martes, 25 de abril de 2023

RUTA CIRCULAR DE LOS BATANES (Incluyendo la Ruta Autoguiada Cueva del Lino)

RUTA CIRCULAR DE LOS BATANES
(Incluyendo la Ruta Autoguiada Cueva del Lino)


FICHA TÉCNICA
 
TÉRMINO MUNICIPAL: San Cristóbal de La Laguna.
COMO LLEGAR: En el punto kilométrico 23,3 de la carretera TF-12 está el cruce con la TF-143, que nos llevará directamente al núcleo principal de Los Batanes.
COMIENZO: Caserío de Los Batanes.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 3,7 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En Los Batanes hay un Bar-Restaurante.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria, 2.- Plaza del caserío con vistas panorámicas; 3.- Distintos puntos señalizados correspondientes a la ruta “Sendero Autoguiado Cueva del Lino”; 4.- Batán de Arriba; 5.- Lomo los Dragos; 6.- La Asomada; 7.- Era en El Batán de Abajo; 8.- Lavaderos en el Bco. del Río; 9.- Vereda del Cuchillete. 
VENTAJAS: Ruta de alto valor paisajístico y etnográfico.
INCONVENIENTES: La subida por la Vereda del Cuchillete tiene un desnivel de subida considerable.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
 

PUEDES SEGUIR Y DESCARGAR ESTA RUTA EN WIKILOC
 

CARTOGRAFÍA


DESCRIPCIÓN
 
 
El Batán o comúnmente llamado Los Batanes, es un caserío del Macizo de Anaga, que antaño fue un pago del lugar de Punta del Hidalgo, hasta que en 1847 fue agregado al municipio de San Cristóbal de La laguna. En la plaza principal del pueblo está ubicada la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria, construida en el año 1961, destacando su sencillez en la edificación, rematada en una pequeña espadaña donde está el campanario. La plaza está situada sobre las Casas de Lera, siendo un espacio que se asoma vertiginosamente al entorno del Barranco del Río, cuya cabecera se encuentra bajo el Lomo del Viñátigo y se extiende bajo el caserío donde nos encontramos, pudiendo observar desde aquí el Caserío de Chinamada al otro lado del cauce, donde destaca también el Roque de los Pinos (550 m.), único reducto del Macizo de Anaga que alberga un minúsculo bosque de Pino Canario (Pinus canariensis). 
 

En esta ocasión proponemos el denominado “Sendero Autoguiado Cueva del Lino”, pero lo alargaremos bordeando parte del cauce del barranco hasta el Batán de Arriba, regresando por la vertiente contraria hasta La Asomada, descender luego por un camino muy expuesto hacia el cauce para visitar la Cueva del Lino y volver a subir al pueblo, por la Vereda del Cuchillete. Para completar la ruta nos haremos con un folleto explicativo del sendero autoguiado, que encontraremos en el Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen o también podremos descargar los audios disponibles en el siguiente enlace: Sendero Autoguiado Cueva del Lino.
 
 Señalización del PR-TF-11.


Iniciamos la ruta tomando el PR-TF-11, que une la Cruz del Carmen con la Punta del Hidalgo, pasando por El Batán, que es el caserío donde nos encontramos; por ese mismo PR nos dirigimos en dirección a Cruz del Carmen, como así indican unas señales situadas en el sendero. Empezamos por un costado de la plaza a descender por unas escaleras talladas en el terreno por la zona conocida como Las Casas de Lera y a pocos metros encontramos un poste con señalización del PR-TF-11 y también del sendero autoguiado, del cual también hay un panel informativo. Vamos avanzando por dicho PR, siempre en descenso y mediante un firme de tosca escalonado y protegido con un pasamanos; a un lado del camino, incluso en ocasiones a ambos lados, hay un canal también horadado en la tosca, que sirve de desagüe para que el camino no se inunde en caso de lluvia y también para aprovechar el agua para el riego; por estos pagos suele llamarse “desangradera”. 
 
