viernes, 11 de octubre de 2024

MIRADOR DE IGUESTE - EL FRONTÓN - MIRADOR DE IGUESTE (Regreso por el Camino y Caserío de Pasacola)

MIRADOR DE IGUESTE - EL FRONTÓN - MIRADOR DE IGUESTE 
(Regreso por el Camino y Caserío de Pasacola)
 
FICHA TÉCNICA
 
TÉRMINO MUNICIPAL: Candelaria.
COMO LLEGAR: Desde la autopista TF-1 tendremos que coger la salida número 14 y dirigirnos al núcleo urbano de Igueste por la carretera TF-252; una vez en él, iremos al Barrio de La Jimenez y al final de la carretera se encuentra el Mirador de Igueste.
COMIENZO: Mirador de Igueste.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 10 km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Mirador de Igueste, 2.- Canal de Araca; 3.- Pista El Fayal: 4.- Lomo del Arrastradero; 5.- El Frontón; 6.- Empedrado en el Camino de Pasacola; 7.- Ruinas del Caserío de Pasacola.
VENTAJAS: Recorrido por caminos tradicionales.
INCONVENIENTES: El Camino Lomo de la Barca es en ascenso continuado y en ocasiones se pierde su trazado.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
 

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CARTOGRAFÍA
 
 
 
DESCRIPCIÓN

Damos comienzo la ruta en el Mirador de Igueste, una atalaya natural situada a unos cuatrocientos metros de altura sobre El Lomo, un escarpe rocoso que se alza por encima del Barrio de La Jiménez, perteneciente a la entidad de población de Igueste, que a su vez forma parte del municipio de Candelaria y que fue uno de los más importantes por su riqueza agrícola y su población; destacan en sus estrechas calles, sobre todo en la parte alta, numerosas viviendas de arquitectura tradicional canaria que aún conservan la esencia costumbrista del lugar. 
 
Mirador de Igueste con vistas al Valle de Güimar.

En este mirador hay varios asientos para poder disfrutar cómodos de las extraordinarias panorámicas del Valle de Güimar, destacando en su plataforma costera, la Montaña Grande (277 m.), un cono volcánico protagonista absoluto del entorno protegido llamado Malpaís de Güimar, catalogado como Reserva Natural Especial.
 
Inicio del Camino Lomo de la Barca.
 
 
 
Justo en esta ubicación empieza el Camino Lomo de la Barca, que asciende muy pedregoso y con algunos tramos que conservan un viejo empedrado, por el Lomo de los Panascos, junto a los muros de piedra seca pertenecientes a unas huertas de cultivo y salvando luego el Canal de Araya, que atraviesa el camino perpendicularmente; después giramos bruscamente a la derecha y seguimos avanzando entre una torre de alta tensión y unas construcciones hidráulicas pertenecientes a la Galería de Los Mocanes, situada más arriba en el cauce del barranco homónimo, cuya canalización bordea nuestro recorrido un buen trecho. 
 
 
Distribuidor de agua de la Galería de Los Mocanes.
 
Una vez lleguemos a un distribuidor hidráulico medio ruinoso, cruzamos de nuevo una canalización de agua en desuso que proviene de la misma galería, y seguimos nuestra ruta ascendiendo sin parar entre vegetación característica de la zona como Cornicales (Periploca laevigata), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Verodes (Kleinia neriifolia), algunos ejemplares de Retama Blanca (Retama rhodorhizoides), Bejeques (Aeonium arboreum), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Vinagreras (Rumex lunaria), entre muchas otras especies.
 
Tramos empedrados en el Camino Lomo de la Barca.
 
