lunes, 3 de octubre de 2016

BENIJO – LAS PALMAS – CRUZ DEL DRAGUILLO – BENIJO


BENIJO – LAS PALMAS – CRUZ DEL DRAGUILLO – BENIJO
(Regreso por el Camino del Hediondo)

FICHA TÉCNICA

TÉRMINO MUNICIPAL: Santa Cruz de Tenerife. 

COMO LLEGAR: Al Caserío de Benijo se llega por la carretera TF-134, que es la que sirve de unión entre la capital, Santa Cruz de Tenerife y Taganana. Una vez en este último seguiremos dirección a Roque de las Bodegas, pasando de largo Almáciga hasta llegar a Benijo. 
COMIENZO: Caserío de Benijo. 
FINAL: Mismo lugar. 
DIFICULTAD: Media. 
DURACIÓN: 5 Horas. 
LONGITUD: 13,7 Km. 
PROVISIÓN DE AGUA: En los lugares poblados hay servicios al público. 
LUGARES DE INTERÉS: Caserío de Benijo; Caserío de El Draguillo; Caserío de Las Palmas de Anaga y Hacienda de San Gonzalo; Paso de la Cueva; Casas de Tafada; Risco Vista las Palmas; Cruz del Draguillo; Mirador de Cabezo del Tejo; Piedra del Draguillo; Paso del Hediondo. 
VENTAJAS: Recorrido con amplias vistas panorámicas. 
INCONVENIENTES: A partir del Caserío de El Draguillo el sendero es bastante estrecho y algo expuesto. La vereda que asciende desde el Caserío de Las Palmas no está definida ni señalizada y tiene pasos resbaladizos e inestables y ocasionalmente con mucho desnivel. 
PELIGROSIDAD: El Paso de la Cueva es muy expuesto y entraña peligro si no se tiene el cuidado de acercarse al acantilado. 
TIPO DE RUTA: Senderismo.

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:


CARTOGRAFÍA:

 

DESCRIPCIÓN:

Con el fin de evitar la masificación de personas y turistas en el Roque de las Bodegas, así como en el Caserío de Almáciga y su playa, nos dirigimos hacia Benijo, que es el siguiente núcleo de población y donde termina la carretera de asfalto. Este último está compuesto de huertas de cultivo y varias casas dispersas por el entorno, así como varios restaurantes para el disfrute de la gastronomía local.

Inicio de la ruta en Benijo.

Justo donde termina el asfalto hay un poste con diferentes señales de dirección de los senderos que podemos tomar; nuestra opción es ir por el PR-TF-6.2 que se inicia precisamente donde evitamos empezar, en Roque de las Bodegas y se dirige a El Draguillo donde conecta con el principal, el PR-TF-6. A nuestra derecha empieza el PR-TF-6.3 que asciende por el Camino del Hediondo hacia Chamorga y que utilizaremos para el regreso.

Pista del Draguillo.
Roque Benijo (Dcha.).

Por lo tanto empezamos a caminar por la Pista del Draguillo, una vía cementada que discurre bajo el Lomo de Benijo a un nivel superior y paralela a la Playa de Benijo, una playa de arena negra donde es visible la bella estampa del Roque Benijo y el Roque de la Rapadura, inmortalizados ambos en numerosas fotografías de publicidad de la zona. La pista sigue su curso en suave ascenso y bordeando el risco que parece bastante descompuesto; más adelante cruzamos el Barranco de Guaguay donde hay una casa aislada y donde observaremos en la loma inaccesible que está sobre ella dos magníficos ejemplares de Drago (Dracaena draco) que nos llaman poderosamente la atención, uno de ellos es de un precioso porte y el otro es el llamado drago partido de Guaguay, cuya forma rota da lugar a esta denominación.



Drago de Guaguay (Izq.).

