CAMINO REAL DEL NORTE - ETAPA III
ICOD DE LOS VINOS - LOS REALEJOS
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Icod de los Vinos; La Guancha; San
Juan de la Rambla y Los Realejos.
CÓMO LLEGAR: Al punto de partida en el municipio de
Icod de los Vinos se llega mediante la carretera TF-42, que parte desde la
rotonda de la autovía TF-5 que está en el Barrio de las Cucharas; en el
kilómetro 5 de dicha carretera está el desvío que conecta con el casco urbano.
COMIENZO: Plaza de la Pila de Icod de los Vinos.
FINAL: Plaza de la Iglesia de Santiago Apóstol en
Los Realejos.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 31,5 Km.
PROVISIÓN DE AGUA: En los lugares poblados donde
hay servicios al público.
LUGARES DE INTERÉS: Iglesia de San Marcos y la
Plaza de la Pila; Plaza Luis de León;
Iglesia de San Agustín; Casa del Coronel; Ermita de Nuestra Señora de los
Afligidos; La Cochera; Los Lavaderos del
Calvario; Capilla de la Cruz del Molinero; Iglesia de San Isidro; Pino de Buen
Paso; Ermita del Buen Paso; Plaza Francisco Afonso; Ermita de San Lucas y Santa
Dorotea; Plaza de Santa Catalina; Ermita de
Santa Catalina; Iglesia de San Juan Bautista; Camino de los Difuntos; Iglesia
de la Cruz en el Barrio de las Aguas; Ermita del Rosario; Molino de Ruiz; Plaza
de Pedro Domínguez; Casa de la Fajana; Iglesia de la Virgen del Buen Viaje;
Camino de las Vueltas de Icod el Alto; Ermita de Nuestra Señora de la
Concepción y Ermita de San Sebastián en el Barrio de Tigaiga; Iglesia de
Nuestra Señora de la Concepción; Iglesia de Santiago Apóstol.
VENTAJAS: Recorrido de interés etnográfico con
bastantes hitos que recuerdan lo que fue el Camino Real que cruzaba toda la
franja norte de la isla. Hay algunos tramos que conservan el empedrado
original.
INCONVENIENTES: La ruta transcurre la mayor parte por asfalto y no está señalizada en
ningún punto.
PELIGROSIDAD: Ninguna.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
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CARTOGRAFÍA:
DESCRIPCIÓN:
Iniciamos esta etapa en la Plaza de la Pila donde
se encuentra la Iglesia de San Marcos, justo en el centro urbano del municipio;
la Calle San Sebastián discurre anexa a dicha plaza y por ella continuaremos
llaneando con firme empedrado haciendo un recorrido urbano hasta llegar a la
Plaza Luis de León, un señorial espacio de encuentro, donde se halla el
edificio principal del ayuntamiento, ocupando las dependencias del antiguo
convento agustino de San Sebastián; anexo al mismo está la Iglesia de San
Agustín, de estilo mudéjar y datada en el siglo XVI, donde se veneran tallas
religiosas del siglo XVII; en el otro extremo está la Casa del Coronel, una mansión
señorial de propiedad privada levantada en 1950.
Edificio del Ayuntamiento en la Plaza Luis de León.
Calle San Agustín.
En este lugar confluyen varias
calles, una de ellas es la Calle San Agustín por la que tendremos que circular
caminando sobre una superficie empedrada que discurre por una de las zonas
comerciales más importante del municipio, por lo que transitaremos entre
numerosos establecimientos comerciales de todo tipo, motivo por el cual se
convierte en una calle muy animada; podemos apreciar durante el recorrido
muchas casas y casonas de los siglos XIX y XX, así como algunas viejas
viviendas edificadas con sencillez, al más puro estilo arquitectónico canario.
Ermita Ntra. Sra. de los Afligidos.
Al final de la calle conectaremos con la carretera TF-362 donde, a nuestra
derecha se encuentra la Plaza del Calvario, donde se alza la Ermita de Nuestra
Señora de los Afligidos cuyo origen data de un viejo Calvario que ocupaba el
mismo lugar en el año 1741, es de estilo mudéjar y alberga en su interior una
talla del Cristo del Calvario, del siglo XVIII; en la trasera del templo, en la
Calle los Chorros, también podemos visitar Los Chorros del Calvario,
restaurados y puestos en valor para el público general. A nuestra izquierda
está el edificio de la antigua estación del ómnibus, comúnmente llamada La
Cochera, datada en el año 1888 según reza en su fachada, llegó a tener la
importancia de concentrar las comunicaciones de todos los pueblos de la banda norte
de la isla.
Chorros del Calvario.
