lunes, 5 de febrero de 2018

ROQUE DE LA MAGDALENA (Parque Nacional del Teide)


 ROQUE DE LA MAGDALENA (2325 m.)
(Parque Nacional del Teide) 

Roque de la Magdalena visto desde Boca Tauce.

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Adeje y La Orotava.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: 4 horas i/v.
LONGITUD: Indeterminada.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: Valle de Peguero; Degollada de Peguero; cumbre del Roque de la Magdalena; Cumbre anexa al Roque de la Magdalena.
VENTAJAS: Vistas panorámicas del Parque Nacional del Teide.
INCONVENIENTES: No hay camino ni sendero definido. El acceso a cumbre es bastante pedregoso por una zona descompuesta y con un desnivel bastante acusado.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo. 

Teide - Pico Viejo.

DESCRIPCIÓN:

Por el llamado Valle de Peguero, en el límite sur del Parque Nacional del Teide, discurre una vereda muy perdida que asciende sinuosa y bastante pedregosa entre Rosalillos de Cumbre (Pterocephalus lasiospermus), Alhelies del Teide (Erysimum scoparium) y alguna Retama (Spartocytisus supranubius) aislada, hacia un bosque de Pinos Canarios (Pinus canariensis) que puebla las laderas de este pequeño valle. 



 
Senda de subida entre pinar.

 Valle de Peguero.

Una vez que hayamos cruzado el pinar, llegaremos a la Degollada de Peguero, un balcón natural que se extiende entre la base de El Sombrerito (2532 m.) y las laderas pedregosas del Roque de la Magdalena (2325 m.), al cual ascenderemos después de observar y deleitarnos con las maravillosas panorámicas de esta parte del Parque Nacional del Teide. Disfrutaremos en este punto de las vistas del enorme Valle de Chafarí y del majestuoso Llano de Ucanca, de la cuerda montañosa que cierra el llamado circo de Las Cañadas por el oeste, donde se alzan los Roques de Chavao (2144 m.) y el Roque del cedro (2167 m.), también de los conos volcánicos que forman las denominadas Narices del Teide (2661 m.), Pico Viejo (3135 m.) y el propio volcán Teide (3718 m.) con su inseparable Montaña Blanca (2747 m.).

 El Teide desde las Degollada de Peguero.

El Sombrerito desde la Degollada de Peguero.



A nuestra izquierda veremos una empinada ladera cubierta de piedras sueltas a la que tendremos que atacar desde la degollada donde estamos; para ello tendremos que andar por el borde de la misma hasta llegar a la base de la pendiente, una vez allí tendremos que avanzar esquivando las numerosas rocas para abrirnos paso. 

Degollada de Peguero.

Roque de la Magdalena desde la Degollada de Peguero.


 
Subida pedregosa hacia el Roque de la Magdalena.



Costa de Adeje, Roques de Ucasme y La Gomera.

A medida que ascendemos, las vistas son cada vez más alucinantes, pudiendo ver también la banda sur de la isla con la silueta de La Gomera en el horizonte; luego un paso algo expuesto nos deja en la cumbre del Roque de la Magdalena, que está formada por una amplia planicie desnivelada donde crecen algunos ejemplares aislados de Cedro Canario (Juniperus cedrus), uno de los reductos del parque nacional donde se conservan estos ejemplares en peligro de extinción, muy abundantes antiguamente y reducida su población en la actualidad, debido a las talas masivas que existieron para utilizar su apreciada madera; también hay una población más o menos abundante de Cabezones de Cumbre (Cheirolopus teydis) especie endémica de las cumbres de Tenerife; también hay algunos ejemplares de Chajorra del Teide (Sideritis eriocephala), Retamas (Spartocytisus supranubius) y Codesos (Adenocarpus viscosus) y curiosamente un par de solitarios Pinos Canarios (Pinus canariensis) enriscados. 

Cumbre en el Roque de la Magdalena.


Cedros en la cima del Roque de la Magdalena.

Vistas panorámicas de la banda sur de la isla.


Desde esta plataforma rocosa es evidente el paisaje espectacular del que podemos disfrutar, incluso acercándonos al borde, tendremos a la vista el cruce de la carretera de Boca Tauce donde se encuentra la Casa Museo de Juan Évora, único y último morador que hubo en el parque nacional; en el horizonte, la Isla de La Palma y la de La Gomera nos regalan una visual fantástica de sus respectivas siluetas.

Casa de Juan Évora (Izq.).

Montaña Gangarro y la isla de La Gomera al fondo.

Regresamos desandando el “camino” y antes de bajar hacia la degollada, iremos hacia la derecha bordeando un pequeño desfiladero en forma de embudo compuesto de material volcánico de color blanco, que se precipita hacia un pequeño valle situado al borde de la carretera, que se encuentra poblado de un bosque de pinos Canarios (Pinus canariensis) que crecen entre los derrubios de las laderas del Roque de la Magdalena. 



El Sombrerito.

Una vez lo hayamos cruzado veremos una pared rocosa donde crecen algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus) y por donde existe un pasillo natural que asciende hacia otra cumbre anexa a la que acabamos de abandonar. 




Dicho paso es algo expuesto, pero sin peligro y es acceso directo a una explanada que alberga un minúsculo bosque de Pinos Canarios (Pinus canariensis) y que forma una auténtica terraza natural con vistas inmejorables, tanto del Parque Nacional con el Teide (3718 m.), Montaña Blanca (2747 m.) y El Sombrerito (2532 m.), como de la banda sur de la isla, donde destacan en el horizonte del océano las islas de La Gomera y La Palma; también es notoria la imagen del Barranco de Erques que discurre entre la loma donde están los Roques de Ucasme (2067 m.) y la otra vertiente donde está la Montaña Gangarro (2192 m.) donde es notoria la imagen del cono volcánico de color rojizo, en la zona denominada Los Colorados de Chindia.


De regreso por el Valle de Peguero.

El camino de regreso, después de haber disfrutado de esta corta ruta, lo haremos desandando el mismo camino que nos ha traído hasta aquí, desde el cual iremos disfrutando igualmente del panorama antes descrito.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña
    francisco_farina@yahoo.es



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