viernes, 25 de agosto de 2023

LA OROTAVA - PUERTO DE LA CRUZ (Por el Camino de El Ciprés)

LA OROTAVA - PUERTO DE LA CRUZ
(Por el Camino de El Ciprés)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: La Orotava y Puerto de la Cruz.
COMO LLEGAR: Al núcleo urbano de La Orotava se llega por la salida número 33 de la autopista del norte, la TF-5.
COMIENZO: Iglesia de la Concepción, en La Orotava.
FINAL: Ermita de San Juan e Iglesia de San Francisco, en Puerto de la Cruz.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 5,5 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En La Orotava y en Puerto de la Cruz hay toda clase de servicios.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Iglesia de la Concepción y casco histórico (BIC); 2.- Monumento al Alfombrista; 3.- Casas Señoriales en la Calle Tomás Zerolo; 4.- Casa Mesa y Casa Torre Hermosa; 5.- Iglesia de Santo Domingo y Museo de Artesanía Iberoamericana; 6.- Hacienda y Ermita de San Felipe; 7.- Finca la Palmita; 8.- Camino de El Ciprés; 9.- Hacienda de El Ciprés; 10.- Capilla de la Cruz del Durazno; 11.- Hacienda del Durazno; 12.- Iglesia de San Bartolomé; 13.- Chorro Durazno; 14.- Jardín Botánico; 15.- Ermita de San Telmo; 16.- Iglesia Nuestra Señora de la Peña de Francia; 17.- Ermita de San Juan Bautista e Iglesia de San Francisco; 18.- Casco histórico del Puerto de la Cruz.
VENTAJAS: Recorrido de alto valor histórico y etnográfico.
INCONVENIENTES: El casco histórico de Puerto de la Cruz se encuentra muy masificado de turistas a cualquier hora del día.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.


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CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN

Damos comienzo esta ruta en el exterior de la Iglesia de la Concepción, templo originario del siglo XV, dando lugar a varias remodelaciones a partir de 1546; sufrió importantes desperfectos en los terremotos generados por las erupciones de los Volcanes de Siete Fuentes en Fasnia y del Volcán de Arafo ocurridas en 1704 y 1705 respectivamente, por lo que fue declarada en estado de ruina en el año 1758. En el año 1768 fue de nuevo remodelada e inaugurada en 1788 y reformada otra vez en 1798 para lucir su estado actual. Fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 1948, su portada de estilo barroco es una de las más interesantes de las que existen en Canarias, donde destacan dos torres campanarios y una cúpula que se corresponde con el altar mayor de su interior. 

Iglesia de la Concepción.

En el interior de la Iglesia destaca en el altar mayor, un tabernáculo de mármol del año 1823 de origen genovés que alberga el expositor del Santísimo hecho de madera policromada en el año 1827; también es notorio un retablo neoclásico del siglo XIX, que contiene una imagen de la Virgen de Candelaria. La Capilla del Calvario alberga el Santísimo Cristo de la Misericordia, una talla realizada en 1585 y en otra de las capillas existentes, hay una imagen de la Virgen de la Concepción realizada en Génova en el año 1822.

Interior de la Iglesia de La Concepción.

Antes de comenzar la ruta, podemos visitar algunos puntos de interés de la Villa, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Histórico, como la Plaza del Ayuntamiento, donde se encuentra el edificio del ayuntamiento, del siglo XIX y estilo neoclásico, que alberga en su interior diversas obras de arte de los siglos XVI, XVII y XVIII. A pocos metros se encuentra la Hijuela del Botánico, un espacio verde y delimitado por una reja de hierro fundido que contiene gran cantidad de especies vegetales; frente al mismo se halla un recinto con vistas panorámicas de la villa, los Jardines Victoria, un espacio con terrazas ajardinadas y escalonadas, rematadas en su punto más alto con un pequeño mausoleo masónico. La Iglesia y el Convento de San Agustín, del siglo XVII, actualmente reconvertido en Casa de la Cultura y anexo al mismo el impresionante Liceo de Taoro, palacete construido en el año 1928, bien merecen también una visita.

Iglesia y Convento de San Agustín (dcha.).

Edificio del Ayuntamiento (dcha.).