Continuamos de largo por la acera de la vía,
pasando junto a algunas de las casas más representativas de la vida de antaño,
de arquitectura sencilla y techumbre de teja de barro, que han resistido el
paso del tiempo con la dignidad que se merecen; después de pasar una
gasolinera, nos desviaremos a la izquierda por el Paseo de la Centinela y
avanzamos llaneando y pasando junto a la Iglesia de San Andrés Apóstol, de
estilo modernista del siglo XIX. Más adelante está el cuartel de la Guardia
Civil y enfrente hay un acceso a la Capilla de la Cruz del Molinero, custodiada
por dos hermosos ejemplares de Palmera Canaria (Phoenix canariensis), de propiedad privada.
Iglesia de San Andrés Apóstol.
Seguimos de frente hasta toparnos con una
bifurcación donde abandonaremos el Paseo de la Centinela y nos dirigiremos a la
izquierda por la Calle Camino Real, que desciende bruscamente entre unos
muretes de piedra seca de unas huertas y un barranquillo; avanzamos siempre por
firme asfaltado entre un grupo de viviendas que pertenecen al Barrio de San
Felipe, sin desviarnos en ninguna de las bifurcaciones que nos vayamos
encontrando. Unos metros más adelante pasamos un descampado con vistas hacia la
costa y ya dejando atrás el casco urbano, vamos avanzando entre las huertas de
cultivo de una zona agrícola, donde crecen en sus muros de piedra, Helecheras (Davallia canariensis), Bejeques (Aeonium arboreum) y Verodes (Kleinia neriifolia) aprovechando la
humedad del entorno. Numerosos grupos de casas de una sola planta nos acompañan
en nuestro recorrido con suaves bajadas y remontes sin importancia que nos
dejarán, después de una larga subida, en la carretera TF-362 donde hay una gran
rotonda donde confluyen varias calles.
A nuestra derecha podemos ver la coqueta Iglesia de San Isidro en una pequeña placita, al mismo tiempo buscaremos la Avenida de los Chincanayros que se inicia junto al edificio del Parque de Bomberos; por ella iremos avanzando hasta que desemboque en la autopista TF-5 junto a una gasolinera, es en este punto donde tomaremos la Calle el Escobón que asciende con fuerte pendiente y firme asfaltado, avanzando entre huertas de cultivo y alguna casa de campo aislada que termina más adelante, junto a una fábrica de pavimentos, en la carretera TF-342.
Caminaremos por ella con precaución
cruzando el Barranco del Cuarto y enseguida veremos cómo se interna por nuestra
izquierda una vereda pedregosa y descendente que en unos pocos metros se
convierte en una pista de cemento que desemboca directamente con la Calle Poeta
Viana, que después de un instante, se une con la Calle los Menceyes donde hay
un pequeño Calvario incrustado en el muro colindante de la vía; estaremos en el
Barrio de Buen Paso y por esta última calle iremos avanzando hacia la derecha
en suave ascenso y más adelante en descenso por donde hay una pequeña fuente
pública de agua, llegando después de otra subida, a una pequeña plaza donde se
alza un enorme Pino Canario (Pinus
canariensis), es el llamado Pino de Buen Paso, cuya historia lo vincula a
la época de la conquista cuando el capellán que acompañaba a Alonso Fernández
de Lugo, celebró misa en el lugar y le confirió la condición de árbol sagrado. Por
el mismo recorrido y distanciada unos pocos metros, haremos una parada junto a
la Ermita del Buen Paso, catalogada como Bien de Interés Cultural con categoría
de Sitio Histórico; es una de las edificaciones religiosas más antiguas, que
conserva sus paredes originales y que alberga en su arquitectura interior
diferentes bienes religiosos y una talla de la Virgen del Buen Paso del año
1700.
Iglesia de San Isidro.
A nuestra derecha podemos ver la coqueta Iglesia de San Isidro en una pequeña placita, al mismo tiempo buscaremos la Avenida de los Chincanayros que se inicia junto al edificio del Parque de Bomberos; por ella iremos avanzando hasta que desemboque en la autopista TF-5 junto a una gasolinera, es en este punto donde tomaremos la Calle el Escobón que asciende con fuerte pendiente y firme asfaltado, avanzando entre huertas de cultivo y alguna casa de campo aislada que termina más adelante, junto a una fábrica de pavimentos, en la carretera TF-342.
Por la Calle El Escobón.
Pino e Iglesia de Buen Paso.
Continuamos el recorrido por la Calle Echeide, visitando
antes una plaza con vistas panorámicas hacia la costa de Icod de los Vinos y
San Juan de la Rambla, el trayecto también nos ofrece unas vistas de los
barrios de medianías de Las Longueras y Las Montañetas, ya dentro del término
municipal de San Juan de la Rambla; inmediatamente la calle desciende
bruscamente desembocando poco después en el entorno de la Plaza Francisco Afonso,
junto a la autopista TF-5, donde hay un cuidado y pintoresco parque recreativo,
un pequeño Calvario originario de 1888 y algunas casas antiguas de arquitectura
típica canaria.
