DESCRIPCIÓN
La ruta la iniciamos en el núcleo urbano principal
del municipio de Arona, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la Plaza
del Cristo de la Salud, lugar donde se encuentra el edificio del ayuntamiento,
que destaca por su impresionante balconada de estilo arquitectónico canario de
madera de tea. Anexo al mismo, se ubica la Iglesia de San Antonio, un templo
originario del siglo XVII que fue objeto de varias remodelaciones en los siglos
posteriores, en el XVIII y el XIX; es de arquitectura sencilla, cuyo elemento
destacable es la fachada principal que alberga una puerta y una ventana
rematadas en arco de piedra de medio punto y la espadaña de cantería con dos
arcos donde se encuentran las campanas. En el interior destaca el altar mayor
original del año 1840, así como varias imágenes religiosas fechadas en los
siglos XVI, XVII y XVII, siendo una de ellas la del Cristo de la Salud. En el
entorno de la plaza hay varios paneles informativos referidos a los recorridos
que se pueden realizar desde este punto, así como uno que informa del GR-131,
concretamente de la ETAPA
7, que une los municipios de Vilaflor y Arona.
Iglesia de San Antonio (izq.).
Calle El Calvario, al inicio de la ruta.
Empezamos la ruta denominada “Camino Circular Casas
de Altavista”, haciendo un recorrido urbano por la Calle el Calvario,
llamándonos la atención, en un momento determinado, el Callejón de San Nicolás,
una calle empedrada que alberga varias casas tradicionales hechas al mas puro
estilo arquitectónico canario. Seguimos el trayecto deteniéndonos en el
Callejón Virgen de los Dolores, que termina en una pequeña plaza que alberga El
Calvario, una edificación religiosa originaria del año 1877 que tiene una cruz
de madera en su interior, destacando en su morfología unas columnas laterales
de piedra chasnera y un arco de medio punto de cantería, en el frente.
Callejón de San Nicolás y El Calvario.
La Calle el Calvario nos ofrece una bonita
panorámica de la zona costera donde destaca notablemente la Montaña de Guaza (428
m.), que está catalogada como Monumento Natural y la Montaña Grande (152 m.) y
Montaña Aguzada (118 m.), conos volcánicos que se encuentra dentro de los
límites de la Reserva Natural Especial del Malpaís de Rasca. Unos metros
después, pasando de largo el campo de fútbol y ya fuera del casco urbano, tendremos
que desviarnos a la izquierda, donde hay un poste con señales de dirección de
la ruta, empezando un sendero delimitado por un murete de piedra seca, que
asciende entre algunas Vinagreras (Rumex lunaria), Pencones (Opuntia
maxima) y Verodes (Kleinia neriifolia); el firme empieza de tierra
compacta y luego tiene algunos pequeños tramos que conservan su empedrado
original, aunque más adelante avanza muy pedregoso y siempre definido mediante
un muro de piedra seca de poca altura, ascendiendo con fuerte pendiente por la
Hoya del Balo, bordeando un pequeño barranquillo.
Inicio del sendero hacia las Casas del Altavista.
Montaña de Guaza y Roque del Conde.
El camino cruza más adelante una atarjea de tosca,
un hito etnográfico para tener en cuenta ya que este tipo de material para las
canalizaciones de agua ya no se utiliza. En este punto tenemos una imagen del
imponente Roque del Conde (1001 m.), que se erige majestuoso sobre el núcleo
urbano de Arona, por nuestra izquierda; si miramos hacia el Valle de San
Lorenzo, protagoniza la imagen la Montaña de Guaza (428 m.), el Roque de Igara
(390 m.) rodeado de algunos conos volcánicos y el Roque de Jama (780 m.), que
se eleva junto a la Montaña Centinela (608 m.), todo ello sobre la enorme
plataforma costera que forma dicho valle. El camino continúa con firme más
rocoso y prácticamente en línea recta, discurre entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Jaguarzos (Cistus
monspeliensis), algunos Balos (Plocama pendula), Cornicales (Periploca
laevigata) y algunas otras especies adaptadas a terrenos áridos.
Señalización de la ruta "Camino Circular de Altavista" (dcha.).
Enseguida
se termina el sendero y confluimos con un tramo asfaltado que desemboca unos
metros después en el Camino de Las Hoyas, una calle que se inicia en la
carretera cercana que se dirige a La Escalona y que es el llamado Camino Real
de Altavista; continuamos a la derecha siguiendo el trayecto de la vía que
asciende con fuerte desnivel y con vistas excelentes hacia el amplio valle.
Después de haber pasado junto a la pared que delimita una propiedad particular,
nos desviaremos a la izquierda dejando atrás la calzada, y avanzamos por un
camino ancho y con firme de tierra compactada, que más adelante se torna en
algo más rocoso, subiendo con fuerte pendiente y delimitado por dos muretes de
piedra seca a ambos lados, evidenciando el paso; por el entorno crecen
numerosos Pencones (Opuntia maxima), Jaguarzos (Cistus monspeliensis)
y algunos Verodes (Kleinia neriifolia), incluso podemos ver algunos
ejemplares aislados de Aulagas (Launaea arborescens).