Seguimos la pista, remontando esta vez junto a una entrada a nuestra izquierda que lleva a una propiedad privada; más adelante, en Las Fajanetas, en una de las curvas de la vía, hay un mirador natural junto a varias rocas donde hay un panel de madera que tiene una poesía cuyo autor es Fernando Garcíarramos; desde este privilegiado lugar veremos una panorámica espectacular de la costa que baña toda la vertiente del Macizo de Anaga, pudiendo observar en primer término la Playa de Benijo, el Caserío de Almáciga, así como el mítico y majestuoso Roque de las Ánimas (374 m.) junto a su inseparable Roque de En medio (454 m.) sobre el pequeño núcleo de población de Tachero; más allá se vislumbra la vertiente rocosa que alberga los roques de El Fraile y la Monja y el Cabezo del Tablero (689 m.), así como en otra de las cuerdas montañosas, el Roque de Taborno (706 m.), el Roque Marrubial (488 m.) y el costero Roque del Guincho (137 m.), estos últimos entre la Playa de Tamadiste; más lejos aún incluso se puede divisar el Caserío de Las Carboneras. Al otro lado y siguiendo la vista costera hacia la derecha podemos también vislumbrar los Roques de Anaga, que forman parte de un entorno natural protegido catalogado como Reserva Natural Integral.

 
 Caserío de El Draguillo.
 

Continuamos nuestro recorrido siempre en ascenso y cercano veremos el Caserío de El Draguillo, un pequeño núcleo poblacional agrícola que está asentado en una loma entre el Barranco de la Quebrada y el de Las Casas; una vez que crucemos el primer barranco, donde hay un inmenso Cañaveral, se termina el asfalto y sigue el recorrido por firme de tierra entre algunas casas, hasta que en unos metros y al borde del Barranco de las Casas se termina la pista. En este lugar hay un panel informativo y una señal de dirección referente al PR-TF-6, el cual vemos ascendiendo por nuestra derecha con fuerte desnivel junto a un enorme ejemplar de Drago (Dracaena draco); este camino se dirige bordeando el Barranco de las Lajas muy sinuoso y prácticamente con todo su firme empedrado, hacia la Cruz del Draguillo donde hay un cruce de caminos y por donde pasaremos al regreso. 


Nuestra ruta sigue de frente cruzando precariamente el Barranco de las Casas, ya que el sendero está muy degradado y erosionado; remontaremos por una zona muy resbaladiza para luego continuar por una senda estrecha y bastante pedregosa que discurre sobre el Lomo de los Cardones y bajo el Risco de los Cuervos (452 m.); la imagen que dejamos detrás es espectacular con el Caserío de El Draguillo en primer término y toda la vertiente costera con sus respectivas altitudes montañosas, hasta finalizar en El Guincho. 

 Tramo del sendero descompuesto.
 

Después el camino transcurre por una lomada compuesta de derrubios pedregosos que proceden del Cabezo de las Lajas (450 m.), una serie de montículos rocosos descompuestos situados sobre el paso, por lo que sería conveniente atravesarlo lo más rápido posible para evitar que haya algún desprendimiento ocasional ya que algunos tramos se encuentran bastante expuestos al acantilado. 


Más adelante y después de cruzar un barranquillo que se precipita bruscamente hacia el mar, pasaremos por una zona menos expuesta y con más espacio para andar cómodamente, crecen por los bordes del camino Vinagreras (Rumex lunaria), Matorriscos (Lavandula canariensis), Bejequillos Gomereta (Aeonium lindleyi), Corazoncillos (Lotus dumetorum) y algunas Tabaibas (Euphorbia broussonetii) enriscadas por las laderas. Después, otra zona de derrubios algo menos expuesta y más corta da paso a cruzar el cauce rocoso de un barranquillo y ascender hasta una elevación pétrea que forma un mirador natural en el lugar llamado Los Morritos, desde donde hay unas vistas espectaculares y las primeras imágenes que tendremos del Caserío de Las Palmas de Anaga que se asienta bastante disperso en una planicie bajo el imponente Roque Aderno (439 m.). 

Tramo empedrado.

 
Primeras vistas de los Roques de Anaga.

Continuaremos bordeando el Lomo de la Cruz y zigzagueando en descenso por algunos tramos empedrados que progresan combinados con otros bastantes degradados y resbaladizos debido a la erosión del terreno; nos dirigimos a cruzar el Barranquillo el Higueral, por esta zona el sendero está muy deteriorado y bastante expuesto debido a la inestabilidad de las laderas colindantes que están compuestas de material bastante sensible a las inclemencias del tiempo. Seguiremos con cuidado y procurando pasar lo más rápidamente posible dicho cauce y bordeando luego el Lomo del Tanque y cruzando más adelante otro cauce, el Barranco Cho Canaria, que contiene el paso un poco más ancho, aunque también pedregoso y resbaladizo, sobre todo al ir descendiendo. Al salir de este último cauce iremos bordeando una población inmensa de Pencones (Opuntia maxima) y luego avanzamos descendiendo junto a un muro de piedra seca que pertenece a unas huertas, para más adelante ir costeando por el acantilado de la zona de El Fronton y la Veta de las Vinagreras y terminar en el borde del Barranquillo de las Cañeras desde donde hay una formidables vistas de los Roques de Anaga. 