Jardines Victoria.

De vuelta al exterior de la Iglesia, visitamos la Plaza Patricio García donde se ubica el Monumento al Alfombrista, reconocimiento que se da a estos artistas que confeccionan las alfombras del Corpus Christi cada mes de junio. A partir de este punto tendremos que tomar la Calle Magistrado Barreda, junto al edificio de Correos, que desciende hasta encontrarnos con la Calle la Quinta, que por nuestra derecha avanza con firme empedrado unos cien metros hasta desembocar en la Calle Tomás Zerolo, justo enfrente nos llama la atención la Casa Prieto Mendoza, un edificio de finales del siglo XVIII cuya trabajada madera de puertas y ventanas es el elemento más destacado de su morfología. 

Monumento al Alfombrista.

Calle La Quinta (izq.) y Calle Tomás Zerolo (dcha.).

Continuamos calle abajo pisando su firme adoquinado, que se encuentra muy bien conservado desde su restauración a principios del siglo XX como parte de la reforma urbana de la villa; unos metros más abajo está la Casa Machado y Benítez de Lugo, del siglo XVII, igualmente adornada con sus puertas y ventanas de madera muy bien laborada, y así un sinfín de casas señoriales que alberga este recorrido urbano.
Continuamos la ruta urbana por la misma vía, parándonos en la esquina con la Calle Viera para contemplar la fantástica portada plateresca de la Casa Mesa, una de las edificaciones más antiguas de la Villa de La Orotava. Siguiendo por la Calle Tomás Zerolo, nos encontramos con la Casa Torre Hermosa, que antiguamente formaba parte de la anterior; esta destaca por tener un balcón de madera y el escudo familiar en su fachada, después de realizar una remodelación en el año 1902. 

Casa Mesa (izq.) y Casa Torre Hermosa (dcha.).

Continuamos el recorrido visitando la Iglesia de Santo Domingo y anexo el Museo de Artesanía Iberoamericana; la Iglesia es del siglo XVII compuesta de una planta de cruz latina y una sola nave, con una torre edificada en el año 1764 y que alberga en su interior un fabuloso óleo de la Virgen de la Consolación del siglo XVI. Respecto al museo, se encuentra en el antiguo Convento de San Benito Abad, restaurado en la década de los 90 para albergar una exposición permanente sobre artesanía iberoamericana.

Iglesia de Santo Domingo y Museo de Artesanía Iberoamericana.

La Calle Tomás Zerolo continúa su curso en suave descenso y nuestros pasos avanzan por la misma, hasta encontrar una bifurcación donde un muro almenado y rematado con una cruz de madera en el centro, portada característica de la arquitectura rural de Canarias, separa la Calle por donde discurrimos con la Calle La Ratona; nuestra ruta continúa por la primera, caminando entre un muro de piedra que delimita unas huertas de cultivo, por un lado y las edificaciones de varias urbanizaciones de nueva creación, por el lado contrario. Luego, sale a nuestro paso la Hacienda de San Felipe, una mansión rural del siglo XVII que tiene anexa la Ermita de San Felipe, erigida en 1665, de estilo clasicista, donde destaca su puerta de cantería con frontón triangular que alberga un escudo familiar.

Hacienda y Ermita de San Felipe (dcha.).

Al terminar la calle, desembocamos en la Avenida Alonso Fernández de Lugo, por la que avanzamos bordeando el muro de piedra delimitador de unas huertas de plataneras, hasta que nos encontremos una rotonda cerca de la pintoresca Plaza Miguel Hernández. Es aquí donde tomaremos un paseo peatonal que cruza la autopista TF-5 por un paso superior que nos lleva directamente a la Calle La Palmita, donde enseguida veremos la Finca la Palmita, una edificación originaria del año 1880, de estilo neogótico inglés, que destaca por su colorido y exquisita conservación, así como por la reja de hierro forjado que la circunda.


Fina La Palmita.

Inicio del Camino de El Ciprés.

