viernes, 22 de marzo de 2019

ARGUAYO - LAS MANCHAS - ARGUAYO (Regreso por el Camino Real del Sur)


ARGUAYO – LAS MANCHAS – ARGUAYO
(Regreso por el Camino Real del Sur)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Santiago del Teide.
CÓMO LLEGAR: Al núcleo poblacional de Arguayo se llega por la carretera TF-375, que se inicia a partir del cruce existente en el kilómetro 96 de la autopista TF-1.
COMIENZO: Caserío de Arguayo.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 7,5 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: En Arguayo hay algún bar-restaurante; en el Parque Recreativo de Las Eras; durante el camino de bajada hacia Las Manchas hay varias fuentes naturales para refrescarse.
LUGARES DE INTERÉS: Caserío de Arguayo; Camino de los Andenes de Arguayo; Degollada entre Roque de Arguayo y Roque Cho Julian; Ermita del Ángel de la Guarda en La Gollada; Caserío de Las Manchas; Camino Real del Sur; Risco el Toscal. Recorrido Autoguiado en Arguayo.
VENTAJAS: Recorrido con vistas panorámicas espectaculares hacia el Valle de Santiago.
INCONVENIENTES: Ninguno.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC


CARTOGRAFÍA:



DESCRIPCIÓN

Iniciamos la ruta en la plaza principal del núcleo poblacional de Arguayo, donde se alza la Iglesia Parroquial de San Felipe Neri y Nuestra Señora de Candelaria, un templo datado en el año 1915 y comenzado a construir tres años antes, en 1912, gracias al esfuerzo económico y manual de todos los vecinos de la zona; fue restaurada en el año 2007 y aún conserva varias obras de arte religioso bastante interesantes en su interior.

Iglesia Parroquial  de S. Felipe Neri y 
Ntra. Sra. de Candelaria.

Por la Calle Carretera General avanzamos en suave ascenso en un recorrido urbano hasta llegar al exterior del inmueble donde se encuentra el museo etnográfico y el Centro Alfarero Cha Domitila, un centro expositivo donde pueden verse las técnicas tradicionales de canarias sobre el trabajo del barro y la cerámica; la casa fue restaurada para este fin y es de arquitectura típica de las Islas Canarias con un patio central. 

Centro Alfarero Cha Domitila.

Roque Arguayo.

Por nuestra derecha se inicia el SL-TF-60, que se dirige a Santiago del Teide por la denominada Ruta del Almendro en Flor y el SL-TF-201, que compartiendo trayecto unos metros, toma rumbo hacia el Caserío de Chío. Evitaremos este trayecto y continuamos por la izquierda, junto a una bella estatua de bronce dedicada a las trabajadoras de la alfarería que trabajaban en el caserío, cruzando la carretera TF-375 y tomando una pista cementada que asciende con fuerte desnivel por la zona conocida como Vista de Arguayo, que es el mismo recorrido de la VII etapa del Camino Real del Sur

Inicio de la ruta.

Casería de Arguayo.

Enseguida el desnivel se hace más suave y continúa avanzando mediante un firme que conserva el antiguo empedrado; discurre entre Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), Escobones (Chamaecytisus proliferus), Verodes (Kleinia neriifolia) y Malpicas (Carlina salicifolia) y en las huertas de cultivo colindantes puede verse algún ejemplar aislado de Almendrero que en temporada de floración contribuyen a que el paisaje sea aún más espectacular. Unos metros más adelante el camino gira bruscamente a la derecha y se asoma hacia el Valle de Santiago en el lugar conocido como Vista de Allá, exponiéndose al majestuoso paisaje donde destaca la cuerda montañosa que cierra el valle por el sur, coronada por la Cabezada de Guama (879 m.); a la izquierda y contribuyendo a dominar dicho valle por la parte opuesta, destaca la presencia de la Montaña del Herrero (823 m.), que se eleva sobre una buena parte de la banda sur de la isla.

Tramo empedrado.

Panorámica de Valle Santiago desde Vista de Allá.

