego se va abriendo paso junto a una tubería anexa en desuso y enseguida desembocaremos en una pista asfaltada, en la zona conocida como Las Diosas, donde hay un Calvario y una fuente de agua pública junto a un pequeño grupo de casas, algunas de ellas en estado ruinoso, situadas a la vera del Barranquillo de los Linares.

 

Capilla en Las Diosas.
 
 

La ruta continúa junto a una de las viviendas por un camino pavimentado y protegido mediante una baranda de madera, que se dirige hacia el cauce del Barranquillo de Los Linares; discurre luego por una vereda estrecha y con firme de tierra por una de sus laderas, entre una población muy numerosa de Helecheras (Pteridium aquilinum) y Zarzales (Rubus bollei), que ocupan e invaden casi la totalidad del cauce. Una vez lo hayamos cruzado, ascendemos suavemente por la ladera contraria junto a una tubería de agua que está medio enterrada en el suelo; luego continuamos por una zona más rocosa donde crecen algunos Tojos o Espinos (Ulex europaeus), especie invasora cubierta de espinas que puede ser incómoda si la tocamos, al mismo tiempo que nos vamos internando paulatinamente en el llamado Monte de los Linares, un reducto de laurisilva donde crecen infinidad de Brezos (Erica arborea) y Hayas (Myrica faya), junto a otras especies de dicho ecosistema como por ejemplo el Acebiño (Ilex canariensis).

 
 Sendero cruzando el Barranquillo de Los Linares.




Llega un momento en el que el sendero llanea entre un muro de piedra de considerable altura y el pasamanos de madera que separa el camino de una propiedad particular; en unos metros estaremos bordeando las paredes exteriores de una vivienda y desembocaremos enseguida en una calle del Caserío de El Andén. A la izquierda hay una pequeña capilla junto a una fuente pública de agua, que alberga una imagen de la Virgen de Candelaria; la carretera nos lleva al fondo del Barranco de las Lajas, donde hay una señal de dirección de la ruta que nos indica su continuación por una pista de tierra que asciende suavemente por el cauce del mismo. 
 

 
Trayecto por el Barranco de Las Lajas.
 
Dicha pista avanza entre abundante vegetación que crece en las laderas colindantes, mayoritariamente Zarzales (Rubus bollei), Helecheras (Pteridium aquilinum) y Escobones (Chamaecytisus proliferus), aunque también pueden apreciarse gran número de especies arbóreas como Brezos (Erica arborea), Hayas (Myrica faya) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) enriscados en las paredes más altas. Después de aproximadamente unos ciento cincuenta metros, desembocaremos en una calle asfaltada que nos aleja del cauce del barranco y que, girando hacia nuestra izquierda, asciende con más desnivel y bajo la sombra de algunos Castañeros de gran porte, terminando unos cien metros después, en la carretera TF-344, en la zona conocida como Los Alzados, en las inmediaciones del Lomo de Hurtado, donde abundan las huertas de cultivo y casas dispersas asociadas a las mismas; en este punto hay un panel informativo referido a la ruta que indica el final de la misma.
 

Final de la ruta señalizada, en Los Alzados.

El regreso a partir de este punto lo haremos desandando por la calle asfaltada, esta vez en descenso y evitando tomar la pista de tierra que discurre por el cauce del Barranco de las Lajas, por lo tanto, llegaremos al cruce donde se ubica la pequeña Capilla de la Virgen de Candelaria. Como anteriormente hicimos, iremos hacia el cauce del barranco y en vez de tomar la pista de tierra a la derecha, giraremos a la izquierda para salir del cauce y confluir, pocos metros después, con la Calle el Andén, que es la arteria principal del Caserío de El Andén. 

 
Calle el Andén.

Al cruzar el barranco entramos en la jurisdicción del municipio de Los Realejos y una vez en la citada calle tendremos que continuar en dirección descendente, aproximadamente un kilómetro y medio, realizando un recorrido semiurbano entre viviendas y huertas de cultivo; este trayecto discurre bordeando el Barranco Fuente del Dornajito por la derecha y el Barranco de Las Lajas por el lado contrario. Más adelante cruzaremos el primero y continuaremos avanzando, siempre en continuo descenso, por la misma calle bordeando el Lomo Juan de la Guardia, hasta que en un momento determinado desemboquemos en la carretera TF-342. 

 
Camino Lomo Juan de la Guardia.