Más adelante llegaremos a un trayecto más estrecho
y con firme muy irregular, que da paso enseguida a un tramo escalonado que
desemboca en el Camino de Altavista, justo al lado de la llamada Casona de
Altavista, que forma parte del Caserío del mismo nombre, que a su vez está
formado por un conjunto de casas rurales dispersas por todo este entorno; se
cree que este fue el primer asentamiento poblacional de lo que hoy es el
municipio de Arona.
Señalización en el Camino de Altavista.
Caserío de Casas de Altavista.
En este punto hay un panel informativo y un poste
con varias señales de dirección; hacia la izquierda corresponde el trayecto de
la circular de Casas de Altavista que desciende asfaltado desde este punto, por
el Camino Real de Altavista, hasta el núcleo urbano de Arona. Hacia la derecha
señala la dirección a seguir, por carretera asfaltada, para enlazar con el
trayecto número 3 denominado “Camino Túnez – La Hondura”. Nuestra ruta continua
de frente, ignorando las dos variantes que indican las señales, remontando un
pequeño trayecto asfaltado que da paso a un camino con firme bastante
irregular, que conserva algún tramo empedrado y que asciende con fuerte
pendiente por las inmediaciones de Las Hoyas, una zona agrícola donde abundan
las huertas abancaladas ya en desuso; desde algún lugar del camino podemos ver
como despunta la curiosa imagen de la cumbre del Roque de Imoque (1108 m.),
llamado comúnmente la Pica de Imoque.
Panorámicas del Valle de San Lorenzo.
Dentro de la caja del camino, que dicho
sea de paso se encuentra delimitado por muros de piedra seca a ambos lados, hay
unas tuberías de agua que lo recorren en su totalidad, siendo molestos a la
vista e incompatibles con el entorno natural; a medida que avanzamos, la
panorámica hacia el Valle de San Lorenzo se hace, si cabe, más espectacular,
comprendiendo el territorio que se extiende entre el Roque del Conde (1001m.) y
el Roque de Jama (780 m.). En un momento determinado, unos metros antes de
desembocar en el Camino de los Camellos, traspasaremos los límites del
municipio de Arona y entraremos en el de Vilaflor; lo haremos por una calle
asfaltada entre algunas viviendas, desembocando en la citada vía, que conecta
en pocos metros con la Calle Camino Real.
Tramo del camino empedrado.
Pica de Imoque (dcha.).
Por esta última, que se encuentra asfaltada, iremos
ascendiendo con fuerte pendiente entre multitud de huertas de cultivo
abancaladas y delimitadas con muros de piedra seca y viviendas desperdigadas al
borde del camino, algunas de ellas muestran su sencilla arquitectura
tradicional canaria compuesta de piedra de cantera y cubierta de tejas a dos
aguas.
Entorno rural antes de llegar a La Perdoma.
El paisaje es de un entorno rural considerable destacando notablemente
la silueta del Roque de Imoque (1108 m.) y el Roque de Los Brezos (1109 m.),
sobre algunas de las casas del Caserío de La Escalona, al cual tendremos que
llegar. Casi alcanzando el final de la calle, encontraremos la Ermita de
Santiago, un pequeño templo contemporáneo construido en los años cuarenta del
siglo XX, actualmente cerrado; frente al mismo y en el exterior de una
vivienda, hay una vieja fuente de agua pública, restaurada.
Ermita de Santiago y fuente pública.
En pocos metros
confluiremos con la carretera TF-51, vía que une el casco urbano de Arona con
el de Vilaflor; cruzando la carretera, estaremos en la plaza principal de la
población de La Escalona, donde se encuentra ubicada la Iglesia de Santiago
Apóstol, una edificación de estilo moderno, rematada con un original campanario
de tres alturas, originaria de los años 80 del siglo XX.
Iglesia de Santiago Apóstol en La Perdoma.
Paisaje rural por la Calle el Barbecho.
La ruta la continuaremos por la carretera en
sentido descendente y caminaremos por ella unos doscientos cincuenta metros
hasta encontrarnos con una bifurcación, la Calle el Barbecho, por la que
tendremos que avanzar entre viviendas dispersas de estilo rural, asociadas a
las numerosas huertas de cultivo del entorno, donde podremos observar varios
hornos en buen estado de conservación, ubicados en algunas de ellas. El
trayecto descendente por la vía cruza mas adelante el cauce del Barranquillo de
La Escalona y termina poco después en la Calle Camino Real, la misma que
transitamos antes de entrar de lleno en la población de La Escalona.
Horno (dcha.).
Roque de Jama y al fondo la Montaña Roja.