 
 
Progresamos entre gran cantidad de huertas de cultivo y lo vamos haciendo, zigzagueando y descendiendo siempre con fuerte pendiente hacia el valle por donde discurre el cauce del Barranco del Río. En una de las vueltas del camino, vemos el Punto Número 1 correspondiente al sendero autoguiado; éste, según nos explica el folleto que previamente hemos pedido en el Centro de Visitantes, nos explica cómo se transformó el paisaje agrícola de este valle, utilizando las huertas que tenemos a nuestro alrededor para plantar una especie vegetal, que sería la materia prima para la industria textil del momento, el Lino (Linum usitatissimum).
 
 Desvío hacia la Ruta Autoguiada (dcha.).

 
Seguimos bajando escalones hasta que el desnivel se suavice donde el firme está empedrado y luego llaneamos por la zona conocida como Camino Largo, cruzando el cauce de un pequeño barranquillo y más adelante encontrándonos una bifurcación donde hay señalización correspondiente al PR-TF-11, al igual que otra que hace referencia al sendero autoguiado, que se encuentra hacia nuestra izquierda. Nuestra propuesta continúa de frente, en dirección a la Cruz del Carmen, como así reza en la señal a la que hemos hecho referencia; para ello progresamos por el sendero que se presenta con firme bastante compacto, que discurre algo expuesto al borde del Barranco del Río. 
 
 
Más adelante, desciende bruscamente y avanza por un tramo más expuesto, pudiendo asegurarnos a un cable de acero dispuesto para tal fin; avanza luego con remontes y bajadas suaves por la zona conocida como Los Paredones y repentinamente, nos encontraremos una subida con fuerte desnivel que tiene un firme escalonado formado con peldaños de piedra, es el llamado Paso Esquina y subiremos por el mismo ayudados por el cable de acero anclado al talud rocoso que protege el camino.
 
 Tramo protegido con cable de acero.

 El Picacho y al fondo, Los Batanes y el Roque de los Milanos.

Culminaremos este paso junto a unas huertas de cultivo, siendo el lugar perfecto para echar la vista atrás y disfrutar de las panorámicas que nos ofrece el valle desde este punto donde estamos; distinguimos el núcleo principal del Caserío de El Batán, donde están las Casas de Lera y la plaza donde se ubica la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria, el camino que va hacia el Caserío de Bejía, por donde continúa el PR-TF-11, pasando por la degollada donde se eleva el Roque los Milanos (636 m.); al otro lado del Barranco del Río, destaca El Picacho, un roque que se eleva solitario, desafiando a la gravedad, al borde de dicho barranco.
 
 
 
Continuamos luego en claro descenso bajo las paredes rocosas del Lomo el Negro y mediante un firme bastante erosionado y peraltado hacia el barranco, progresaremos zigzagueando por algunos tramos escalonados, cruzando también un dique rocoso, hasta llegar al cauce del Barranco del Río, por donde pasa un arroyo de agua, que es bastante caudaloso en temporada de lluvias. El entorno está invadido por un bosquete de Cañas (Arundo donax), una especie foránea que nace en los cauces profundos donde abunda la humedad. 
 
 
 
Después de cruzar, ascendemos un tramo con restos de empedrado y desembocamos en el inicio de un puente cementado que, sobre el cauce del barranco, se dirige por nuestra derecha hacia la carretera de acceso al caserío, la TF-143 y hacia las huertas de cultivo que se ubican por el entorno. Nuestra ruta sigue su curso subiendo unas escaleras cementadas, y al terminar, debemos evitar el PR-TF-11, que sigue su curso por nuestra derecha, por la Pista del Batán de Arriba, desviándose de la misma unos metros más adelante. A nuestra izquierda ascienden con fuerte desnivel de subida, unos escalones tallados en el terreno que zigzaguean entre unas viviendas, estamos en el Batán de Arriba; seguidamente, desembocamos en la citada Pista del Batán de Arriba y después de caminar unos metros, vemos como se inicia por nuestra derecha un sendero que, alejándose de la vía y en sentido contrario, asciende cimentado sobre un murete de piedra de tosca, hacia el Lomo de los Dragos. 
 
 
 Pista del Batán de Arriba.


