LOS DORNAJOS - A.R. HOYA DEL ABADE - LOS DORNAJOS
(Regreso por el PR-TF-25.2 y por el SL-TF-30)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: La Victoria de Acentejo.
COMO LLEGAR: Desde el núcleo urbano de La Victoria de Acentejo
tomaremos la Calle del Pino, que se une con la Calle de la Asomada y con la
Calle Camino de los Dornajos; esta última confluye con la Calle Potigaiga que
nos llevará directamente al punto de inicio.
COMIENZO: Los Dornajos.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 7,9 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En Los Dornajos y en el Área Recreativa de la Hoya del Abade.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Los Dornajos; 2.- Canal de Aguamansa; 3.- Área Recreativa de la Hoya del
Abade; 4.- Finca de las Rosas.
VENTAJAS: Recorrido
circular por pistas forestales bajo el monte verde y laurisilva y un pequeño
tramo por senderos homologados.
INCONVENIENTES: Ninguno digno de mención.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Comenzamos la
ruta al finalizar la Calle Potigaiga, donde hay un amplio espacio alrededor de una
fuente de agua donde podemos abastecernos del preciado líquido; comienza en
este punto, junto a un panel informativo y las señales de dirección del
SL-TF-30, el recorrido denominado “Ruta de los Castaños”, una pista agrícola que
discurre en ascenso por el cauce del Barranco de Los Dornajos.
Inicio de la ruta.
Subimos por la
misma entre fincas particulares que se encuentran valladas, donde crecen
grandes ejemplares de Castañeros que forman un enorme pasillo vegetal que nos
protege en nuestros pasos; en una de las fincas está el Guachinche Los
Dornajos, famoso establecimiento que ofrece platos de nuestra gastronomía canaria.
Área de descanso de Los Dornajos.
Después de unos doscientos cincuenta metros, llegaremos al lugar conocido como
Los Dornajos, un espacio de descanso con asientos de madera a la sombra de unos
Acebiños (Ilex Canariensis), donde también hay un aljibe, un pequeño
lavadero de piedra y un dornajo de madera de tea que recibe agua de la Galería
Salto Morisco, situada barranco arriba a poca distancia de nuestra situación.
El SL-TF-30
continúa por nuestra izquierda, pero nuestra ruta discurre al lado contario,
por la derecha, iniciando nuestros pasos por una estrecha vereda que asciende
por la trasera del espacio de Los Dornajos, adentrándonos en un frondoso bosque
de laurisilva en el interior del Paisaje Protegido de Las Lagunetas.
Canal en desuso cruzándose en el camino.
Progresa bastante
sinuoso por la zona conocida como Los Pasos, subiendo al inicio muy suavemente
y luego con un desnivel más acusado mediante un firme bastante compacto; más
adelante bordeamos un muro de piedra seca y luego cruzamos una vieja
canalización en desuso que nos deja en una travesía un poco más llana cuando vadea
el cauce del Barranco de los Tosquillos, que se encuentra atestado de gran
cantidad de Zarzales (Rubus bollei).
Desembocaremos después en una pista
agrícola cuyo firme se encuentra cementado y por la cual tendremos que ir hacia
la izquierda ascendiendo con fuerte desnivel entre numerosas huertas de cultivo
atestadas de grandes ejemplares de Castañeros. Si echamos la vista atrás,
veremos el núcleo urbano del municipio de La Victoria de Acentejo y parte de la
zona costera que le corresponde, así como las medianías donde hay un número muy
numeroso de huertas de cultivo dedicadas a la plantación de vid y agricultura
de autoconsumo.
Al terminar la
subida, llegamos a una pista forestal donde se elevan gran cantidad de Pinos de
Monterrey (Pinus radiata) que conviven en buena armonía con los Pinos
Canarios (Pinus canariensis) y con la vegetación que se encuentra en el
entorno, como Brezos (Erica arborea) y Fayas
(Morella faya); frente a nosotros hay una cuesta cementada que se dirige
a alguna galería que no conocemos y en el cruce hay una pared de piedra que
delimita un pequeño espacio cubierto de Helechos (Diplazium
caudatum), donde hay un aljibe cubierto.
