viernes, 25 de junio de 2021

IFONCHE – FUENTE DEL CHORRILLO - IFONCHE

IFONCHE – FUENTE DEL CHORRILLO - IFONCHE


FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Adeje.

COMO LLEGAR: Desde el núcleo urbano de Arona parte la carretera TF-51 en dirección al municipio de Vilaflor; en el punto kilométrico 9,9 hay una bifurcación a la derecha que es la carretera TF-567 que termina en El Dornajo, justo en el punto de inicio de la ruta.
COMIENZO: Restaurante el Dornajo, en Ifonche.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 4,4 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el Restaurante el Dornajo y en la Fuente del Chorrillo.
LUGARES DE INTERÉS: Casa y Era de Bénitez; Era de las Tosquitas; Montaña Carrasco (1031 m.); Cueva Negra; Fuente del Chorrillo; Cueva de las Goteras; Nariz de García; GR-131.
VENTAJAS: Recorrido con vistas panorámicas.
INCONVENIENTES: Al abandonar el PR-TF-71.2 el recorrido carece de cualquier tipo de señalización.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.


PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC

CARTOGRAFÍA

DESCRIPCIÓN

Antes de empezar la ruta y de camino a su inicio, es visita obligada la pequeña Capilla del Santo Hermano Pedro, situada junto a la carretera aproximadamente un kilómetro y medio antes. Por el exterior del Restaurante el Dornajo pasa la ETAPA VII del sendero de largo recorrido GR-131 que comienza en Vilaflor y continúa su dirección por el Camino del Roque hacia el destino final en el núcleo urbano del municipio de Arona; en este punto también empieza el PR-TF-71.2 por el Camino Lomo de la Higuera, que se aleja de dicho GR por la derecha en forma de calle asfaltada que se dirige enseguida a cruzar el cauce del Barranquillo Hoya del Chorrillo. 

Inicio de la ruta.

Iremos por este último unos metros hasta que veamos por nuestra derecha el inicio del Camino de Ifonche, donde hay una señal informativa que nos inicia la dirección a seguir hacia el Barranco del Infierno y otra del PR-TF-71.2; es un sendero muy marcado, con firme rocoso bastante irregular y erosionado que discurre con suave pendiente de subida, entre grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Amagantes (Cistus symphytifolius), acompañado de un escaso pinar de Pino Canario (Pinus canariensis). 

Mas adelante, nuestro camino avanza cruzando varios barranquillos por las inmediaciones del Lomo de los Pinochos y también bordeando varias huertas de cultivo donde su firme es más compacto; luego una bajada repentina bastante pedregosa nos deja en el cauce del Barranco Seco donde, inmediatamente después, hay un cruce de varios caminos; a la derecha asciende el Camino de Benítez hacia la Hoya de las Cocinas donde hay numerosas huertas de cultivo sin producción; de frente continúa el PR-TF-71.2 en dirección al Lomo de los Aserraderos donde converge con el principal, que es el PR-TF-71, denominado Camino de Teresme. 

Huertas de cultivo bordean el paso.

A la izquierda, prosigue nuestra ruta por el Camino de Benítez mediante una pista de tierra algo pedregosa, que transcurre entre grandes ejemplares de Pinos Canarios (Pinus canariensis) y en suave descenso bordeando El Morro (1056), un promontorio rocoso bajo el cual se encuentra la Casa de Benítez; unos metros más adelante está la Era de Benítez, una era de trilla en perfecto estado de conservación, situada en el borde del Barranco del Infierno, justo encima de la loma que soporta el Risco de Benítez, una fuga que converge más abajo con el cauce principal de dicho barranco. 

Casa y Era de Benítez.

Desde este punto podemos disfrutar del paisaje panorámico que nos ofrece el lugar, viendo en primer plano la majestuosa silueta rocosa de Montaña Carrasco (1031 m.) y en la lejanía el casco urbano principal del municipio de Adeje y la costa, que alberga uno de los principales núcleos turísticos de la isla.

Montaña Carrasco.


El recorrido continúa por una pista forestal que desciende suavemente en dirección al Morro del Piñol, bordeando por un lado el Risco de Benítez, bajo el cual discurre el cauce del Barranco del Infierno y por el otro el Barranco Seco, una hoya con un cauce casi inapreciable que se extiende bajo el pinar. 


