martes, 7 de junio de 2011

IFONCHE - MONTAÑA CARRASCO


IFONCHE - MONTAÑA CARRASCO - NARIZ DE GARCÍA
MONTAÑA DE LOS BREZOS - IFONCHE


FICHA DE LA RUTA

TÉRMINO MUNICIPAL: Adeje.
COMO LLEGAR: A Ifonche se llega por la carretera TF-567 que comienza pasado el punto kilométrico 9 de la carretera TF-51 a la altura del Barrio de La Escalona.
COMIENZO: Final de la carretera TF-567.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: 5 horas.
LONGITUD: 9,4 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: Paisaje Protegido de Ifonche; Era de Benítez; Camino Carrasco; Panorámica del Barranco del Infierno; Montaña de Carrasco; Nariz de García; Montaña de los Brezos.
VENTAJAS: Recorrido circular con vistas panorámicas del Valle de Adeje y de Arona. Ascenso a Montaña Carrasco (1031 m.), Nariz de García (983 m.) y Montaña de los Brezos (1095 m.).
INCONVENIENTES: No está señalizada.
PELIGROSIDAD: Baja.
TIPO DE RUTA: Senderismo.

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC


CARTOGRAFÍA

 

DESCRIPCIÓN

El inicio de la presente travesía es en el punto exacto del principio de  la ruta IFONCHE - ADEJE que discurre por un lomo sobre la ladera sur del Barranco del Infierno, pasando por la Boca del Paso y terminando en el núcleo poblacional de Adeje.

 
Comienzo de la ruta en Ifonche.

Al final de la carretera TF-567 hay un gran cartel que señala la dirección a tomar hacia el Barranco del Infierno, donde crecen multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Palominas (Echium plantagineum) y que da paso a un ancho camino con firme terroso que se adentra muy marcado, llaneando bajo un frondoso bosque de Pinos Canarios (Pinus canariensis) con sotobosque de Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus) y algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus), acompañados de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Amagantes (Cistus symphytifolius). Unos minutos después caminaremos sobre un firme rocoso desgastado por el transito de personas y después de atravesar un barranquillo, remonta en las inmediaciones del Lomo del Pinocho, algo resbaladizo y por superficie compuesta de tosca, hasta llegar a un gran llano rodeado de pinar y con vistas hacia el Roque de Imoque (1107 m.), que despunta sobre el Caserío de Ifonche; del Sobrerito de Chasna (2405 m.), que sobresale notablemente del inmenso pinar que forma parte del Parque Natural de Corona Forestal en los altos del municipio de Vilaflor y por último, de la Casa de Benítez, por donde nos desviaremos mas adelante.

 
Pista agrícola antes de la Casa de Benítez.

El sendero continúa ahora en suave bajada, muy marcado y cimentado sobre un muro de piedras que a su vez sirve de lindero de unas huertas colindantes; un poco más adelante se vuelve muy resbaladizo debido a lo pedregoso del terreno, convirtiéndose en una mala pista agrícola que termina cruzándose con otra pista que viene desde El Morro y da acceso a la Casa de Benítez. En este punto se adentra de frente, entre grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algunos Corazoncillos (Lotus campylocladus), el sendero que va hacia la Boca del Paso cruzando el cauce de la cabecera del Barranco del Infierno; ignoraremos esta senda y tomaremos en descenso a la izquierda, siguiendo una señal pintada en una piedra que indica “La Vista” por la pista agrícola antes mencionada. Unos pocos metros mas adelante pasaremos junto a la Casa de Benítez, desde donde tendremos las primeras vistas de la cumbre de Montaña Carrasco (1031 m.) y donde se encuentra la Era de Benítez, desde donde las perspectivas del cauce del Barranco del Infierno son muy vertiginosas y espectaculares, precipitándose muy encajonado hacia la costa de Adeje.

Era y Casa de Benítez.

En este punto hay un mojón de color blanco en el centro de una pequeña explanada y una pista agrícola que termina unos metros mas adelante, a la derecha y en suave descenso comienza el Camino Carrasco, una estrecha senda con algunos restos de empedrado que se interna por la ladera norte del Barranco del Infierno, con vistas muy vertiginosas del mismo; una inmensa capa de vegetación casi tapa su recorrido, hay numerosos Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius), Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), etc. y por las laderas que se precipitan hacia el barranco crecen enormes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Vinagreras (Rumex lunaria), Inciensos (Artemisia thuscula) y algunos Brezos (Erica arborea).