El camino continua ascendiendo por la Calle Camino de los
Moriscos, siempre por firme asfaltado, cruzando la autopista TF-5 por un puente
y terminando en la carretera que se dirige al Caserío de Las Longueras; luego
cruzamos dicha vía por un paso de peatones y caminaremos por ella unos ciento
cincuenta metros después de haber rebasado una rotonda. Llegaremos al Barrio de
las Cucharas e iremos recorriendo el núcleo urbano por la Calle los Tilos
parándonos para visitar la Iglesia de San Lucas y Santa Dorotea, de estilo
contemporáneo; al final de la calle se cruza perpendicularmente
la Calle la Sabina, donde hay un pequeño Calvario; seguimos a la derecha hasta
confluir con la Calle los Mocanes que desemboca pocos metros después en el
Camino de Santo Domingo, que en forma de carretera se dirige al municipio de La
Guancha.
Andaremos por una acera que bordea la misma hasta desviarnos unos doscientos cincuenta metros después y hacia la izquierda, por la Calle de las Crucitas, que discurre junto a un Santuario fechado en el año 1809, con firme asfaltado y en suave pendiente por una zona algo despoblada con numerosas huertas de cultivo y alguna vivienda aislada.
En el siguiente cruce que nos encontremos giramos a la izquierda y continuamos por una pista de tierra que discurre combinando distintos desniveles de subida y bajada, entre multitud de parcelas de cultivo, la mayoría de ellas abandonadas, hasta alcanzar de nuevo, bordeando un muro de piedra de una de ellas, la carretera TF-353; la cruzamos y enseguida nos adentramos por el Camino de la Yegua, que discurre asfaltado bordeando una zona agrícola y que, en unos ciento cincuenta metros, se convierte en una pista de tierra que camina al margen de cultivos de plataneras y que combina firme de cemento y algunos pequeños tramos de asfalto; más adelante nos encontramos un cruce de caminos y escogeremos el de la derecha que continúa su descenso hasta convertirse en una calle asfaltada que avanza entre los muros delimitadores de las numerosas fincas que hay por la zona; en pocos metros estaremos en la Calle Real del Barrio de Santa Catalina y justo enfrente veremos la Plaza de Santa Catalina, un pintoresco espacio de descanso en un entorno de casas antiguas restauradas.
Este es el núcleo poblacional más antiguo, el que dio origen al actual Municipio de La Guancha y en él podremos apreciar una bella muestra de la arquitectura popular canaria que se desarrolla entre sus angostas calles; seguimos hacia la derecha por la Calle Camino Real y en unos momentos estaremos frente a la Plaza de la Ermita, donde se encuentra la Ermita de Santa Catalina, un templo de arquitectura sencilla construida en el año 1878, edificada después de unas inundaciones acontecidas en la isla que destruyeron la anterior Capilla, que databa del año 1510. Dejaremos atrás el lugar y seguimos unos metros hasta desembocar en la carretera TF-351 que discurre bordeando el cauce del Barranco de la Cantera; iremos a la izquierda descendiendo suavemente y con sumo cuidado, ya que no hay arcén por donde avanzar con seguridad.
Después de unos cuatrocientos cincuenta metros estaremos
en Los Llanitos, donde empieza la Avenida de José Antonio, por la cual iremos
entre las primeras casas pertenecientes al casco urbano de San Juan de la
Rambla; después de pasar bajo un puente de la autopista TF-5 tendremos el antiguo
cementerio municipal a nuestra izquierda, construido en el siglo XIX, con un
Calvario anexo, después la misma calle nos lleva directamente, haciendo un
recorrido urbano, hasta la pintoresca Plaza de San Juan Bautista, donde se
encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, datada originalmente en 1530 cuando
se construyó una pequeña ermita que en la actualidad forma parte de la Capilla
Mayor del templo, evolucionando en diferentes restauraciones y nuevas
ampliaciones, incluso una reconstrucción después de haber sufrido muchos
desperfectos debido a un huracán acaecido en el año 1797. Alberga en su
interior diversas obras de arte e imágenes de tipo religioso pertenecientes a
los siglos XVI y XVII, así como varios retablos de madera policromada de estilo
barroco, dispuestos en las diferentes capillas que se distribuyen por todo el
templo, como
curiosidad alberga una imagen de la Virgen del Pino, ya inventariada en el año
1545.
Este sería el trayecto más directo desde el Barrio de Santa Catalina ya que la carretera es de reciente construcción, pero el que creemos que es el camino original de unión con el núcleo urbano de San Juan de la Rambla, partiendo desde dicho barrio, es tomando la misma carretera pero en sentido contrario, en ascenso y después de unos ochocientos cincuenta metros de recorrido y de haber dejado atrás una bifurcación que sirve de acceso a unas naves industriales, fijarnos en la siguiente curva de la carretera como empieza un viejo camino que se inicia al borde del Barranquillo del Poncio bordeado por una valla metálica y que luego de pisar sobre algunos restos de empedrado, se estrecha y continúa en continuo descenso, desembocando más tarde en un tramo con pavimento empedrado en una carretera asfaltada.
