martes, 19 de septiembre de 2017

CAMINO DE SANTIAGO 2017 - ETAPA II - ZUBIRI - PAMPLONA


CAMINO DE SANTIAGO 2017
ETAPA II
ZUBIRI - PAMPLONA



Iniciando la etapa.
PRÓLOGO:

Segunda etapa y tenemos que madrugar, el tiempo amenaza algo de lluvia y lo primero que hay que hacer es desayunar con fundamento, para ello vamos al Ogi Berri Café del Camino, un alegre bar con ambiente peregrino que está situado justo enfrente de la Iglesia de San Martín. Hemos descansado de lujo y muy cómodamente en la Pensión Zubiaren Etxea y ya estamos más tranquilos al haber recuperado nuestro equipaje; preparados y listos para nuestro particular Camino, preparamos la ropa de lluvia y salimos dispuestos a enfrentarnos con la vida diaria del Peregrino.

Perfil de la etapa.

DESCRIPCIÓN:


Una vez en el Camino nos dirigimos a cruzar el Puente de la Rabia donde una señal nos indica la dirección a tomar hacia Ilárraz y Larrasoaña, las dos primeras poblaciones que nos encontraremos. Empezamos por una pista cementada que discurre bordeando un muro de piedra y enseguida nos metemos por un sendero que se inicia por un costado de una casa aislada, avanza con firme bastante pedregoso al principio, descendiendo hasta cruzar un pequeño arroyo; luego asciende por un tramo pavimentado y más adelante discurre entre suaves bajadas y algún que otro remonte siempre bajo la frondosa vegetación del bosque, hasta desembocar en una pista de grava que termina en la carretera NA-2335. Iremos por ella hacia la izquierda, desviándonos seguidamente por una pista de grava que cruza mediante una escalera adecuada al entorno los terrenos de una empresa minera asentada en el lugar; una vez hayamos salido, un tramo enlosado ascendente nos llevará directamente a una minúscula aldea llamada Ilárraz donde hay un área de descanso con sombra y una fuente pública de agua.
 
Entorno minero.

 Área de descanso.

Núcleo de población de Ezkirotz.

Continuamos por una estrecha carretera pasando junto a la Ermita de Santa Lucía, templo medieval restaurado en el siglo XVI que ejerce de Parroquia del pueblo anterior y del que nos encontraremos enseguida; tiene anexo un minúsculo cementerio; llegaremos a la siguiente población que es Ezkirotz, una pequeña aldea que alberga una fuente pública de agua donde poder abastecernos. 







Salimos del núcleo de población por una senda de grava que cruza un arroyo y luego continuamos llaneando entre prados y fincas de cultivo atravesando la carretera NA-2337; avanzaremos con increíbles vistas de los pastos colindantes, separados del camino por un cercado de alambre; después una vereda estrecha nos deja a las afueras de la población de Larrasoaña, a la cual tendremos que acceder desviándonos unos metros del camino, por el Puente de los Bandidos, una pasarela medieval que cruza el Río Arga. A unos metros está la entrada del pueblo y la Iglesia de San Nicolás, del siglo XIII, que formaba parte de un viejo monasterio del siglo XI.

Larrasoaña.
Puente de los Bandidos.

De nuevo en el camino y después de visitar el pueblo que tiene servicio de albergue y algunos hostales, continuamos por una senda de grava hasta llegar a Akerreta, otra entidad de población separada de la anterior unos pocos metros. Nos da la bienvenida un precioso hotel en una casona pirenaica, visitamos un mirador con vistas panorámicas hacia los prados y cúspides cercanas; al lado está la Parroquia de la Transfiguración, un templo barroco del siglo XVIII que alberga en su interior un retablo renacentista del año 1551.
 
 Akerreta.
 
 

Salimos del pueblo por una rampa cementada que enseguida se convierte en una estrecha vereda con firme de gravilla que discurre bordeada por un viejo muro de piedra; más adelante el recorrido transcurre arropado por la vegetación que nos deja entrever algunos prados y bosques que trepan las montañas de los alrededores. Luego, una rampa de cemento descendente entre pinos y robles nos acerca a la ribera del Río Arga donde disfrutamos de sus frescas y tranquilas aguas. 






Río Arga.

El camino sigue su curso a la vera del río con firme muy compacto y agradable recorrido, hasta llegar a Zuriaín donde nos da la bienvenida una agradable posada después de cruzar un puente sobre el río, donde tomamos un refrigerio y descansamos unos minutos rodeados de ambiente peregrino; en el pueblo podemos visitar la Iglesia de San Millán, una edificación religiosa de estilo gótico del siglo XV-XVI situada al otro lado de la carretera N-135. 


