LOS SILOS – GALERÍA PIEDRA DE LOS COCHINOS – LOS SILOS
(Por el PR-TF-54)
FICHA DE LA RUTA
MUNICIPIO: Los Silos.
COMO LLEGAR: Al núcleo urbano de Los Silos se llega por la carretera TF-42, que en el punto kilométrico 11 y después de rebasar una rotonda, se introduce en el interior del pueblo encontrándonos a unos doscientos metros, la Plaza de la Luz, donde se alza la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz.
COMIENZO: Plaza de la Luz en el casco urbano de Los Silos.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: 5 horas.
LONGITUD: 13,5 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el casco urbano de Los Silos y en el exterior de la Galería Piedra de los Cochinos.
LUGARES DE INTERÉS: Casco urbano de Los Silos; Casas de Las Moradas de Abajo; Casas de las Moradas de Arriba; El Paridero (488 m.); Exteriores de la Galería Piedra de los Cochinos. Pista Forestal de Las Portelas.
VENTAJAS: Camino tradicional empedrado, utilizado antiguamente para comunicar el núcleo principal de Los Silos con los caseríos dispersos que se encuentran en el Monte del Agua.
INCONVENIENTES: Continuo ascenso hasta el acceso al sendero del Barranco de los Cochinos y luego el descenso de vuelta es inevitable. El sendero que desciende hacia el cauce del barranco se encuentra prácticamente invadido por la vegetación y en algunos tramos casi inexistente.
PELIGROSIDAD: Baja.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Iglesia Ntra. Sra. de la Luz y Convento de San Sebastián |
En la Plaza de la Luz está el centro neurálgico del municipio de Los Silos, un pintoresco pueblo perteneciente a la llamada Isla Baja; a su alrededor están los edificios mas emblemáticos del casco histórico como el inmueble que alberga el ayuntamiento, antigua Casona de los Trujillo, del siglo XVII y que representa a la mas típica arquitectura canaria; el Convento de San Sebastián, de la misma época y convertido actualmente en un espacio cultural, y la propia Iglesia Nuestra señora de la Luz, datada en 1568 y de aspecto poco usual al estar completamente pintada de blanco, después de haber sufrido multitud de reformas; en su interior destaca una talla del Cristo de la Misericordia, del año 1632, escultura Sevillana del siglo XVII y por supuesto la imagen de la Virgen de la Luz, cuyo origen está inmerso en varias leyendas populares.
Saliendo del casco urbano de Los Silos.
Por un lateral del templo religioso está la Plaza de la Iglesia y el comienzo de la Calle Susana, donde se inicia la ruta; hay un panel indicativo de la red de senderos, donde destaca el que vamos a realizar y el PR-TF-53, que termina en el Caserío de Erjos, pasando por el de Cuevas Negras. Al encarar el comienzo del recorrido, nos fijaremos en las cumbres que protegen el cauce del Barranco de las Moradas, a un lado los Riscos de la Planada (376 m.) y en el otro el Lomo de las Moradas; mas alejado y discreto, el Roque de las Moradas (455 m.). Continuamos por la mencionada calle, después de haber cruzado la carretera TF-42, y en pocos metros veremos como un panel con diferente señalización de los distintos PR situado cerca de una antigua casa, hace desviarnos a la derecha por el Camino de las Moradas; hay unos paneles de madera que también ayudan a seguir el camino correcto. El camino tiene firme de cemento y discurre entre los altos muros de una finca de cultivo y el cauce poco profundo del Barranco de las Moradas, que fluye muy estrecho y cubierto de un tupido cañaveral (Arundo donax); va ascendiendo suavemente hasta que se convierte en un sendero terroso, que se desvincula de una rampa de acceso a una casa de campo aislada; crecen por los alrededores grandes ejemplares de Tabaibas (Euphorbia broussonetii) y gran cantidad de Cañas (Arundo donax) y continúa bordeando el cauce del barranco donde es posible observar una antigua canalización de madera que era usada para el transporte de agua; enseguida pasaremos bajo un canal de agua sostenido por unas pilastras de cemento y luego comienza un precioso empedrado que va ascendiendo poco a poco, entre numerosas Tabaibas (Euphorbia broussonetii), algunos Pencones (Opuntia maxima) e Hinojos (Foeniculum vulgare), en busca del cobijo que nos darán las paredes del Barranco de las Moradas.
Sendero empedrado.
Núcleo urbano de Los Silos desde el sendero.
A la izquierda nos queda el cauce del Barranco de las Moradas y a medida que ascendemos, se va asomando poco a poco a nuestras espaldas la imagen pintoresca del casco urbano de Los Silos, que se asienta alrededor de la base de la Montaña de Aregume (154 m.); pasaremos bajo una Palmera Canaria (Phoenix canariensis) solitaria y enseguida llegaremos a un puente que cruza el barranco y que lleva un canal de agua, es la misma canalización que utilizamos para el regreso del Descenso de Barrancos en Tierra del Trigo y también para el Descenso del Saltadero de Talavera. Continuamos nuestra marcha siempre sobre empedrado y junto a una tubería de plástico, a la vez que protegidos por las paredes rocosas del Lomo de las Moradas; crecen multitud de Tabaibas (Euphorbia mellifera) por dichas paredes y junto al camino, al igual que algunos ejemplares de Flores de Mayo (Pericallis webbii) y Cerrajones (Sonchus acaulis) en menor medida.
Como ya hemos dicho, continúa el sendero empedrado y siempre bordeando el Barranco de las Moradas, las paredes del barranco se separan cada vez mas haciendo del paisaje una imagen más amplia del terreno, las laderas colindantes están plagadas de Tabaibas (Euphorbia mellifera), donde también podemos observar algunos Cardones (Euphorbia canariensis), Vinagreras (Rumex lunaria) y en las cúspides, algunas Sabinas (Juniperus canariensis) muy aisladas; en los bordes del camino abundan los Jaguarzos (Cistus monspeliensis), algunos Granadillos (Hypericum canariense), Cerrajones (Sonchus acaulis), Taginastes (Echium giganteum), Palo Sangre (Marcetella moquiniana), Hinojos (Foeniculum vulgare), etc.
Nos vamos acercando a Las Hendiduras, una enorme cortada en la ladera que separa el barranco del sendero, que alberga un antiguo corral de cabras y desde donde se observan unas vertiginosas vistas del Barranco de los Cochinos; en las crestas de dicha ladera también podemos observar algunos roques de formas curiosas, son los Roques de El Fraile y La Monja. El camino ha perdido parte de su pavimento y discurre muy arenoso, donde un murete de piedra seca lo va bordeando, luego continúa por una zona mas rocosa y es evidente su trazado cimentado sobre una pared de piedra perfectamente conservada; por aquí podemos ver algunas Retamas (Cytisus scoparius), Inciensos (Artemisia thuscula), Alhelíes Montuños (Erysimum bicolor), Cerrajones (Sonchus acaulis), Tederas (Bituminaria bituminosa), Gamonas (Asphodelus ramosus) y un sinfín de especies vegetales, además de multitud de Zarzas (Rubus bollei) que taponan casi por completo el cauce del barranco. Después de un cansado ascenso casi en línea recta, el camino deriva en una larga curvatura a la izquierda que llanea junto a un muro de piedra donde nacen muchos Helechos (Diplazium caudatum); luego vuelve a ascender junto al Caserío de las Moradas Bajas, un conjunto de cuatro casas de arquitectura típica canaria, situadas en las inmediaciones de antiguas tierras de cultivo y pastos para ganado, siendo testigos mudos de lo que fueron tierras prósperas y otra forma de vida mas austera.
Dichas edificaciones están en estado de total abandono, con los techos caídos y muchos muros derruidos, además de la inexistencia de puertas y ventanas, están rodeadas de multitud de Vinagreras (Rumex lunaria), Inciensos (Artemisia thuscula), Cornicales (Periploca laevigata), Tabaibas (Euphorbia mellifera), Escobones (Spartocytisus filipes) y algunas Piteras (Agave americana) y están situadas en el borde de una amplia degollada que separa el Barranco de Las Moradas del Barranco de los Cochinos.