 
Empedrado en el comienzo del Camino Carrasco.

El recorrido, después de rebasar lo que fuera una vieja puerta de madera para evitar el paso de ganado, va sorteando algunos ejemplares gigantes de Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), desciende algo resbaladizo en algunos tramos y discurre bajo una pared rocosa que queda a nuestra izquierda, hay algunas marcas ocasionales pintadas en las rocas que sirven como guía del camino; dicha pared es muy evidente y destaca su roca desnuda de color ocre donde se forman algunas fuentes naturales de agua; un poco mas adelante llanea y pasa junto a algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis), con sotobosque de Helechos (Diplazium caudatum), algunos Cerrajones (Sonchus acaulis), Flores de Mayo (Pericallis webbii) y ocasionalmente Bencomia de Cumbre (Bencomia caudata).

 
Alguna señal ocasional en la pared rocosa (i).

A continuación, el firme volcánico compuesto de tosca de color marrón, donde hay multitud de Taginastes (Echium sventenii) y Amagantes (Cistus symphytifolius), nos da paso a una degollada en El Lancito, donde está la Era de las Tosquitas, un amplio espacio con formaciones rocosas de carácter erosivo muy curiosas que forma un mirador natural hacia dos vertientes; a la derecha el Barranco del Infierno y sus majestuosas laderas cargadas de múltiple vegetación, y a la izquierda, sobre el Lomito de los Escobones, se divisa el Valle de Arona, con los Picachos de Fañabé y el Roque del Conde (1001 m.) en primer plano y la montaña de Guaza () en la costa de Los Cristianos.

 
El Camino Carrasco a su paso por firme de tosca.

Montaña Carrasco (1031 m.).

A partir de este punto sigue el mismo camino en descenso por la izquierda de Montaña Carrasco, que la tendremos inmediatamente a nuestra derecha, y por esta última dirección veremos una marca en forma de cruz donde comienza una estrecha y casi invisible senda rocosa que asciende entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis) por la cara norte de dicha montaña; si seguimos con atención algunos mojones de piedras y una débil traza erosionada por el paso de personas, iremos remontando y a veces trepando con ayuda de las manos, hasta llegar a los 1031 metros de altitud donde se eleva esta impresionante cima.

 
"Camino" de ascenso a Montaña Carrasco.

En la cumbre de Montaña Carrasco.

En la meseta cimera hay espacio suficiente para estar un buen rato disfrutando de las vertiginosas vistas panorámicas que nos ofrece este lugar; desde el Valle de Adeje, una amplísima llanura que alberga la ciudad turística de Los Cristianos y sus alrededores, pasando por una parte de la costa de Arona, mas allá del Roque del Conde; de la vertiente montañosa que bordea el Barranco del Infierno y hasta la cabecera del mismo barranco, incluso parte de su angosto cauce, que nace en los Altos de Chimoche, casi en los límites del Parque Nacional del Teide. Respecto a la vegetación en la cumbre podremos ver una población muy numerosa del Bejeque Puntero (Aeonium urbicum), muy espectacular en época de floración, algunos Cardoncillos (Ceropegia dichotoma) escondidos entre las rocas mas umbrías, Cardones (Euphorbia canariensis), Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), Malpicas (Carlina salicifolia) y Gamonas (Asphodelus ramosus), entre muchas otras.

 
Sendero hacia el Risco de El Lancito.

Montaña Carrasco y Risco El Lancito.

Descenderemos por el mismo camino y luego desandaremos el recorrido por parte del Camino Carrasco hasta el mojón blanco que separaba dos trayectos, en las inmediaciones de la Era de Benítez; una vez en ese punto tomaremos a la derecha, por el borde del acantilado y junto a la Hoya de los Caños, teniendo bajo nuestros pies el sendero por el cual hemos venido, hacia el borde del Risco de El Lancito.

Montaña Carrasco desde El Lancito.

