RUTA AUTOGUIADA DE LAS CARBONERAS
(MACIZO DE ANAGA)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: San Cristóbal de La Laguna.
COMO LLEGAR: Entre los kilómetros 20 y 21 de la carretera TF-12, que
parte desde Las Canteras hacia El Bailadero y San Andrés, está el cruce con la
TF-145 que nos llevará directamente al núcleo urbano de Las Carboneras.
COMIENZO: Caserío de Las Carboneras.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 2,5 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el pueblo hay un bar-restaurante.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Plaza e Iglesia de San Isidro; 2.- Barranco de Taborno; 3.- Camino de las
Huertas; 4.- Distintos puntos señalizados correspondientes a una ruta
autoguiada.
VENTAJAS: Recorrido circular autoguiado, señalizado y con 8 puntos de
información de interés.
INCONVENIENTES: Ninguno digna de mención.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Señalización en el inicio de la ruta.
Comenzamos la
ruta visitando la Plaza de San Isidro, en el Caserío de Las Carboneras, donde
se erige la pintoresca Iglesia de San Isidro, datada en el año 1930, que rinde
culto al mismo y a Santa María de la Cabeza.
Ermita de San Isidro.
Andamos por la carretera unos cien
metros hasta encontrar el inicio de la Pista de Las Huertas, por donde discurre
el PR-TF-9 que se dirige al Caserío de Afur, pasando antes por el de Taborno;
en este cruce hay un poste con una señal de dicho PR y otra del PR-TF-10.1, una
variante del PR-TF-10 que viene desde la Cruz del Carmen pasando por la
Degollada de las Escaleras y se dirige al Caserío de Chinamada.
Hay también
otra señalización correspondiente a la ruta autoguiada, que indica el punto
número 1 del mismo, el cual podemos consultar en una audioguía impresa que
facilitan en el Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen; este punto en
concreto explica cómo, tras la conquista, se crearon nuevos terrenos de cultivo
en los lugares donde había monteverde, talando intensivamente su foresta para
la obtención de madera y leña. Nuestro camino avanza por el PR-TF-9 caminando
por la pista asfaltada unos pocos metros hasta que veamos una señal del PR que
nos obliga a abandonar la pista y a continuar en descenso por un sendero
bordeado de Helecheras (Pteridium aquilinum),
Balangos (Avena canariensis) y Amorsecos (Bidens pilosa), que
baja con fuerte pendiente y escalonado, hacia un barranquillo donde se ubican algunas
huertas de cultivo.
Punto de información número 2 (izq.).
Luego subimos por
unos escalones tallados en el terreno, que nos dejan en un sendero llano con firme
muy compacto, que discurre por el Lomito Centeno; se encuentra este camino bordeado
de un talud rocoso, donde crecen multitud de especies arbóreas características
de la laurisilva, junto a un manto muy frondoso de Helecheras (Pteridium
aquilinum), que a su vez cobijan numerosos ejemplares endémicos de
Bicacareras (Canarina canariensis).
Bicacarera (izq.); Bejeque de Anaga y Helechos (dcha.).
Más adelante seguimos progresando
bajo el Lomillo de la Madera, donde está el punto número 2 correspondiente al
sendero autoguiado; éste nos explica la transformación del caserío, que se
encuentra rodeado de bancales de cultivo y veredas de comunicación; desde este
lugar podemos divisar una bonita imagen del Roque de Taborno (706 m.), que se
eleva al otro lado del Barranco de Taborno. Unos metros después llegamos a Peña
Bermeja (581 m.), un promontorio rocoso donde hay plantada una torre de alta
tensión y una pequeña edificación escondida entre la vegetación; desde aquí
tenemos una panorámica del camino recorrido y de una parte del Caserío de Las
Carboneras, además del Roque Tenejía (798 m.), que lo acoge en su base.
Punto de información número 3 (dcha.).
El camino
continúa su curso llaneando con firme compactado y más adelante, en el Lomillo
de los Cabreros, empieza a descender hacia el cauce del Barranco de Peña
Bermeja. Justo en este punto está la señal número 3 del sendero autoguiado; nos
advierte de la reconquista natural por parte de la laurisilva en este enclave,
donde, si tenemos suerte, podremos observar el devenir de las aves más
emblemáticas de este ecosistema, la Paloma Rabiche (Columba junoniae) y la
Paloma Turqué (Columba bollii), además de otras especies como el Gavilán
(Accipiter nisus) y la majestuosa Aguillla (Buteo buteo).
