PR-TF-5
IGUESTE DE SAN ANDRÉS - CHAMORGA
FICHA DE LA RUTA
TÉRMINO MUNICIPAL: Santa Cruz de Tenerife.
COMO LLEGAR: Desde Santa Cruz de Tenerife tomaremos la carretera de acceso a San Andrés, la TF-11; una vez allí, iremos por la TF-121 que nos lleva directamente al Caserío de Igueste de San Andrés.
COMIENZO: Igueste de San Andrés.
FINAL: Caserío de Chamorga.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: 4,30 Hs.
LONGITUD: 9,9 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: Fuente pública en la Plaza de San Pedro en Igueste de San Andrés; Manantial natural en el Barranco de los Tabordos; Fuente pública en el Caserío de La Cumbrilla; En Chamorga hay un bar – restaurante.
LUGARES DE INTERÉS: Núcleo poblacional de Igueste de San Andrés; Caserío de Las Casillas; Gollada del Cuchillo; Vistas de los Barrancos de Ijuana y Anosma, dentro de la Reserva Natural Integral de Ijuana; Cueva el Granel; Llano del Bailadero; Caserío Lomo de las Bodegas; Caserío de la Cumbrilla; Caserío de Chamorga.
VENTAJAS: Sendero señalizado como PR-TF-5, transitando sobre firme empedrado una gran parte del recorrido. Trayecto que discurre entre varios caseríos poblados.
INCONVENIENTES: Continuo ascenso hasta la Gollada del Cuchillo, que en la estación veraniega puede agobiar un poco.
PELIGROSIDAD: Baja.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:
DESCRIPCIÓN
Empieza el recorrido en el Caserío de Igueste de San Andrés, donde se encuentra la Plaza de San Pedro, que alberga la Iglesia principal del pueblo, un templo que data de 1890, aunque consagrada en el año 1909. Con la puerta principal de dicha Ermita a nuestra espalda, empezaremos a caminar por la Calle de San Pedro y enseguida conectaremos con la carretera de acceso al Caserío, la TF-121; hay un panel informativo del PR-TF-5, donde podremos observar como la variante PR-TF-5.1 se dirige en sentido contrario, por Las Casas de Abajo y la Fuente de San Benito, hacia el Semáforo.
Iglesia de Igueste de S. Andrés.
Continuaremos por la calzada, que discurre paralela al Barranco de Igueste y en unos quinientos metros encontraremos un cruce a la derecha donde hay una señal que indica “Pista Hoya de los Juncos”; caminaremos por ella en suave ascenso, siempre por firme asfaltado y siempre paralelo al Barranco de Igueste, que en temporada de lluvias, contiene un flujo permanente de agua.
Pista Hoya de los Juncos (i); Camino del Pedregal (d).
En muchas ocasiones el cauce de dicho barranco se cruza con la carretera, anegando de agua moderadamente la calzada y dependiendo su caudal de la cantidad de lluvia caída; aproximadamente después de unos 1,8 Km de moderado ascenso, veremos el Camino del Pedregal, una pista cementada que sube con fuerte pendiente, hasta que en pocos metros empieza un sendero hacia la izquierda, justo donde hay una señal vertical; se adentra por La Crucita, remontando una zona rocosa y luego llaneando entre Piteras (Agave americana), Tabaibas (Euphorbia bourgeana) e Inciensos (Artemisia thuscula), con firme terroso y bordeando unas huertas de cultivo.
Señalización del PR.
Luego cruza un barranquillo por donde suele bajar un pequeño curso de agua en temporada de lluvias y empieza enseguida un ascenso brusco con firme tallado en la roca, empedrado y estrecho, que zigzaguea sobre La Hondura entre multitud de vegetación característica de la zona, como Tabaibas (Euphorbia bourgeana), Tederas (Bituminaria bituminosa), Magarzas (Argyranthemum frutescens), Bejeques (Aeonium ciliatum), y un largo etcétera. Más adelante encontraremos un tramo con el firme algo roto por donde pasa de largo una tubería de agua que probablemente provenga de alguna de las galerías cercanas; luego continúa con firme siempre empedrado, combinado con algunos espacios tallados en la tosca a modo de escalera; mas adelante pasaremos junto a otra huerta cultivada, donde puede apreciarse una pequeña casita de campo aislada.