 
 Camino costero hacia Los Orovales.

Roque Aderno.

El sendero sigue bordeando la costa bajo el majestuoso Roque Aderno (439 m.), pasando por la zona de Los Orobales hacia el Faro de Anaga y Caserío de Roque Bermejo por donde discurre el PR-TF-6 y PR-TF-6.1. Nuestra ruta evita e ignora ese recorrido y nos daremos la vuelta hasta ver un camino a nuestra izquierda, después de haber rebasado el muro de piedra, que asciende empedrado junto a una casa aislada y que nos lleva directamente a las ruinas de la Hacienda de San Gonzalo, un inmueble datado en los primeros años del siglo XVII que fue adquirida por parte de la familia de Fernández Ocampo establecida en la isla desde tiempos de la conquista. 

Hacienda de San Gonzalo.
Ermita de San Gonzalo.

Es un magnífico ejemplo de arquitectura rural tradicional canaria edificada con material obtenido de una cantera próxima al Roque Aderno (439 m.) y cuyo fin estaba relacionado con la agricultura y el aprovechamiento económico de la zona , tiene un patio central bastante amplio donde crecen varios Dragos Canarios (Dracaena draco) y donde se encuentran los restos de un viejo lagar, dicho espacio está rodeado de las diferentes estancias de las que está compuesta; una cocina que conserva a medias dos hornos y la chimenea, bodega y zona doméstica. En el exterior está la pequeña Ermita de San Gonzalo que alberga en su interior un retablo de Nuestra Señora de Candelaria y varias imágenes religiosas, todas ellas del siglo XVIII y estilo barroco; está cerrada con una vieja puerta de madera y el estado de completo abandono y ruinoso es desagradablemente notable. Es incomprensible como un inmueble tan importante y recientemente declarado Bien de Interés Cultural (BIC) se encuentre en tan lamentable estado de conservación, observando que la misma autoridad que catalogó su estado no haga absolutamente nada para conservarlo y mantener en condiciones tan bello entorno.


Roque de Tierra y la planicie donde se encuentra
el Caserío de Las Palmas de Anaga.

Desde dicha hacienda parte un camino bordeado por un murete de piedra seca que discurre junto a numerosas huertas de cultivo donde hay otra edificación más pequeña, también destartalada; continúa con firme muy pedregoso y erosionado alejándose del caserío y dejándonos unas vistas cada vez más amplias de la zona, cuyo protagonismo paisajístico lo tiene el Roque de Dentro. 

 
Inicio del camino hacia Tafada.

Roque Aderno sobre los Roques de Anaga.

Más adelante se encuentra una alberca, que dada la situación en la que se encuentra a un nivel superior que la hacienda, suponemos que serviría para abastecer de agua a la misma, también se encuentra en estado de abandono y contiene unos viejos lavaderos anexos. Continúa una vereda algo estrecha y poco definida que avanza sinuosa por el Lomo del Tanque donde hay varios promontorios rocosos de tosca que sirven de miradores naturales asomados hacia el entorno; por nuestra izquierda discurre el Barranquillo la Tosca a los pies del impresionante Roque Aderno (439 m.) y por la derecha el Barranco Cho Canaria; ambos se van alejando uno del otro mientras nosotros seguiremos ascendiendo por el Lomo Cho Oliva y con la vista puesta en la cuerda montañosa que rodea el valle.



En lo alto de las crestas podemos ver la Cumbre del Draguillo y el Roque Icoso (764 m.) que destacan sobre el Lomo Delgadito; El Hornillo (691 m) y el Risco Vista Las Palmas (701 m.) sobre el Lomo de los Codesos, junto a otras cumbres menos importantes. El camino que seguimos cada vez toma más desnivel de subida y continúa paulatinamente adentrándose muy sinuoso entre Laurisilva; discurre con mucho desnivel de subida y casi sin curso definido porque va zigzagueando continuamente por terreno muy inestable y resbaladizo, aunque en algunas ocasiones bordea rocas que dan cierta estabilidad al terreno donde pisamos. 