Cruzamos la carretera con la debida precaución y nos encontraremos de frente con el Camino Lomo Juan de la Guardia, una calle asfaltada que desciende bruscamente y con fuerte pendiente, entre las viviendas del núcleo urbano; más adelante su pavimento será cementado y llaneando seguiremos la marcha bordeando la cabecera del Barranco de Ruiz, cuya imagen se deja percibir entre la vegetación que crece por el entorno. Enseguida veremos un calvario junto al camino y frente al mismo el inicio de un sendero que se adentra hacia el cauce del barranco, donde están ubicados los Lavaderos de Castro; empieza con firme empedrado y protegido mediante una baranda de madera y a los pocos metros hay un panel informativo que explica las diferentes comunidades vegetales que se asientan en este espacio protegido, que como ya dijimos, está catalogado como Sitio de Interés Científico. 

Panel informativo sobre el Barranco de Ruiz (dcha.).

Desde este punto observamos el profundo tajo del barranco cubierto de frondosa vegetación, donde abundan poblaciones vegetales características de la laurisilva, como el Fayal- Brezal (Myrica faya y Erica arborea), Loros (Laurus novocanariensis) y Acebiños (Ilex canariensis), entre otras y en la zona del cauce más húmedo, crecen y se reproducen especies como Madroños (Arbutus canariensis), Sauces (Salix canariensis) y Paloblancos (Picconia excelsa). En medio de tanto ecosistema podemos entrever la Casa de la Fajana, una antigua edificación de arquitectura típica canaria en estado ruinoso, asociada a las actividades agrícolas existentes en la antigüedad y casi sepultada por la vegetación que crece en su entorno. Las Paredes del barranco se precipitan hacia la costa desembocando en el pequeño núcleo urbano de El Rosario, que se asienta bajo el imponente Roque de la Grieta (275 m.).

 

Sendero hacia los Lavaderos de Castro.

Seguimos el sendero que baja, empedrado y luego escalonado, algo sinuoso y con fuerte pendiente, bordeando un talud rocoso donde crecen algunos ejemplares de especies arbóreas de la laurisilva de gran porte, en cuyas bases se pueden ver algunas surgencias de agua que cruzan el sendero y se precipitan hacia el fondo del barranco. En pocos metros llegaremos al cauce del propio barranco donde se encuentran ubicados los Lavaderos de Castro, un elemento etnográfico que se encuentra en buen estado de conservación, situado en un entorno natural espectacular, rodeado de infinidad de especies vegetales. 
 

 Lavaderos de Castro.
 
Caserío de El Andén (izq.); Capilla de la Cruz (dcha.).

El regreso lo haremos desandando el mismo camino, ya que no hay otra posibilidad, hasta la pista cementada y una vez allí continuaremos reanudando la marcha hasta desembocar de nuevo en la carretera TF-342 por la que tendremos que continuar hacia la derecha unos trescientos metros y desviarnos luego, en una curva muy cerrada y junto a una vivienda, hacia el cauce del Barranco Hondo. Hay una vereda estrecha, invadida por la vegetación, que desciende hacia el cauce y luego una pasarela de cemento que lo cruza y que conecta con una senda bastante expuesta y algo resbaladiza que zigzaguea por una de las laderas del barranco y que desemboca poco después en la carretera de Tierras de Mesa, a la altura del embalse. 
 
 Vereda cruzando el Barranco Hondo.
 
Continuamos en dirección descendente aproximadamente medio kilometro hasta confluir de nuevo con la carretera TF-342, por la que tendremos que avanzar, con la debida precaución, unos cien metros, para desviarnos hacia la izquierda por una rampa empinada que nos deja en la Calle Medianías de la Vera; llaneamos luego junto a un Calvario que se encuentra adosada en una vieja vivienda de arquitectura típica canaria y unos metros después giramos a la derecha en la primera bifurcación que nos encontremos y continuaremos por una calle que discurre en línea recta y entre multitud de huertas de cultivo y alguna que otra casa aislada. 


Calle de Los Barros hacia La Vera Alta (dcha.).

Al terminar esta calle cruzaremos otra vez la carretera TF-342 en la zona conocida como Los Barros, enlazando con la calle del mismo nombre, que nos llevará a conectar con la Carretera de la Vera Alta, por la que tendremos que ir hacia la izquierda hasta encontrar la Calle Plaza de la Vera, que nos deja en la plaza donde está ubicada la Iglesia de San Felipe Neri, un templo de estilo contemporáneo original del año 2001, construido sobre un solar donado por un particular.

Iglesia de San Felipe Neri (izq.).

Plaza del Drago (izq.).

La misma carretera nos lleva llaneando por el Barrio de la Vera Alta, pasando en un momento determinado por una pequeña plaza, la Plaza del Drago, lugar de descanso que alberga un frondoso Drago Canario (Dracaena draco). Solo nos quedará seguir andando por la misma vía, dejando detrás los Lavaderos de la Vera que ya visitamos al inicio y desandar desde este punto el camino recorrido, hasta la Plaza Cruz de los Rodríguez, donde daremos por finalizada la ruta.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña

    francisco_farina@yahoo.es 
 

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