En un momento determinado, vemos como se desvía hacia nuestra derecha un sendero estrecho que se adentra por una de las laderas que desembocan en el cauce del Barranco del Infierno, es el Camino de Carrasco; avanzamos por el mismo en descenso y mediante un firme pedregoso y algo erosionado, aunque más adelante tiene pequeños tramos sinuosos que conservan el empedrado original; en los bordes crecen infinidad de especies vegetales que en temporada de floración hacen más vistoso el recorrido, podemos ver Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius), Tusilagos (Pericallis cruenta), Escobones (Chamaecytisus proliferus); en los riscos adyacentes crecen también Bejeques (Aeonium arboreum) y Cerrajones (Sonchus acaulis). 

Camino de Carrasco.

El camino continúa bastante expuesto sobre la Ladera de los Escobones y transita zigzagueando muy marcado y acompañados de la impresionante vista del angosto cauce del Barranco del Infierno que, si echamos la vista atrás, podremos distinguir el Andén Angosto y la Gollada del Calderón, ambas paredes rocosas que forman la cabecera de dicho barranco.


Laderas sobre el cauce del Barranco del Infierno.

Continuamos el descenso entre algunos ejemplares de Taginastes Azules (Echium virescens) y otros de Bejeques Arbóreos (Aeonium arboreum), que crecen bajo la sombra de grandes Escobones (Chamaecytisus proliferus) que jalonan el paso; más adelante el desnivel se suaviza y pasa a ser completamente llano, por el cual avanzaremos bajo una enorme pared de roca que se alza sobre nuestras cabezas y bajo la Hoya de los Caños. Algunas grandes rocas que se han desprendido las tendremos que vadear entre enormes Vinagreras (Rumex lunaria), Granadillos (Hypericum canariense) y algunos Helechos (Diplazium caudatum), también podremos ver en los bordes del sendero la espectacular Bicacarera (Canarina canariensis), la Magarza (Argyranthemum foeniculaceum) y la Malfurada (Hypericum grandifolium). Unos metros más adelante por la zona conocida como Las Calzadas, donde el firme del trayecto es bastante compacto y llano, caminaremos bordeando una pared de tosca y llegaremos enseguida a un espacio abierto y despejado de vegetación, donde se hace necesario e ineludible estar un buen rato para disfrutar del paisaje panorámico que desde aquí se ve. 

Camino de Carrasco.

A nuestras espaldas se extienden las laderas que forman el cauce del angosto Barranco del Infierno, frente a nosotros se erige la mole rocosa de la Montaña Carrasco (1031 m.), que está ubicada sobre la continuación del citado barranco y antes, un promontorio también rocoso que alberga unas oquedades horadadas en la tosca muy curiosas; por la derecha hay un paso que se dirige hacia la Era de Las Tosquitas, una era de trilla situada en la degollada que da paso al camino de ascenso a la montaña. Desde este punto empieza una senda indefinida, muy empinada y pedregosa que se dirige hacia la cumbre de Montaña Carrasco (1031 m.).



Era de Las Tosquitas (dcha.).

Roque del Conde desde la cumbre de Montaña Carrasco.

Por la izquierda de la colina situada con anterioridad a la montaña, continúa el Camino de Carrasco, que desciende por la Ladera del Pino hacia el Andén de las Mulas y más abajo continúa por la Ladera de Carrasco, para dar por finalizado su trayectoria en el núcleo urbano de Adeje. Más a la izquierda del punto en que estamos, comienza el Camino de la Fuente del Chorrillo, por el cual avanzamos en nuestra ruta mediante un recorrido muy evidente y marcado, con un firme bastante compacto, que discurre entre Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Amagantes (Cistus symphytifolius) y algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) que crecen dispersos por el entorno más cercano. 



Luego, unos metros más adelante y sobre el Lomito de los Escobones, desciende bruscamente por un tramo empedrado, aunque su estado esté algo erosionado, dirigiéndose a una zona muy sinuosa donde el firme es de tosca rojiza; en el entorno crecen multitud de Taginastes azules (Echium virescens), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Matorriscos (Lavandula canariensis), Granadillos (Hypericum canariense) y Pencones (Opuntia maxima), que en muchas ocasiones invaden el espacio por donde marcha el camino. 



En un momento determinado cruza perpendicularmente al camino una antigua atarjea de tosca que proviene de la Fuente del Chorrillo, un hito importante a destacar, ya que forma parte de la etnografía del entorno. Sobre el camino que recorremos se extiende el Risco del Lancito, una pared rocosa que protege la práctica totalidad del trayecto, donde podemos ver un viejo refugio de piedra usado seguramente por pastores de antaño; bajo la misma vereda que recorremos, se precipitan varios cauces de barranquillos y hoyas que desembocan en el cauce principal del Barranco Madre del Agua. 