Desde este punto podremos ver unas vistas fantásticas de la parte alta de Igueste de San Andrés y de las cuerdas montañosas que conforman este hermoso valle, formadas por La Atalaya de Igueste (425 m.), el Lomo de los Atalayeros y varios picos; y por la otra vertiente, Tagarga (288 m) y La Cardonera.
Escalones tallados y empedrado.
Seguimos ascendiendo por unos escalones tallados en el terreno, que dan paso a otro tramo del sendero empedrado que discurre entre multitud de Tabaibas (Euphorbia bourgeana) de gran porte, Inciensos (Artemisia thuscula), Cardones (Euphorbia canariensis) y Jaras (Cistus monspeliensis), viendo también algunos ejemplares aislados de Gamonas (Asphodelus ramosus). Iremos rodeando la base del Roquetillo Cueva Heno (296 m.), donde pasaremos junto a un precario refugio hecho de madera que está situado debajo de un enorme Cardón; luego sigue el camino marcado en la superficie de tosca y veremos una senda a nuestra izquierda que ignoraremos y que se dirige hacia El Acebiñal, cruzando antes el Barranquillo del Mocanillo.
Sendero empedrado (i); Drago canario (d).
Continuamos la marcha de frente, abriéndonos paso por el firme hundido y muy marcado en la superficie, donde existen aún los restos del antiguo empedrado; iremos tomando altura paulatinamente casi en línea recta y pasaremos luego bajo unos Brezos (Erica arborea) que forman un pequeño reducto casi aislado, en el lugar conocido como Descansadero del Brezal y donde el sendero está delimitado por un pequeño murete de piedra seca y abrigado por un talud rocoso donde crecen multitud de Bejeques (Aeonium ciliatum). Cruzaremos luego bordeando un barranquillo y después otro tramo recto y empedrado, con fuerte desnivel, que se dirige hacia un pitón rocoso situado sobre la Hoya de Juan Izquierdo y que sobresale notoriamente del paisaje; es un sitio ideal para tomar un respiro y disfrutar del paisaje panorámico del valle.
Cerca de la Hoya de Juan Izquierdo.
Empedrado del camino.
Seguiremos luego zigzagueando, bordeando el Barranco de las Cañadas, entre Gamonas (Asphodelus ramosus), Tabaibas (Euphorbia bourgeana) y Cardones (Euphorbia canariensis) por firme mixto e irregular, donde el firme empedrado, tallado en la tosca y terroso se alternan a medida que va ascendiendo sin parar, hasta llegar a una loma donde se alza el Lomo de los Atalayeros (548 m.) y La Cabezada (469 m.), que transcurre perpendicularmente a la dirección que hemos llegado y que discurre resguardando el cauce del Barranco de Antequera; observaremos también el sendero que desciende hacia la Playa de Antequera y el que conecta con el camino que viene desde El Semáforo.
Lomo de los Atalayeros.
En este punto, que es un auténtico mirador natural, hay un amplio espacio llano y una confluencia de caminos, hacia la izquierda y siguiendo una precaria señalización, iremos hacia el Lomo de las Casillas que es nuestra dirección a seguir y hacia la derecha comienzan los anteriormente descritos hacia la costa de Antequera. Continuamos el recorrido pisando sobre un dique rocoso que forma una especie de escalera natural y luego por firme abrupto e irregular que asciende cerca de Los Andenes, donde se forma la cabecera del Barranco de Antequera; luego continuaremos llaneando bajo el Lomo de los Andenes, por un sendero expuesto hacia el Valle de Igueste, donde son visibles picos, barrancos y diques que forman de forma espectacular dicho elemento natural.
El firme es de tierra compacta, con algunos pequeños remontes sin importancia que se salvan con algún escalón de piedra puesto a propósito; fluye junto al sendero una línea eléctrica que la soportan varios postes de madera y la vegetación es muy abundante, formada principalmente por especies características de la zona.
Las Casillas desde la Gollada del Cuchillo.
Antes de coronar la Gollada del Cuchillo, encontramos un paso rocoso muy irregular que asciende con más desnivel hasta llegar a la cúspide, que es un paso estrecho de roca del camino, bajo un pitón rocoso que forma parte de un dique y que enseguida desciende al otro lado, hacia un pasillo que transcurre bajo algunos Brezos (Erica arborea) y que luego asciende poco a poco con firme empedrado y sobre el impresionante paisaje de la Reserva Natural Integral de Ijuana, un espacio natural de unas 920 hectáreas de paisajes escarpados y formado principalmente por tres barrancos importantes, el Barranco de Ijuana, el Barranco de Anosma y el Barranco de Valle Seco; así como picos y escarpes importantes como la Mesa de la Atalaya (579 m.), la Montaña del Barro (573 m.) y la Mesa del Sabinar (505 m.), donde se encuentra una rara especie endémica de Cabezote (Cheirolopus tagananensis). También en la costa destacan el Roque de Antequera (147 m.), que abriga la paradisíaca Playa de Antequera, el Roque de Juan Bay (246 m.), que alberga una de las pocas poblaciones de Tomillo de Juan Bay (Micomeria rivas martinezii), y el Roque la Puente (242 m.). Continuaremos remontando por superficie mixta, entre Cerrajas (Sonchus acaulis), Pencones (Opuntia maxima) y Jaras (Cistus monspeliensis) y descendemos luego hacia el Caserío de Las Casillas, un minúsculo núcleo de casas formado por unas pocas viviendas, de las cuales solo dos tienen aspecto de tener cierta actividad, el resto están casi en la ruina. El sendero discurre entre las mismas serpenteando por firme terroso y compacto, luego hay un espacio rocoso y medianamente amplio donde nos podemos detener para regocijarnos del fantástico paisaje de los dos valles; separados por la Gollada del Cuchillo y el Lomo de los Andenes, donde se asienta el Caserío de Las Casillas podremos observar por un lado el Valle de Igueste y por el otro el que forma el cauce del Barranco de Ijuana, una imagen espectacular.
Caserío de Las Casillas.
El sendero continúa en suave ascenso entre Cerrajas (Sonchus acaulis), Inciensos (Artemisia thuscula), algún Verode (Senecio kleinia), Tabaibas (Euphorbia bourgeana) y Vinagreras (Rumex lunaria), luego desciende e inmediatamente llanea mediante firme compacto por la Hoya de la Gollada de las Veredas, donde se hace muy agradable el caminar, ya que discurre bajo un pasillo vegetal donde ocasionalmente se asoma a la amplia cabecera del Barranco de Ijuana, pudiendo observar el grandioso paisaje de su cauce. En algunos tramos caminaremos sobre el antiguo empedrado y en otros discurre por un firme terroso y estrecho, incluso en algunas ocasiones algo expuesto, aunque sin peligro evidente.
Un poco más adelante desciende bruscamente por terreno pedregoso y evitaremos una senda que se inicia por la derecha y que regresa hacia Las Casillas; continúa en descenso por terreno rocoso y algo resbaladizo, sobre todo en temporada de lluvias, que puede volverse bastante delicado; hay algunos tramos más pedregosos y otros muy degradados, donde la tosca del terreno ha cedido por el uso, no obstante hay otros con escalones tallados que han conservado su perfil a pesar del tiempo pasado.
Más adelante el firme recupera su trazado más llano, aunque ocasionalmente encontremos algunos escalones tallados en algunas cortas bajadas y destrepes resbaladizos; luego un muro de piedra seca que pertenece a alguna huerta de cultivo en desuso bordea el sendero y poco después descenderemos bordeando la cabecera del Barranco de los Tabordos, donde hay un fuente de agua y una casa de campo aislada. Luego ascenderemos hacia la otra vertiente del barranco por firme pedregoso, que más adelante remonta con algunos escalones de piedra reforzados con cemento y que nos deja en un montículo rocoso donde es posible observar el Salto del Acebiño, una cascada que lleva agua en temporada de lluvias y que está situado sobre El Bailadero, así como la Gollada de la Cruz, donde hay un refugio de pastores incrustado dentro de una enorme cueva.
Observando el Salto del Acebiño.
El sendero continúa sobre firme de tosca muy irregular y luego pasa de largo sobre un dique rocoso, dirigiéndose hacia la Cueva el Granel, una gran oquedad en el terreno que nos queda a nuestra izquierda, con una construcción resguardada en su interior donde suelen verse algunas cabras salvajes.
Más adelante remonta un tramo empedrado junto a una tubería que termina luego llaneando por un precioso sendero con firme compacto, resguardado por un talud rocoso donde cuelgan numerosas Campanillas (Canarina canariensis) y Sombrerillos (umbilicus gaditanus), entre un espeso bosque de Brezos (Erica arborea). Después pasa por un tramo algo estropeado y expuesto que circula cerca de la cascada del Salto del Acebiño, donde nacen Bejeques (Aeonium ciliatum), Inciensos (Artemisia thuscula) y Trebolinas amarillas (Oxalis pes-caprae); luego, hundido en el terreno por el uso continuado, el camino asciende fuertemente bastante sinuoso, hasta desembocar en una pista asfaltada junto a la carretera TF-123, dicha vía es la conexión que va hacia el cementerio; justo en este lugar hay un poste con señales del PR indicando la dirección a tomar para Chamorga.
Pasando de largo el cementerio, nos fijaremos en una señal del PR que nos obliga a girar bruscamente a la izquierda e introducirnos en un espeso bosque de Brezos (Erica arborea) que es recorrido por un sendero estrecho y con firme compacto; a medida que desciende nos iremos encontrando con muchos tramos escalonados y la superficie del camino hundida en el terreno.
Regresaremos unos metros atrás para remontar suavemente por un pasillo cementado que discurre entre algunas viviendas y huertas de cultivo y que poco a poco va tomando altura, con vistas hacia el cauce del Barranco del Corral Viejo, que más adelante confluye con el precioso Barranco de Anosma, desembocando en la solitaria y pintoresca Playa de Anosma. Nuestro camino continúa en ascenso por el mismo pasadizo, volviéndose cada vez mas empinado, por ello es que más adelante tenga multitud de escalones que zigzaguean continuamente hasta llegar cerca de la carretera TF-123; daremos un giro brusco hacia la derecha para seguir ascendiendo luego por un tramo escalonado con un desnivel muy acusado y protegido con un pasamano de hierro.
Continúa luego con bastante desnivel y bastante sinuoso; transita después junto a varias fuentes de abasto público secas y entre ocasionales viviendas situadas entre Palmeras (Phoenix canariensis) y Dragos (Dracaena draco), terminando poco después coronando el caserío, en la calle más poblada y estrecha, donde hay un pequeño calvario y una fuente de agua pública, ésta con agua fresca donde poder abastecernos y refrescarnos. Frente a nosotros se alza impresionante el Roque de la Cumbrilla (725 m.), una mole rocosa plagada de musgo y cubierta de vegetación y a la izquierda se vislumbra un paisaje sobrecogedor del Valle de Anosma y parte del Caserío de la Cumbrilla; rápidamente y hacia la derecha empieza un sendero empedrado que desciende bruscamente entre Brezos (Erica arborea) y Helecheras (Pteridium aquilinum) y que poco después llanea entre dicha vegetación, dejándonos ver en algunas clareas, el destino final de la ruta que es el Caserío de Chamorga.
Bordearemos luego la Hoya Cha Malena, desde donde puede verse el Roque los Matos (682 m.), una cúspide rocosa que se alza junto a la Hoya de los Matos; luego caminaremos junto a algunos taludes rocosos que protegen el camino, que están atestados de Bejeques de Anaga (Aeonium ciliatum) y algún Verode (Senecio kleinia). A continuación desciende bruscamente con firme algo resbaladizo, hasta que lleguemos a una bifurcación de caminos donde hay un poste con varias señales; a la izquierda y en fuerte pendiente, asciende el PR-TF-6 dirección a El Draguillo, que se dirige luego a Las Palmas de Anaga, sigue por Roque Bermejo y termina ascendiendo por el Barranco de Roque Bermejo para finalizar en Chamorga. De frente, e ignorando este último, haremos caso del PR-TF-5, que continúa descendiendo por firme muy inestable y rocoso que puede llegar a ser muy resbaladizo en temporada de lluvias; luego suaviza su desnivel y discurre por firme bastante compacto hasta llegar a Las Llanadas, donde hay unas huertas de cultivo y una casa de piedra aislada.
Después cruzaremos el Barranco de la Laja, que puede llevar un pequeño arroyo de agua y luego el firme pasa a ser de cemento ya que, junto a una fuente de piedra, da por finalizado el sendero, desembocando en la carretera de Chamorga, la TF-123, justo enfrente de la plaza principal del caserío, donde hay una pequeña Ermita consagrada a la Virgen de la Concepción; este pequeño y sencillo templo es de estilo moderno, construido en el año 1930 y está rematado con un pequeño campanario. Si seguimos de largo la carretera y llegamos al final, veremos un bar – restaurante y podremos conectar con el PR-TF-6 y el PR-TF-6.1, del cual hay un panel informativo que nos muestra que es un sendero autoguiado hasta las Casas de Tafada.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
Más adelante remonta un tramo empedrado junto a una tubería que termina luego llaneando por un precioso sendero con firme compacto, resguardado por un talud rocoso donde cuelgan numerosas Campanillas (Canarina canariensis) y Sombrerillos (umbilicus gaditanus), entre un espeso bosque de Brezos (Erica arborea). Después pasa por un tramo algo estropeado y expuesto que circula cerca de la cascada del Salto del Acebiño, donde nacen Bejeques (Aeonium ciliatum), Inciensos (Artemisia thuscula) y Trebolinas amarillas (Oxalis pes-caprae); luego, hundido en el terreno por el uso continuado, el camino asciende fuertemente bastante sinuoso, hasta desembocar en una pista asfaltada junto a la carretera TF-123, dicha vía es la conexión que va hacia el cementerio; justo en este lugar hay un poste con señales del PR indicando la dirección a tomar para Chamorga.
Seguimos pues a la derecha, por asfalto y llaneando; el viejo camino esta a nuestra izquierda, a un nivel superior, pero la construcción de la nueva vía lo ha dejado en el olvido y abandonado y por lo tanto prácticamente inexistente. A unos trescientos metros está el cementerio, situado en una planicie en el lugar conocido como El Llano del Bailadero, podemos buscar un claro entre la vegetación para disfrutar de las panorámicas del valle que hemos dejado detrás y que se extiende bajo el Caserío de las Casillas, formado por el cauce del Barranco de Ijuana. Al otro lado y cerca del sendero que desciende hacia La Cumbrilla, podemos ver otro valle coronado por el caserío del mismo nombre y por el Caserío de Lomo de las Bodegas, ambos bajo el impresionante Roque de la Cumbrilla (725 m.) y que está formado por la cuenca del Barranco de Anosma.
Pista hacia el cementerio.
Vistas hacia Lomo de las Bodegas.
Pasando de largo el cementerio, nos fijaremos en una señal del PR que nos obliga a girar bruscamente a la izquierda e introducirnos en un espeso bosque de Brezos (Erica arborea) que es recorrido por un sendero estrecho y con firme compacto; a medida que desciende nos iremos encontrando con muchos tramos escalonados y la superficie del camino hundida en el terreno.
lomo de las Bodegas desde El Toscón.
Más adelante zigzaguea continuamente y discurre cada vez mas hundido, perfilado por dos taludes cubiertos de musgo, donde nacen algunos Cerrajones (), Sombrerillos (umbilicus gaditanus), Bicacareras (Canarina canariensis) y Helecheras (Pteridium aquilinum). Un tramo recto y menos empinado, nos deja en un claro rocoso en El Toscón, donde paramos un momento para disfrutar de las preciosas vistas de los alrededores del Lomo de las Bodegas; por aquí nacen Tabaibas (Euphorbia bourgeana) Pencones (Opuntia maxima), Bejeques (Aeonium ciliatum), Inciensos (Artemisia thuscula) y Gamonas (Asphodelus ramosus). Luego sigue en descenso y con el firme algo degradado y algunos tramos resbaladizos, hasta que confluyamos con el Camino Abajo, una pista agrícola cementada que viene desde el Caserío de Lomo de las Bodegas y termina un poco más arriba.
Iglesia de Santiago Apóstol en Lomo de las Bodegas (i).
Seguiremos a la izquierda en suave descenso, cruzando el Barranco de los Naranjos que desciende entre el Roque Pelado (775 m.) y el Roque de la Cumbrilla (725 m.) entre lomas cargadas de vegetación y con un pequeño curso de agua, donde se vislumbran algunas casitas aisladas y donde crecen también, en varias de ellas, algún Drago Canario (Dracaena draco). La pista continúa luego en ascenso y termina más adelante en el Camino Lomo de las Bodegas, que es una vía asfaltada que nace en la carretera TF-123 y termina justo en un amplio espacio con vistas a casi toda la Reserva Natural Integral de Ijuana, donde los Barrancos de Anosma e Ijuana son los protagonistas absolutos. A la izquierda veremos una escalera que baja directamente hacia la plaza principal del núcleo urbano donde hay una pequeña Iglesia datada en el año 1930 y consagrada a Santiago Apóstol y desde donde podemos ver unas bonitas vistas del Valle de Anosma y también del imponente Roque de la Cumbrilla (725 m.), que protagoniza todo el paisaje.
Roque de la Cumbrilla y Caserío.
Regresaremos unos metros atrás para remontar suavemente por un pasillo cementado que discurre entre algunas viviendas y huertas de cultivo y que poco a poco va tomando altura, con vistas hacia el cauce del Barranco del Corral Viejo, que más adelante confluye con el precioso Barranco de Anosma, desembocando en la solitaria y pintoresca Playa de Anosma. Nuestro camino continúa en ascenso por el mismo pasadizo, volviéndose cada vez mas empinado, por ello es que más adelante tenga multitud de escalones que zigzaguean continuamente hasta llegar cerca de la carretera TF-123; daremos un giro brusco hacia la derecha para seguir ascendiendo luego por un tramo escalonado con un desnivel muy acusado y protegido con un pasamano de hierro.
Lomo de las Bodegas, La Cumbrilla y Roque de la Cumbrilla.
Roque de la Cumbrilla.
Bordearemos luego la Hoya Cha Malena, desde donde puede verse el Roque los Matos (682 m.), una cúspide rocosa que se alza junto a la Hoya de los Matos; luego caminaremos junto a algunos taludes rocosos que protegen el camino, que están atestados de Bejeques de Anaga (Aeonium ciliatum) y algún Verode (Senecio kleinia). A continuación desciende bruscamente con firme algo resbaladizo, hasta que lleguemos a una bifurcación de caminos donde hay un poste con varias señales; a la izquierda y en fuerte pendiente, asciende el PR-TF-6 dirección a El Draguillo, que se dirige luego a Las Palmas de Anaga, sigue por Roque Bermejo y termina ascendiendo por el Barranco de Roque Bermejo para finalizar en Chamorga. De frente, e ignorando este último, haremos caso del PR-TF-5, que continúa descendiendo por firme muy inestable y rocoso que puede llegar a ser muy resbaladizo en temporada de lluvias; luego suaviza su desnivel y discurre por firme bastante compacto hasta llegar a Las Llanadas, donde hay unas huertas de cultivo y una casa de piedra aislada.
Ermita de la Concepción en Chamorga.
Después cruzaremos el Barranco de la Laja, que puede llevar un pequeño arroyo de agua y luego el firme pasa a ser de cemento ya que, junto a una fuente de piedra, da por finalizado el sendero, desembocando en la carretera de Chamorga, la TF-123, justo enfrente de la plaza principal del caserío, donde hay una pequeña Ermita consagrada a la Virgen de la Concepción; este pequeño y sencillo templo es de estilo moderno, construido en el año 1930 y está rematado con un pequeño campanario. Si seguimos de largo la carretera y llegamos al final, veremos un bar – restaurante y podremos conectar con el PR-TF-6 y el PR-TF-6.1, del cual hay un panel informativo que nos muestra que es un sendero autoguiado hasta las Casas de Tafada.
Caserío de Chamorga.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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