 
Fuente de la Araña (Izq.).


En un momento determinado donde el camino llanea un poco y dando un rodeo a unas grandes rocas donde crecen numerosos Granadillos (Hypericum canariense), pasaremos junto a la Fuente de la Araña, situada bajo una de ellas y protegida por un pequeño muro de piedras. Luego sigue ascendiendo con menos desnivel y con una superficie más marcada aunque en algunas ocasiones tiene tramos expuestos y algo inestables; los claros de la vegetación, compuesta principalmente de Brezos (Erica arborea), Hayas (Myrica faya), algún Acebiño (Ilex canariensis) y sotobosque de Cerrajas (Sonchus acaulis), Bejeques (Aeonium ciliatum), Tagasastes (Chamaecytisus proliferus) e Inciensos (Artemisia thuscula), nos van ofreciendo ocasionalmente unas fantásticas panorámicas del Roque Aderno (439 m.) y parte de los Roques de Anaga.

 


Más adelante, bajo los riscos de El Encerradero, se nos presenta un pasillo rocoso que remonta suavemente y muy expuesto sobre el Lomo de los Codesos, que contiene una estrecha senda con vistas vertiginosas sobre el valle que hemos dejado detrás; luego pasaremos por el llamado Paso de la Cueva, donde gira bruscamente a la izquierda bordeando una oquedad de poca profundidad que puede servir como refugio ocasional. 

  
Paso de la Cueva.

 

Después asciende sobre una plataforma rocosa por donde iremos avanzando bordeando el acantilado y teniendo unas impagables vistas de todo el valle; tendremos a nuestros pies el Roque Aderno (439 m.) y la Gollada de los Orobales, al igual que los Roques de Anaga, al lado izquierdo la plataforma donde se asienta el Caserío de Las Palmas de Anaga y los barrancos que discurren desde la cresta superior hacia la costa; al otro lado podremos distinguir el Barranco de los Orovales y unas pocas casas dispersas del caserío del mismo nombre.


El camino sigue su curso y se adentra de nuevo en zona boscosa, avanzando algo erosionado y muy estrecho, veremos algunos vestigios del antiguo camino como algunas rocas dispuestas para cimentarlo y el paso del mismo claramente. 

 
Vistas desde el Lomo de la Cruz.

Más adelante, cuando la vegetación se esclarece, nos desviaremos opcionalmente del camino principal a la izquierda para crestear unos metros y avanzar por un filo rocoso sobre el Lomo de la Cruz, que nos servirá de balcón natural desde donde podremos disfrutar de las amplias vistas de los Roques de Anaga, el Barranco de Tafada, así como del sendero PR-TF-6.1 que desciende por el Lomo de las Vueltas hacia el Faro de Anaga, el cual veremos también.

Cabecera del Barranco de Tafada.

  

De vuelta al recorrido, seguimos andando abriéndonos paso y destrepando por una zona rocosa para adentrarnos más adelante de nuevo en el Brezal (Erica arborea); luego cruzamos la cabecera del Barranco de Tafada y después una zona frondosa donde las Zarzas (Rubus bollei) ocultan parte del camino; un brusco giro a la izquierda nos enfila por una vereda muy bien marcada que zigzaguea hasta desembocar en las inmediaciones de la Montaña de Tafada, justo en un cruce de caminos donde se encuentran las ruinas de las Casas de Tafada y por donde discurre el PR-TF-6.1 dirección al Faro de Anaga y al Caserío de Roque Bermejo. 

 

 

Iremos a la derecha por dicho sendero homologado y enseguida nos derivamos más a la derecha siguiendo sobre la marca blanca y amarilla en forma de cruz que nos desviaría del PR-TF-6.1, remontando por una zona rocosa donde crecen numerosos Bejeques (Aeonium ciliatum), este paso nos acerca a una zona escalonada que asciende bajo la masa boscosa y enseguida nos lleva a continuar llaneando por el borde del mismo y con vistas hacia la zona que rodea el Barranco de Chamorga; el firme discurre bastante compacto y evidente, creciendo todo tipo de vegetación característica del lugar como Inciensos (Artemisia thuscula), Bejeques (Aeonium ciliatum), Chagorros (Sideritis dendro-chahorra), Cerrajas (Sonchus acaulis), Cresta Gallo (Isoplexis canariensis), Morgallanas (Ranunculus cortusifolius), etc. Hay algunos diques rocosos que cruzan el camino pero que no tiene ninguna importancia al avanzar entre ellos. 