Continuamos pisando algunos tramos empedrados y algunos otros marcados por un murete de piedra seca, aunque el firme más generalizado es el terreno pedregoso y a veces bastante erosionado, haciendo algo incómoda la travesía; también avanzamos por algunas zonas más rocosas y planas, donde se pueden ver antiguas atarjeas talladas para el transporte de aguas pluviales. A medida que avanzamos por la lomada, las panorámicas del Valle de Güimar son cada vez más espectaculares y no deberíamos perder la ocasión para disfrutarlas; el recorrido discurre prácticamente en línea recta y en un momento determinado, donde el camino está marcado por un murete de piedra seca, llegaremos a un promontorio rocoso donde crece un solitario Pino Canario (Pinus canariensis) que protagoniza el entorno y nos sirve como lugar de descanso y observación del paisaje. 
 
 
  Fantástica panorámica del Valle de Güimar.

Además de la plataforma costera del Valle de Güimar, se alza frente a nosotros la cara norte de la Ladera de Chafa, donde destaca la Gollada de Yosa y el Roque Yesa (1195 m.), así como el Topo de Amarnia (1613 m.) y el Lomo el Yugo (1717 m.); en primer plano podemos ver un lomo anexo donde está la Montaña de Arguama (740 m.), que alberga en su cumbre la Cruz de Arguama, elevándose sobre el profundo cauce del Barranco de Los Mocanes, donde se encuentra la galería homónima.
 
Cruz de Arguama (izq.).
 
 Pavimento empedrado.

Seguimos en ascenso por el camino que se encuentra empedrado, aunque erosionado en algunas ocasiones, y que discurre entre Cornicales (Periploca laevigata) y Tabaibas (Euphorbia lamarckii); más adelante rodea un Cardón (Euphorbia canariensis) que crece solitario y luego zigzaguea hasta llegar a la altura de una estructura de distribución hidráulica donde desemboca un canal. Unos metros más arriba hay otra construcción de piedra que marca el inicio de una vereda que, por la derecha, se dirige paralela al Canal de Araca, hacia la Galería Arepo 1, no sin antes cruzar el Camino de Pasacola, por donde haremos el regreso, más adelante. 
 
 
Canal de Araca.
 
Cruzamos dicha canalización, que se pierde abandonada y ruinosa entre los riscos de la Hoya de Arguama y continuamos subiendo mediante tramos empedrados y delimitados por un murete de piedra seca, tomando cada vez más altitud y en cada vuelta disfrutando de las panorámicas cada vez más vertiginosas del Valle de Güimar. 
 
Tramo empedrado.
 
 
 
Nos adentramos paulatinamente en el pinar, que va siendo más espeso, fijándonos en algunas marcas de pintura que señalan el verdadero trayecto del Camino Lomo de la Barca; en una zona donde hay gran cantidad de rocas dispersas por el entorno, hay muros de piedra seca que forman numerosas huertas de cultivo abandonadas, sobre todo en las laderas próximas al cauce del Barranco de Los Mocanes. Por esta zona se encuentra una bifurcación hacia la izquierda, que es una senda que, cruzando dicho barranco, converge con el camino que asciende desde la Montaña de Arguama (740 m.) en dirección a la Hoya de Unchico; nuestra ruta sigue de frente y sin parar de ascender, bordeando algunas huertas de cultivo y mediante un firme algo descompuesto y erosionado, que mantiene algunos tramos con su empedrado original. 
 
 Algunas marcas en el camino (izq.).

Huertas abandonadas por el Barranco de Los Mocanes (dcha.).
 
En ocasiones, la traza del camino se pierde, pero con algo de intuición puede seguirse su trazado sin ninguna complicación; más adelante, después de atravesar una zona muy rocosa, llegaremos a la altura de la línea de alta tensión soportada por grandes torres de hierro que atraviesan el monte y el pinar en dirección a la central eléctrica de Las Caletillas, cuyo impacto visual no es muy agradable. 
 
 
 
En la zona denominada Las Morras del Pinito, tendremos que pasar inevitablemente por debajo de la línea de alta tensión y muy cerca de la base de una de las torres, desviándonos luego a la izquierda para seguir ascendiendo con mucho más desnivel sorteando algunas huertas de cultivo abandonadas que albergan aún algunos árboles frutales, hasta desembocar en una pista forestal, justo donde se encuentra la base de otra torre de alta tensión. 
 
 
Cruzando la línea de alta tensión y llegando a la pista forestal.
 
Seguimos hacia la derecha llaneando por dicha pista unos doscientos metros hasta encontrarnos con la Pista El Fayal, una pista forestal que conecta la zona de El Frontón, en los altos de Barranco Hondo, con Las Lagunetas, donde está La Casa Forestal.
 
 
 Pista de El Fayal.
 
Avanzamos por esta última hacia la derecha y en suave descenso, siempre bajo el pinar, donde nos percataremos del breado de muchos de ellos; luego seguimos vadeando los cauces de varios barranquillos que se cruzan con la pista, el Barranco El Frontón y el Barranco del Mocán, que se extienden cauce arriba desde el Lomo Matías, y por la zona del Lomo de Las Ramonas, el cauce homónimo y en las inmediaciones de la Morra La Choza, el Barranco de La Fogatada. 
 
 Pista de Los Ovejeros (dcha.).

 Senderos homologados PR-TF-25 y SL-TF-299.
 
Unos metros después, en el Lomo del Arrastradero, convergemos con la Pista de Los Ovejeros, que viene desde la zona de Las Raíces; en este punto se cruza en nuestro camino el PR-TF-25 que junto con el SL-TF-299, se dirigen respectivamente hacia el Área Recreativa de Las Raíces y hacia el núcleo urbano de Barranco Hondo.
 
 Seguimos por la Pista de El Fayal.
 
Continuamos nuestra ruta por la Pista del Fayal, ignorando los dos senderos homologados que acabamos de encontrar, llaneando por las inmediaciones de la Hoya de la Fogatada aproximadamente un kilómetro hasta encontrarnos con otro cruce donde hay una señal de madera clavada en un árbol que nos indica la dirección a seguir hacia Barranco Hondo, también hay otra indicación de la Pista del Fayal (VM-3). 
 
Señalización de la Pista de El Fayal.
 
Hacemos caso de la indicación y progresamos por la pista en suave descenso, entre algunas huertas de cultivo, hasta que la encontremos asfaltada, esta ubicación se denomina El Frontón, una zona agrícola donde abundan pequeños cuartos de aperos diseminados por el entorno y distribuidos entre huertas de cultivo. 
 
Pista asfaltada por la zona de El Frontón.
 
Continuamos por la vía, que es el Camino de El Frontón, vadeando de nuevo el cauce del Barranco Lomo de las Ramonas y del Barranco del Mocán y luego con más desnivel pasaremos por la zona de El Aserradero, donde nos desviamos de la carretera hacia la izquierda, para tomar el camino original que discurre bordeando el cauce del Barranco del Panadero, en línea recta y entre gran cantidad de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) algunos ejemplares de Tabaibas (Euphorbia lamarckii), atravesando pocos metros después, el asfalto y volviendo a tomar el trayecto originario que se encuentra muy deteriorado, aunque con algunos vestigios del firme de piedra con el cual estaba pavimentado. 
 
 
 Restos del original Camino de El Frontón.
 
Desembocamos, después de habernos ahorrado varias curvas, de nuevo en la carretera, junto a un dique rocoso que marca el camino y tendremos que circular por ella unos quinientos metros hasta encontrar el Camino de Pasacola, que se inicia por la derecha descendiendo con fuerte pendiente hacia el cauce del Barranco de Los Palacios. Discurre muy pedregoso y bastante erosionado, también medio oculto por la vegetación que invade su trazado ocasionalmente; en la subida por la ladera contraria lo encontramos medio empedrado y con vistas hacia el cauce del barranco, donde se distingue la elevación de la Montaña del Picacho (629 m.), donde hay un mirador panorámico que se asoma hacia el pueblo de Barranco Hondo.
 
 Inicio del Camino de Pasacola.
 
Bco. de Los Palacios y Montaña del Picacho (izq.).
 
El camino continúa algo perdido entre gran cantidad de vegetación y luego avanza descendiendo con moderado desnivel, bastante pedregoso y resbaladizo, con vistas panorámicas sobre el Valle de Güimar, hasta encontrarnos con el Canal de Araca, que cruza perpendicularmente nuestro camino. 
 
 
 
Un poco más adelante, donde crece solitaria una Palmera Canaria (Phoenix canariensis), andamos por una zona más rocosa bordeando algunas viejas huertas de cultivo, donde veremos hacia la derecha una senda que, atravesando la Barranquera del Pino y bordeando el Canal de Araca, comunica el Camino de Pasacola con el Camino Lomo de la Barca. 
 
Vistas panorámicas del Valle de Güimar.
 
 
Ignoramos esta vereda y seguimos nuestra marcha descendiendo por una placa rocosa y luego nos vamos abriendo paso mediante el pavimento empedrado y su trazado delimitado por un murete de piedra seca, entre numerosas huertas de cultivo en estado de abandono; vamos dejando atrás el pinar y en un momento determinado, por la zona conocida como El Pajonal, cruzamos la línea de alta tensión por las inmediaciones de una de las torres de hierro que la soportan.
 
 Camino de Pasacola.
 
Mas adelante, y siempre en descenso, el recorrido gira un poco a la izquierda en dirección al cauce del Barranco de Los Porqueros y luego continúa bordeando más huertas de cultivo abandonadas por el entorno de Las Morretillas, teniendo a nuestra vista la imagen espectacular de la plataforma costera del Valle de Güimar, donde destaca notablemente la Montaña Grande (277 m.) en la Reserva Natural Especial del Malpaís de Güimar. 
 
Valle de Güimar desde el Camino de Pasacola.
 
Más adelante cruzamos una canalización en estado ruinoso y en desuso, es un viejo canal procedente de la Galería de Los Mocanes, que tiene en su interior una tubería de plástico más contemporánea. 
 
 
 Camino Viejo de Candelaria (BIC).
 
Seguimos la marcha y enseguida pasamos junto a una finca vallada donde el trazado del camino es más ancho y ha perdido casi todo su pavimento de piedra; en pocos metros desembocaremos en el Camino Viejo de Candelaria, que se cruza en forma de pista de tierra viniendo desde el núcleo urbano de Barranco Hondo y dirigiéndose a la Villa Mariana de Candelaria. 
 
 Caserío de Pasacola.
 
Era de Pasacola.
 
Nos desviamos hacia la izquierda unos metros hasta encontrar un panel informativo que se refiere al Caserío de Pasacola, ubicado en las inmediaciones del camino y cerca del Canal de Araya; bajamos por un sendero bien marcado para visitar el lugar, que alberga varias construcciones en estado de ruina pertenecientes a varias viviendas y unos hornos, así como una vieja era de trilla que fue de uso comunitario y que servía también para celebrar encuentros y bailes.
 

-          La existencia de este caserío solo está documentada a partir del siglo XIX y el abandono total por parte de sus habitantes fue en el año 1921, cuando Cha Felisa y su hija Gumersinda abandonaron el lugar; algunos personajes como “La Sajorina” y la “Bruja de Pasacola”, forman parte de los personajes más pintorescos que habitaron el caserío. En el año 2008 el Camino Viejo de Candelaria fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), así como los elementos patrimoniales asociados al mismo, entre los cuales se encuentra el Caserío de Pasacola. 

 

 

 
 
De vuelta el Camino Viejo de Candelaria, continuamos nuestra ruta en dirección a Igueste de Candelaria por la pista de tierra que nos lleva en suave descenso, cruzando la cabecera del Barranco de Los Juncos, y llevándonos con vistas hacia el Valle de Güimar, hasta finalizar pocos metros después, en el Mirador de Igueste, lugar del inicio del recorrido propuesto y donde damos por finalizada la ruta.
 
 
© Texto y fotografías de Francisco Fariña