Puente cruzando el Barranco de las Moradas.
Costa de Los Silos.
En poco tiempo cruzaremos el cauce del barranco por un puente de piedra y pasaremos a la otra vertiente, donde continúa fluyendo el camino perfectamente empedrado; encontraremos mas adelante una canalización en desuso que cruza el sendero y se pierde por el lomo del barranco y mas adelante, sin dejar de ascender, otro puente de piedra nos hace regresar de nuevo a la vertiente contraria; el firme del camino ha perdido en este tramo su pavimento de piedra y se vuelve pedregoso, pero después de cruzar el citado puente, vuelve a estar empedrado; desde este punto es posible observar una imagen preciosa de parte del centro urbano de Los Silos y de la planicie costera cubierta de infinidad de cultivos de plataneras en invernaderos.
Camino de Las Moradas.
Roque de Las Moradas, 445 m. (d).
Las Hendiduras (d).
Nos vamos acercando a Las Hendiduras, una enorme cortada en la ladera que separa el barranco del sendero, que alberga un antiguo corral de cabras y desde donde se observan unas vertiginosas vistas del Barranco de los Cochinos; en las crestas de dicha ladera también podemos observar algunos roques de formas curiosas, son los Roques de El Fraile y La Monja. El camino ha perdido parte de su pavimento y discurre muy arenoso, donde un murete de piedra seca lo va bordeando, luego continúa por una zona mas rocosa y es evidente su trazado cimentado sobre una pared de piedra perfectamente conservada; por aquí podemos ver algunas Retamas (Cytisus scoparius), Inciensos (Artemisia thuscula), Alhelíes Montuños (Erysimum bicolor), Cerrajones (Sonchus acaulis), Tederas (Bituminaria bituminosa), Gamonas (Asphodelus ramosus) y un sinfín de especies vegetales, además de multitud de Zarzas (Rubus bollei) que taponan casi por completo el cauce del barranco. Después de un cansado ascenso casi en línea recta, el camino deriva en una larga curvatura a la izquierda que llanea junto a un muro de piedra donde nacen muchos Helechos (Diplazium caudatum); luego vuelve a ascender junto al Caserío de las Moradas Bajas, un conjunto de cuatro casas de arquitectura típica canaria, situadas en las inmediaciones de antiguas tierras de cultivo y pastos para ganado, siendo testigos mudos de lo que fueron tierras prósperas y otra forma de vida mas austera.
Caserío de Las Moradas de Abajo.
Dichas edificaciones están en estado de total abandono, con los techos caídos y muchos muros derruidos, además de la inexistencia de puertas y ventanas, están rodeadas de multitud de Vinagreras (Rumex lunaria), Inciensos (Artemisia thuscula), Cornicales (Periploca laevigata), Tabaibas (Euphorbia mellifera), Escobones (Spartocytisus filipes) y algunas Piteras (Agave americana) y están situadas en el borde de una amplia degollada que separa el Barranco de Las Moradas del Barranco de los Cochinos.
Panorámica desde El Paridero (488 m.).
Por la trasera de dichas casas intuiremos una estrecha senda que zigzaguea entre las rocas y que asciende paulatinamente hasta coronar El Paridero (488 m.), una cima rocosa donde hay una vieja cruz de madera, que ofrece una vertiginosa panorámica que comprende, en un primer plano y de frente, el Roque de las Moradas (445 m.), situado en la crestería que desciende hacia el municipio de Los Silos, parte del pueblo, el cauce del Barranco de Las Moradas y el sendero de subida por donde hemos venido, a la izquierda el Roque Blanco (549 m.) y las crestas rocosas que ascienden por Talavera hasta Las Portelas, a nuestra derecha el Barranco de los Cochinos y sus vertientes cubiertas de laurisilva que se extienden hasta el Monte del Agua, en las inmediaciones del Caserío de Erjos, en definitiva un gran espectáculo visual que no tiene desperdicio.
Barranco de los Cochinos desde El Paridero.
Caserío de las Moradas de Abajo.
Los Silos desde el Caserío de Las Moradas de Abajo.