Seguimos
en descenso por un tramo escalonado y más adelante el camino zigzaguea algo
resbaladizo entre multitud de ejemplares de Crestagallo (Isoplexis
canariensis), Trebolinas (Oxalis pes-caprae) y algunos Bejeques (Aeonium
ciliatum), hasta que lleguemos al cauce del barranco que se encuentra
atestado de Zarzas (Rubus bollei). Después avanzamos en suave ascenso
bordeando un muro de piedra seca donde cuelgan infinidad de Helecheras (Pteridium
aquilinum), algunas Zarzas (Rubus bollei) y Bicacareras (Canarina
canariensis); luego seguimos llaneando mediante un firme muy compacto, bajo
la inmensa y frondosa foresta característica de la laurisilva, por la zona
conocida como El Llanito, hasta que un claro en el bosque nos permite
visualizar varios promontorios cubiertos de bosque en la zona conocida como
Llano de Badajoz, donde se alza majestuoso el Roque Feles (675 m.).
Tramos escalonados hacia el Barranco de Taborno.
El sendero
comienza a descender repentinamente adquiriendo una morfología muy erosionada
debido al desgaste de su uso y que zigzaguea con algunos tramos escalonados,
que en temporada de lluvias se vuelven muy resbaladizos y que pocos metros
después termina en el cauce del Barranco de Taborno, un cañón muy encajonado, cubierto
de Zarzas (Rubus bollei) y demás vegetación característica de la zona;
este será el límite jurisdiccional de los municipio de San Cristóbal de La
Laguna y Santa Cruz de Tenerife.
Cauce del Barranco de Taborno.
Ascendemos
hacia la vertiente contraria entre una gran cantidad de Helecheras (Pteridium
aquilinum) y Zarzas (Rubus bollei) y enseguida vemos otra indicación
correspondiente al sendero autoguiado, la señal número 4, que nos enseña la
finalidad que tenían los llamados “cabocos” en el fondo del barranco, son
hondonadas en el mismo cauce producidas por un salto de agua después de correr
el barranco; éstas quedaban llenas de agua y la conservaban durante un tiempo
prolongado, siendo usadas por los habitantes de Las Carboneras para su uso
doméstico, por ejemplo, para lavar la ropa y como dato curioso, usaban cenizas
de madera de higueras para blanquearla.
El PR-TF-9 en dirección a Taborno (izq.).
Continuamos
ascendiendo junto a un muro de piedra seca y enseguida nos encontramos un cruce
de caminos; de frente continúa por una lomada bordeando la Hoya Huela, el
PR-TF-9, subiendo con fuerte pendiente mediante un tramo escalonado tallado en
el terreno, de camino al Caserío de Taborno, siguiendo su curso después hacia el
de Afur.
Punto de información número 5 (dcha.).
Nuestra ruta gira hacia la izquierda, abandonando el PR y descendiendo
bruscamente una pendiente bastante rocosa que da paso a un sendero escalonado
que se dirige de nuevo al cauce del Barranco de Taborno; discurre luego un
pequeño tramo llano desde donde tenemos unas bonitas vistas del Caserío de Las
Carboneras, que se asienta sobre el Lomo de Cho Pablo y al resguardo de la
cuerda montañosa donde se ubica el Roque Tenejía (798 m.). Después, destrepamos
un pequeño trecho rocoso y de nuevo unos escalones tallados nos dejan otra vez
en el cauce del Barranco de Taborno, donde hay una nueva señalización, la
número 5, que nos advierte de la dura subida que presenta el camino de regreso
al caserío, que aprovecha un dique rocoso en el que se excavaron los escalones
y del que se extrajeron las piedras que forman parte del recorrido.
Cruzando de nuevo el Barranco de Taborno.
