jueves, 19 de septiembre de 2019

MIRADOR NARICES DEL TEIDE - CHIRCHE - MIRADOR NARICES DEL TEIDE


MIRADOR NARICES DEL TEIDE – CHIRCHE – MIRADOR NARICES DEL TEIDE
(Por el PR-TF-69.1 y regreso por el PR-TF-70)

(PRIMERA PARTE)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Guía de Isora.
CÓMO LLEGAR: Al Mirador de Narices del Teide se llega desde Guía de Isora por la carretera TF-38; está situado en el margen de la misma entre los kilómetros 3 y 4.
COMIENZO: Mirador Narices del Teide
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 27,7 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: Galería San Juan de Chío, Caserío de Chiguergue; Caserío de Chirche; Fuente del Cedro.
LUGARES DE INTERÉS: Mirador de Narices del Teide; Era de Charagueche; Refugio de Chasogo; Galería Río de Guía; Era de Barqueto; Galería San Juan de Chío; Canal de Vergara; Caserío de Chiguergue e Iglesia de San Roque; Caserío de Chirche  (BIC) e Iglesia de San Felipe Neri; Mirador de Chirche; Era de la Vista; Torre de Incendios de Chavao; Fuente del Cedro.
VENTAJAS: Ruta señalizada en el 90% de su recorrido.
INCONVENIENTES: A partir de la torre de incendios de Chavao, el sendero no está señalizado y en algunos tramos puede haber confusión.
PELIGROSIDAD: En la bajada por la Punta de los Roques, hay que extremar las precauciones, ya que el sendero no está definido y hay mucha roca suelta.
TIPO DE RUTA: Senderismo.

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:




CARTOGRAFÍA:


DESCRIPCIÓN:

En la zona denominada Los Escanillos, está situado junto a la carretera TF-38, el Mirador de Narices del Teide, desde donde podemos disfrutar de unas vistas inmejorables de Pico Viejo (3135 m.) y del río de lava que generó en su erupción las llamadas “Bocas de Fuego” o Narices del Teide (2661 m.). 

Parking del Mirador de Narices del Teide.


El sendero número S-18 (Chavao) del Parque Nacional del Teide tiene su inicio al otro lado de la carretera y comparte trayecto un pequeño tramo con el PR-TF-70.3; comenzamos el recorrido por una senda estrecha que bordea la carretera unos metros y luego se adentra en el malpaís mediante un firme muy pedregoso que avanza con remontes y bajadas suaves, bastante sinuoso, entre algunos ejemplares de vegetación característica del lugar como son los Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus), Margaritas del Teide (Argyranthemum tenerifae), Alhelíes del Teide (Erysimum scoparium) y Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus). 



A los cuatrocientos cincuenta metros aproximadamente, encontramos un cruce de caminos señalizado, de frente continúa su curso el S-18 hacia Boca Tauce, pudiendo conectar en el lugar conocido como Boca de Chavao con el PR-TF-70, que utilizaremos al regreso.


Bifurcación señalizada en el camino.

Giramos a la derecha y comenzaremos a descender muy suavemente entre algunos ejemplares aislados de Pinos Canarios (Pinus canariensis) por una superficie igualmente pedregosa y algo inestable que discurre bordeando la Fajana de la Punta de los Roques, una cuerda montañosa donde se aprecia un frondoso pinar con sotobosque de vegetación característica del Parque Nacional, que empieza en la Punta de los Roques (2183 m.) y se extiende por nuestro margen izquierdo hacia las medianías del municipio de Guía de Isora. 



Era de la Fajana de Charagueche.

Enseguida el sendero da un giro a la izquierda y deja a un lado la Era de la Fajana de Charagueche, una vieja era de trilla que fue creada aprovechando un pequeño espacio llano que se formó entre el entorno agreste del terreno volcánico que hay alrededor; a unos metros también hay restos de un viejo corral formado por un murete de piedra seca. El camino avanza bordeando un barranquillo donde podemos observar varias rocas de gran tamaño que provienen del flujo continuo de desprendimientos de la ladera colindante que se extiende bajo la zona de Charagueche; continúa luego acusando mas desnivel de bajada y bastante sinuoso bajo algunas poblaciones aisladas de Pinos Canarios (Pinus canriensis) que crecen por el entorno del tortuoso sendero. 

 


En un momento determinado cruzamos el cauce del barranco y nos dirigimos por el Paso de Charagueche hacia un saliente rocoso desde donde podemos apreciar la inmensidad del campo de lava que proviene de la erupción de Pico Viejo (3135 m.) y que rodea todo el entorno visible de la Montaña de Chasogo, de la cual se diferencian dos conos volcánicos, Chasogo de Arriba (2086 m) y Chasogo de Abajo (2018 m.), entre las cuales se vislumbra claramente la formación de una cascada de lava procedente de las Narices del Teide (2661 m.).



Pico Viejo desde el Paso de Charagueche.

El sendero se interna paulatinamente en el pinar, pisando un pequeño tramo empedrado y va avanzando con firme bastante compacto combinando algunas zonas pedregosas con otras más cómodas de andar; va descendiendo suavemente marcado por una hilera de piedras por un lomo donde crecen numerosos Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus), Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus) y algunos ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus); más adelante progresa con fuerte descenso y muy erosionado, donde hay que tener cuidado ya que se presenta algo resbaladizo. 


 


Continúa zigzagueando entre el pinar y repentinamente desemboca en una zona más abierta donde crecen muchas Malpicas (Carlina salicifolia) y Matorriscos (Lavandula canariensis), que es una lomada que se alza entre el Barranco de Chabañoche y el Barranco de Charagueche; luego avanza muy marcado en el terreno rodeado de una población muy numerosa de Escobones (Chamaecytisus proliferus) por la zona conocida como Era de Cho Juan de Chío y progresa en fuerte pendiente hasta que terminemos en una vieja pista forestal que es el acceso desde el Morro de los Cerrillos a la Galería Salto Gutiérrez, situada unos dos kilómetros hacia la izquierda, en las inmediaciones del cauce del Barranco de El Cedro, bajo el Topo de los Terreros (2058 m.). 



Pico Viejo (izq.); Pista forestal (dcha.)

Cruzamos la pista y en pocos metros, después de una fuerte pendiente, volvemos a desembocar en la misma, justo donde hay una tanquilla de registro y una tubería perteneciente a dicha galería; el sendero nos guía a continuar cruzando de nuevo la pista y terminando por fin otra vez en la vía. Iremos a la derecha y enseguida vemos un poste con señales del PR justo donde hay una bifurcación con otra pista de tierra que ignoraremos y que más adelante se convierte en un camino que desciende vertiginosamente por el Lomo de la Fuente, bordeando el Barranco de la Pasada de las Vacas o también denominado Barranco Tamuja, hacia el caserío de Chirche.

 


Hacemos caso de la señalización que nos guía hacia el Refugio de Chasogo y enseguida vemos como la pista se ha deteriorado de tal manera a causa de los desprendimientos de la ladera colindante y de la erosión del propio lomo, que presenta un tramo en forma de sendero que discurre bordeando el Barranco de Chabañoche; una tubería procedente de la Galería Salto Gutiérrez acompaña el paso sobre un muro de piedra seca que la soporta, que luego desaparece hacia el barranco. El camino luego cruza su cauce y retoma la pista forestal que avanza en suave ascenso con firme muy pedregoso, donde crecen grandes ejemplares de Taginastes (Ehium giganteum), acompañados de Malpicas (Carlina salicifolia), Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y algunos Codesos de Cumbre (Adenocarpus viscosus).

Pista forestal en dirección al Refugio de Chasogo.
 

La pista avanza mostrando un firme más amable y cómodo de andar dejando detrás la imagen del lomo por donde descendimos, que se encuentra cubierto de un espeso pinar y que se extiende sobre el cauce del Barranco de Chabañoche que desciende por el Lomo de la Fuente. Progresamos sin pausa por la zona llamada Llanos de Cho Vicente, en suave ascenso, con la vista puesta a la gran extensión de lava que se extiende a nuestra izquierda, poblada de pequeños bosques aislados de Pino Canario (Pinus canariensis) que crecen en el Llano de los Sadares y en el Llano de Cho Pancho y como telón de fondo el mar de nubes casi permanente que cubre la cara suroeste de la isla donde sobresalen las siluetas de la Isla de La Palma y de La Gomera.


La pista cruza el Barranco del Cazador que aparece por nuestra derecha bajo el Risco de la Abejera y luego avanza bajo las faldas de Montaña Chasogo de Abajo (2018 m.), que se encuentra rodeada del torrente de lava proveniente del Volcán de los Hornitos, acercándonos al Natero de los Tomillos, una amplia llanada que se extiende por nuestra izquierda alejándose de la pista forestal, donde se encuentra el Refugio de Chasogo. En este punto hay un panel informativo y señales referidas al PR-TF-70.3 que termina justo aquí y otra señal que indica la dirección a seguir hacia el PR-TF-69.1 que es el que utilizaremos para seguir con nuestra ruta; el refugio se encuentra cerrado y fue recientemente restaurado y está gestionado por el Ayuntamiento de Guía de Isora, anexo al mismo hay una zona habilitada como helipuerto.



Refugio de Chasogo.

La pista forestal nos llevará por el PR ascendiendo muy suavemente hasta que, después de unos quinientos metros de recorrido, encontramos una bifurcación por nuestra izquierda que nos acerca a las instalaciones de la Galería Río de Guía cuyas infraestructuras están en desuso y abandonadas, no así su bocamina que se encuentra cerrada con una puerta de hierro impracticable; sobre la escombrera podemos disfrutar de inmejorables vistas de la costa de Puerto Santiago y Alcalá, más allá de los malpaíses cercanos al recinto.

 

Galería Río de Guía.


Panorámica desde la Galería Río de Guía. 

De regreso a la pista forestal continuamos nuestra marcha bajo el pinar unos cuatrocientos metros más, bordeando el Sombrerito de las Retamas, hasta toparnos con un cruce señalizado en las inmediaciones del Lomito Blanco de Chasogo, que es el inicio del PR-TF-69.1, que nos indica el trayecto a seguir por nuestra izquierda y que empieza descendiendo por un sendero ancho, marcado y tapizado por una capa de pinocho que enseguida se abre hacia un paisaje volcánico generado por las distintas erupciones de la banda noroeste del Parque Nacional y más concretamente de las procedentes de Pico Viejo (3135 m). 

 
Inicio del PR-TF-69.1.

Las poblaciones de pequeños bosques de Pino Canario (Pinus canariensis) separados entre sí, escoltados de un sotobosque compuesto mayoritariamente de Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus), destacan sobre el terreno y a medida que vamos descendiendo se van haciendo cada vez más escasos; su bajada es continua y el sendero siempre avanza muy evidente y marcado, combinando tramos algo incómodos de pisar, ya que son muy pedregosos y otros más compactos, debido a la alfombra de pinocho que cubren pequeños tramos, sobre todo bajo los pinos. Por todo el recorrido es posible observar diferentes morfologías geológicas que se han generado debido a las erupciones, como pueden ser pequeños tubos volcánicos, hornitos, distintos tipos de lavas, como las cordadas o las almohadilladas y numerosas bombas volcánicas de acreción y de proyección.




Por la zona conocida Reventón de Pedro Hernández el paisaje es puramente volcánico, con increíbles imágenes del mar de nubes que cubre la parte suroeste de la isla y a nuestras espaldas Pico Viejo (3135 m), que es el auténtico protagonista del horizonte visual, así como parte de los Roques de Chavao y Montaña del Cedro (2264 m.); también veremos entre el pinar las instalaciones de la Galería Río de Guía, la cual visitamos después de haber pasado por el Refugio de Chasogo. Más adelante, en la zona conocida como Barqueto, después de haber atravesado unos tramos muy rocosos e incómodos, ya que cruzamos de lleno una lengua de lava, pisaremos otros más llanos bordeados de grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus) y pasaremos junto a la Era de Barqueto, un pequeño espacio de superficie rocosa y llana que fue usado como era de trilla. Unos metros después veremos una bifurcación hacia la derecha que ignoraremos, se dirige por las inmediaciones del Lomo de las Chimeneas hacia La Caldereta, desembocando en la carretera TF-38.


Era de Barqueto.


Continuamos camino abajo siempre por terreno volcánico y paulatinamente nos vamos adentrando de nuevo en otra zona boscosa donde hay algunos tramos más terrosos y llanos; en un momento determinado estaremos en un cruce de caminos, el de la derecha conecta con el anterior y desemboca en la carretera TF-38, por la izquierda hay otro que desciende hacia la Galería Hoya de la Leña y de frente la señalización del PR nos obliga a continuar descendiendo por un terreno más apacible bajo el pinar, que alberga algunos ejemplares de gran porte y de perfil espectacular. Avanzaremos sin dilación por los Morros de Sánchez, una zona donde abundan tramos rocosos que albergan algún tubo volcánico junto al sendero y monolitos de piedra, así como una gran depresión en el terreno que forma un minúsculo valle; el paso es bastante cómodo de caminar y el recorrido está perfectamente marcado sin posibilidad de errar en su dirección.

Tubo volcánico.



Después continuamos el descenso por el Lomo de la Cueva del Cuchillo, donde andaremos por unos metros bordeando un talud rocoso anexo al sendero y llegaremos luego a la Morra del Pinar donde hay otro cruce de caminos con una señal informativa; por la derecha empiezan dos caminos, uno que asciende con fuerte pendiente sin parar hacia la carretera TF-38 que se inicia bastante marcado y a medida que avanza va perdiendo su trazado original y el otro que está señalizado y que sirve de conexión para acceder al sendero homologado SL-TF-203, que une el Caserío de Chío con el Parque Recreativo de Los Arenales. 


Cruce de caminos en la Morra del Pinar.

De frente continuaremos nuestra ruta ignorando las demás opciones y lo haremos mediante un sendero ancho y cómodo, con firme muy compacto, que discurre con suave pendiente de bajada por el Filo del Lomo con un trazado bastante sinuoso; más adelante se acentúa su desnivel y avanza por dicho lomo muy estrecho y con numerosas vueltas, así como algo resbaladizo. 




A la derecha, justo donde hay un evidente mojón de piedras, hay una senda casi imperceptible que nos llevará a visitar las instalaciones de la Galería San Juan de Chío y abastecernos de agua si la necesitáramos. De vuelta el sendero principal y unos metros después, llegaremos a otra confluencia de caminos donde se hace patente una tubería de agua que aparece por nuestra izquierda y que cruza el sendero por donde caminamos, es la tubería perteneciente a la Galería de San Juan de Chío, que viene acompañando al Camino de la Vega el cual une el Caserío de Chirche con el Parque Recreativo de Los Arenales.

Camino de la Vega (dcha.).

 Galería San Juan de Chío.

Continuamos de frente, siempre en descenso, dejando a nuestra derecha una vaguada por donde discurre una pista forestal, el sendero discurre serpenteando y muy marcado bajo el pinar por el Lomo de la Vistita, hasta que en un momento determinado desemboca en las inmediaciones del punto kilométrico 20 de la carretera TF-38. La tendremos que cruzar con mucha precaución y retomar el sendero que veremos enseguida al otro lado de la misma, cuyo evidente trazado continúa sin dilación descendiendo entre el monte, con un firme bastante compacto, con algunos tramos más pedregosos. 


El sendero cruza la carretera TF-38.


En su recorrido por la zona denominada Frontón de Abajo, observaremos en los terrenos anexos numerosos muretes de piedra seca que delimitan diversas propiedades, suponemos que particulares, incluso algunos tramos del camino se encuentran delimitados por algunos muros de cierta altura. Por la zona de Los Hoyos de Guanchifira hay una bifurcación a la derecha que ignoramos, que es un camino desconocido y poco transitado que se dirige hacia la Pista de Fife por donde transcurre el Camino Morro de las Arenas, que se une, en un momento determinado, con el SL-TF-203 y terminan ambos en el Parque Recreativo de Los Arenales.




Un largo tramo en línea recta delimitado con un muro de piedra seca y con firme bastante compacto, aunque combinado con algunos tramos más pedregosos, nos espera seguidamente; a los lados del mismo crecen numerosas Vinagreras (Rumex lunaria), Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), en las viejas huertas ya abandonadas podemos ver algún ejemplar de Higuera sobreviviendo al abandono de la agricultura; en los bordes del camino hay Bejeques (Aeonium arboreum), Magarzas (Argyranthemum gracile), Taginastes (Ehium giganteum), Malpicas (Carlina salicifolia), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Pencones (Opuntia maxima) y en el firme algún minúsculo tramo que conserva su original empedrado que da fe de la importancia de este viejo camino para los antiguos habitantes de la zona.



 Al fondo, Montaña de Tejina.

Un poco más adelante, a la izquierda, veremos un viejo camino que casi no se aprecia por estar oculto bajo la vegetación, conecta nuestros pasos con el Camino Morra Alta que asciende hacia la carretera. Nosotros seguimos de frente, avanzando en descenso por el Risco del Plato mediante un cómodo recorrido, aunque algo pedregoso; repentinamente, después de pisar un pequeño tramo empedrado, daremos un giro a la derecha, dejando y evitando al lado contrario el Camino de los Picachos, que desciende hacia el Caserío de Chiguergue. 


Canal de Vergara (dcha.).

Seguimos adelante bordeando unas viejas huertas y volvemos a descender por terreno volcánico hasta desembocar en el Canal de Vergara, el cual atraviesa nuestro paso perpendicularmente; a partir de aquí el sendero desciende bruscamente y avanza muy pedregoso y resbaladizo mediante un firme bastante inestable hasta el Morro de los Canalizos, donde gira nuevamente a la derecha y continúa en su tedioso descenso, ahora con firme más pedregoso aún, ya que está formado de pura roca volcánica. 




Los Bejeques Punteros de Chío (Aeonium pseudourbicum), los Verodes (Kleinia neriifolia) las Tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), los Bejeques arbóreos (Sonchus canariensis) y las Malpicas (Carlina salicifolia), jalonan el entorno anejo del camino, así como algún ejemplar de Poleo de monte (Bystropogon origanifolius) que crece en el piso de este, que se nos presenta con superficie muy irregular y delimitado por un alto muro de piedra seca. 

Carretera de acceso al Caserío de Chiguergue.

Tiene su final, después de una larga línea recta que avanza por la zona llamada El Fondo de los Canalizos, en la carretera TF-38, junto a una casa y justo frente al cruce con la vía de acceso al núcleo poblacional de Chiguergue.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña


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