Roque de Las Moradas (445 m.).
De vuelta al Caserío de Las Moradas Bajas, continuaremos el ascenso por firme empedrado, el sendero discurre entre un pequeño talud rocoso donde crecen multitud de Bejeques Punteros (Aeonium urbicum), Hinojos (Foeniculum vulgare), Corona de la Reina (Gonospermum fruticosum) y Flores de Mayo (Pericallis webbii) y los desplomes vertiginosos pertenecientes al Barranco de los Cochinos; mas adelante discurre por firme pedregoso, ya que ha perdido la mayor parte de su pavimento original, llanea suavemente y comienzan a crecer algunos Brezos (Erica arborea), también pueden verse aislados varios Cardoncillos (Ceropegia dichotoma) y Palo de Sangre (Marcetella moquiniana), junto a Cerrajones (Sonchus acaulis) y algunas Piteras (Agave americana).
Un poco mas adelante, bajo la Hoya del Horno, un murete de piedra seca bordeando el camino nos acerca a las Moradas de Arriba, dos construcciones ruinosas hundidas en la vegetación y en las cercanías hay una planicie rocosa donde podremos hacer un descanso y recrearnos con las maravillosas vistas del Barranco de los Cochinos y sus rocosas vertientes cubiertas de vegetación.
Luego continúa en suave ascenso y otra vez con firme empedrado, para mas adelante comenzar a llanear un buen tramo bajo el Lomo la Arena, que dicho sea de paso está cubierto de multitud de Brezos (Erica arborea) y donde podemos ver también algunos Madroños (Arbutus canariensis) y bordeando el sendero, Tabaibas (Euphorbia mellifera), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Cerrajones (Sonchus acaulis) y Helechos (Diplazium caudatum); seguidamente, una tortuosa y sinuosa subida nos lleva por un sendero bastante degradado por el Lomo el Tanque y luego bajo la Hoya las Galerías sigue ascendiendo muy pedregoso, hasta que por las inmediaciones de los Roques Blancos y por un tramo de precioso empedrado, desembocaremos en una planicie arenosa rodeada de Brezos (Erica arborea) y Fayas (Myrica faya) en el Lomo del Pino.
De nuevo continúa llaneando hacia la Hoya de las Tanquillas, donde el sendero se estrecha y pierde completamente el pavimento de piedra; luego, bajo un pasillo vegetal de Brezos (Erica arborea) y Fayas (Myrica faya) sigue en suave ascenso y muy sinuoso hasta que nos fijaremos muy bien a nuestra izquierda como hay una entrada sin señalizar que se desvía del PR-TF-54 que vamos recorriendo y que desciende muy estrecho y entre frondosa vegetación bajo el Lomo Alto y que será la dirección que tomemos para ir al cauce del Barranco de los Cochinos; este camino es muy angosto y en ocasiones algo expuesto y resbaladizo, ya que discurre muy sinuoso y bordeando algunos barranquillos, está muy tupido por la vegetación que consta de un frondoso Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea), donde podremos ver además Acebiños (Ilex canariensis), Madroños (Arbutus canariensis) Laureles (Laurus novocanariensis), Follaos (Viburnum rigidum), y sotobosque de Helechos (Diplazium caudatum), Taginastes (Echium giganteum), Cerrajones (Sonchus acaulis), Bicacareras (Canarina canariensis) y Patagallos (Geranium reuteri), entre muchas otras especies vegetales características de la laurisilva.
Cuando bordeemos uno de los barranquillos principales y antes de llegar al cauce del Barranco de los Cochinos, veremos algunos restos de muros que delimitaban el antiguo camino, luego remonta un poco y vuelve a descender enseguida hasta que encontremos un cruce de senderos, a nuestra derecha y con unos escalones tallados en el firme, asciende el camino que tomaremos para el regreso, pero antes tendremos que seguir de frente y por una senda mas definida y ancha, junto a grandes ejemplares de Acebiños (Ilex canariensis) y Brezos (Erica arborea) que nos irá acercando poco a poco y en suave bajada hasta que lleguemos al cauce propiamente dicho del Barranco de los Cochinos.