Zuriaín e Iglesia de San Millán.

A la salida de Zuriaín tomamos dicha carretera y la vamos bordeando por un estrello pasillo de tierra que discurre junto al arcén, con vistas a un bello paisaje predominado por un promontorio rocoso llamado Peñas de Antxoritz de 868 metros de altitud. El trayecto continúa hasta desviarnos hacia la izquierda por la NA-2339, que abandonaremos después de cruzar el Río Arga, para tomar una pista de gravilla que se convierte más adelante en una senda que discurre algo pedregosa y estrecha, que nos lleva hasta la aldea de Irotz; hay una fuente de agua en la entrada del pueblo para refrescarnos y en unos metros está la Iglesia de San Pedro, contemporánea, construida en el siglo XX, alberga en su interior un magnífico retablo renacentista del siglo XVI y en el exterior existe un espacio techado para refugio de la lluvia si la hubiera. En este punto nos encontramos con el GR-220 que comparte paso a partir de aquí con el Camino de Santiago.


 

Fuente pública e Iglesia de San Pedro en Irotz.

En pocos metros cruzaremos de nuevo el Río Arga por el Puente de Iturgaiz, construido en el siglo XII al estilo románico para el Camino de Santiago. Después de atravesarlo nos desviamos a la izquierda por una vereda estrecha que discurre paralela a un paseo fluvial que bordea el río y que nos lleva a las primeras casas de la población de Zabaldika, donde nos enfrentamos a dos opciones, a la izquierda transcurre paralelo al río por una pasarela cementada que culmina en un área de descanso junto a la carretera y a la derecha, que es la opción que tomamos nosotros, ascenderemos después de cruzar la carretera por un camino algo descompuesto y bastante empinado que termina en el exterior de la Iglesia de San Esteban, del siglo XIII, con un retablo mayor de madera muy bello, donde una señora muy amable nos invitó a su interior explicándonos la historia del templo. 



Iglesia de San Esteban.

La salida del pueblo es por una calle de cemento junto a un albergue de peregrinos y luego por una vereda que desciende con la vista puesta en el final de etapa en Pamplona. Pasamos por Arleta, junto a la pequeña Iglesia de Santa Marina, con portada románica y destacado sagrario del siglo XVI en su interior; al lado se alza también el llamado Palacio de Cabo de Armería. 

Iglesia de Santa Marina.

El camino continúa cruzando más adelante la carretera PA-30 y continuando paralelo a la misma por firme cementado, hasta llegar a Trinidad de Arre, donde nos da la bienvenida un precioso puente medieval de seis arcos que desemboca en la misma puerta de la Ermita de la Santísima Trinidad, originaria del siglo XII. Se despide aquí el GR-220 por nuestra derecha, así mismo es punto de encuentro del Camino Baztan, una alternativa del Camino de Santiago que une la ciudad francesa de Bayona con Pamplona. 


Entrando a Trinidad de Arre por el puente medieval.

Entramos en Villava por la Calle Mayor y vamos realizando un recorrido urbano por la ciudad, pasando por la Plaza Consistorial y algunos edificios singulares como la Parroquia de San Andrés, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, etc. 

Villaba.
 Puente de la Magdalena.

La señalización del Camino nos lleva al Camino de Burlada, una calle asfaltada que nos lleva hasta el Puente de la Magdalena, de estilo gótico, con un cruceiro en su inicio que nos indica el Camino de Santiago. Cruzamos el Río Arga y enseguida estamos caminando bajo las viejas murallas que fortificaban la ciudad de Pamplona, dándonos acceso el Camino a una entrada con puente levadizo y a la Puerta de Zumalacarregui o Portal de Francia. Una vez en el interior de esta bella ciudad, buscaremos el alojamiento y descansaremos para visitarla más detenidamente; hemos llegado al final de etapa. 

Llegando a la ciudad de Pamplona.


Una visita con calma al atardecer vale la pena en Pamplona, una bella ciudad que siempre relacionamos con los famosos encierros de San Fermín y que dicho sea de paso es muy interesante recorrer sus calles más emblemáticas a este respecto, como son la Calle Estafeta y la Calle Mercaderes. La Plaza del Castillo es punto neurálgico para iniciar la visita, siempre llena de gente y muy alegre, con muchos sitios para degustar la gastronomía del lugar; no debe faltar la visita a la Plaza de Ayuntamiento donde se da el famoso “chupinazo”, anunciando del inicio de las fiestas más importantes de la ciudad.

 
 En la Plaza del Ayuntamiento 
de Pamplona.

Casco histórico de Pamplona.


© Texto de Francisco Fariña
© Fotografías de Francisco Fariña y Cory Fariña

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