El camino, antiguamente llamado Camino de los Andenes de Arguayo, progresa luego paralelo a una veta del terreno que se ha formado bajo el Roque de Arguayo (1073 m.), que luce majestuoso a un nivel superior del recorrido; llanea mediante un firme con ocasionales tramos empedrados sobre las Laderas del Fraile y luego asciende unos metros, para más adelante continuar en suave descenso, siempre observando el paisaje del valle, donde es posible distinguir el núcleo urbano de Tamaimo y parte del de El Retamar, un poco más al norte. 

Camino de los Andenes de Arguayo.

Tramo empedrado.

En un momento determinado, a la altura de la zona llamada Lomo del Miradero, veremos una bifurcación hacia la derecha que se desvía del sendero principal que continúa hacia Santiago del Teide; en este instante es cuando abandonamos dicho recorrido y nos adentramos por una vereda bastante pedregosa y empinada que remonta bajo las faldas rocosas del Roque de Arguayo (1073 m.). 


Inicio de la senda desviándose del camino principal.


Camina entre Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), Malpicas (Carlina salicifolia), Bejeques (Aeonium urbicum), Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea) y llega más adelante a una canalización que lo cruza perpendicularmente y que lleva agua con la que nos podremos refrescar. 



Continúa luego en incesante ascenso y bastante marcado, tomando cada vez más altura, lo cual nos favorece para disfrutar de las fantásticas panorámicas del valle; enseguida veremos una desviación hacia la derecha que en unos pocos metros nos dejará en una degollada que se sitúa en un amplio espacio entre el Roque de Arguayo (1073 m.), que nos queda por nuestra derecha luciendo sus escarpadas laderas rocosas impracticables y el Roque Cho Julián (1062 m.), de pendientes más suaves que se encuentran cubiertas de frondosa vegetación; detrás del mismo la imagen del Teide (3718 m.) y Pico Viejo (3135 m.) en el Parque Nacional, hacen que este lugar sea especialmente acogedor. 

Roque Arguayo (1073 m.).

Fijando la vista en el Roque Arguayo (1073 m.), podremos observar, a un lado el Caserío de Arguayo y parte de la costa sur de la isla, y al lado contrario el Valle de Santiago, donde es notoria la vista del núcleo urbano principal de Santiago del Teide y los caseríos de El Molledo, El Retamar y Tamaimo, todos ellos protegidos por la vertiente montañosa que cierra el valle por la parte sur, destacando por su forma y color de tonos ocres, el Risco Blanco (934 m.).


Volviendo al sendero principal, continuaremos su recorrido bordeando las faldas del Roque Cho Julián (1062 m.) mediante un paulatino y suave ascenso por una estrecha vereda bastante marcada, hasta que poco tiempo después, veamos una bifurcación hacia la derecha en forma de vereda descendente que se dirige, entre una gran cantidad de Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), a la pista de tierra que sirve de acceso a la cumbre del Roque Arguayo (1073 m.), donde hay una serie de antenas de telecomunicación. 

Ladera trasera del Roque Arguayo.

Teide y Pico Viejo.

Este sendero lo evitaremos y continuaremos de frente por la senda principal, que asciende suavemente mediante un tramo protegido por un dique rocoso que presenta diferentes estratos volcánicos de los que está compuesto este complejo peñascoso; el curso de la marcha avanza bajo las faldas de Montaña Ravelo (1129 m.) por un camino más marcado aún y bordeado de multitud de especies vegetales, aparte de las Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides) y las Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), tan presentes y abundantes, también podemos ver Bejeques Punteros de Chío (Aeonium pseudourbicum), Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Tabaibas (Euphorbia lamarckii broussonetii), Taginastes Gigantes (Echium giganteum) e incluso algunos ejemplares aislados de Morgallanas (Ranunculus cortusifolius). 


Roque Arguayo sobre Valle de Santiago.


Más adelante se estrecha bruscamente la superficie del terreno sobre la Ladera del Tanque, pero sin conllevar peligro alguno; las vistas ahora se extienden por el entorno lejano y nos deja entrever la Montaña Bilma (1369 m.) en todo su esplendor, incluso una antigua cantera de extracción de áridos en su base, que la tuvo en peligro de desaparición. 

Montaña Bilma sobre Las Manchas (izq.).