Se va abriendo paso entre gran cantidad de vegetación, zigzagueando con firme bastante compacto, combinando partes de tosca, donde hay tallados algunos escalones y otras más rocosas. Llegamos a una zona donde hay un pequeño bosque de Eucaliptos donde el sentido de la marcha gira a la derecha, avanzando luego en línea recta y tomando cada vez más altura. Delante de nuestros ojos se alza una elevación montañosa por la que tendremos que seguir subiendo, esta vez con un desnivel más acusado, donde el firme del terreno por donde discurre la vereda se nos presenta con algunos tramos escalonados y otros aprovechando la superficie de un dique rocoso que se encuentra cortando el paso. 
 
Sendero de ascenso hacia el Lomo de los Dragos.
 
A medida que ascendemos, las panorámicas son cada vez más espectaculares de las vertientes del profundo cauce del Barranco de Río, pudiendo observar el núcleo principal de Los Batanes, en la zona de las Casas Heleras y el camino que asciende por las inmediaciones del Roque de los Milanos (636 m.), hacia el Caserío de Bejía; a nuestras espaldas se extiende el Vallito, donde confluyen varios cauces de los barrancos cuyas cabeceras se encuentran en el Lomo de los Sanguinillos y en el Lomo de las Majadas. Continuamos con la ascensión, mayoritariamente mediante escalones rocosos, hasta que en un momento determinado coronamos el Lomo de los Dragos, donde hay un espacio llano empedrado que es el final de una pista cementada que conecta un poco más arriba, en la base del Cabezo de Toro (730 m.), con la llamada Pista del Lomo de los Dragos.
 
 Final de la Pista Lomo de los Dragos.
 
Desde este punto culminante podemos deleitarnos con las inmejorables panorámicas del entorno y laderas colindantes del Barranco del Río, donde está ubicado el Caserío de Los Batanes, y que desemboca bajo las laderas del Roque de Dos Hermanos (336 m.), en la Punta del Hidalgo, pudiendo observar la plataforma costera donde está asentada. En este lugar buscaremos el camino que empieza a descender por el lomo hacia el cauce del barranco; empezamos por un pequeño tramo cementado que da paso a un sendero muy bien definido y bastante ancho, que discurre bastante sinuoso y con firme algo pedregoso con vistas permanentes hacia el valle. 
 
 
 Sendero por el Lomo de los Dragos.
 
Después avanza en línea recta sobre la Hoya de los Cardos, pasando por varias degolladas donde suaviza su desnivel y más adelante, después de una bajada más empinada, donde hay algunos escalones tallados en el terreno y que discurre bajo un pequeño bosque de Brezos (Erica arborea), llegaremos a una plataforma rocosa muy expuesta al barranco, que sirve de mirador natural hacia el mismo, lugar idóneo para un descanso.
 
 
Mirador natural hacia Los Batanes.
 
Continuamos el camino que prosigue descendiendo muy sinuoso y algo resbaladizo por tener su firme algo pedregoso, aunque hay algunos escalones de roca y otros tallados en la tosca del terreno; progresa luego bordeando un promontorio rocoso sobre la Hoya la Fuente hasta llegar a La Asomada, donde está el final de la Pista del Batán de Arriba y desde donde tendremos unas bonitas vistas del entorno del Caserío de El Batán y de la Cueva del Lino, ubicada en el fondo del Barranco del Río. 
 
 Panorámicas desde La Asomada (izq.).

 
 
A partir de aquí, justo al lado de una vivienda, afrontamos un descenso moderado por un lomo por donde discurre una vereda escalonada, que se estrecha unos metros más adelante, después de haber pasado de largo otra vivienda, tomando a partir de ese punto, una morfología aún más angosta y un desnivel muy acusado, que va descendiendo muy sinuosa y expuesta hacia el cauce del barranco. 
 
 
En la bajada hay que extremar las precauciones, ya que se hace algo incómoda debido a que el firme, en algunas ocasiones, es bastante irregular y resbaladizo, aunque en otros tramos está reforzado con algún paso rocoso más compacto. 
 
 Tramo escalonado y tallado en la tosca.

