jueves, 20 de junio de 2024

CAMINO REAL DEL NORTE - ETAPA V - (LA OROTAVA - LA MATANZA DE ACENTEJO)

 CAMINO REAL DEL NORTE - ETAPA V
LA OROTAVA - LA MATANZA DE ACENTEJO
 
FICHA TÉCNICA
 
TÉRMINO MUNICIPAL: Villa de La Orotava, Santa Úrsula, La Victoria de Acentejo, La Matanza, de Acentejo.
COMO LLEGAR: A la Villa de La Orotava se llega mediante la autopista TF-5, donde está la desviación número 33, aproximadamente en el punto kilométrico 33.
COMIENZO: Iglesia de la Concepción en La Orotava.
FINAL: Iglesia de San Salvador en La Matanza de Acentejo.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 16,2 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En los lugares poblados donde hay servicios al público.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Iglesia de la Concepción en La Orotava; 2.- Jardín Victoria; 3.- Hijuela del Botánico; 4.- Iglesia de San Juan Bautista; 5.- Ermita de la Piedad; 6.- Ermita de Santa Catalina; 7.- El Molino de Cubo Alto; 8.- Plaza de los Pinos; 9.- Iglesia de San Antonio Abad; 10.- Ermita de la Virgen del Pino; 11.- Ermita de San Bartolomé Apóstol; 12.- Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en El Farrobillo; 13.- Parque del Pinar; 14.- Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación; 15.- Edificio del Ayuntamiento de la Victoria de Acentejo; 16.- Ermita del Calvario; 17.- Fuente Pública; 18.- Calvario de La Piedad; 19.- Ermita de La Milagrosa; 20.- Centro de Arte Acentejo; 21.- Iglesia de San Salvador.
VENTAJAS: Recorrido de interés etnográfico con hitos que recuerdan a lo que fue el Camino real que cruzaba toda la franja norte de la isla.
INCONVENIENTES: La ruta no está señalizada como Camino Real del Norte en ningún punto. La práctica totalidad del recorrido es por asfalto, excepto las calles empedradas por donde discurre en el interior del núcleo urbano de La Orotava.
PELIGROSIDAD: Ninguna.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
 
PUEDES SEGUIR O DESCARGAR ESTA RUTA EN WIKILOC:


CARTOGRAFÍA:



DESCRIPCIÓN:
 
Iniciamos esta etapa del Camino Real del Norte, en la Villa de La Orotava, partiendo de la Iglesia de la Concepción, subiendo por la Calle Tomás Pérez, que asciende con firme adoquinado junto a la Plaza del Ayuntamiento, hasta confluir con la Calle León, justo donde se halla la entrada principal del Jardín Victoria, frente a la de la Hijuela del Botánico; el Jardín Victoria es una zona ajardinada en forma escalonada que tiene su origen en el siglo XIX con la pretensión de crear un mausoleo a una de las personas más adineradas que en aquel momento residía en la Villa, desde su parte más alta pueden verse una de las mejores panorámicas que existen del Casco antiguo de la Villa de La Orotava. 
 
Iglesia de la Concepción y Plaza del Ayuntamiento.
 
 Rincones de la Villa de La Orotava.

Referente a la Hijuela del Botánico, es otro espacio público catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), levantado en un antiguo solar donde se asentaba el Convento de San José; alberga unos cuatro mil metros cuadrados de jardines, donde es posible disfrutar de especies vegetales únicas. Fue construido a partir del año 1788 como jardín de aclimatación de especies vegetales, para ubicarlas luego en el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, antes Puerto de la Orotava.
 
 Jardines Victoria (dcha.).

Antiguo molino (dcha.).
 
Continuamos la ruta subiendo en fuerte pendiente por la Calle León, que se encuentra asfaltada, entre un entorno urbano con viviendas típicas canarias hechas al más puro estilo tradicional con muros anchos de piedra con argamasa y tejados a dos y cuatro aguas; al finalizar la misma nos encontramos con la parte trasera de la Iglesia de San Juan Bautista, en pleno centro urbano del Barrio de El Farrobo, a la cual accederemos mediante una plaza anexa, la Plaza de San Juan; es un templo datado en el año 1727, levantado en el mismo lugar donde estaba la Iglesia de la Concepción originaria del año 1608, tiene una configuración de planta cruciforme con dos capillas laterales adornadas de artesonados mudéjares, en el exterior destaca un balcón de madera que adorna una puerta lateral de estilo barroco y el reloj colocado en el campanario, del año 1869; alberga en su interior varias tallas religiosas del siglo XVII, a destacar una del Señor Atado a la Columna del año 1689 y varias datadas en el siglo XIX. 
 