Pista forestal bordeando el Lomo de los Pasos.
Malpica (Carlina salicifolia) y Malfurada (Hypericum grandifolium).
Hacia la derecha continuamos
por la pista forestal bajo el Lomo de Los Pasos, bajo un pasillo de frondosa
vegetación y bordeando un talud rocoso que soporta dicha lomada; crecen en el
entorno multitud de ejemplares endémicos como la Cresta de Gallo (Isoplexis
canariensis), Malpicas (Carlina salicifolia) y Capitanas (Phyllis
nobla), así como Torviscos (Daphne gnidium), Zarzas (Rubus bollei),
Helechos (Diplazium caudatum), Tederas (Bituminaria bituminosa),
Malfuradas (Hypericum grandifolium) y un sinfín de especies que hacen que
el recorrido sea de alto valor ecológico. Continuamos la marcha, aún dentro de
los límites del Paisaje Protegido de Las Lagunetas, llaneando y cruzando más
adelante la Barranquera del Cuervo, donde curiosamente crecen unos grandes ejemplares
de abetos de la especie Picea, que junto a otros árboles de la
especie foránea Eucalyptus globulus, conocido como Eucalipto, perjudican
seriamente el crecimiento normal de las especies autóctonas que hay por el
entorno.
Canal de Aguamansa (dcha.)
Enseguida
llegamos a una bifurcación donde se cruzan varias pistas forestales; a la
derecha desciende una de ellas asfaltada hacia el Barrio de La Vera, de frente
continúa otra hacia el Barranco de Infierno, donde se encuentra la Galería el
Nilo, justo bajo el llamado Salto el Infierno, a nuestra izquierda asciende
otra con fuerte pendiente y con firme bastante erosionado, que es la que
tendremos que seguir; caminaremos bajo un bosque donde abundan los Pinos de
Monterrey (Pinus radiata) bordeando una zanja que se ha formado por la
escorrentía del agua de lluvia; después de unos trecientos metros llegaremos a
la zona denominada La Casilla, donde hay una construcción ruinosa y el paso del
Canal de Aguamansa.
Pista de las Casillas.
Continuamos ascendiendo, en esta ocasión con menos desnivel
de subida, por la Pista de Las Casillas, donde abundan los endémicos Follaos (Viburnum
rigidum), gran cantidad de Zarzales (Rubus bollei) y Helecheras (Diplazium caudatum), creciendo frondosamente en
los bordes de la misma. En un momento determinado llegaremos a la Pista del
Rayo, la cual bordea los límites de la Reserva Natural Especial de las Palomas,
un espacio natural protegido de unas seiscientas hectáreas donde predominan
reductos de laurisilva mezclados con zonas de monte verde que están expuestas a
la humedad de los vientos alisios y donde residen la Paloma Rabiche (Columba
junionae) y la Paloma Turqué (Columba bollii), especies en peligro
de extinción, aunque abundantes en la mitad oriental del espacio protegido.
En este punto
tendremos que continuar hacia la izquierda por la citada pista forestal, en
suave ascenso, bajo las laderas frondosas del Lomo el Lance, donde crecen gran
cantidad de Helechos (Diplazium caudatum) y de especies arbóreas como
Brezos (Erica arborea), Fayas (Morella faya), Follaos (Viburnum
rigidum), Acebiños (Ilex canariensis), Loros (Laurus
novocanariensis), Madroños (Arbutus canariensis) y Pinos Canarios (Pinus
canariensis), entre otros muchos; en el borde del camino hay numerosos
ejemplares de Crestagallo (Isoplexis canariensis), Tomillos (Micromeria
hyssopifolia), Tederas (Bituminaria bituminosa), Cerrajones (Sonchus
acaulis), Malfuradas (Hypericum grandifolium) y un largo etcétera de
especies endémicas e incluso foráneas, como la Torvisca (Daphne gnidium).
Pista del Rayo.
Inicio de la Pista Fuente de los Arcos.
Enseguida vemos el inicio de la Pista Fuente de los Arcos, como indica un
cartel de madera puesto en el mismo cruce; la ignoramos y continuamos la marcha
de frente y en pocos metros cruzamos el cauce del Barranco de los Tosquillos,
donde se encuentra en algún lugar determinado la Fuente de los Tosquillos. Más
adelante nos encontraremos con otra bifurcación donde hay señalización referida
a la Pista del Rayo, designada con el código VM-5, a la izquierda desciende con
fuerte pendiente otra pista forestal por el Lomo del Agua hacia las medianías
del municipio; nuestra ruta continúa de frente en dirección Hoya del Abade,
como reza en dicha señalética.
Avanzamos como hasta ahora, bordeando la Reserva
Natural Especial de las Palomas, recordándonos unas señales de madera tal
hecho; dichas indicaciones contienen un código QR para consultar mediante el
dispositivo móvil la información del espacio natural y de los antiguos caminos
que surcaban la isla. Siguiendo la
pista llegaremos a una bajada pronunciada que se inicia junto al Morro la Hoya
Grande, donde hay otra pista forestal que empieza por nuestra izquierda, es la
Pista la Orea, que se interna en el pinar hacia el Lomo de los Palos Blancos.
Inicio de la Pista la Orea (dcha.).
Señalización de la Pista del Rayo, la VM-5.
Continuamos la bajada bordeando el cauce del profundo Barranco de los Dornajos,
desde donde podemos echar un vistazo a una pequeña parte de la zona costera del
municipio; crecen en los bordes de la pista algunos ejemplares de Malfuradas (Hypericum
grandifolium) y otros de Patagallo (Geranium reuteri), que
aprovechan la umbría y humedad del entorno del barranco. Avanzamos en suave
ascenso después de atravesar dicho cauce y lo hacemos bajo el Lomo Ifoncio y
después progresamos llaneando y cruzando varios cauces poco profundos como el
del Barranco Salto de la Parra y el de La Abejera, hasta que lleguemos, después
de ignorar por nuestra izquierda la Pista la Serafina, al Área Recreativa de la
Hoya del Abade.
Área Recreativa Hoya del Abade.
En este punto hay un cartel informativo referido al área
recreativa y otro que da información del sendero homologado PR-TF-25, cuya variante
PR-TF-25.2, que tomaremos más adelante, une nuestra ubicación con la zona de
Las Lagunetas. En la zona recreativa hay servicios a disposición del público, se
puede reponer agua y hacer un descanso en sus cómodas instalaciones provistas
de mesas y asientos de madera.
Después del
descanso continuamos la marcha por la Pista del Rayo, la VM-5 en dirección
hacia La Vica, como así lo indica una señalización correspondiente a dicha
pista forestal; más adelante encontraremos el cruce con otra vía de tierra, la
Pista el Rincón, la VM-2 que se dirige por nuestra izquierda hacia los Llanos
de Chabarco y Las Lagunetas. Progresaremos hacia La Vica por la Pista del Rayo,
como hemos dicho anteriormente, bordeando el Lomo Cha Mina hasta que veamos,
después de haber cruzado el Barranco de Marta, como se cruza perpendicularmente
a nuestra dirección el PR-TF-25.2; en este punto giramos a la izquierda y
tomamos dicho sendero homologado que desciende bruscamente y bastante sinuoso,
protegido por un frondoso bosque de laurisilva y cuyo firme se encuentra algo
pedregoso y resbaladizo en algunos tramos.
Después de unos trescientos metros
llegaremos al cauce del Barranco de Marta, a la zona conocida como La Lajita,
donde el sendero atraviesa el cauce por medio de una zona rocosa y libre de
cualquier tipo de vegetación, aunque enseguida vuelve a internarse en el bosque
frondoso de Fayal – Brezal (Morella faya y Erica arborea), donde
también crecen algunos Acebiños (Ilex canariensis) y Codesos (Adenocarpus
foliolosus).
Sendero por la Hoya de los Guzmanes.
Avanzamos por el evidente sendero por la Hoya de los Guzmanes,
cruzando una vaguada que se encuentra poblada de gran cantidad de Helechos (Diplazium
caudatum) formando un sotobosque bajo grandes ejemplares de Pinos de
Monterrey (Pinus radiata) y algunos de Eucaliptos (Eucalyptus
globulus); más adelante damos un giro brusco a la derecha, donde hay una
señal de dirección incorrecta del PR, evitando ir en dirección al área
recreativa y por lo tanto abandonando en este punto el PR-TF-25.2.
Descendemos
por una vereda algo erosionada, con tramos bastantes pedregosos, que zigzaguea
bordeando por las inmediaciones del cauce del Barranquillo de los Leres; más
adelante, y sin parar de descender, llegaremos a cruzarnos con una pista
agrícola donde el camino se encuentra delimitado por los muretes de piedra seca
de algunas huertas de cultivo donde crecen numerosos ejemplares de castañeros
centenarios, mezclados con la frondosidad del Fayal – Brezal (Morella faya y
Erica arborea) que nos ha acompañado durante el trayecto.
Seguimos de
frente caminando sobre un firme algo incómodo y bastante descompuesto, hasta
llegar a otra vía agrícola por donde pasa una línea eléctrica de alta tensión y
donde hay otras huertas que albergan mas ejemplares de castañeros; continuamos
hacia la derecha por dicha pista, que confluye en un momento determinado, con
una vereda muy pedregosa que avanza hundida en el terreno, hasta llegar a la
esquina de un muro de piedra seca que resguarda el camino por donde debemos
seguir, girando bruscamente hacia la izquierda.
Avanzamos
junto a la pared siguiendo el sendero que es muy evidente, discurriendo entre
algunos castañeros que sobresalen en altura del Monteverde que le rodea, hay
también algunos Eucaliptos (Eucalyptus globulus) que en temporada otoñal
dejan un manto de hojas secas en el suelo, dándole un encanto especial; luego
el camino desciende muy erosionado y sinuoso con algunos pasos más agrestes
donde hay que progresar con cuidado, ya que por la acción de las escorrentías
de agua de lluvia, el firme rocoso se ha estropeado bastante.
Conexión con el SL-TF-30
Finca Las Rosas.
Luego, entre gran
cantidad de Helechos (Diplazium caudatum), Torviscos (Daphne gnidium)
y Zarzas (Rubus bollei), llegaremos a una pista cementada por la cual
tendremos que seguir caminando hacia la izquierda bajo centenarios castañeros
que nos ofrecen un porte espectacular; en pocos metros llegaremos a un cruce
donde hay un panel informativo sobre la “Ruta de los Castaños”, ósea el SL-TF-30,
que por la derecha desciende hacia el Camino de los Gomeros.
Nuestra ruta
continúa de frente, también por el mismo SL, por una pista de tierra llaneando
entre castañeros en dirección a la Finca de las Rosas, a la que llegaremos en
pocos metros como así lo indica una señal de madera. Llegaremos a una explanada
donde hay un panel informativo referido al cultivo y las bondades que ofrece la
castaña, situado bajo el Lomo Quemado, frente a unos bancales donde se asientan
varias casas de piedra a medio edificar, todo ello rodeado de grandes
ejemplares de castañeros, casi todos ellos centenarios.
Trayecto vallado llegando al final.
Seguimos la
pista de tierra, y haciendo caso de las señales del SL, descenderemos luego por
la misma mediante un tramo escalonado que se encuentra protegido y delimitado
por una valla de madera, que discurre bajo más castañeros de gran porte y
rodeado de un denso sotobosque de Helechos (Diplazium caudatum), que aprovechan
la humedad de la zona para crecer con evidente frondosidad.
Los Dornajos.
El final de la
pista discurre con un desnivel más acusado, junto a un canal de agua que
pertenece a dos galerías situadas en el cauce del Barranco del Dornajo, la
Galería Salto Morisco y la de Los Dornajos; enseguida desembocaremos en la zona
de descanso de Los Dornajos, que ya visitamos al inicio de la ruta, sólo nos
quedará continuar descendiendo por la pista que discurre por el cauce del mismo
y después de unos cuatrocientos metros, llegaremos al final del recorrido en la
Calle Potigaiga, justo donde dimos comienzo el recorrido.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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