Continuamos por dicha vía, que nos ofrece bonitas vistas hacia la población de San Juan de la Rambla, hasta que encontremos una bifurcación a la izquierda que desciende cementada y luego medianamente pavimentada, que conecta seguidamente con un puente peatonal que cruza la autopista TF-5 y que termina en la Calle Antonio Oramas, donde se encuentra un pequeño Santuario al lado de una pintoresca plaza. Iremos hacia la derecha haciendo un recorrido por el bello y bien cuidado núcleo urbano del municipio, plagado de bonitas casas de una sola planta y de sencilla arquitectura típica de Canarias; al llegar a la Calle de la Alhóndiga, giramos a la izquierda para, mediante una cuesta empedrada, terminar en la Plaza de San Juan Bautista, donde se alza la Iglesia del mismo nombre. Disfrutamos del casco histórico del pueblo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1993 y que se extiende alrededor de la Iglesia de San Juan Bautista, pudiendo visitar la Casa de la Alhóndiga, del siglo XVII, recientemente restaurada y puesta en valor como dependencias municipales; la Casa de los Alonso del Castillo, del siglo XVIII y la Casa de los Delgado Oramas, con una balconada de madera muy llamativa. En las calles adyacentes, la arquitectura tradicional canaria es notoria en cada rincón del pueblo, por lo que dar un paseo por las mismas, es altamente recomendable.
Entorno de la Plaza Francisco Afonso.
Puente sobre la TF-5.
Iglesia de S. Lucas y Sta. Dorotea.
Andaremos por una acera que bordea la misma hasta desviarnos unos doscientos cincuenta metros después y hacia la izquierda, por la Calle de las Crucitas, que discurre junto a un Santuario fechado en el año 1809, con firme asfaltado y en suave pendiente por una zona algo despoblada con numerosas huertas de cultivo y alguna vivienda aislada.
Santuario en la Calle las Crucitas (izq.)
En el siguiente cruce que nos encontremos giramos a la izquierda y continuamos por una pista de tierra que discurre combinando distintos desniveles de subida y bajada, entre multitud de parcelas de cultivo, la mayoría de ellas abandonadas, hasta alcanzar de nuevo, bordeando un muro de piedra de una de ellas, la carretera TF-353; la cruzamos y enseguida nos adentramos por el Camino de la Yegua, que discurre asfaltado bordeando una zona agrícola y que, en unos ciento cincuenta metros, se convierte en una pista de tierra que camina al margen de cultivos de plataneras y que combina firme de cemento y algunos pequeños tramos de asfalto; más adelante nos encontramos un cruce de caminos y escogeremos el de la derecha que continúa su descenso hasta convertirse en una calle asfaltada que avanza entre los muros delimitadores de las numerosas fincas que hay por la zona; en pocos metros estaremos en la Calle Real del Barrio de Santa Catalina y justo enfrente veremos la Plaza de Santa Catalina, un pintoresco espacio de descanso en un entorno de casas antiguas restauradas.
Barrio de Santa Catalina.
Ermita de Santa Catalina.
Este es el núcleo poblacional más antiguo, el que dio origen al actual Municipio de La Guancha y en él podremos apreciar una bella muestra de la arquitectura popular canaria que se desarrolla entre sus angostas calles; seguimos hacia la derecha por la Calle Camino Real y en unos momentos estaremos frente a la Plaza de la Ermita, donde se encuentra la Ermita de Santa Catalina, un templo de arquitectura sencilla construida en el año 1878, edificada después de unas inundaciones acontecidas en la isla que destruyeron la anterior Capilla, que databa del año 1510. Dejaremos atrás el lugar y seguimos unos metros hasta desembocar en la carretera TF-351 que discurre bordeando el cauce del Barranco de la Cantera; iremos a la izquierda descendiendo suavemente y con sumo cuidado, ya que no hay arcén por donde avanzar con seguridad.
Núcleo urbano de San Juan de la Rambla.
Iglesia de San Juan Bautista.
Este sería el trayecto más directo desde el Barrio de Santa Catalina ya que la carretera es de reciente construcción, pero el que creemos que es el camino original de unión con el núcleo urbano de San Juan de la Rambla, partiendo desde dicho barrio, es tomando la misma carretera pero en sentido contrario, en ascenso y después de unos ochocientos cincuenta metros de recorrido y de haber dejado atrás una bifurcación que sirve de acceso a unas naves industriales, fijarnos en la siguiente curva de la carretera como empieza un viejo camino que se inicia al borde del Barranquillo del Poncio bordeado por una valla metálica y que luego de pisar sobre algunos restos de empedrado, se estrecha y continúa en continuo descenso, desembocando más tarde en un tramo con pavimento empedrado en una carretera asfaltada.
Continuamos por dicha vía, que nos ofrece bonitas vistas hacia la población de San Juan de la Rambla, hasta que encontremos una bifurcación a la izquierda que desciende cementada y luego medianamente pavimentada, que conecta seguidamente con un puente peatonal que cruza la autopista TF-5 y que termina en la Calle Antonio Oramas, donde se encuentra un pequeño Santuario al lado de una pintoresca plaza. Iremos hacia la derecha haciendo un recorrido por el bello y bien cuidado núcleo urbano del municipio, plagado de bonitas casas de una sola planta y de sencilla arquitectura típica de Canarias; al llegar a la Calle de la Alhóndiga, giramos a la izquierda para, mediante una cuesta empedrada, terminar en la Plaza de San Juan Bautista, donde se alza la Iglesia del mismo nombre. Disfrutamos del casco histórico del pueblo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1993 y que se extiende alrededor de la Iglesia de San Juan Bautista, pudiendo visitar la Casa de la Alhóndiga, del siglo XVII, recientemente restaurada y puesta en valor como dependencias municipales; la Casa de los Alonso del Castillo, del siglo XVIII y la Casa de los Delgado Oramas, con una balconada de madera muy llamativa. En las calles adyacentes, la arquitectura tradicional canaria es notoria en cada rincón del pueblo, por lo que dar un paseo por las mismas, es altamente recomendable.
Para salir del pueblo y dirigirnos al final de esta
etapa en Los Realejos tenemos dos opciones, una es por la llamada Rambla de los
Caballos, que parte desde el Barrio de Las Aguas y asciende luego por el Camino
Risco de las Pencas y la otra por la zona de Masapé, cruzando el cauce del
Barranco de Ruiz y dirigiéndose ambos a Icod el Alto.
PRIMERA OPCIÓN:
La primera elección la haremos andando junto a la
Plaza de la Constitución y conectando con la Avenida de las Aguas, que más
adelante enlaza con la Calle la Cruz y termina en la Plaza D. Pedro Pérez Luis,
donde se encuentra la Iglesia de la Cruz, dentro del Barrio de las Aguas y
donde podremos disfrutar de vistas espectaculares de la costa.
Bajamos unas escaleras que desembocan en un paseo costero y al finalizar tomaremos una cuesta empedrada que se aleja de la Playa de las Aguas y enlaza con el Camino Ribera del Mar, un sendero igualmente costero que progresa entre algunas viviendas de piedra y que luego continúa con firme de tierra combinando algunas zonas empedradas; mas adelante estaremos en las primeras casas de la zona más poblada, donde un firme empedrado nos acerca a una fuente de agua en desuso y luego a la Plaza del Rosario donde hay una pequeña Ermita del siglo XVII, de arquitectura sencilla y rematada en una pequeña espadaña, es la Ermita de Nuestra Señora del Rosario.
A partir de aquí comienza la llamada Rambla de los
Caballos que avanza llaneando hacia el cauce del Barranco de Ruiz, pero
nosotros nos desviaremos hacia la derecha, abandonando el camino, cuando
estemos bajo un minúsculo palmeral, por una vereda empedrada que asciende hacia
la carretera de acceso al núcleo urbano de El Rosario. Una vez en ella iremos
hasta la autovía TF-5, que con toda precaución cruzaremos hasta el parque
recreativo que está situado junto al cauce del Barranco de Ruiz. Buscamos el
acceso escalonado que nos acerca al Camino Risco de las Pencas que comienza con
fuerte ascenso bajo el Pico de la Grieta (275 m.), un evidente risco que se
alza sobre el Molino de Ruiz, una vieja instalación hidráulica destinada a la
molienda del gofio que ha sido recientemente restaurada y catalogada como Bien
de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Etnológico.
Iglesia de la Cruz (izq.)
Bajamos unas escaleras que desembocan en un paseo costero y al finalizar tomaremos una cuesta empedrada que se aleja de la Playa de las Aguas y enlaza con el Camino Ribera del Mar, un sendero igualmente costero que progresa entre algunas viviendas de piedra y que luego continúa con firme de tierra combinando algunas zonas empedradas; mas adelante estaremos en las primeras casas de la zona más poblada, donde un firme empedrado nos acerca a una fuente de agua en desuso y luego a la Plaza del Rosario donde hay una pequeña Ermita del siglo XVII, de arquitectura sencilla y rematada en una pequeña espadaña, es la Ermita de Nuestra Señora del Rosario.
Rambla de los Caballos y Ermita Ntra. Sra. del Rosario.
El sendero discurre por un costado del barranco,
que también está protegido y catalogado como Sitio de Interés Científico donde
conviven varios ecosistemas vegetales como algunos reductos de laurisilva, que
veremos en el cauce superior, comunidades rupícolas y bosques termófilos;
avanza con superficie bastante ancha al inicio, para luego ir convirtiéndose en
una vereda estrecha que discurre con firme empedrado entre algunas huertas de
cultivo.