Refugio de piedra bajo el acantilado.

Camino de la Fuente del Chorrillo.

Seguimos avanzando mediante recovecos que se abren paso entre grandes rocas desprendidas, trechos del camino bastante expuestos a los barranquillos y algunos tramos escalonados que fueron tallados en la tosca, así como remontes suaves y bajadas más intensas, que avanzan entre gran cantidad de Taginastes (Echium virescens), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Matorriscos (Lavandula canariensis). 


Cueva Negra (izq.)

Llegaremos más tarde a una cueva situada bajo el risco que se encuentra casi obstruida por la cantidad de ejemplares de Helechos que crecen a su alrededor, según reza una señal de madera situada en la entrada, es la Cueva Negra, un lugar amplio y fresco donde podemos tomarnos un descanso. A la salida del lugar hay unos escalones tallados en el terreno que facilitan el paso de un pequeño tramo del camino que más adelante continúa su avance por la Ladera del Pino bastante sinuoso y con vistas espectaculares hacia el valle donde se aprecian las zonas turísticas de la costa del municipio de Adeje; en las inmediaciones de la Hoya del Chorrillo nos encontramos la Fuente del Chorrillo, un manantial natural del que brota un agua limpia que se recoge en un pequeño recipiente al lado del camino. Los alrededores están plagados de vegetación que aprovechan la humedad que proporciona la fuente, sobre todo de Helechos (Diplazium caudatum) y Granadillos (Hypericum canariense), que crecen con gran porte.


Tramo escalonado y Fuente del Chorrillo.


Cueva de Las Goteras.

El sendero sigue su curso entre la frondosa vegetación y enseguida pasaremos junto a un promontorio rocoso en forma de atalaya natural que tiene un acceso desde nuestra posición, con el fin de acercarnos para disfrutar de las fantásticas panorámicas que nos ofrece el lugar. 


De vuelta al camino principal, continuamos la marcha mediante una superficie bastante compacta, con continuos remontes y desniveles sin importancia, aunque acercándonos a otra oquedad anexa al camino, la que se denomina según una señal de madera, la Cueva de las Goteras, se nos presenta un poco más expuesto y pedregoso. Luego la vereda discurre un poco más estrecha y entre multitud de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Amagantes (Cistus symphytifolius), bajo el Lomo de la Higuera, llamándonos la atención la imagen de los Picachos de Fañabé, una serie de agujas rocosas dispuestas sucesivamente, que se precipitan bordeando el Barranquillo de los Terreros.

Vistas panorámicas.



Continuamos la marcha ascendiendo bruscamente mediante unos escalones tallados en el terreno, después de haber cruzado un barranquillo plagado de Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Cruzadillas (Hypericum reflexum), Trebolinas (Oxalis pes-caprae) y donde también hay algunos ejemplares de Tusílagos (Pericallis cruenta), especie endémica canaria de espectaculares flores moradas. Luego, continúa zigzagueando y ascendiendo con fuerte desnivel por unas escaleras de piedra, que nos dejan después de subirlas, en un tramo más llano que va avanzando entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y algunas Malfuradas (Hypericum grandifolium) aisladas; para terminar la subida llegaremos a un promontorio de tosca sobre la Hoya de las Planchas, donde nos podemos asomar para disfrutar de las vistas del valle. 

Nariz de García (dcha.)


Luego el sendero aparece horadado en la tosca y muy sinuoso acabando en El Pasiadero, bordeando unas huertas de cultivo sobre la Hoya de los Charcos; a nuestra derecha nos queda la bonita imagen de la Nariz de García, una cumbre rocosa de superficie llana que se eleva sobre el valle a unos novecientos ochenta y siete metros sobre el nivel del mar, más alejado se encuentra el Roque de los Brezos (1109 m.) y después de sus laderas rocosas, la parte superior del Roque o Pica de Imoque (1108 m.). 

Llegando al final por el GR-131.

Al finalizar el sendero, conectaremos con una pista agrícola que llanea unos doscientos metros, desembocando en el Camino del Roque, una calle asfaltada por donde discurre el GR-131. Nuestra ruta gira en este punto hacia la izquierda, caminando entre multitud de ejemplares de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum) y Palominas (Echium plantagineum), que jalonan el recorrido llano unos quinientos metros hasta dar por finalizada la ruta en el mismo lugar donde la iniciamos.

 

© Texto y fotografías de Francisco Fariña