Un par de ejemplares de Almendreros rodean en un momento determinado nuestros pasos, que si lo encontramos en temporada de recolección pueden darnos alguna pequeña satisfacción; también es patente la panorámica del Caserío de Las Manchas, al cual nos dirigiremos después de haber continuado llaneando agradablemente por la vereda, en compañía de frondosos ejemplares de Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), Escobones (Chamaecytisus proliferus), Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea) y unos Pinos Canarios (Pinus canariensis) que han crecido aislados, y llegar, después de una pequeña bajada pedregosa bordeada por un murete de piedra seca, a La Gollada, donde se encuentra la pequeña Ermita del Ángel de la Guarda. 


Cabecera del Valle de Santiago.

Este es un buen lugar para descansar y disfrutar del entorno natural que nos rodea, ya que las vistas abarcan la casi totalidad del Valle de Santiago con sus vertientes montañosas que lo resguardan; está muy cerca de la carretera TF-375, lo cual puede tener el inconveniente de ser visitado por turistas que pueden entorpecer la tranquilidad del sitio.

Ermita Ángel de la Guarda.


Junto a la Ermita veremos cómo se inicia una calzada que desciende en zigzag por la lomada que se extiende bajo ella; está casi en su totalidad empedrada, excepto algunos pequeños tramos más estrechos que se han transformado en superficies pedregosas; las Malpicas (Carlina salicifolia), los Bejeques Punteros de Chío (Aeonium pseudourbicum), los Escobones (Chamaecytisus proliferus), las Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides) y las Tabaibas (Euphorbia lamarckii broussonetii), forma el ecosistema más común de la zona al ser bastante abundante, al igual que los Almendreros ocasionales que crecen en viejas huertas de cultivo que se asientan a los lados del camino. 


Cruzamos luego el mismo canal de agua que superamos casi al inicio de la ruta, que viene recorriendo paralelamente a la Ladera del Tanque, y después continua algunos metros paralelo al mismo hasta que este se aleja hacia el caserío de Las Manchas para unirse con el Canal de Aguas de Tamaimo. 

Camino empedrado hacia Las Manchas.

El camino sigue su curso descendente y con firme empedrado por la zona conocida como La Laja, donde hay numerosas huertas de cultivo abandonadas; en un momento determinado vemos una pequeña cueva con una Virgen dentro, anexa a un manantial natural de agua que vierte el agua a un acequia que discurre anexa al sendero y que unos metros más adelante se encuentra horadada en el terreno, al ser éste de material rocoso de tosca rojiza. 



El firme también está formado por este tipo de terreno y tiene algunos pequeños trechos que han conservado el firme empedrado; luego hay una arqueta hidráulica que tiene como finalidad canalizar el agua mediante una tubería galvanizada, aunque unos metros después dicha canalización vuelve a desembocar, junto al camino, en una atarjea descubierta y horadada en el suelo que va a desaguar en unos tanques próximos al sendero, que pertenecen a la Galería la Encarnación del Valle, muy próxima a este punto.

Caserío de Las Manchas.


Ya, muy próximos al Caserío de las Manchas, encontramos una ancha calzada empedrada que avanza entre grandes ejemplares de Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), Malpicas (Carlina salicifolia) y Escobones (Chamaecytisus proliferus), que termina en un espacio rodeado por un murete de piedra donde hay unos bancos de madera donde poder sentarse y descansar; luego, bordeando unas huertas de cultivo donde asoma algún Almendrero, accedemos a la Calle los Pinos, no sin antes fijarnos en una pequeña Capilla con una imagen del Corazón de Jesús incrustada en una pequeña oquedad de un risco; en unos metros dicha calle se cruza con la Calle de San Isidro, la cual nos lleva hasta la Iglesia del Real Santuario del Pilar, una pequeña Ermita de reciente construcción. 

Entrada al Caserío de Las Manchas.

Real Santuario del Pilar en Las Manchas.

Después de visitarla, dicha vía se une más abajo con la Calle Los Manolos que, saliendo de la población, continúa cementada por la Hoya el Polvo y luego se convierte en una pista de tierra algo pedregosa que desciende por una de las lenguas de lava perteneciente a la erupción del Chinyero. A unos quinientos metros llegaremos a la altura de uno de los puentes que cruzan sobre la autopista TF-1, donde crecen algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) aislados, y con ello al paso del Camino Real del Sur que a nuestra derecha continúa hacia Santiago del Teide; tendremos que ir al lado contrario a iniciar el Camino de los Andenes de Arguayo y caminar unos metros junto al vallado de la autopista por la caja original del camino que está flanqueada por un muro de piedra seca que guarece un firme bastante pedregoso con algunos tramos muy pequeños que conservan el viejo empedrado.

Camino Real del Sur junto a la TF-1.


Más adelante, por la Ladera del Roque, que se encuentra bajo el Roque de las Parras, el firme aparece totalmente empedrado iniciando una suave subida delimitada por un murete de piedra seca, de baja altura, que discurre mayoritariamente entre Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides), Verodes (Kleinia neriifolia), Malpicas (Carlina salicifolia), Tabaibas (Euphorbia lamarckii broussonetii) y Pencones (Opuntia maxima) y algunas poblaciones aisladas y escasas de Pino Canario (Pinus canariensis). Avanza sin parar de ascender sobre el Risco del Cernícalo y más adelante bajo la Ladera del Gallego, ofreciéndonos unas bellas panorámicas de la cabecera del Valle de Santiago donde se asienta el núcleo urbano principal de Santiago del Teide. 



En la ladera por la cual remontamos se evidencia la imagen de una pared rocosa que se asoma al valle y sobre la autopista TF-1, es el Risco del Toscal (978 m.), el cual superaremos por su parte superior, lugar por el cual continúa transitando el camino, bordeado en esta ocasión por un talud de tosca rojiza y mediante un firme más erosionado, cuyo adoquinado se ha perdido notablemente debido a la morfología del terreno; desde la parte alta de dicho promontorio rocoso podremos disfrutar más, si cabe, del entorno natural que nos ofrece el valle.



Continuaremos remontando suavemente, en esta ocasión sobre una superficie más terrosa, siempre acompañados de las numerosas Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides) que abundan en la ladera, bajo las torres de roca donde crecen algunos ejemplares de Pinos Canarios (Pinus canariensis), que se elevan majestuosamente sobre nuestra marcha, que pertenecen al Roque de Arguayo (1073 m.), donde podremos vislumbrar algunas de las antenas de telecomunicación que hay en su cumbre. 




Luego volveremos a pisar sobre el firme original empedrado, que continúa ascendiendo unos metros hasta encontrarnos la bifurcación que usamos para desviarnos del camino principal, esta vez por nuestra izquierda; seguimos de frente en suave y permanente bajada con dirección al núcleo urbano de Arguayo, el mismo que nos vio partir al inicio del recorrido. Una vez que estemos de nuevo en el exterior del Centro Alfarero Cha Domitila, haremos la ruta autoguiada que recomienda un panel informativo que hay en este lugar, para ello tomaremos la Calle el Carmen, iniciando el SL-TF-60; a los pocos metros estamos junto a los antiguos lavaderos, situados en la confluencia con otra calle adyacente. 



Continuamos la visita por la misma calle en sentido ascendente y enseguida veremos un viejo lagar restaurado y expuesto a la vía pública; luego, la Calle San Felipe nos acerca a visitar un horno de piedra, expuesto en una pequeña plaza justo en la conexión con la Calle San Isidro, por la cual avanzamos hasta desembocar en la carretera TF-375. 

Chorros y Lagar.

En pocos metros nos desviamos a la derecha y nos dirigimos al Parque Recreativo de Las Eras, que como su nombre indica es un lugar de esparcimiento donde hay un gran número de eras de trilla restauradas para tal fin. 



Cruzando dicho espacio, iremos a dar con la Calle La Candelaria que nos llevará en sentido descendente a la plaza donde está la Iglesia Parroquial de San Felipe Neri y Nuestra Señora de Candelaria, lugar en el cual iniciamos el trayecto y donde daremos por finalizada la ruta.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña
     francisco_farina@yahoo.es


No hay comentarios:

Publicar un comentario