Después de subir unos escalones de piedra, continúa su trazado con algunos tramos excavados en tosca, acercándose a una talud rocoso donde hay una oquedad que nos ofrece unas vistas generales del cauce; luego continúa su curso protegido por un pasamano de madera, presentando algunos tramos con restos de empedrado y cerca de una vieja canalización en desuso y un estanque abandonado, para más adelante prolongarse muy sinuoso y con fuerte e incesante desnivel de subida hasta llegar a la Plaza de Pedro Domínguez, un pequeño espacio de descanso emplazado sobre el Pico de la Grieta (275 m.) expuesto al barranco, donde hay una pequeña Ermita y desde donde podremos disfrutar de bellas panorámicas de la costa norte de la isla y de casi la totalidad del cauce del Barranco de Ruiz.
SEGUNDA OPCIÓN:
Sendero del Barranco de Ruiz.
Después de subir unos escalones de piedra, continúa su trazado con algunos tramos excavados en tosca, acercándose a una talud rocoso donde hay una oquedad que nos ofrece unas vistas generales del cauce; luego continúa su curso protegido por un pasamano de madera, presentando algunos tramos con restos de empedrado y cerca de una vieja canalización en desuso y un estanque abandonado, para más adelante prolongarse muy sinuoso y con fuerte e incesante desnivel de subida hasta llegar a la Plaza de Pedro Domínguez, un pequeño espacio de descanso emplazado sobre el Pico de la Grieta (275 m.) expuesto al barranco, donde hay una pequeña Ermita y desde donde podremos disfrutar de bellas panorámicas de la costa norte de la isla y de casi la totalidad del cauce del Barranco de Ruiz.
Plaza de Pedro Domínguez.
SEGUNDA OPCIÓN:
La segunda elección la haremos desde la Iglesia de
San Juan Bautista, desandando el camino por la Calle Antonio Oramas, hasta
girar a la izquierda en la primera bifurcación que encontramos, que conecta con
un puente que cruza la autopista; enseguida iremos hacia la izquierda y
cruzamos el Barranco de Poncio por otro puente de cemento que enlaza con el
llamado Camino de los Difuntos, una calzada con firme empedrado que zigzaguea
bordeando el Risco de Masapé, acantilado que cae sobre el municipio, catalogado
como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Zona Arqueológica, por
haberse encontrado en su entorno diversas cuevas sepulcrales guanches.
Después de un
buen trayecto y haber pasado junto al Mirador de Masapé, abandonado a su suerte,
llegaremos al borde del Barranco de Ruiz, a la Plaza de Pedro Domínguez donde
confluye el Camino Risco de las Pencas que forma parte de la opción primera.
Panorámica de San Juan de la Rambla.
Camino de los Difuntos.
Este
camino conserva prácticamente intacto en todo su recorrido el empedrado
original discurriendo entre vegetación termófila, pudiendo observar infinidad
de especies vegetales como Magarzas (Argyranthemum
frutescens), Vinagreras (Rumex
lunaria), Cornicales (Periploca
laevigata), Bejeques (Aeonium
canariensis), Tabaibas (Euphorbia
lamarckii) y un largo etcétera. En casi todo su recorrido es curioso el
contraste del pavimento adoquinado con la cimentación y muros laterales de
cemento, instalados posteriormente. Este camino que recorremos desemboca poco
después en una pista de tierra que bordea los muros de unas huertas de cultivo,
cruzando luego el cauce del Barranquillo de la Carnicería y avanzando después
con fuerte desnivel de subida por una pista agrícola asfaltada que marcha entre
cultivos y desemboca en la llamada Carretera de Masapé; por esta última iremos
hacia la izquierda en suave ascenso acompañados de inmejorables vistas de la
costa de San Juan de la Rambla y del majestuoso Teide (3718 m.).
Desde la plaza seguimos en ascenso por el Camino
Orilla de la Vera, que en forma de calle asfaltada nos lleva a las
inmediaciones del Barrio de la Vera, una entidad de población formada por
multitud de grupos de viviendas y huertas de cultivo difuminadas por un amplio
entorno; llegamos a una bifurcación de la carretera y en unos metros veremos a
nuestra izquierda el inicio del sendero que se dirige al cauce del Barranco de
Ruiz; opcionalmente, si continuamos unos cien metros de frente sin abandonar la
vía, podremos visitar los Lavaderos de la Vera.