 Iglesia de San Juan Bautista.
 
Continuamos por la Calle Rómulo Bethencourt, siempre en ascenso, no sin antes fijarnos en un pequeño Calvario del Señor Atado a la Columna, incrustado en el exterior de una vivienda que hace esquina con la Calle Pescote. Seguimos subiendo por la calzada con un notable desnivel de subida, hasta que poco después desemboquemos en el Barrio De la Piedad, donde hay una encrucijada de caminos en la Plaza Cruz Verde, donde está la Cruz de los Álamos; unos metros a la derecha está la Ermita de la Piedad, situada en la Plaza del mismo nombre, templo originario del año 1930 que sustituyó a un viejo calvario donde se veneraba, a mediados del siglo XIX, una pintura de Nuestra Señora de la Piedad. Por la parte trasera de esta plaza, a unos cincuenta metros, en el principio de la Calle Camino de la Sierra, se encuentra la pequeña Ermita de Santa Catalina, del siglo XVI, otro lugar a visitar.
 
 Cruz de los Álamos (dcha.).

Ermita de la Piedad (izq.).
 
Regresamos a la Plaza Cruz Verde, donde hay un recinto que alberga un molino de agua del siglo XVI, el Molino de Cubo Alto, llamado así porque es el mayor de todos los que corresponden a la Ruta del Agua, un recorrido turístico recomendado que citamos en la etapa anterior (Camino Real del Norte - ETAPA IV); en la trasera de esta plaza podemos observar otra edificación antigua en forma de acueducto, que pertenece a la misma ruta. A la izquierda comienza la Calle Peralito o también llamada Camino Polo, que discurre llaneando entre las viviendas del barrio y dejando entrever en ocasiones una magnífica panorámica del Valle de La Orotava. 
 
Plaza de los Pinos.
 
Mas adelante y en suave ascenso pasaremos junto a la Plaza de los Pinos, un amplio recinto público con vistas hacia el valle y también hacia el Teide (3715 m.); luego avanza entre una urbanización de nueva creación y termina poco después en una rotonda en la carretera TF-21, esta vía une el casco urbano de la Villa de la Orotava con el Parque Nacional del Teide, pasando en su carrera por los barrios de Pinolere y Aguamansa. La rodeamos y conectamos directamente con la Calle Camino Guanche, que se dirige también asfaltada hacia el Barrio de La Florida, cruzando el Barranco de La Florida, con una pendiente suave primero y luego volviendo a subir gradualmente cruzando dicho barrio, donde se encuentra la Plaza de la Florida y terminando más adelante en la bifurcación con la Calle La Palma, donde se encuentra, a unos cien metros de distancia, la Iglesia de San Antonio Abad, un templo de estilo contemporáneo erigido en el año 1997 sobre un solar donado por una familia del municipio y consagrado en 2013, todo ello gracias a las aportaciones de vecinos y estamentos públicos y religiosos de la Villa. Está situada en la Plaza D. Hernando Perdomo Mesa, un recinto panorámico con inmejorables vistas hacia la ladera que cierra el Valle de La Orotava por el sur, que, a su vez, está dentro de los límites del espacio natural protegido de la Reserva Natural Integral de Pinoleris.
 
Iglesia de San Antonio Abad (dcha.).

 
De vuelta al camino principal cogeremos la Calle Maestre Juan que avanza también asfaltada y bordeada por un alto muro de piedra seca, atravesando el cauce del Barranco de los Barbuzanos; después de cruzarlo iremos por el Camino Pino Alto, que continúa en forma de carretera estrecha y circundada por muros de piedra seca que delimitan unas huertas de cultivo sembradas mayoritariamente de vid, asentadas en la misma base de la ladera. Un poco más adelante pasamos junto a varias viviendas situadas al borde de la carretera, una de las cuales tiene una era de trilla en perfecto estado de conservación, a la sombra de algunos ejemplares de Castañeros; después un enorme ejemplar de Pino Monterrey (Pinus radiata) crece en el patio exterior de otra casona de arquitectura típica canaria con tejado a cuatro aguas y varias estancias, situada en un lugar estratégico, ya que las vistas hacia el valle son espectaculares. 
 