Una vez allí, de frente se nos presenta una imagen panorámica del valle que no tiene desperdicio; a la derecha la Montaña Carrasco, donde acabamos de estar, y a la izquierda el borde del Risco de El Lancito por el cual vamos a ir bordeando; comienza descendiendo suavemente entre infinidad de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y algún Pino Canario (Pinus canariensis) aislado, un angosto pasillo que se intuye por firme muy pedregoso, hasta llegar a un suave cauce de un barranquillo donde nacen muchas Retamas (Teline osyroides), luego remonta por un camino mas marcado y acompañado del pinar, hasta llegar a una canalización que cruza perpendicularmente dicho camino y se precipita mediante una pequeña tanquilla de aforo hacia el risco, pudiendo distinguir a lo lejos su recorrido por el Lomito de los Escobones y la Ladera del Pino, en la base de Montaña Carrasco, hasta que desaparece valle abajo.

 
Por el borde del Risco El Lancito.

Continúa por el borde del risco el camino, por firme irregular y en ocasiones con riesgo de pérdida del recorrido marcado, pero pudiendo ir campo a través sin problemas, ya que la vegetación solo se reduce a numerosos Jaguarzos (Cistus monspeliensis) con poca altura, no impidiendo el paso. Llegaremos luego al cauce del Barranco del Agua, el cual cruzaremos sin ninguna dificultad ya que no tiene apenas profundidad; luego remontamos y volvemos a descender suavemente, siempre por el borde del acantilado, hasta que nos encontremos con un promontorio rocoso donde las panorámicas del Valle de Adeje son inmejorables; por los alrededores hay Retamas (Teline osyroides), Escobones (Chamaecytisus proliferus), algunos Brezos (Erica arborea), Taginastes (Echium sventenii) y muchos Jaguarzos (Cistus monspeliensis), al igual que algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) aislados.

Panorámica desde el Risco El Lancito.

Volveremos en la misma dirección y bordeando el mismo risco, esta vez cruzando otro barranquillo, que en esta ocasión desciende por terreno más rocoso y algo resbaladizo, sobre todo en época de lluvias; a la izquierda distinguimos unos muros de tosca que pertenecen a unos terrenos de cultivo, rodeados de una pista agrícola y a la derecha unas grandes rocas son las protagonistas sobre el valle y la cabecera de varios barrancos secundarios que desembocan en al cauce principal que es el Barranco del Agua. Un poco más adelante, donde casi se pierde la traza del camino, encontraremos otra muralla de unas huertas que delimitan el paso, quedándonos a nuestra izquierda y dándonos paso a un tramo pedregoso por una collado, sin apenas senda definida que nos invita a desviarnos un poco hacia la derecha entre una población bastante numerosa de Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), Malpicas (Carlina salicifolia), Bejeques Punteros (Aeonium urbicum), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Tomillo de Monte (Micromeria varia), a tomarnos un descanso sobre las extensas vistas de valle sobre la Hoya de las Planchas, en las inmediaciones de la Nariz de García, nuestro siguiente destino.

Montaña Carrasco y Risco El Lancito.

Por una barranquera formada de algún desprendimiento cercano, nos vamos acercando en poco tiempo a un acceso rocoso para coronar la Nariz de García (983 m.), hay algunos grupos de Pinos Canarios (Pinus canariensis) dispersos entre un firme de tosca y el paso hacia la cima es bastante evidente; el recorrido hacia ella es por la masa rocosa que forma este curioso roque, iremos avanzando por la Hoya de los Charcos sin complicaciones, entre algunos pequeños huecos donde se ha acumulado el agua de lluvia y dejando a nuestra izquierda una cueva natural de poca profundidad, hasta llegar al punto culminante, con cuidado de no dar un mal paso hacia el vacío.

Promontorio antes de la Nariz de García.

 
Nariz de García (i); Los Roques (d).

Antes de coronar la Nariz de García.

Camino a la cumbre de la Nariz de García.