De vuelta al sendero, nos
adentramos hacia el cauce bordeando las escarpadas paredes del barranco, entre
multitud de Helecheras (Pteridium
aquilinum), Zarzas (Rubus bollei)
Granadillos (Hypericum canariense) y
algunos Brezos (Erica arborea);
avanza por una estrecha vereda casi en línea recta y en suave descenso,
protegida en ocasiones por una valla de madera en forma de pasamanos, hasta que
mediante unos escalones de piedra, desembocamos en el cauce del Barranco
Hondo, en las inmediaciones del Risco del Madroño, un cauce secundario que
desemboca en el propio Barranco de Ruiz; lo cruzamos subiendo otra escalera,
esta vez tallada en la tosca y accedemos a un camino recientemente empedrado,
que delimitado por innumerables ejemplares de grandes Helechos (Pteridium aquilinum) y Zarzas (Rubus bollei), nos lleva a pasar cerca
de la Casa de la Fajana, un viejo inmueble de arquitectura típica canaria formado
por dos niveles unidos por una escalera de piedra, también hay un aljibe, ambos
en estado ruinoso y casi cubiertos por la numerosa vegetación del entorno.
Lavaderos de La Vera.
Cauce del Barranco de Ruiz.
Continuamos por un camino más ancho que transcurre
bajo un bosque de laurisilva donde podemos ver Follaos (Viburnum rigidum), Acebiños (Ilex
canariensis), Loros (Laurus
novocanariensis), Mocanes (Visnea
mocanera), Tiles (Ocotea foetens),
todos acompañados de sotobosque de Morgallanas (Ranunculus cortusifolius), Helechos (Pteridium aquilinum), Cresta de Gallo (Isoplexis canariensis), Alhelíes (Erysimum bicolor) y un largo etcétera.
Más adelante encontramos una roca de grandes dimensiones en medio del camino, junto a una especie de mesa hecha con piedras bajo unos enormes ejemplares de Castañeros; continúa ascendiendo suavemente el camino y llega el momento de cruzar el cauce del Barranco de Ruiz bajo una cascada por donde cae casi permanentemente un hilillo casi imperceptible de agua.
Después avanzamos por un camino ancho entre dos taludes rocosos en cuya base crecen Castañeros y algunos ejemplares de Pinos de Monterrey (Pinus radiata); más adelante bordeamos el cauce del barranco y llegamos a un giro del camino donde hay un pequeño murete de piedra en la base de dos Pinos Canarios (Pinus canariensis) en forma de mirador que se asoma al cauce del barranco y su entorno; a la derecha asciende un tramo del camino con firme empedrado, que termina poco después en una carretera asfaltada, donde hay un poste con varias señales de madera.
Iremos por la misma siguiendo las indicaciones hacia Icod el Alto con
vistas frente a nosotros del Teide (3718 m.); en la siguiente bifurcación
haremos caso de la misma señalización y por el Camino Real continuamos en línea
recta internándonos paulatinamente en el núcleo urbano de Icod el Alto hasta
que lleguemos a la Iglesia de la Virgen del Buen Viaje, situada justo en el
cruce con la carretera TF-342; este es un templo que ha sido transformado en el
siglo XX aunque su origen es del siglo XVI, documentada y citada en esa fecha
como una Ermita con advocación a la Virgen del Rosario.
Casa de La Fajana.
Más adelante encontramos una roca de grandes dimensiones en medio del camino, junto a una especie de mesa hecha con piedras bajo unos enormes ejemplares de Castañeros; continúa ascendiendo suavemente el camino y llega el momento de cruzar el cauce del Barranco de Ruiz bajo una cascada por donde cae casi permanentemente un hilillo casi imperceptible de agua.
Saliendo del cauce del Bco. de Ruiz.
Después avanzamos por un camino ancho entre dos taludes rocosos en cuya base crecen Castañeros y algunos ejemplares de Pinos de Monterrey (Pinus radiata); más adelante bordeamos el cauce del barranco y llegamos a un giro del camino donde hay un pequeño murete de piedra en la base de dos Pinos Canarios (Pinus canariensis) en forma de mirador que se asoma al cauce del barranco y su entorno; a la derecha asciende un tramo del camino con firme empedrado, que termina poco después en una carretera asfaltada, donde hay un poste con varias señales de madera.
Iglesia de la Virgen del Buen Viaje (dcha.).
Panorámica del Valle de La Orotava desde el Mirador de El Lance.
En la trasera de la Iglesia está la Calle El
Calvario, que discurre junto a un pequeño Oratorio y avanza en suave descenso y
algo estrecha hasta finalizar su asfaltado justo en frente de una Capilla, anexa
hay una pequeña plaza panorámica asomada al cauce del Barranco Madre del Agua,
con vistas hacia el municipio de Los Realejos. La misma calle continúa
cementada y se convierte en una pista de tierra que cruza dicho barranco y
termina poco después cementada, de nuevo en la carretera TF-342; enseguida
tomaremos la Calle Transversal 1 El Lance que camina paralela a la vía y sobre
el Mirador de El Lance, terminando en una senda que zigzaguea y desciende por
tercera vez hacia la carretera; cruzamos y enseguida caminaremos unos
quinientos metros por un paseo peatonal que bordea la Ladera de TIgaiga, con
unas vistas inigualables del Valle de La Orotava, hasta que lleguemos a una
bifurcación donde hay una señal de madera que reza Tigaiga; es el inicio del
Camino de las Vueltas de Icod el Alto y empieza a bajar con fuerte pendiente
bajo las paredes del Risco Blanco con firme empedrado; los bordes del camino
están plagados de Helechos (Pteridium
aquilinum) y discurre su trazado con vistas al impresionante Valle de la
Orotava.
El pavimento conserva su empedrado original en toda su extensión y aún
se encuentra protegido por muros de piedra seca que delimitan su paso, al
finalizar continúa una cuesta cementada que poco después se convierte en
asfaltada y que confluye en un cruce de calles donde hay un pequeño Drago
Canario (Dracaena draco) junto a un
Calvario.
Si opcionalmente vamos a la izquierda, haremos un recorrido urbano de unos quinientos metros por el Barrio de Tigaiga hasta finalizar en una plaza donde se alza la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, una de las más antiguas de la isla, datada en el siglo XVI. A la derecha continuamos por la Calle Barroso que enseguida conecta directamente con la Calle Camino de Icod el Alto, por la cual iremos andando hasta encontrar la Ermita de San Sebastián, fechada en 1735, de arquitectura sencilla y rematada en un pequeño campanario; se alza en la Plaza de la Cruz de los Muertos llamada así porque servía de descanso a las comitivas fúnebres de antaño, todo ello en un entorno arquitectónico típico de Canarias.
Unos metros más adelante está la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y originaria del año 1516 cuando existía una Ermita consagrada a Santa María; la configuración actual data del año 1697, con una nave central y varias capillas colaterales, todas ellas con tejados de estilo mudéjar, destruidos en un incendio acaecido en 1978; en la actualidad ha sido completamente restaurada y abierta al culto religioso.
Pasarela peatonal junto a la TF-342.
Camino de las Vueltas de Icod el Alto.
Si opcionalmente vamos a la izquierda, haremos un recorrido urbano de unos quinientos metros por el Barrio de Tigaiga hasta finalizar en una plaza donde se alza la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, una de las más antiguas de la isla, datada en el siglo XVI. A la derecha continuamos por la Calle Barroso que enseguida conecta directamente con la Calle Camino de Icod el Alto, por la cual iremos andando hasta encontrar la Ermita de San Sebastián, fechada en 1735, de arquitectura sencilla y rematada en un pequeño campanario; se alza en la Plaza de la Cruz de los Muertos llamada así porque servía de descanso a las comitivas fúnebres de antaño, todo ello en un entorno arquitectónico típico de Canarias.
Ermita de Ntra. Sra. de la Concepción (dcha.).
Ermita de San Sebastián.
Unos metros más adelante está la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y originaria del año 1516 cuando existía una Ermita consagrada a Santa María; la configuración actual data del año 1697, con una nave central y varias capillas colaterales, todas ellas con tejados de estilo mudéjar, destruidos en un incendio acaecido en 1978; en la actualidad ha sido completamente restaurada y abierta al culto religioso.
Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción.
Por la Calle Cruz Verde, que está en la trasera de
la Iglesia, seguiremos la ruta hasta confluir con la Calle del Medio junto al
Cementerio de San Francisco, donde es notorio un majestuoso ejemplar de Drago
Canario (Dracaena draco) y de ahí
tomar la Calle Viera y Clavijo, que en un momento determinado se cruza con la
Calle Godínez atravesando el Barranco de Godínez y desembocando poco después en
la trasera del edificio que alberga la Biblioteca Municipal, donde hay una
señal de inicio del PR-TF-40.
Unos metros más adelante hay una plaza a modo de mirador con vistas panorámicas
a la parte baja del municipio y enfrente la Plaza de Viera y Clavijo donde se
localiza la Iglesia de Santiago Apóstol, donde daremos por finalizada la etapa,
esta es una de las edificaciones religiosas más antiguas de Tenerife,
originaria del año 1496 después de la conquista de las islas por los
castellanos; fue en este lugar donde se levantó un sencillo espacio religioso
donde se bendijeron los nueve Menceyes Guanches de la isla con el objeto de
constituir una nueva comunidad cristiana. Luego su edificación se extendería a
lo largo del siglo XVI, restaurándola posteriormente en el siglo siguiente
hasta conseguir su estado actual desde el siglo XVIII. El interior alberga varios
retablos del siglo XVII, destacando el Retablo Mayor de madera policromada y el
Retablo de Las Ánimas, de 1669; también hay diversas y valiosas imágenes
religiosas mencionadas en el inventario desde el año 1591. Daremos por finalizada la etapa en este punto.
Panorámica del Realejo Bajo.
Iglesia de Santiago Apóstol.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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