 
Continuamos por la calzada, que pasa denominarse Calle José Valladares, disfrutando de las vistas que nos ofrece esta parte del recorrido y con la mirada puesta en el siguiente barrio que es el de Pino Alto, del cual estamos viendo ya las primeras casas; seguimos avanzando entre cultivos y con suave ascenso dejando detrás la impresionante y majestuosa vista del Valle de La Orotava e inmediatamente empezamos a notar la acusada pendiente de subida que transcurre apenas lleguemos a las primeras casas. 
 
Ermita de la Virgen del Pino, con vistas al Teide.
 
Una vez hayamos culminado la fuerte pendiente que ha transitado por la calle cada vez más estrecha, llegaremos a una bifurcación donde hay una pequeña plaza con varios ejemplares de Palmeras Canarias (Phoenix canariensis) en forma de balcón que se asoma al valle, ofreciéndonos una panorámica inmejorable; a la derecha asciende la llamada Cuesta Bacalao hacia la plaza principal donde está la Ermita de la Virgen del Pino, un templo de construcción sencilla rematado con un pequeño campanario, distante unos cien metros y ubicada en una plaza-mirador con vistas más espectaculares, si cabe. De regreso al camino principal, que pasa a llamarse Calle del Pino Alto, continuamos avanzando por la acera llaneando entre huertas de cultivo y algunos grupos de viviendas aislados entre sí, observando el paisaje del valle que nos acompaña en todo momento; en un instante determinado cruzaremos el límite jurisdiccional de dos municipios, dejando detrás al de La Orotava y entrando en el de Santa Úrsula, justamente cuando crucemos el Barranco del Pino. 
 
 
Luego comienza a descender suavemente entre las viviendas situadas a ambos lados del recorrido, hasta confluir con la Calle Camino de los Guanches, en el Barrio de La Tosquita; hacia la izquierda se dirige la carretera hacia otras poblaciones del municipio de Santa Úrsula, como el Barrio de Tamaide o la de Cuesta de la Villa; de frente continuamos nuestra ruta por asfalto realizando un recorrido urbano de unos seiscientos metros, donde podremos admirar alguna construcción tradicional, por un trayecto de bajadas y remontes muy suaves, hasta llegar al cruce con la Calle Acequia, justo donde se encuentra la Ermita de San Bartolomé Apóstol, situada en una pequeña plaza al lado de la calle. Esta es una edificación religiosa fundada en el año 1705 de arquitectura sencilla rematada con un pequeño campanario y declarada Parroquia en 1966; alberga en el interior un crucifijo de gran valor artístico y varias imágenes religiosas de San Bartolomé, San Lázaro y otra de La Inmaculada Concepción.
 
Ermita de San Bartolomé Apóstol.
 
 
Seguiremos de frente, ahora en suave descenso entre extensas huertas de cultivo, cruzando el Barranco de la Hoya, donde una solitaria Palmera Canaria (Phoenix canariensis) crece casi en medio de la calle, es en este punto donde la vía pasa a llamarse Calle el Cantillo y desde donde tendremos unas notables vistas del valle que alberga el municipio. Progresamos por dicha calle, primero en ascenso y más adelante llaneando un pequeño tramo hasta llegar a otra bifurcación donde hay unas señales de indicación, de frente sigue la Calle Tosca Iglesia hacia el centro urbano del municipio y a la derecha nos desviaremos hacia El Farrobillo por una calle también asfaltada y bastante estrecha que camina bordeada por un muro delimitador de unas huertas y que luego desciende bastante despejada permitiéndonos distinguir unas bonitas vistas de las medianías. 
 
Ermita de Nuestra Señora de Fátima.
 
Por la zona conocida como Las Calzadillas la calle pasa a denominarse Calle Cuesta Perera y continúa transcurriendo por una zona eminentemente agrícola, atravesando el cauce del Barranco de Acero por una cuesta bastante empinada y sinuosa para ir entrando paulatinamente en el Barrio de El Farrobillo, uno de los primeros núcleos de asentamiento urbano del municipio. Cuando lleguemos a la Calle las Tosqueras iremos a la izquierda y enseguida veremos una bifurcación, iremos de frente descendiendo por la Calle el Farrobillo hacia la Carretera TF-217 que es la que cruza por el centro de núcleo urbano de Santa Úrsula, a unos cien metros se encuentra la pequeña Ermita de Nuestra Señora de Fátima, edificada en hierro y asentada en una amplia plaza asomada al valle. Después, continuamos bajando en fuerte pendiente por la misma calzada hasta terminar en dicha carretera; en este punto, llamado Cuatro Caminos, tenemos la opción de tomar la Calle Víctor Zurita hacia la izquierda que nos lleva hacia el centro neurálgico del municipio, donde se halla el edificio del ayuntamiento y la Iglesia de Santa Úrsula, un templo religioso originario del año 1612, declarado BIC (Bien de Interés Cultural), con categoría de Monumento; en su fachada de piedra de cantería destaca la portada con arco de medio punto, rematado en un triángulo de piedra y una espadaña doble de reciente construcción. En el interior destaca una imagen de San Sebastián tallada en marfil y varias más datadas en los siglos XVI y XVII, así como de tres retablos principales dispuestos en sus correspondientes capillas, uno de ellos el más antiguo, datado en 1848.
 
Edificio del Ayuntamiento en el centro histórico (dcha.).
 
Iglesia de Santa Úrsula.
 
En este punto y de regreso de la visita del núcleo urbano, iremos a la derecha por la acera de la carretera TF-217 y en unos ciento cincuenta metros nos desviamos a la izquierda por la Calle la Vera que desciende bruscamente teniéndola que abandonar en pocos metros y continuar hacia la derecha por la Calle el Chavoco, justo en el cruce hay una vieja fuente de agua, elemento característico que se podían encontrar en los caminos reales para el abastecimiento público. 
 
Fuente pública en desuso (dcha.).
 
 
La calle continúa su trazado asfaltado y en pocos metros pasa a estar cementada un pequeño tramo, hasta que se encuentra con el cauce del Barranco del Loro; tendremos que continuar por el mismo, ascendiendo entre una masa vegetal que tiende a invadir el paso y que oculta por completo el firme del camino. Cuando lleguemos a la altura de la carretera, donde hay un puente, giramos bruscamente a la izquierda y desembocamos de nuevo en la TF-217, al lado de una parada de guaguas. Cruzamos la carretera y tomamos la Calle Tosca Ana María, que empieza junto a otra fuente de agua en desuso y avanzamos en fuerte ascenso para luego continuar llaneando por la Calle Tanque Tablado, entre viviendas y algunos muros de piedra seca que pertenecen a unas huertas de cultivo que están plantadas de árboles frutales y productos de autoconsumo. 
 
Travesía por la  Calle Tanque Tablado.
 
Camino Real cruzando el Barranco de Tagoro.
 
Unos metros más adelante se termina el asfaltado y nos encontramos con una rampa cementada que deja entrever los restos del viejo empedrado del Camino Real y que desciende hacia el Barranco de Tagoro, límite natural que separa los municipios de Santa Úrsula y La Victoria de Acentejo. Continúa con firme de tierra bordeando unas huertas y luego asciende de nuevo cementada, desembocando mediante una cuesta empinada, en la Calle los Bajos; en este punto buscamos la Calle Domingo Salazar y progresamos por la misma empezando junto a un Calvario situado en la pared exterior de una vivienda. 
 
 
 
Continuamos haciendo un recorrido urbano por el Barrio de los Bajos, avanzando con un ligero ascenso hasta que lleguemos al núcleo urbano del municipio de La Victoria; antes de llegar al mismo circundaremos los muros del Parque de El Pinar, un espacio recreativo y de ocio que alberga diversos elementos e infraestructuras para el esparcimiento y el deporte, incluido el edificio de la Biblioteca Municipal que contiene un Centro Social y Cultural. 
 
Drago canario en las inmediaciones del Parque de El Pinar.

Unos metros más adelante, en la esquina con la Calle del Pino, nos encontraremos con la Plaza de Rodríguez Lara, asentada justo en el lugar donde se produjo la derrota de los Guanches por las tropas castellanas en el año 1495 y donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, un edificio religioso levantado en el año 1537 que sufrió un pavoroso incendio en 1589, restaurándose posteriormente en varias actuaciones hasta adquirir su aspecto actual desde el siglo XVIII; alberga en el interior varias imágenes religiosas de los siglos XVI y XVII y algunas obras de arte importantes, al igual que un artesonado de estilo mudéjar de los más notables de Canarias. En la parte trasera de la Iglesia crece un Pino Canario (Pinus canariensis) centenario que fue mudo testigo de la batalla y sirvió de campanario para oficiar la primera ceremonia religiosa después de los acontecimientos citados.
 
 Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
 
 
Ermita del Calvario. 
 
Continuamos la marcha por la Calle Pérez Díaz pasando de largo el edificio del Ayuntamiento y avanzando por la principal arteria comercial del municipio; antes de confluir con la carretera general, nos fijamos en la Ermita del Calvario, anexa al recorrido, que en un principio fue una pequeña edificación de estilo clásico canario con tres cruces de madera en el interior y sustituida por la construcción actual que está rematada con un pequeño campanario, después de haber destruido la original el sacerdote que regía la Iglesia en aquel momento; contiene en el interior una imagen de la Piedad. 
 
 
Límite jurisdiccional (izq.).
 
En unos metros desembocamos en la carretera TF-217 y tras cruzarla avanzamos por la Calle Tanque Ánimas que evita la calzada y termina poco después en la misma; de nuevo la cruzamos y enseguida nos desviamos a la derecha para tomar la Calle Antigua que asciende por un costado del Barranco de Bobadilla y continuamos avanzando sin desviarnos en ningún cruce, hasta llegar al cauce del Barranco de Acentejo, donde crecen varios ejemplares de Palmeras Canarias (Phoenix canariensis) en el borde del mismo; este punto es la demarcación de dos municipios, salimos del de La Victoria de Acentejo y entramos en el de La Matanza de Acentejo. Nuestro recorrido sigue su curso por la Calle Higueras de Borrallo que camina por asfalto entre las casas de los barrios de San Antonio y Guía, ambos desperdigados por el entorno; la calle termina de nuevo en la carretera TF-217 por la cual tendremos que andar con bastante precaución unos trescientos metros hasta llegar a una rotonda. Una vez en ella conectaremos con la carretera TF-215 que asciende paulatinamente junto a una zona ajardinada y que está señalada como Calle Real, topónimo que nos indica que vamos por el camino correcto.
 
 
Seguimos subiendo por la zona denominada Los Majuelos, aprovechando algunos tramos provistos de acera, ya que la vía apenas tiene arcén; el ascenso se hace interminable, aunque si echamos la vista atrás podemos disfrutar de las vistas del Teide (3715 m.) y de la cumbre dorsal que alberga parte del Parque Nacional del Teide. Por fin llegamos a la entrada del núcleo urbano, mediante una calle estrecha donde nos dan la bienvenida varias casas de arquitectura típica canaria y una vieja fuente pública de agua; continuamos junto a un Calvario en forma de pequeña capilla rematada con una cruz de piedra que alberga en su interior una imagen de La Piedad, justo en la confluencia con la Calle El Calvario. 
 
 Calvario con la Virgen de La Piedad.

 
Luego, llanearemos entre los muros de piedra seca de algunas huertas de cultivo abandonadas y ocasionales viviendas antiguas que han permanecido en el tiempo; es común advertir la colocación, en el muro exterior de muchas de las viviendas que bordean el recorrido, de cruces de madera que testimonian el culto religioso de los vecinos. Más adelante, en la esquina con la Calle Chamiana nos encontraremos con otro Calvario, notorio y rematado en dos columnas de piedra natural, e inmediatamente estaremos junto a la Plaza Cuchareras, un pequeño y apacible espacio donde crece un Drago Canario (Dracaena draco) y donde se encuentra la Ermita de La Milagrosa, junto a una casa rústica adornada con un precioso balcón de madera donde hay colocada una hornacina con la imagen de dicha Virgen.
 
 Ermita de La Milagrosa (dcha.).

Centro de Arte Acentejo (izq.).
 
 Iglesia de San Salvador en La Matanza de Acentejo.

Continuamos la marcha por la Calle Real, que se nos presenta estrecha y en suave ascenso, pasando junto a un inmueble de carácter señorial que alberga el Centro de Arte Acentejo y el Museo Municipal; un poco más adelante la calle se desvía hacia la derecha, pasando junto a una fuente pública fechada en 1945, y se interna entre el núcleo urbano hasta llegar a la plaza principal donde está la Iglesia de San Salvador, construida en el siglo XX y ocupando el mismo lugar que el templo anterior, destruido en plena guerra civil española en el año 1936 con todas las imágenes religiosas que databan del siglo XVII y un artesonado mudéjar que ornamentaba su interior, su origen lo tenía en el año 1615, cuando el pueblo se emancipa de los municipios colindantes y pasa a tener su propia Parroquia; en este punto daremos por finalizada esta etapa.