La desandamos
unos cien metros y a partir del cruce con la Calle de Los Camellos, seguiremos
el descenso por la Calle Camino Real con vistas panorámicas del Valle de San
Lorenzo, donde sigue destacando el Roque del Conde (1001 m.), la Montaña de
Guaza (428 m.) y el Roque de Jama (780 m.), pudiendo ampliar más el horizonte
visual hasta la Montaña Roja (171 m.), dentro de la Reserva Natural que la
alberga.
Siguiendo con el recorrido, nos encontraremos un
tramo que conserva casi en su totalidad su pavimento original empedrado, que se
desvía de la carretera y pasa junto a un promontorio rocoso donde se encuentra
la Cruz de Altavista, de la que solo se conserva un
poco de la madera muy deteriorada; desde este punto, ideal para un descanso, se
puede disfrutar de magníficas vistas del valle.
Cruz de Altavista con el Roque del Conde al fondo.
Tramo que conserva su empedrado original.
De vuelta al asfalto continuaremos la bajada, que
se suaviza con algunas curvas amplias de la carretera, hasta que lleguemos a la
bifurcación con la Calle Altavista, es en este punto donde retomaremos la ruta
“Camino Circular Casas de Altavista”, encontrándonos un poste con señalización
de la misma. Seguimos la marcha calle abajo, pasando entre multitud de huertas
de cultivo abandonadas, incluso alguna edificación rural hecha de piedra y
argamasa en ruinas e invadida por la vegetación; bordeando el paso crecen gran
cantidad de Pencones (Opuntia maxima), Vinagreras (Rumex lunaria),
Cornicales (Periploca laevigata), Jaguarzos (Cistus monspeliensis),
Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Verodes (Kleinia neriifolia),
Bejeques Punteros (Aeonium urbicum) y un largo etcétera.
Camino de Las Casitas (dcha.).
Durante el descenso veremos una bifurcación a
nuestra derecha, que es el Camino de las Casitas, un trayecto
con firme empedrado que conecta con el Camino de Marillena y que va a terminar
en la Ermita de San Andrés, por donde discurre la ruta ARONA - IFONCHE - ARONA. Nuestra ruta continúa calle abajo ignorando dicho cruce
hasta que, en una curva muy cerrada de la carretera, veamos como el camino
original avanza de frente en forma de pista de tierra; hay ubicado junto al
murete de piedra seca que delimita el paso, un panel informativo que manifiesta
la importancia del Camino Real que unía el municipio de Arona con el de
Vilaflor.
Pica de Imoque (1108 m.).
Camino Real de Altavista.
En el pavimento podemos ver como el empedrado original que cubría el
firme, resiste a duras penas el paso del tiempo y del constante paso de
vehículos, ya que es usado como acceso a un alojamiento rural. Después, el
camino sigue su avance bastante pedregoso entre Vinagreras (Rumex lunaria),
Tabaibas (Euphorbia lamarckii), gran cantidad de Pencones (Opuntia
maxima) y algunos Balos (Plocama pendula) y luego hay un tramo de
pocos metros que conserva bastante bien su pavimentado de piedra, confluyendo
enseguida y de nuevo con la calle asfaltada, que pasa a denominarse Calle Cruz
de San Antonio.
Cruz de San Antonio.
Casco urbano de Arona desde la Cruz de San Antonio.
Seguimos la marcha y en un momento determinado
pasaremos junto a la Cruz de San Antonio, situada al lado del camino en una
pequeña placita donde poder disfrutar de las vistas panorámicas del valle; unos
metros más adelante se encuentra por la derecha el inicio de una vereda estrecha
por la que se accede llaneando a un espacio donde están ubicados unos lavaderos
públicos, originarios de finales del siglo XIX, su forma circular y tamaño
marcan la diferencia de esta infraestructura etnográfica del pasado; asociados
a la misma hay varias acequias y un aljibe donde se recogía el agua de las
galerías más cercanas.
Sendero hacia Los Lavaderos.
Lavaderos públicos (Fotos: Ramón Hdez.).
Depósito de agua.
De vuelta al camino principal, seguiremos en
descenso por la misma vía, introduciéndonos paulatinamente en el núcleo urbano
de Arona; antes de finalizar pasaremos por otro importante hito etnográfico, el
depósito de agua que abasteció a la población de Arona hasta el año 1955, una
construcción de planta circular, rematada con forma de cono y enfoscada con
mortero de cal; hay asociadas a esta infraestructura una red de atarjeas y
acequias situadas a un nivel superior, a las cuales se accede por unas
escaleras adosadas.
Núcleo urbano de Arona (BIC).
Sólo nos quedan unos metros para llegar de nuevo a la Plaza
del Cristo de la Salud, donde iniciamos la ruta; estando aquí aprovecharemos
para visitar el casco urbano, que como hemos dicho anteriormente, está
declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
francisco_farina@yahoo.es
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