ROQUE NEGRO - DEGOLLADA DE LAS HIJAS - ROQUE NEGRO
(Regreso por Lomo Bicho)
FICHA TÉCNICA:
TÉRMINO MUNICIPAL: Santa Cruz de Tenerife
COMO LLEGAR: Al Caserío de Roque Negro llegaremos desde Las Canteras
por la carretera TF-12; entre los puntos kilométricos 18 y 19 hay una
bifurcación con la carretera TF-136, la cual nos llevará directamente al punto
de inicio.
COMIENZO: Caserío de Roque Negro.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 7,8 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: En los Lavaderos de Roque Negro hay agua para
refrescarnos.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Caserío de Roque Negro y Ermita de Nuestra
Señora de Fátima; 2.- Degollada de Las Hijas; 3.- Roque del Agua (941 m.); 4.- Sendero
homologado PR-TF-2; 5.- Cabezo de la Carbonera (685 m.); 6.- Zona agrícola y
mirador en La Porquera; 7.- Lavaderos y Galería de Roque Negro. 8.- Mirador en
la Plaza de Roque Negro.
VENTAJAS: Sendero circular alrededor de uno de los caseríos más
pintorescos del Macizo de Anaga.
INCONVENIENTES: Señalización escasa.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Iniciamos la ruta en la Plaza del Caserío de Roque Negro, bajo la imponente mirada del majestuoso Roque Negro, que se asienta en la cabecera del Valle de Afur. En dicho lugar se alza la Ermita de Nuestra Señora de Fátima, una bonita y bien cuidada Iglesia originaria del año 1950, que se segregó de la de Taganana en 1967.
Ermita Nuestra Señora de Fátima.
Inicio de la ruta.
Abandonamos la
plaza por las escaleras de acceso y cruzamos la carretera TF-136 para luego
conectar con un pasillo escalonado que asciende junto a una vivienda y que
luego zigzaguea entre un muro de piedra seca, que da paso a una vereda ancha
bordeada de un talud rocoso donde crecen multitud de Brezos (Erica arborea).
El camino asciende suavemente hasta llegar a unas casas, desde donde tendremos
unas bonitas panorámicas de Roque Negro (742 m.), característico por tener sus
paredes de color oscuro, casi negro.
El recorrido gira
bruscamente a la derecha y asciende con un poco más de desnivel avanzando entre
el brezal; el firme es de tierra y en algunas ocasiones pisaremos unos
escalones tallados en el suelo que facilitan bastante el paso. Luego llanea
bordeando la pequeña zona agrícola La Trovisca y después camina junto a una
vivienda por la senda que está delimitada por un murete de piedra. Más adelante
pasaremos por el minúsculo Caserío de Lomo Perera, sólo formado por poco más de
una decena de viviendas.
Caserío Lomo Perera.
Al final, unos escalones nos hacen desembocar en un
pasadizo cementado que termina a su vez en una pista también de cemento. Antes
de tocar la pista, evitaremos una vereda a la derecha que se dirige a la
carretera; una vez en ella, solo tendremos que cruzarla y conectar con otra
senda estrecha con firme también de cemento que rodea una huerta y que avanza
protegida por un talud rocoso donde crecen colgantes algunas Helecheras (Pteridium
aquilinum) y gran cantidad de Góngaros o Pastel de Risco (Aeonium
tabulaeforme) entre las piedras del risco.
Después de una
subida por unos escalones, estaremos de nuevo en otra calle cementada la cual
transitaremos hasta el final, atravesando algunas viviendas del Caserío del
Lomo del Zarzal. Al final de la pista y junto a una casa, empieza un sendero
estrecho que progresa en ascenso y luego continúa bastante sinuoso y con firme
muy compacto; más adelante llanea pasando junto a un muro de piedra seca
perteneciente a unas huertas de cultivo, hasta que lleguemos a un claro del monte
desde donde podemos disfrutar de unas fantásticas vistas panorámicas del
entorno montañoso más cercano, que es el Valle de Afur y también del Caserío de
Taborno y su inseparable Roque de Taborno (706 m.), en el valle colindante.
En
este punto hay un cruce de caminos, de frente ignoramos uno que asciende
escalonado y bastante empinado, que se dirige a Casas de la Cumbre y a la
derecha continuaremos nuestra ruta cruzando por la Hoya Llano de Cho Pérez por
una vereda estrecha y delimitada por un muro de piedra seca que se conserva
fuerte y bien estructurado.
Continuamos
mediante un sendero que discurre bajo la característica laurisilva del Macizo
de Anaga, con pequeños remontes y algunas bajadas sin importancia, durante este
recorrido podemos disfrutar y observar el frondoso Fayal - Brezal (Myrica
faya y Erica arborea) acompañado de sotobosque formado de Helecheras
(Pteridium aquilinum), Capitanas (Phyllis nobla), Follaos (Viburnum
rigidum) y un largo etcétera. Recorreremos la base del Lomo el Cristo y la
Hoya el Tosconillo; en alguna ocasión vemos como el camino está fuertemente
cimentado sobre unos muros de piedra, incluso podremos observar las llamadas
"sangraderas", una especie de canalización que cruza
perpendicularmente el camino en los barranquillos menos profundos, hechos con
el objetivo de desalojar las aguas de la lluvia y que no perjudiquen a la
estructura del camino.
Más adelante vemos otra pared pétrea que delimita el
recorrido y al final de la misma tendremos que girar bruscamente a la izquierda,
remontando unos escalones tallados y llegar a un amplio espacio carente de
vegetación donde se halla una especie de refugio hecho de planchas de hierro o
acero que están oxidadas y que ignoramos quien lo haya podido hacer y plantar
en este lugar.
El recorrido
avanza prácticamente llaneando, siempre con firme bastante compacto y cómodo de
pisar, bajo un bosque bastante frondoso de laurisilva; por nuestra izquierda
está siempre protegido por un talud rocoso, donde nacen y crecen multitud de
Helecheras (Pteridium aquilinum), algunos Bejeques (Aenium ciliatum)
y demás flora característica de Anaga; seguimos bordeando el Barranco Madre del
Agua, un cauce poco profundo, donde se forma un pequeño claro en el bosque
desde donde podremos divisar parte del Lomo de la Porquera, donde se alza un
saliente rocoso rodeado de monte verde, que llama mucho la atención. El camino
sigue su curso remontando suavemente, más adelante veremos una bifurcación a la
izquierda, que ignoraremos, que asciende con fuerte desnivel hasta una
edificación; de frente por el mismo sendero y en unos metros, llegaremos a
conectar con el camino principal que sube desde el Caserío de Roque Negro, pasa
por la Degollada de las Hijas y se dirige, tanto al Caserío de Catalanes, como
al Pico del Inglés.
Bifurcación con el camino del Pico del Inglés (dcha.).
En este punto
tomaremos a la izquierda y empezamos a ascender por varios escalones de piedra;
después continúa la subida sin parar mediante un recorrido muy sinuoso que se
presenta con un firme, en algunas zonas escalonadas y en otras con pequeños
vestigios de lo que fue un camino empedrado. En un momento determinado, el
Fayal - Brezal (Myrica faya y Erica arborea) forma un claro en la
frondosidad natural del monte, ofreciéndonos un espectáculo visual donde, a
nuestra derecha podemos distinguir la cuerda montañosa donde se alza el Roque
de la Cumbrecilla (642 m.), el Roque del Fraile (700 m.) y La Monja (703 m.),
el Cabezo del Tablero (690 m.) y el Roque Páez (86 m.) y al lado contrario el
Lomo de Taborno donde se alza el Roque Feles (766 m.), el Caserío de Taborno y
el Roque de Taborno (706 m.).
Vistas panorámicas hacia el Roque de Taborno.
El sendero sigue
su recorrido con un largo tramo con el firme casi en su totalidad escalonado,
más adelante llanea un poco, incluso desciende muy suavemente, justo donde
veremos lo restos de un murete de piedra que sirve para proteger el trazado de
posibles derrumbamientos del talud colindante. Llega un momento en que se nos
presenta una repentina subida con escalones tallados en la superficie del
camino, que en poco más de 50 metros nos deja en la carretera de El Bailadero,
la TF-12, justo en el cruce con la que se dirige al Caserío de Afur, la TF-136.
Tramo del sendero escalonado.
Cruzamos la vía y
nos encontraremos en la Degollada de Las Hijas, un mirador natural con vistas a
dos valles diferenciados por la cuerda montañosa en la que nos encontramos; por
un lado, el Roque de Taborno (706 m.) preside las preciosas vistas del valle de
Afur y por el otro lado destaca, el Barranco de Valleseco con su desembocadura
en el Barrio de Valleseco y su playa y la línea montañosa que lo bordea, con el
Roque Marrubial y la Fortaleza (716 m.), destacando entre el resto.
Degollada de las Hijas.
Continuamos
por un paso cementado protegido por un pasamano de hierro, que transcurre bajo
una edificación que es un restaurante, al final hay dos caminos posibles; uno a
la izquierda que desciende hacia el Caserío de la Galería y otro de frente, que
es el que tendremos que tomar para continuar con nuestra ruta. Comienza un
estrecho sendero con firme rocoso y frondoso sotobosque, donde crecen Bejeques
(Aenium ciliatum), Capitanas (Phyllis nobla), Verodes (Kleinia
neriifolia), Inciensos (Artemisia thuscula), Helecheras (Pteridium
aquilinum), etc. y que sube y avanza bordeando el Cabezo Vueltas de las
Zarzas (831 m.); más adelante veremos una tubería que recorre un buen tramo del
camino y en un determinado momento pasaremos junto a una pequeña zona habitada,
donde daremos un brusco giro a la derecha que asciende fuertemente hasta que
encontremos unas huertas cultivadas; en este punto disfrutaremos de bonitas
vistas del Barranco de Valleseco y sus laderas colindantes, así como de la
cumbre del Roque del Agua (941 m.), que nos queda muy cerca.
A continuación, un
muro rocoso natural define el paso, penetrando el sendero paulatinamente de
nuevo en la espesura de la laurisilva, encontrándonos el camino más llano;
seguidamente va progresando con una suave subida casi inapreciable donde los
Helechos (Pteridium aquilinum) inundan los taludes humedecidos y
cubiertos de musgo, que bordean el paso.
Pasaremos luego junto a una torre de
alta tensión y después un tramo llano termina que en poco tiempo termina en una
bajada estrecha y escalonada que desemboca en una pista asfaltada. Seguimos el
curso de la misma hacia la izquierda, hasta que encontremos una valla de hierro
que impide el paso de vehículos, giramos a la izquierda abandonando la pista y
remontando un tramo que nos deja en un nivel superior a dicha vía; en unos
metros hay una trepada muy empinada donde hay una cuerda para poder impulsarnos
y avanzar con cierta facilidad; también hay una vieja soga que evidencia el
paso.
Pista asfaltada.
Remontada por una cuerda fija (dcha.).
Después de la corta, pero intensa remontada, nos encontramos de nuevo una
vereda estrecha con un tramo escalonado que asciende hacia el Lomo de los
Catalanes y nos deja en un punto estratégico donde podemos observar otra vez la
imagen panorámica del cauce del Barranco de Valleseco y más a la izquierda la
cumbre rocosa del Roque del Agua (941 m.), pudiendo también vislumbrar a lo
lejos el Roque del Fraile (700 m.) y La Monja (703 m.) y más lejano aún el
Roque Chinobre (910 m.), que se encuentra dentro de la Reserva Natural Integral
del Pijaral.
Roque Taborno (izq.) y Roque del Agua (dcha.).
Señalización del PR-TF-2.
Continuamos la
marcha en suave ascenso por el sendero que se presenta con firme pedregoso, con
la imagen a nuestras espaldas del Roque del Agua (941 m.), enseguida conectamos
con el sendero homologado PR-TF-2 que conecta el Caserío de Taborno con el
Barrio de Valleseco, pasando por el Pico del Inglés. A la derecha iremos por el
mismo unos doscientos metros hasta encontrar una bifurcación donde hay un poste
con una señal del PR que indica la dirección a seguir hacia el Pico del Inglés;
nosotros giramos a la derecha por otro camino que desciende entre grandes
ejemplares de Helechos (Pteridium aquilinum), que crecen bajo un pasillo
arbóreo cuyas gruesas ramas protegen el paso a modo de techumbre.
Panorámicas hacia el Valle de Afur.
En unos pocos
metros, unos escalones de madera nos hacen desembocar de nuevo en la pista
asfaltada que dejamos atrás anteriormente; cruzándola nos encontramos una
bajada empinada y algo resbaladiza que discurre por un camino bastante ancho
con vistas al Valle de Afur, más adelante se convierte en un sendero escalonado
que rodea una vivienda y que termina en la pista de acceso a la misma, que
empieza en la carretera TF-12. Tendremos que caminar unos cien metros por la
vía asfaltada para iniciar de nuevo nuestro recorrido por un sendero que
empieza junto a una vivienda, la Casa Pastora, que está situada en la cabecera
de la Hoya de las Rosas, donde comienza el Lomo Bicho.
Unos escalones que bajan
tallados en el firme nos da paso inmediatamente a un sendero ancho que discurre
por la cumbre de dicho lomo, que discurre entre el Barranco de Sabugo por un
lado, y el de La Porquera por el otro; enseguida la vegetación se abre al
paisaje dejándonos ver unas estupendas vistas de Roque Negro (742 m.) y de todo
el entorno natural que lo rodea; luego, la frondosidad de la laurisilva vuelve
a envolver el camino que desciende suavemente sin parar mediante un firme
bastante compacto, con algunos tramos escalonados y que en pocos minutos
desemboca en una pista forestal de tierra.
Iremos a la derecha hasta encontrar
como un camino se desvía de la misma y se interna en la frondosidad del bosque;
continúa descendiendo muy marcado y evidente hasta encontrarnos de nuevo la
misma pista forestal, a la cual llegaremos por unos escalones de madera; la
cruzamos de nuevo y progresamos siempre bajando suavemente, el camino discurre
bastante sinuoso, con firme rocoso, muy compacto y en muchas ocasiones con
escalones tallados en el terreno; en un momento determinado vemos una
bifurcación a la derecha que termina a los pocos metros en una pequeña
edificación adosada a unas huertas y enseguida llegaremos al Cabezo de la
Carbonera (685 m.), un promontorio rocoso de obligada visita y descanso para
regocijarnos del panorama que rodea el entorno; a un lado el cauce del Barranco
de Sabugo que transcurre bajo el Lomo de Taborno y que concluye en el imponente
Roque de Taborno (706 m.); más cercano el Lomo de los Carreteros.
De frente, el
final de Lomo Bicho, donde comienza el Lomo de los Codesos y al otro lado el
cauce del Barranco de la Porquera bajo Roque Negro (742 m.) y la cuerda
montañosa que cierra el Valle de Afur por el sur, donde destaca el Roque Páez
(586 m.) y el Cabezo del Tablero (689 m.).
Nuestra ruta
continúa circundando la base del Cabezo de la Carbonera (685 m.) y bordeando el
cauce del Barranco de la Porquera y sigue en continuo descenso por el camino
que es muy evidente y que avanza con firme rocoso, donde hay algunos tramos que
conservan su empedrado original; las vistas del Roque Negro (742 m.) con su
inseparable caserío al otro lado del cauce son bastante sugerentes en cuanto a
la inmensidad del entorno natural que nos rodea.
Tramo del camino empedrado.
En poco tiempo llegaremos a la
base de un cerro que da inicio al Lomo de los Codesos, que se precipita hacia
el cauce del Barranco de la Porquera; en su base hay una vivienda y un pasillo
cementado de acceso a la misma. El recorrido gira bruscamente a la derecha,
después de haber destrepado unos escalones tallados en el terreno y progresa
algo pedregoso cerca de otra morada, que alberga en un patio exterior un
hermoso ejemplar de Drago (Dracaena draco); a partir de aquí el sendero
sigue su suave descenso, entre algunos muros de piedra seca que pertenecen a
las huertas colindantes, por una de las vertientes del barranco.
Lomo de los Codesos.
Roque Negro.
Drago (Dracaena draco), dcha.
Más adelante
discurre horadado en la tosca rojiza, avanzando muy sinuoso por numerosos
escalones y alguno tramos muy degradados y resbaladizos, haciéndonos llegar al
lugar conocido como La Porquera, una zona agrícola donde abundan las huertas de
cultivo y alguna casa-cueva utilizada antiguamente como "cuarto de
aperos".
Otro trecho en forma de escalera que además está protegido por un
pasamano de hierro, desemboca en el exterior de un pequeño grupo de viviendas y
poco después en una vía de cemento; por esta última seguiremos cruzando el
cauce del barranco y alejándonos de la misma tendremos que desviarnos a la
derecha para empezar a subir por una pendiente cementada que poco después se
convierte en una vereda y que termina de nuevo en otra pista, esta vez,
asfaltada.
Esta calle
discurre entre algunas viviendas dispersas por los alrededores y termina en un
mirador estratégicamente situado sobre una loma que se alza sobre el cauce del
Barranco de la Porquera; antes de esta atalaya y junto a un Drago (Dracaena
draco), hay un sendero estrecho que desciende con fuerte desnivel y con
algunos tramos bastante erosionados, que desemboca unos doscientos cincuenta
metros después, en el cauce del Barranco del Agua.
Lavaderos de Roque Negro.
Remontando por unos
escalones para salir del cauce, llegaremos a una pista pavimentada justo al
lado de los Lavaderos de Roque Negro y cerca de la bocamina de la Galería Roque
Negro; unas infraestructuras etnográficas arraigadas al pueblo, ya que la
galería dio trabajo a sus habitantes y alrededor de los lavaderos se generaba
la vida social de antaño; el lugar está bien conservado y cuidado, así que nos
estaremos aquí un buen rato para disfrutar del entorno.
Justo en frente de
los lavaderos y al otro lado de la pista, empieza un sendero bastante estrecho
que asciende suavemente por una de las vertientes del Barranco de la Porquera,
dejando a un nivel inferior la pista, que se dirige con bastante comodidad,
hacia el Caserío de Roque Negro; hay algunos tramos con escalones tallados en
el terreno y luego unas escaleras de cemento ascienden con bastante pendiente
zigzagueando entre las viviendas del caserío, llegando en unos minutos a la
plaza donde iniciamos la ruta.
Panel informativo en la plaza de Roque Negro (izq.).
En este punto hay un mirador natural hacia el Valle
de Afur y un panel informativo que nos enseña las particularidades geológicas
del entorno; a la vista tendremos las dos cuerdas montañosas que cierran dicho
valle, donde se alzan algunos de los roques más notables y nombrados del Macizo
de Anaga. Con ello damos por finalizado el recorrido.
Texto y fotografías de Francisco Fariña
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