Unos cien metros después se inicia el Camino del Ciprés; este tramo que vamos a acometer forma parte del camino ancestral que unía la Villa de la Orotava con el Puerto de la Cruz, antiguamente denominado “Puerto de la Orotava”, es un tramo de unos ochocientos metros que va desde este punto donde nos encontramos, hasta la Cruz del Durazno. Posee su estructura pavimentada con el empedrado original medianamente conservado, que, aunque protegido mediante su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC), su estado deja mucho que desear. Llegados a este punto de nuestro recorrido, hemos de decir que, mediante esta ruta tratamos de simular el trayecto que se utilizaba a principios del siglo XVI, para conectar la Villa de la Orotava y zonas de su entorno, con el “Puerto de la Orotava” como embarcadero de la producción agrícola de toda la zona. Es un recorrido que aparece plasmado en las cartografías históricas de los siglos posteriores al XIX y que actualmente está transformado por la red viaria actual, conservándose sólo este tramo.

Hacienda de El Ciprés.


Avanzamos en suave descenso por el mismo, entre muros de mampostería que lo separan por un lado, de unas fincas de plataneras, y por el otro de una urbanización de reciente creación; al principio hay una vieja edificación a modo de almacén de la finca colindante y más adelante, como a unos cien metros, se encuentra la Hacienda de El Ciprés, elemento arquitectónico de una importancia desconocida, ya que fue sede del primer centro de estudios de primates del mundo, desde el año 1918 al 1920, al ser trasladada desde la Casa Amarilla, que actualmente se encuentra en estado ruinoso, aunque esté catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). La Hacienda de El Ciprés fue en su tiempo uno de los primeros establecimientos hoteleros del valle, apareciendo en algunas de las escasas guías turísticas de la época; es una edificación original del año 1845 de estilo colonial español, que destacaba por albergar algunos majestuosos ejemplares de Cipreses.

Camino de El Ciprés.

Continuamos la marcha entre los robustos muros de mampostería, encontrándonos en el camino alguna que otra edificación sin la importancia de las anteriores, hasta que se termina este tramo empedrado en el Camino Durazno, una vía asfaltada que se cruza en nuestro camino. Justo enfrente hay un calvario, la Capilla de la Cruz del Durazno, un pequeño oratorio rematado en un minúsculo campanario y una cruz de madera, que alberga en su interior varias imágenes religiosas. 

Capilla de la Cruz del Durazno.

Seguimos por el Camino del Durazno hacia la derecha y poco después estaremos en un cruce de calles donde se encuentra la espectacular Hacienda del Durazno, conocida como “La Casona”, construida en el siglo XVIII por el XI Conde de la Gomera y renovada en su totalidad en año 1993 para convertirla en un espacio cultural muy destacado en el municipio.

Hacienda del Durazno o "La Casona".

A unos cien metros por el Camino del Durazno se encuentra la Iglesia de San Bartolomé, que se construyó en el siglo XVII juntamente con la casa contigua, que presenta una espectacular pared almenada con un portón de madera; el conjunto fue restaurado en el año 1949, alberga el interior de la Iglesia varios elementos religiosos de notoria importancia.

Iglesia de S. Bartolomé (izq.) y Chorro Durazno (dcha.).


De vuelta a la bifurcación anterior, continuamos la marcha por la Calle Casa Grande, junto a la pequeña capilla de “La Casona”, que se encuentra cerrada, y anexa a la misma está ubicado el Chorro Durazno, datado en el año 1913, según reza en un mosaico impreso sobre él. Seguimos nuestra ruta en descenso por dicha calle, atravesando la Urbanización Parque el Durazno, hasta que desemboquemos en la Avenida Marqués de Villanueva del Prado, por la que tendremos que ir avanzando junto a las instalaciones del Jardín Botánico. 

Portadas del Jardín Botánico.

Interior del Jardín Botánico.

La entrada principal de las instalaciones está unos metros más adelante, en la Calle Retama y llama la atención la majestuosidad vegetal de la puerta de entrada; el nombre originario del recinto es “Jardín de Aclimatación de La Orotava”, ya que cuando se creó en el año 1788 a instancias de Carlos III, lo que es hoy el Puerto de la Cruz, pertenecía al municipio de La Orotava. Es muy recomendable su visita ya que contiene una colección considerable de especies tropicales de casi todos los países del mundo y un banco de semillas de plantas en peligro de extinción, así como un laboratorio para investigación; fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Jardín Histórico en el año 1994.

Calzada Martiánez.

De vuelta a la ruta principal, tenemos que incorporarnos a la Calzada Martiánez, que discurre paralela a la avenida principal; es una calle estrecha jalonada de viviendas tradicionales de una sola planta que se cruza después de unos quinientos metros con la llamada Carretera del Botánico, la TF-312 y luego continúa unos ciento cincuenta metros más para conectar con el Camino de las Cabras, un paseo peatonal escalonado que desciende con fuerte desnivel terminando a la altura del Barranco de Martiánez, el cual cruzaremos para desembocar en la Avenida Aguilar y Quesada. 

Camino de Las Cabras (dcha.).

Recorrido urbano por una calle comercial de Puerto de la Cruz.

Una vez allí tomamos la Calle Obispo Pérez Cáceres y hacemos un recorrido urbano que nos lleva a la Plaza de los Reyes Católicos, donde está ubicada la Ermita de San Telmo, un templo de planta sencilla con una portada de cantería, rematada por una pequeña espadaña; la construcción original data de 1626 y posteriormente se construyó un convento anexo, pero en 1778 ambas edificaciones fueron destruidas, desapareciendo la imagen original de San Telmo. En 1783 se reconstruyó la Ermita y se trajo una imagen nueva del Santo, que es la actual, expuesta en un retablo de madera policromada. Alrededor del templo, hay una plaza que sirve de mirador hacia el litoral donde está la Playa de San Telmo y su paseo homónimo, al lado contrario la panorámica es del Lago Martiánez.

Ermita de San Telmo.

Iglesia de Ntra. Sra. de la Peña de Francia.

Continuamos por el Paseo de San Telmo y conectamos con la Calle Quintana, donde se encuentra la Iglesia Nuestra Señora de la Peña de Francia, construida en el siglo XVII en el mismo solar que una Ermita anterior; es un templo compuesto de tres naves con artesonado mudéjar de estilo neogótico, donde destaca su torre campanario exterior y que alberga en su interior numerosos retablos, uno de ellos barroco y otro neoclásico, que portan varias imágenes religiosas de gran valor sentimental para el municipio. Por la misma calle, nos encontraremos más adelante, con la Plaza de Víctor Pérez, un pintoresco elemento datado en el año 1900 cuya fuente central donde nace una frondosa ñamera, es lo más notorio. 

Ermita de San Juan e Iglesia de San Francisco.

Enfrente se encuentra la Ermita de San Juan, la más antigua del municipio, construida en el año 1599 y que alberga un rico patrimonio religioso, donde destaca una imagen de San Juan Bautista del siglo XVII. Anexa a la misma y formando un mismo conjunto arquitectónico, se encuentra la Iglesia de San Francisco, originaria del año 1609, que igual que la anterior, atesora un excelente patrimonio artístico y religioso.

Muelle principal del Puerto de la Cruz.

Casa de la Real Aduana (izq.) y El Penitente (dcha.).

Plaza de Europa.

Para terminar esta interesante ruta podemos acercarnos a la Plaza del Charco, donde confluyen todos los caminos de la urbe, así como sus alrededores, para recorrer parte del casco histórico del municipio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), visitando sus intrincadas calles cuyas viviendas y entorno se encuentran muy bien cuidadas; también podríamos ir a la Playa del Puerto, en el propio muelle, donde se encuentra El Penitente, construido como embarcadero en el año 1911. 

Casa Miranda, del siglo XVIII (dcha.).

Capilla de Las Lonjas (izq.).

En el entorno más próximo se ubica la Casa de la Real Aduana, de estilo arquitectónico tradicional canario, construida en 1620, donde destacan sus balconadas de madera trabajada por artesanos locales; cerca está la Capilla de las Lonjas, la Plaza de Europa donde está el ayuntamiento y la Casa Miranda, del siglo XVIII, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), protegida por su estructura tradicional canaria donde destacan sus elementos de madera trabajada. Por este entorno damos por concluida la ruta, habiendo hecho un ancestral recorrido, homenajeando a todas las personas que, en un pasado no tan lejano, de una manera o de otra, dieron vida a estos viejos caminos.
 
© Texto y fotografías de Francisco Fariña

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