Iremos aproximándonos entre grandes rocas dispersas y cubiertas de musgo por la humedad constante, hasta que repentinamente nos toparemos con unas infraestructuras hechas de cemento compuestas de varias esclusas y canalizaciones para distribuir y conducir el agua proveniente de la Galería de Piedra de los Cochinos; a lo largo de un amplio espacio y bajo la frondosa vegetación compuesta mayoritariamente de Sauces (Salix canariensis), hay todo tipo de maquinaria inutilizada y edificaciones pertenecientes a la infraestructura de la galería, la bocamina está embutida en una pared rocosa y cerrada por una reja metálica y por un canal surge el agua de su interior que luego se encauza por la cuenca natural del barranco, siendo este el punto de la acometida del Descenso del Barranco de los Cochinos, un precioso y sencillo descenso por uno de los pocos cauces naturales de agua de la isla. La paz reinante en este lugar, hace que nos quedemos un largo tiempo disfrutando de este magnífico entorno rodeado de un ecosistema espectacular.
Llegado el momento del regreso, tomaremos el mismo sendero que nos ha traído y comenzaremos en suave descenso a remontar por el evidente camino que discurre entre Acebiños (Ilex canariensis), Laureles (Laurus novocanariensis), Fayas (Myrica faya), Brezos (Erica arborea), y un sinfín de vegetación característica de los bosques de laurisilva; en el momento en que nos encontremos de nuevo y esta vez a la izquierda, la desviación por donde ascendían unos escalones tallados en el firme, no dudaremos en subir por ellos y comenzar un fatigoso ascenso de un desnivel muy acusado y que discurre sin contemplaciones hacia el Lomo el Sol; circula entre Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea), donde podremos ver algún Madroño (Arbutus canariensis), al igual que Delfinos (Pleiomeris canariensis) y Barbusanos (Apollonias barbujana), con sotobosque de Capitanas (Phyllis nobla), Inciensos (Artemisia thuscula) y Bicacareras (Canarina canariensis), entre muchas otras, y en poco tiempo hemos “escalado” por un camino estrecho hasta llegar al final de una pista forestal que mas adelante desemboca en la pista principal que va del núcleo poblacional de Las Portelas hasta el Caserío de Erjos, por el interior del Monte del Agua.
Dicha pista discurre entre frondosa vegetación bajo el Lomo del Sol, es suficientemente ancha y discurre en suave pendiente entre la impresionante vista del Monte del Agua; en poco tiempo nos encontraremos de nuevo con el PR-TF-54 que según indica la señalización, asciende hacia el interior del Monte del Agua por el Lomo de la Corredera; lo evitaremos y seguiremos por la pista en busca de la siguiente conexión del PR dirección a Las Moradas. El recorrido continúa por la misma, en suave ascenso y muy despejada, teniendo permanentemente unas vistas muy amplias del Monte del Agua, un espacio natural de orografía muy abrupta y cubierta de laurisilva y Monteverde, recorrida por angostos barrancos como el de Los Cochinos y el de Cuevas Negras, los cuales hemos visualizado.
Un poco mas adelante, bajo la Hoya del Horno, un murete de piedra seca bordeando el camino nos acerca a las Moradas de Arriba, dos construcciones ruinosas hundidas en la vegetación y en las cercanías hay una planicie rocosa donde podremos hacer un descanso y recrearnos con las maravillosas vistas del Barranco de los Cochinos y sus rocosas vertientes cubiertas de vegetación.
Las Moradas de Arriba.
Continúa en ascenso el Camino de Las Moradas ...
... con restos del empedrado original ...
... y tramos mas degradados.
Llegando al cruce con el sendero que desciende al cauce
del Barranco de los Cochinos.
De nuevo continúa llaneando hacia la Hoya de las Tanquillas, donde el sendero se estrecha y pierde completamente el pavimento de piedra; luego, bajo un pasillo vegetal de Brezos (Erica arborea) y Fayas (Myrica faya) sigue en suave ascenso y muy sinuoso hasta que nos fijaremos muy bien a nuestra izquierda como hay una entrada sin señalizar que se desvía del PR-TF-54 que vamos recorriendo y que desciende muy estrecho y entre frondosa vegetación bajo el Lomo Alto y que será la dirección que tomemos para ir al cauce del Barranco de los Cochinos; este camino es muy angosto y en ocasiones algo expuesto y resbaladizo, ya que discurre muy sinuoso y bordeando algunos barranquillos, está muy tupido por la vegetación que consta de un frondoso Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea), donde podremos ver además Acebiños (Ilex canariensis), Madroños (Arbutus canariensis) Laureles (Laurus novocanariensis), Follaos (Viburnum rigidum), y sotobosque de Helechos (Diplazium caudatum), Taginastes (Echium giganteum), Cerrajones (Sonchus acaulis), Bicacareras (Canarina canariensis) y Patagallos (Geranium reuteri), entre muchas otras especies vegetales características de la laurisilva.
Sendero llegando al cauce del Barranco de los Cochinos.
Cuando bordeemos uno de los barranquillos principales y antes de llegar al cauce del Barranco de los Cochinos, veremos algunos restos de muros que delimitaban el antiguo camino, luego remonta un poco y vuelve a descender enseguida hasta que encontremos un cruce de senderos, a nuestra derecha y con unos escalones tallados en el firme, asciende el camino que tomaremos para el regreso, pero antes tendremos que seguir de frente y por una senda mas definida y ancha, junto a grandes ejemplares de Acebiños (Ilex canariensis) y Brezos (Erica arborea) que nos irá acercando poco a poco y en suave bajada hasta que lleguemos al cauce propiamente dicho del Barranco de los Cochinos.
Cauce del Barranco de los Cochinos.
Iremos aproximándonos entre grandes rocas dispersas y cubiertas de musgo por la humedad constante, hasta que repentinamente nos toparemos con unas infraestructuras hechas de cemento compuestas de varias esclusas y canalizaciones para distribuir y conducir el agua proveniente de la Galería de Piedra de los Cochinos; a lo largo de un amplio espacio y bajo la frondosa vegetación compuesta mayoritariamente de Sauces (Salix canariensis), hay todo tipo de maquinaria inutilizada y edificaciones pertenecientes a la infraestructura de la galería, la bocamina está embutida en una pared rocosa y cerrada por una reja metálica y por un canal surge el agua de su interior que luego se encauza por la cuenca natural del barranco, siendo este el punto de la acometida del Descenso del Barranco de los Cochinos, un precioso y sencillo descenso por uno de los pocos cauces naturales de agua de la isla. La paz reinante en este lugar, hace que nos quedemos un largo tiempo disfrutando de este magnífico entorno rodeado de un ecosistema espectacular.
Infraestructuras pertenecientes a la
Galería Piedra de los Cochinos.
De regreso.
Pista forestal después de subir desde el
cauce del Barranco de los Cochinos.
Dicha pista discurre entre frondosa vegetación bajo el Lomo del Sol, es suficientemente ancha y discurre en suave pendiente entre la impresionante vista del Monte del Agua; en poco tiempo nos encontraremos de nuevo con el PR-TF-54 que según indica la señalización, asciende hacia el interior del Monte del Agua por el Lomo de la Corredera; lo evitaremos y seguiremos por la pista en busca de la siguiente conexión del PR dirección a Las Moradas. El recorrido continúa por la misma, en suave ascenso y muy despejada, teniendo permanentemente unas vistas muy amplias del Monte del Agua, un espacio natural de orografía muy abrupta y cubierta de laurisilva y Monteverde, recorrida por angostos barrancos como el de Los Cochinos y el de Cuevas Negras, los cuales hemos visualizado.
De regreso y ya dentro del PR-TF-54.
Después de haber recorrido unos setecientos metros, encontraremos un poste indicativo con varias señales del PR-TF-54 y una bifurcación a la derecha que, dentro de dicho PR, se introduce por un sendero que desciende por las inmediaciones de Lomo Alto, por lo tanto abandonaremos la pista forestal que sigue su curso hacia Las Portelas y seguiremos el recorrido de dicho camino que baja algo resbaladizo bordeando un pequeño barranquillo; mas adelante discurre llaneando y con firme ancho y bastante compacto, hasta que en un momento determinado y en poco tiempo, llegaremos al mismo cruce que tomamos para desviarnos del PR y continuar descendiendo hacia el cauce del Barranco de los Cochinos.
A partir de aquí es evidente el regreso y continuaremos desandando el mismo camino en continuo descenso, pasando por el Caserío de las Moradas Altas con vistas panorámicas y bellísimas del cauce del Barranco de los Cochinos y su desembocadura en la costa de Los Silos, así como de las cresterías que lo bordean; luego pasaremos por el de Moradas Bajas y continuaremos bordeando el Barranco de Cuevas Negras, que fluye muy encajonado bajo el Roque de las Moradas (445 m.) y sus crestas contiguas, para finalizar mas tarde en la Plaza de la Luz del núcleo urbano del municipio de Los Silos, lugar donde iniciamos el recorrido.
De regreso a Los Silos.
A partir de aquí es evidente el regreso y continuaremos desandando el mismo camino en continuo descenso, pasando por el Caserío de las Moradas Altas con vistas panorámicas y bellísimas del cauce del Barranco de los Cochinos y su desembocadura en la costa de Los Silos, así como de las cresterías que lo bordean; luego pasaremos por el de Moradas Bajas y continuaremos bordeando el Barranco de Cuevas Negras, que fluye muy encajonado bajo el Roque de las Moradas (445 m.) y sus crestas contiguas, para finalizar mas tarde en la Plaza de la Luz del núcleo urbano del municipio de Los Silos, lugar donde iniciamos el recorrido.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
Hola.
ResponderEliminarLe escribo para agradecerle sus artículos y la información sobre los senderos de Tenerife.
También me gustaría hacerle una pregunta: ¿en sus excursiones no usa GPS?... Más que nada es para saber si suele "subir" los "tracks" de los recorridos a sitios tipo wikiloc o similares. Supongo que no, por las referencias cartográficas que suele hacer en sus posts, pero pregunto por si acaso.
Salud!
Hola, gracias a ti por tus visitas a mi blog. Si tengo los tracks de la mayoría de las rutas, si quieres envíame un Email y te mando las que tu quieras.
EliminarSaludos
FRANCISCO FARIÑA
Hola, muchas gracias por el gran trabajo que haces publicando las rutas y haciendo una descripción tan detallada y precisa de éstas. Te sigo en tus blogs desde hace un par de años.
ResponderEliminarVivo en Güimar y en más de una ocasión me he cruzado contigo por la calle o en algún sendero del valle, y he estado a punto de interrumpirte para darte las gracias por tu gran labor, pero bueno, lo hago ahora desde aquí.
También quería comentarte que estoy realizando un blog con algunos de mis pateos, sobre todo fotos. La mayoría de rutas las he conocido a través de tu blog.
WWW.LUGARESDECANARIAS.COM
Saludos
Gracias Eduardo; el Blog lo hago con mucho cariño y con la intención de compartir la naturaleza que tenemos en esta preciosa Isla. Por la foto que veo yo no te conozco, pero estaré encantado de saludarte cuando lo creas oportuno.
EliminarSaludos.
FRANCISCO FARIÑA
Buenos dias Eduardo, haciendo este trayecto puede uno equivocarse y cojer el tunel donde murieron las 6 personas en el 2007. Hay alguna señal en especial para estar mas seguro de la ruta . Gracias...
ResponderEliminarFrancisco Lo felicito por su profesionalidad y por su excelente trabajo de fotos y textos explicativos en su blog de senderos y camino, gracias por compartirlo con el publico interesado.Saludos Valter
ResponderEliminarmuchas gracias por compartir tu aficion! entiendo bien el espanol pero solamente puedo hablar (escribir) un poco ;). me gusta caminar tambien y he hecho unas de las rutas. saludos de austria! sigi
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tus conocimientoss rupestres y estos magníficos trabajos de campo tan completos y útiles.
ResponderEliminarUn saludo.
Voy a investigar a ver.
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