Cruzamos el
barranco y ascendemos con fuerte pendiente entre multitud de Trebolinas (Oxalis
pes-caprae), Cerrajas (Sonchus acaulis) y Bejeques (Aeonium
ciliatum), que crecen en el talud que protege el paso; luego, el camino
escalonado, formado por peldaños excavados en el terreno y más adelante por
lajas de piedra colocadas a propósito, se abre paso entre Brezos (Erica
arborea) y Fayas (Morella faya) por una lomada entre El Vallito y
Palos Altos, teniendo unas bonitas vistas, cuando la vegetación lo permite, de
El Roquillo (645 m.), un pitón rocoso que sobresale de la masa forestal que le
rodea.
Más adelante, llaneamos por un tramo donde el sendero presenta un firme
muy compacto y después cruzamos un pequeño cauce que forma un barranquillo por
donde corre un riachuelo de agua, que desemboca más abajo, en el Barranco de
Taborno. Después de haberlo cruzado, tendremos que buscar la continuación del
camino entre un cañaveral que ha invadido parte del paso y enseguida nos
encontraremos unos escalones de piedra que ascienden junto a unas rocas de gran
tamaño, en un entorno muy frondoso, donde abundan los Helechos (Pteridium
aquilinum), Cerrajas (Sonchus acaulis), Bejeques (Aeonium
ciliatum), Zarzas (Rubus bollei) y algunos Codesos (Adenocarpus
foliolosus).
Tramo escalonado.
Luego, el camino sigue muy sinuoso y con firme escalonado,
encontrándonos más adelante con un claro en el monte donde divisaremos varias
cuerdas montañosas que rodean el valle donde se asienta el Caserío de Las
Carboneras.
Camino subiendo por la zona de La Sabina.
Avanzamos
siempre en ascenso y más adelante, por la zona conocida como La Sabina, pasando
junto a las paredes de piedra seca que pertenecen a unas huertas de cultivo, nos
encontramos el camino muy sinuoso y en forma de escalera, con sus peldaños hechos
de lajas de piedra del entorno. Tomamos cada vez más altura y llegaremos a una
zona con firme de tosca rojiza, donde está ubicada la señal número 6 de la ruta
autoguiada; nos explica en el correspondiente folleto, el modo de vida de
antaño, cuando los habitantes de este lugar se dedicaban a jornada completa de
la agricultura y el pastoreo, siendo su modo de vida cotidiano.
Camino de las Huertas.
Un último
repecho bordeando unas huertas de cultivo nos hace desembocar en el Camino de
las Huertas, una pista cementada que circunvala casi la totalidad del caserío;
desde varios puntos de esta pista tenemos unas vistas panorámicas inmejorables
del Caserío de Taborno, con su característico e inseparable Roque de Taborno
(706 m.), que sobresale paisajísticamente de las agrestes vertientes que forman
el profundo cauce del Barranco de Taborno, que discurre hacia la costa
desembocando en la desconocida Playa de la Fajana.
Punto de información número 7 (dcha.).
Nuestra ruta
cruza la pista y subimos una rampa que nos da paso al camino que se encuentra
de nuevo escalonado, esta vez con rocas de tosca, que asciende entre huertas de
cultivo y termina poco después en el final de la Calle el Cabecito, donde hay
un viradero que hace las veces de mirador con vistas panorámicas muy espectaculares
del Barranco de Taborno. En este punto tenemos la señal número 7 de la ruta
autoguiada; nos explica la morfología de las casas del entorno y cómo y de que
materiales estaban construidas.
Recorrido urbano por Las Carboneras.
Finalizando en la Plaza de San Isidro.
Continuamos ascendiendo por una vereda con
firme de tosca, entre Helechos (Pteridium aquilinum), Trebolinas (Oxalis
pes-caprae) y algunas Zarzas (Rubus bollei) hasta desembocar en la
Calle los Rojas, ya asfaltada, que avanza también en suave ascenso y nos lleva,
haciendo un recorrido urbano, hacia la Plaza de San Isidro, donde se encuentra
la Iglesia; en este punto está el punto informativo número 8, que nos da una
explicación de la existencia de varias eras de trilla comunales que se
repartían por el entorno del pueblo y la función que tenían para el desarrollo
del mismo. En este lugar daremos por finalizada la ruta, habiendo hecho un
recorrido circular, aprendiendo las costumbres y tradiciones de un pueblo.
Roque de Taborno desde Las Carboneras.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña