MIRADOR DE IGUESTE - EL FRONTÓN - MIRADOR DE IGUESTE
(Regreso por el Camino y Caserío de Pasacola)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Candelaria.
COMO LLEGAR: Desde la autopista TF-1 tendremos que coger la salida
número 14 y dirigirnos al núcleo urbano de Igueste por la carretera TF-252; una
vez en él, iremos al Barrio de La Jimenez y al final de la carretera se
encuentra el Mirador de Igueste.
COMIENZO: Mirador de Igueste.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 10 km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Mirador de Igueste, 2.- Canal de Araca; 3.- Pista
El Fayal: 4.- Lomo del Arrastradero; 5.- El Frontón; 6.- Empedrado en el Camino
de Pasacola; 7.- Ruinas del Caserío de Pasacola.
VENTAJAS: Recorrido por caminos tradicionales.
INCONVENIENTES: El Camino Lomo de la Barca es en ascenso continuado y
en ocasiones se pierde su trazado.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
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CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Damos comienzo la ruta en el Mirador de Igueste, una atalaya natural
situada a unos cuatrocientos metros de altura sobre El Lomo, un escarpe rocoso
que se alza por encima del Barrio de La Jiménez, perteneciente a la entidad de
población de Igueste, que a su vez forma parte del municipio de Candelaria y
que fue uno de los más importantes por su riqueza agrícola y su población;
destacan en sus estrechas calles, sobre todo en la parte alta, numerosas
viviendas de arquitectura tradicional canaria que aún conservan la esencia
costumbrista del lugar.
Mirador de Igueste con vistas al Valle de Güimar.
En este mirador hay varios asientos para poder
disfrutar cómodos de las extraordinarias panorámicas del Valle de Güimar,
destacando en su plataforma costera, la Montaña Grande (277 m.), un cono
volcánico protagonista absoluto del entorno protegido llamado Malpaís de Güimar,
catalogado como Reserva Natural Especial.
Inicio del Camino Lomo de la Barca.
Justo en esta ubicación empieza el Camino Lomo de la Barca, que
asciende muy pedregoso y con algunos tramos que conservan un viejo empedrado,
por el Lomo de los Panascos, junto a los muros de piedra seca pertenecientes a
unas huertas de cultivo y salvando luego el Canal de Araya, que atraviesa el
camino perpendicularmente; después giramos bruscamente a la derecha y seguimos
avanzando entre una torre de alta tensión y unas construcciones hidráulicas
pertenecientes a la Galería de Los Mocanes, situada más arriba en el cauce del
barranco homónimo, cuya canalización bordea nuestro recorrido un buen trecho.
Distribuidor de agua de la Galería de Los Mocanes.
Una vez lleguemos a un distribuidor hidráulico medio ruinoso, cruzamos de nuevo
una canalización de agua en desuso que proviene de la misma galería, y seguimos
nuestra ruta ascendiendo sin parar entre vegetación característica de la zona
como Cornicales (Periploca laevigata), Jaguarzos (Cistus
monspeliensis), Verodes (Kleinia neriifolia), algunos ejemplares
de Retama Blanca (Retama rhodorhizoides), Bejeques (Aeonium arboreum),
Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Vinagreras
(Rumex lunaria), entre muchas otras especies.
Tramos empedrados en el Camino Lomo de la Barca.
Continuamos pisando algunos tramos empedrados y algunos otros marcados
por un murete de piedra seca, aunque el firme más generalizado es el terreno
pedregoso y a veces bastante erosionado, haciendo algo incómoda la travesía;
también avanzamos por algunas zonas más rocosas y planas, donde se pueden ver
antiguas atarjeas talladas para el transporte de aguas pluviales. A medida que
avanzamos por la lomada, las panorámicas del Valle de Güimar son cada vez más
espectaculares y no deberíamos perder la ocasión para disfrutarlas; el
recorrido discurre prácticamente en línea recta y en un momento determinado,
donde el camino está marcado por un murete de piedra seca, llegaremos a un
promontorio rocoso donde crece un solitario Pino Canario (Pinus canariensis)
que protagoniza el entorno y nos sirve como lugar de descanso y observación del
paisaje.
Además de la plataforma costera del Valle de Güimar, se alza frente a
nosotros la cara norte de la Ladera de Chafa, donde destaca la Gollada de Yosa
y el Roque Yesa (1195 m.), así como el Topo de Amarnia (1613 m.) y el Lomo el
Yugo (1717 m.); en primer plano podemos ver un lomo anexo donde está la Montaña
de Arguama (740 m.), que alberga en su cumbre la Cruz de Arguama, elevándose
sobre el profundo cauce del Barranco de Los Mocanes, donde se encuentra la
galería homónima.
Cruz de Arguama (izq.).
Pavimento empedrado.