 
 
En un momento determinado, nos encontraremos unos escalones tallados en el terreno, donde el desnivel de la pendiente es más llevadero y luego, una escalera de piedra que desciende repentinamente por el costado de una vieja casa donde hay un majestuoso ejemplar de Drago Canario (Dracaena draco), nos deja en el camino que atraviesa el Batán de Abajo, lugar en el que nos encontramos en este momento, y donde retomaremos el Sendero Autoguiado Cueva del Lino
 
 Drago Canario (Dracaena draco).

Cueva del Lino desde la era.
 
Aquí está el Punto Número 4 de la ruta autoguiada, que nos enseña el lugar donde hubo un “Batán”, un viejo artilugio de madera, parecido a un molino, movido por la fuerza del agua que corría por el barranco, que servía para golpear las telas ya confeccionadas y darle la consistencia deseada. Para continuar con la ruta autoguiada cruzaremos el cauce del barranco por un puente de cemento y luego ascendemos suavemente por un camino empedrado hasta llegar al Punto Número 2, que nos explica una vieja técnica realizada con la madera de Higuera, para blanquear las telas ya confeccionadas. 
 
 Ruta Autoguiada.
 

Punto número 3; mirador hacia la Cueva del Lino.

 
Hacia la derecha, vadeando la base que sostiene la maquinaria de un güinche, que sirve para transportar y subir hasta el entorno de la plaza los productos agrícolas plantados en las huertas de nuestro alrededor, tomaremos una estrecha vereda que desciende cementada hasta encontrarnos, en un promontorio rocoso, con el Punto Número 3, estratégicamente colocado en un pequeño mirador natural con vistas hacia la Cueva del Lino, lugar que le da nombre al recorrido; es una oquedad situada en una de las laderas del barranco, utilizada para el almacenaje de la producción obtenida de la cosecha de la materia prima, que fue el Lino.



Seguimos con nuestro recorrido desandando el camino y volviendo a cruzar el barranco por el mismo sitio, avanzando por el sendero que vadea una era situada bajo el Drago (Dracaena draco) que vimos anteriormente; en la misma hay un cartel informativo y al mismo tiempo es un lugar ideal para descansar, con la vista puesta en la Cueva del Lino y en el fértil valle de Los Batanes. El sendero continúa entre unas huertas de cultivo, teniendo que sortear más adelante una puerta de hierro colocada para que no pase el ganado; luego iremos progresando hasta desembocar en el cauce del Barranco del Río, donde el camino bordea el mismo mediante un estrecho paso que termina en el mismo cauce, donde hay varias pozas de agua y donde está la indicación del Punto Número 5; en este entorno se sumergían las plantas del lino con el fin de ablandar su corteza y sacar la fibra con la que se confeccionaba la tela. 

Fluyendo el agua en el Barranco del Río.

Punto número 6, inicio de la Vereda del Cuchillete (dcha.).

Vereda del Cuchillete.

Es un buen lugar para observar algunas especies de pájaros que recalan para beber agua y refrescarse, como la Alpispa (Motacilla cinérea), el Petirrojo (Erithacus rubecula), el Herrerillo Común (Parus teneriffae), entre muchos otros, al igual que distintas especies de ranas, como la Ranita Meridional (Hyla meridionalis) y la Rana Verde (Pelophylax perezii).


Continuamos el camino por el fondo del barranco, pisando sobre un dique rocoso que discurre paralelo al mismo, terminando poco después en un llano situado bajo el Lomo de la Asomada, donde hay unos antiguos lavaderos tallados en la roca; enseguida veremos el Punto Número 6 de la ruta autoguiada, justo donde comienza la Vereda del Cuchillete, que nos llevará de nuevo a la Plaza de Los Batanes. 

Vereda del Cuchillete.

Para ello empezamos la subida por un camino evidente que avanza algo pedregoso, pasando más adelante a discurrir por un dique rocoso y luego continuar con fuerte ascenso por algunos tramos escalonados que zigzaguean por terreno de tosca, llegando un tiempo después a las primeras viviendas del caserío, donde el firme se encuentra cementado; luego, llegaremos al cruce donde conectaremos con el PR-TF-11 y hacia la derecha seguimos hasta finalizar en la plaza de Los Batanes, donde dimos inicio a la ruta y donde se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña