jueves, 9 de diciembre de 2010

SAN MIGUEL - ALDEA BLANCA

SAN MIGUEL - ALDEA BLANCA -
SAN MIGUEL
(Regreso por el Camino de las Lajas SL-TF-231.1)
 
FICHA TÉCNICA
   
TÉRMINO MUNICIPAL: San Miguel de Abona. 
COMO LLEGAR: En el kilómetro 62 de la autopista TF-1 dirección sur, está la salida 62 que se desvía por la carretera TF-65 hacia San Miguel.  
COMIENZO: El Calvario, junto a la Casa del Capitán. 
FINAL: Mismo lugar. 
DIFICULTAD: Baja.  
DURACIÓN: 3,5 horas. LONGITUD: 9 Km.  
PROVISIÓN DE AGUA: En el casco urbano de San Miguel. En la Fuente de Tamaide. En Aldea Blanca.  
LUGARES DE INTERÉS: Casco urbano de San Miguel. Casa del Capitán. El Calvario. Fuente de Tamaide. Puente de tosca en el Barranco del Lomo. Caserío de Aldea Blanca. Camino de las Lajas. Inscripciones y Cazoletas Guanches.  
VENTAJAS: Hay un panel informativo en el punto de partida y en los puntos mas relevantes. Sendero señalizado como SL-TF-231 y SL-TF-231.1. Caminar por el empedrado original del Camino de las Lajas. Posibilidad de observar inscripciones y Cazoletas de los Guanches.  
INCONVENIENTES: En la bajada por el Lomo del Medio se pierde la traza del camino y al llegar al final hay riesgo de caída cruzando el puente, hay que tener mucha precaución.  
TIPO DE RUTA: Senderismo.
 
CARTOGRAFÍA
 
 
 
DESCRIPCIÓN
 
En el centro urbano de San Miguel está la Calle de la Iglesia que parte desde la Plaza de la Iglesia y discurre con dirección al Barrio de Tamaide, pasando por la Casa del Capitán, donde hay una pequeña plaza enfrente de El Calvario, una pequeña capilla situada en los límites del casco histórico del municipio. El trayecto comienza en este punto y siguiendo los pasos de la ruta CHARCO DEL PINO – MONTAÑA CENTINELA, en dirección a Tamaide y desviándonos a la izquierda por la Calle de la Cruz donde hay una señalización vertical del SL con dirección a Aldea Blanca que nos lleva a cruzar por un empedrado el Barranco del Lomo.

 
Señalización en la Calle de la Cruz (i); hacia el Bco.del Lomo (d).
 
Después nos encontraremos de nuevo en el Lomo del Mojón con un precioso adoquinado con vistas panorámicas hacia la costa, distinguiendo perfectamente la RESERVA NATURAL ESPECIAL DE MONTAÑA ROJA en El Médano y destacando mas cercana, la Montaña de Chimbesque (424 m.) junto al Caserío de Aldea Blanca. 
 
 
Camino Real por el Lomo del Mojón.
 
Llegamos a una pista asfaltada y después de evitarla cruzándola, el sendero va descendiendo hacia el Barranco del Drago; en un cruce donde hay un cartel informativo tomaremos a la izquierda, evitando el camino que baja hacia el cauce de dicho barranco y siguiendo con fuerte pendiente por firme empedrado, donde discurre el sendero encajonado entre muros de piedra seca y bordeado de multitud de Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Pencones (Opuntia maxima) y Cornicales (Periploca laevigata); pasaremos junto a un estanque de agua y enseguida encontraremos otro cartel informativo junto a un muro de altura considerable que delimita unas huertas de cultivo.
 
 
Barranco del Drago (i);
sendero dirección a la Fuente de Tamaide (d).
 
Si descendiéramos a la derecha hacia el Barranco del Drago, cosa que es aconsejable, nos encontraríamos con la Fuente de Tamaide, manantial de agua que tuvo mucha importancia en otra época, ya que era una de las pocas que abastecía de agua a los asentamientos rurales de los alrededores.
 
 
Fuente de Tamaide.
 
Después de visitarla volveremos atrás hasta el panel de información y veremos como el camino sigue, superando unos escalones naturales de piedra y pasando luego a descender por el Lomo del Medio, muy pegado al Barranco de Espinosa o de las Piteras y continuando su pendiente casi perdido, aunque sus muros laterales estén indemnes entre multitud de Cornicales (Periploca laevigata), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Pencones (Opuntia maxima), y creciendo entre las rocas mas húmedas, Bejeques (Aeonium holochrysum) y algunos Matoriscos (Lavandula canariensis). 
 
Sendero a su paso junto al Bco. de Espinosa.
 
Panorámica con el Roque de Jama.
 
 
 
A partir de aquí, y con vistas a nuestras espaldas del Roque de Jama (768 m.), que se eleva por encima de Montaña Centinela (599 m.), tendremos que intuir el recorrido, porque desde que pasemos junto a las ruinas de lo que fue algún corral, no hay sendero definido. Las Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Cornicales (Periploca laevigata), Malpicas (Carlina salicifolia) y Magarzas (Argyranthemum frutescens) pueblan el Lomo del Medio y la única referencia que debemos seguir es llegar en línea recta hasta el Canal del Sur, un ancho conducto por donde circula agua permanentemente.
 
 
Sin camino definido por el Lomo del Medio.
 
Cruzamos dicho canal por un paso accesible y nos fijaremos en una antigua canalización hecha de tosca que se dirige en descenso y en trazo recto por la parte baja del lomo, no debemos perderla de vista porque será nuestra guía hasta la conclusión del Lomo del Medio. A la derecha tendremos siempre la vista del Barranco de Espinosa y en algunas ocasiones veremos restos de muretes de lo que parece el antiguo camino; crecen Tabaibas (Euphorbia lamarckii), algunas Aulagas (Launaea arborescens) y Cardoncillos (Ceropegia fusca) por un firme pedregoso y muy seco. 
 
El camino casi llaneando.
 
Llega un momento en que el desnivel se suaviza de tal manera que pasa a ser prácticamente llano, podremos desviarnos un poco hacia el Barranco del Lomo, donde crecen varios Cardones (Euphorbia canariensis) en sus vertientes y grandes ejemplares de Balos (Plocama pendula) en su cauce y fijarnos en una antigua edificación hecha de tosca a modo de puente que cruza dicho barranco y que transporta el canal que nos viene acompañando, perdiéndose luego hacia el Lomo de la Hoya que es por donde discurre el Camino de la Hoya, que nos servirá para el regreso a San Miguel. A partir de aquí no podremos evitar ir salvando pequeñas paredes de lo que antiguamente fueron huertas cultivables, hasta que llega un momento en que desciende casi vertiginosamente un mal camino entre grandes piedras, hasta el final del Lomo del Medio, donde se cruzan ambos barrancos y donde hay respectivos puentes de piedra de tosca que trasladan otro antiguo canal. Los dos barrancos se convierten en un gran saltadero inaccesible de roca que desemboca en un llano de tierra donde hay un pozo de agua en la zona conocida como El Escancho.
 
Puente de tosca en el Bco. del Lomo.
 
Debemos cruzar por el puente de la derecha con sumo cuidado, ya que carece de protección; este es el punto más delicado de la ruta porque a partir de aquí y después del peligro que conlleva el paso de dicho puente, tendremos que dirigirnos por un paso estrecho junto a la canalización, e ir intuyendo el recorrido evitando entrar en la propiedad privada que tenemos a nuestra izquierda.
 
 
Puente que hay que cruzar en el Barranco de Espinosa (i).
 
Llegaremos luego a una carretera asfaltada, la cual tomaremos dirección descendente, ésta es la vía de acceso que baja desde el núcleo poblacional de El Roque, junto al caserío de La Hoya y que se termina en la carretera que va hacia Buzanada, pasando bajo el Roque de las Mesas (394 m.), en el lugar conocido como El Cabuquero. Ignoramos dicha carretera y nos adentramos hacia la izquierda por la Calle la Tosca, junto a una antigua casa hacia el centro urbano de Aldea Blanca; en el primer cruce que encontremos nos dirigiremos de nuevo hacia la izquierda hasta encontrarnos con el cauce del Barranco de Tragatrapos, por donde es evidente el recorrido del Camino de las Lajas o también llamado Camino de los Muertos, porque se relacionaba con el traslado de los habitantes que habían fallecido en la aldea y tenían que ser enterrados en el cementerio municipal de San Miguel.
 
 
Empedrado al comienzo del Camino de la Laja.
 
Unión de los Barranco de Espinosa y del Lomo.
 
Está marcado por una hilera de piedras y discurre por firme pedregoso, con restos del empedrado, va ascendiendo poco a poco por la vertiente norte de dicho barranco entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Tuneras (Opuntia dillenii), una especie de pencón introducido que tiene carácter invasor para la flora autóctona. Vamos dejando atrás el caserío de Aldea Blanca y tendremos a la vista el pozo de agua delante del saltadero por el cual abandonamos el Lomo del Medio, así como las laderas rocosas de los dos barrancos que tuvimos que salvar. A continuación encontramos un tramo del camino bastante ancho y con un bello empedrado que discurre en línea recta, mientras por el norte va asomando la vista inconfundible del Roque de Jama (768 m.) y de la Montaña centinela (599 m.); en la costa la vista de Aldea Blanca es cada vez mas amplia, pudiendo observar el panorama no muy agradable de una cantera de extracción de áridos que se ha ido comiendo la Montaña Lucena (354 m.) junto a la enorme Montaña Chimbesque (424 m.), que tampoco se ha salvado de este impacto visual, aunque en menos medida que la anterior.
 
 
 
 
El sendero sigue su curso ascendente perfectamente delimitado y con un empedrado muy bien conservado; un poco mas adelante se estrecha un poco donde se dejan ver unas antiguas canalizaciones hechas de tosca, para volver de nuevo a su aspecto imponente del principio. En una curva a derechas encontraremos un panel informativo que nos da referencias sobre la construcción de los antiguos caminos reales y desde donde las vistas panorámicas del valle costero compuesto de la costa de Los Abrigos y de Las Galletas son espectaculares. Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Balos (Plocama pendula) y Cornicales (Periploca laevigata) bordean un camino precioso que sigue en continua subida, esta vez mas estrecho y con firme mas irregular que se acerca al borde del Barranco del Lomo, plagado de un vistoso Cardonal-Tabaibal (Euphorbia canariensis y Euphorbia lamarckii), donde podremos disfrutar por segunda vez de la vista del puente de tosca que cruza dicho cauce y cuya canalización se pierde al borde del sendero camino abajo.
 
 
Pasando por las inmediaciones de Las Felipas.
 
 
 
Sigue angosto pero evidentemente marcado con muros de piedra seca, por firme volcánico proveniente de un volcán sin importancia y luego suaviza su desnivel para transitar por una superficie arenosa y de color blanco, es lo que se llama jable o vano, material erosionado de las rocas colindantes de morfología porosa de origen también volcánico. Pasamos por Las Felipas, zona de terreno muy escarpado que los agricultores de otras épocas transformaron en tierras de cultivo, principalmente de tomate para exportación, abancalando la superficie en huertas con jable, material ideal para este fin. Largos tramos rectos con algunos repechos se suceden de aquí en adelante sin perder la forma encajonada del camino, también hay algunos trechos muy erosionados que se han hundido en el suelo en la zona de Llano Blanco, donde llegamos a la zona mas interesante del recorrido ya que estaremos en un lugar donde se han descubierto algunos yacimientos arqueológicos, principalmente expresiones rupestres en forma de cruz atribuidas a procesos de cristianización de los Guanches después de la conquista, aunque no se descarta que sean relacionadas con el carácter religioso del camino ya que éste se utilizaba, como antes de ha dicho, para llevar los féretros de los fallecidos en Aldea Blanca hasta el cementerio municipal de San Miguel.
 
 
Panel informativo en Llano Blanco (i).
 
 
 
También podemos ver las llamadas Cazoletas, receptáculos horadados en la tosca de forma circular y conectados entre si con canales de distinta longitud; estas manifestaciones son de origen ritual y se usaban llenándolas de agua o de otro líquido y así realizar ceremonias de distintas índole, como así lo demuestran los testimonios y documentos escritos durante la conquista de Canarias. Para ver las formas cruciformes basta con fijarse en un sitio determinado a mano derecha del camino, en un afloramiento rocoso de tosca al lado del muro delimitador de éste; para observar las Cazoletas hay que salir del sendero hacia el Barranco del Lomo, también llamado del Pilón y buscar entre la multitud de Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Cornicales (Periploca laevigata), varios llanos rocosos libres de vegetación que revelan dichas manifestaciones. Todo este conjunto está pendiente de catalogar como BIC (Bien de Interés Cultural) con categoría de Zona Arqueológica.
 
  
Cazoletas hechas por los Guanches.
 
 
Dibujo cruciforme (i); situación junto al camino (d).
 
De vuelta al camino veremos como el firme del mismo está compuesto de lavas cordadas, curiosas formas volcánicas que se han solidificado de forma rugosa y que recuerdan al trenzado de una cuerda. Seguidamente el recorrido pasa a ser mucho más estrecho y con firme bastante irregular hasta que en un momento determinado y después de salvar una fuerte pendiente, encontramos una pista agrícola que corta el camino en este punto, aunque a la izquierda podremos seguir un tramo el recorrido de la senda principal encajonada entre muros de piedra y bordeada de Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Pencones (Opuntia maxima).
 
 
Camino mas estrecho con vistas a la costa.
 
 
 
Vuelve a aparecer la pista de tierra junto a una antigua casa bajo las laderas de Montaña de Ifaya (545 m.) con vistas al Barranco del Lomo o del Pilón, donde hay un puente que lleva el Canal del Sur y que separa dicha montaña del Lomo del Medio, donde hay algunas casas de campo aisladas. Un panel informativo nos explica la fauna y flora existente en el lugar, al igual que los motivos del aprovechamiento hidráulico del sur de la isla. Junto a un gran estanque de agua sigue ascendiendo el camino por firme empedrado y se va acercando, mediante largos y rectos tramos por las laderas de Montaña Ifaya, a una vía asfaltada junto a la entrada principal de una casa. 
 
 
 
Camino Real a su paso por Montaña Ifaya.
 
Tendremos que seguir calle arriba por una zona de cultivo y algunas casas habitadas, cruzar un pequeño barranquillo cubierto de Piteras (Agave americana) y volver a encontrarnos a la izquierda de nuevo el empedrado del camino principal, hay algunas huertas cultivadas de viña y árboles frutales y en los bordes crecen Magarzas (Argyranthemum frutescens), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Matoriscos (Lavandula canariensis). 
 
 
Último tramo empedrado (i); señalización en la Calle de la Cruz (d).
 
Este tramo empedrado termina en la Calle la Abejera, ya dentro de la población de San Miguel y en unos 250 metros nos deja en el cruce con la Calle de la Cruz, tomaremos a la izquierda por ésta y después de recorrer unos 300 metros encontramos a la derecha la Calle de la Iglesia por la cual hemos venido al comienzo; nos fijaremos en una señal del SL que indica la dirección al casco urbano de San Miguel y en unos 350 metros estaremos en la Casa del Capitán, donde se encuentra la pequeña placita junto a El Calvario que nos sirvió de punto de partida de esta interesante ruta; hay allí un panel informativo del Camino de la Hoya con los datos mas relevantes y algunas fotos antiguas que revelan la importancia de este camino.
 
 
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
Francisco_farina@yahoo.es  
 
 

1 comentario:

  1. Buenas tardes, acabo de llegar de la caminata y hacer el recorrido,estoy de acuerdo contigo es precioso y muy suave ;el paisaje impresionante y ademas estaba todo verde de las ultimas lluvias, la fuente rebosando agua por todos los lados, de nuevo gracias por compartirlo con todos nosotros.

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