Seguimos en ascenso por el camino que se encuentra empedrado, aunque
erosionado en algunas ocasiones, y que discurre entre Cornicales (Periploca
laevigata) y Tabaibas (Euphorbia lamarckii); más adelante rodea un
Cardón (Euphorbia canariensis) que crece solitario y luego zigzaguea
hasta llegar a la altura de una estructura de distribución hidráulica donde
desemboca un canal. Unos metros más arriba hay otra construcción de piedra que
marca el inicio de una vereda que, por la derecha, se dirige paralela al Canal
de Araca, hacia la Galería Arepo 1, no sin antes cruzar el Camino de Pasacola,
por donde haremos el regreso, más adelante.
Cruzamos dicha canalización, que se
pierde abandonada y ruinosa entre los riscos de la Hoya de Arguama y
continuamos subiendo mediante tramos empedrados y delimitados por un murete de
piedra seca, tomando cada vez más altitud y en cada vuelta disfrutando de las
panorámicas cada vez más vertiginosas del Valle de Güimar.
Tramo empedrado.
Nos adentramos
paulatinamente en el pinar, que va siendo más espeso, fijándonos en algunas
marcas de pintura que señalan el verdadero trayecto del Camino Lomo de la
Barca; en una zona donde hay gran cantidad de rocas dispersas por el entorno,
hay muros de piedra seca que forman numerosas huertas de cultivo abandonadas,
sobre todo en las laderas próximas al cauce del Barranco de Los Mocanes. Por
esta zona se encuentra una bifurcación hacia la izquierda, que es una senda que,
cruzando dicho barranco, converge con el camino que asciende desde la Montaña
de Arguama (740 m.) en dirección a la Hoya de Unchico; nuestra ruta sigue de
frente y sin parar de ascender, bordeando algunas huertas de cultivo y mediante
un firme algo descompuesto y erosionado, que mantiene algunos tramos con su
empedrado original.
Algunas marcas en el camino (izq.).
Huertas abandonadas por el Barranco de Los Mocanes (dcha.).
En ocasiones, la traza del camino se pierde, pero con algo
de intuición puede seguirse su trazado sin ninguna complicación; más adelante,
después de atravesar una zona muy rocosa, llegaremos a la altura de la línea de
alta tensión soportada por grandes torres de hierro que atraviesan el monte y
el pinar en dirección a la central eléctrica de Las Caletillas, cuyo impacto
visual no es muy agradable.
En la zona denominada Las Morras del Pinito, tendremos
que pasar inevitablemente por debajo de la línea de alta tensión y muy cerca de
la base de una de las torres, desviándonos luego a la izquierda para seguir
ascendiendo con mucho más desnivel sorteando algunas huertas de cultivo
abandonadas que albergan aún algunos árboles frutales, hasta desembocar en una
pista forestal, justo donde se encuentra la base de otra torre de alta tensión.
Cruzando la línea de alta tensión y llegando a la pista forestal.
Seguimos hacia la derecha llaneando por dicha pista unos doscientos metros
hasta encontrarnos con la Pista El Fayal, una pista
forestal que conecta la zona de El Frontón, en los altos de Barranco Hondo, con
Las Lagunetas, donde está La Casa Forestal.
Pista de El Fayal.
Avanzamos por esta última hacia la derecha y en suave descenso, siempre
bajo el pinar, donde nos percataremos del breado de muchos de ellos; luego
seguimos vadeando los cauces de varios barranquillos que se cruzan con la
pista, el Barranco El Frontón y el Barranco del Mocán, que se extienden cauce
arriba desde el Lomo Matías, y por la zona del Lomo de Las Ramonas, el cauce
homónimo y en las inmediaciones de la Morra La Choza, el Barranco de La
Fogatada.
Pista de Los Ovejeros (dcha.).
Senderos homologados PR-TF-25 y SL-TF-299.
Unos metros después, en el Lomo del Arrastradero, convergemos con la
Pista de Los Ovejeros, que viene desde la zona de Las Raíces; en este punto se
cruza en nuestro camino el PR-TF-25
que junto con el SL-TF-299,
se dirigen respectivamente hacia el Área Recreativa de Las Raíces y hacia el
núcleo urbano de Barranco Hondo.
Seguimos por la Pista de El Fayal.
Continuamos nuestra ruta por la Pista del Fayal, ignorando los dos
senderos homologados que acabamos de encontrar, llaneando por las inmediaciones
de la Hoya de la Fogatada aproximadamente un kilómetro hasta encontrarnos con
otro cruce donde hay una señal de madera clavada en un árbol que nos indica la
dirección a seguir hacia Barranco Hondo, también hay otra indicación de la
Pista del Fayal (VM-3).
Señalización de la Pista de El Fayal.
Hacemos caso de la indicación y progresamos por la
pista en suave descenso, entre algunas huertas de cultivo, hasta que la
encontremos asfaltada, esta ubicación se denomina El Frontón, una zona agrícola
donde abundan pequeños cuartos de aperos diseminados por el entorno y
distribuidos entre huertas de cultivo.
Pista asfaltada por la zona de El Frontón.
Continuamos por la vía, que es el Camino
de El Frontón, vadeando de nuevo el cauce del Barranco Lomo de las Ramonas y
del Barranco del Mocán y luego con más desnivel pasaremos por la zona de El
Aserradero, donde nos desviamos de la carretera hacia la izquierda, para tomar
el camino original que discurre bordeando el cauce del Barranco del Panadero,
en línea recta y entre gran cantidad de Jaguarzos (Cistus monspeliensis)
algunos ejemplares de Tabaibas (Euphorbia lamarckii), atravesando pocos metros después, el asfalto y
volviendo a tomar el trayecto originario que se encuentra muy deteriorado, aunque
con algunos vestigios del firme de piedra con el cual estaba pavimentado.
Restos del original Camino de El Frontón.
Desembocamos, después de habernos ahorrado varias curvas, de nuevo en la
carretera, junto a un dique rocoso que marca el camino y tendremos que circular
por ella unos quinientos metros hasta encontrar el Camino de Pasacola, que se
inicia por la derecha descendiendo con fuerte pendiente hacia el cauce del
Barranco de Los Palacios. Discurre muy pedregoso y bastante erosionado, también
medio oculto por la vegetación que invade su trazado ocasionalmente; en la
subida por la ladera contraria lo encontramos medio empedrado y con vistas
hacia el cauce del barranco, donde se distingue la elevación de la Montaña del
Picacho (629 m.), donde hay un mirador panorámico que se asoma hacia el pueblo
de Barranco Hondo.
Inicio del Camino de Pasacola.
Bco. de Los Palacios y Montaña del Picacho (izq.).
El camino continúa algo perdido entre gran cantidad de vegetación y
luego avanza descendiendo con moderado desnivel, bastante pedregoso y
resbaladizo, con vistas panorámicas sobre el Valle de Güimar, hasta
encontrarnos con el Canal de Araca, que cruza perpendicularmente nuestro
camino.
Un poco más adelante, donde crece solitaria una Palmera Canaria (Phoenix
canariensis), andamos por una zona más rocosa bordeando algunas viejas
huertas de cultivo, donde veremos hacia la derecha una senda que, atravesando
la Barranquera del Pino y bordeando el Canal de Araca, comunica el Camino de
Pasacola con el Camino Lomo de la Barca.
Vistas panorámicas del Valle de Güimar.
Ignoramos esta vereda y seguimos
nuestra marcha descendiendo por una placa rocosa y luego nos vamos abriendo
paso mediante el pavimento empedrado y su trazado delimitado por un murete de
piedra seca, entre numerosas huertas de cultivo en estado de abandono; vamos
dejando atrás el pinar y en un momento determinado, por la zona conocida como
El Pajonal, cruzamos la línea de alta tensión por las inmediaciones de una de
las torres de hierro que la soportan.
Camino de Pasacola.
Mas adelante, y siempre en descenso, el recorrido gira un poco a la
izquierda en dirección al cauce del Barranco de Los Porqueros y luego continúa
bordeando más huertas de cultivo abandonadas por el entorno de Las Morretillas,
teniendo a nuestra vista la imagen espectacular de la plataforma costera del
Valle de Güimar, donde destaca notablemente la Montaña Grande (277 m.) en la
Reserva Natural Especial del Malpaís de Güimar.
Valle de Güimar desde el Camino de Pasacola.
Más adelante cruzamos una
canalización en estado ruinoso y en desuso, es un viejo canal procedente de la
Galería de Los Mocanes, que tiene en su interior una tubería de plástico más
contemporánea.
Camino Viejo de Candelaria (BIC).
Seguimos la marcha y enseguida pasamos junto a una finca vallada
donde el trazado del camino es más ancho y ha perdido casi todo su pavimento de
piedra; en pocos metros desembocaremos en el Camino Viejo de Candelaria, que se
cruza en forma de pista de tierra viniendo desde el núcleo urbano de Barranco
Hondo y dirigiéndose a la Villa Mariana de Candelaria.
Caserío de Pasacola.
Nos desviamos hacia la
izquierda unos metros hasta encontrar un panel informativo que se refiere al
Caserío de Pasacola, ubicado en las inmediaciones del camino y cerca del Canal
de Araya; bajamos por un sendero bien marcado para visitar el lugar, que alberga
varias construcciones en estado de ruina pertenecientes a varias viviendas y
unos hornos, así como una vieja era de trilla que fue de uso comunitario y que
servía también para celebrar encuentros y bailes.
- La existencia de este caserío solo está documentada a partir del siglo XIX y el abandono total por parte de sus habitantes fue en el año 1921, cuando Cha Felisa y su hija Gumersinda abandonaron el lugar; algunos personajes como “La Sajorina” y la “Bruja de Pasacola”, forman parte de los personajes más pintorescos que habitaron el caserío. En el año 2008 el Camino Viejo de Candelaria fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), así como los elementos patrimoniales asociados al mismo, entre los cuales se encuentra el Caserío de Pasacola.
De vuelta el Camino Viejo de Candelaria, continuamos nuestra ruta en
dirección a Igueste de Candelaria por la pista de tierra que nos lleva en suave
descenso, cruzando la cabecera del Barranco de Los Juncos, y llevándonos con
vistas hacia el Valle de Güimar, hasta finalizar pocos metros después, en el
Mirador de Igueste, lugar del inicio del recorrido propuesto y donde damos por
finalizada la ruta.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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