En los puntos mas escondidos nacen algunas Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), Tomillo de Monte (Micromeria varia) y Jaguarzos (Cistus monspeliensis), y en los riscos mas inaccesibles expuestos al acantilado podemos ver Palomeras (Pericallis webbii) y alguna Sabina de poco porte (Juniperus canariensis).
De vuelta al camino principal, veremos enfrente una loma que discurre junto a un barranquillo por donde fluye un sendero minimamente marcado en la tosca de su superficie, va ascendiendo en línea recta hasta que un poco mas adelante nos tendremos que desviar a la derecha cruzando dicho cauce y remontando luego entre multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis), hasta llegar a las inmediaciones de una pista de asfalto que comparte recorrido con el GR-131 - ETAPA 7 y que se dirige a Arona, pasando por el Roque de Imoque (1107 m.), que lo tenemos a la vista.

 
Nariz de García (i);
Pista asfaltada por donde pasa el GR-131 (d).

 
Paisaje de la costa del sur desde la Era Nueva.

Continuando por dicha carretera nos encontraremos a la derecha y enseguida, con una explanada que es usada habitualmente como pista de despegue de parapentes, que está situada sobre la Era Nueva, desde donde podemos recrearnos con las panorámicas del Valle de Adeje y la Nariz de García, que acabamos de abandonar.

Montaña de los Brezos.

Frente a dicho llano, surge el evidente camino de subida hacia la Montaña de los Brezos (1095 m.), comienza bastante resbaladizo e irregular, pero luego se suaviza al discurrir zigzagueante junto a una Sabina (Juniperus canariensis), en dirección hacia un minúsculo refugio hecho de piedras con una Tabaiba (Euphorbia broussonetii) en su interior.

Montaña de los Brezos y Roque de Imoque.

 
Camino de subida hacia la cima de Montaña de los Brezos.
 

Luego sigue su curso con tramos largos entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Tomillo de Monte (Micromeria varia) y alguna Gamona (Asphodelus ramosus), cruzándonos de nuevo con otro alto ejemplar de Sabina (Juniperus canariensis). Seguidamente continúa de forma sinuosa y con firme bastante compacto sin perder el continuo desnivel de subida, entre una población muy numerosa de Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), hasta que unos metros mas adelante, después de salvar un tramo bastante degradado, termina remontando en una especie de pasillo rocoso que da acceso a la cumbre de la Montaña de los Brezos, a 1095 metros sobre el nivel del mar, donde crecen algunos Brezos (Erica arborea) al abrigo de huecos naturales formados por la roca del lugar; también podemos ver algunos ejemplares espectaculares, sobre todo en época de floración, de Bejeques Punteros (Aeonium urbicum), Matorriscos (Lavandula canariensis) y Jaguarzos (Cistus monspeliensis), entre otras muchas especies.

 
Bejeque Puntero (i) y Tabaiba Majorera (d).

Desde esta elevación las vistas no tienen desperdicio, el Valle de Adeje al completo, la planicie costera que se amplía desde Callao Salvaje hasta Los Cristianos, pasando por La Caleta, centros turísticos punteros del sur de la isla; el Roque de Imoque (1107 m.) muy cerca, unido por el GR-131 con el Roque del Conde (1001 m.), situado sobre el Monumento Natural de la Caldera del Rey, y al fondo la inconfundible Montaña de Guaza (428 m.), la Reserva Natural Especial de Malpaís de Rasca y la zona turística de Las Galletas.

Roque de Imoque y Roque del Conde.

 
Roque de Imoque y el GR-131 en su base (i); 
Nariz de García (d). 

Roque de Imoque.

Existe una senda bastante expuesta y no muy clara que desciende directamente hacia la base del Roque de Imoque y que desemboca en la Degollada del Roque, en las inmediaciones de la Era del Roque, pero la opción de desandar el camino de subida es la mejor, finalizando en la pista asfaltada por donde pasa el GR-131; discurre llaneando por el pavimento hacia una casa rural aislada, haciendo del recorrido un paseo muy agradable que nos separa de la carretera TF-567 unos novecientos metros; al llegar a ella, donde hay un restaurante, iremos a la izquierda, hacia el Lomo de la Higuera, ignorando seguir de frente por el GR, y en pocos minutos estaremos en el punto de salida, habiendo hecho un interesante y atractivo recorrido circular.

De regreso bajando por Montaña de los Brezos


 
GR-131.




© Fotografías y texto de Francisco Fariña.


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