Poco a poco nos iremos internando en la Laurisilva en la zona conocida como Rosa Marrero, un montículo inapreciable cercano con una altitud de 675 metros sobre el nivel del mar; luego, ya dentro del bosque, iremos avanzando mediante un agradable paseo que debemos hacer con calma para ir descubriendo las bondades de este tipo de ecosistema. Nos encontraremos con algunos remontes sin importancia y pequeños tramos escalonados, hasta que veamos una bifurcación a nuestra derecha que en pocos metros nos deja en el Risco Vista las Palmas, una zona rocosa que justifica su denominación ya que forma un mirador natural muy expuesto hacia el valle donde se asienta el Caserío de Las Palmas de Anaga y su entorno costero, donde también es visible el majestuoso Roque Aderno (439 m.) y los Roques de Anaga. 

Risco Vista Las Palmas.

  
El sendero continúa por un precioso entorno boscoso y en poco tiempo bordea una zona expuesta y protegida por una precaria valla de madera en la cual no debemos confiarnos como punto de apoyo, pero si aprovecharemos para disfrutar de las excelentes vistas. Luego continúa con algunos remontes ocasionalmente escalonados y acompañados de la vegetación característica de la laurisilva, como Cresta Gallo (Isoplexis canariensis), Morgallanas (Ranunculus cortusifolius), Malfuradas (Hypericum grandifolium), Helecheras (Pteridium aquilinum), Cerrajas (Sonchus acaulis) y un largo etcétera de especies vegetales; más adelante, en la zona de Icoso, comienza a descender por una zona bastante resbaladiza y zigzaguea por el borde de otro tramo muy expuesto y sin protecciones, con vistas hacia Las Palmas de Anaga. 

 

Cruz del Draguillo.

Después desciende bruscamente hasta llegar a una zona más o menos amplia en un afloramiento rocoso donde hay un cruce de caminos, es la Cruz del Draguillo; a la izquierda el sendero se dirige en descenso hacia Chamorga por el PR-TF-6, a la derecha y por el mismo PR será nuestro destino hacia Benijo, pero antes nos dirigiremos de frente hacia el Mirador de Cabezo del Tejo, siempre que tengamos el permiso correspondiente, ya que ese punto está dentro de la Reserva Natural Integral del Pijaral. Esta es una senda estrecha que asciende paulatinamente, entre la masa boscosa muy frondosa, por el Morro de los Toneleros, con algunos tramos rocosos y otros tallados en el terreno que termina por un tamo escalonado en dicho mirador, una amplia zona protegida por una valla de madera que ofrece unas impresionantes panorámicas de la zona costera de Taganana donde es notoria la imagen del Roque de las Ánimas (374 m.) paraíso de la escalada en la zona con multitud de vías.

 
Senda hacia el Mirador Cabezo del Tejo.
 

 Mirador de Cabezo del Tejo.

De vuelta a la Cruz del Draguillo y viniendo en esta dirección, iremos en esta ocasión hacia la izquierda por el PR-TF-6, marcado por un poste de madera con las señales blancas y amarillas correspondientes a la homologación del sendero; iniciamos el descenso por una vereda estrecha y con firme terroso que más adelante encontraremos con unos escalones de piedra que dan paso a un camino más ancho y con superficie empedrada que avanza zigzagueando entre la laurisilva sin parar de descender hasta encontrarnos con una bifurcación en un claro del frondoso bosque donde hay un poste de madera con indicaciones, junto a un muro de piedra seca perteneciente a unas huertas de cultivo; a la derecha continúa bajando el PR-TF-6 hacia el Caserío de El Draguillo y hacia la izquierda será la dirección que tomaremos señalizada hacia Benijo por el llamado Camino del Hediondo.

 
 PR-TF-6.
 

 


Avanzaremos bordeando el muro de piedra donde crecen gran cantidad de Helechos (Pteridium aquilinum) y enseguida veremos junto al sendero una pequeña fuente natural de agua con un recipiente de piedra tallada; inmediatamente nos tropezaremos con una cancela de madera que nos corta el paso, teniéndola que abrir para seguir avanzando por una vereda medianamente estrecha que discurre llaneando y que nos ofrece ocasionalmente vistas panorámicas del Caserío de El Draguillo. 
 
  

Camino del Hediondo.

Después de remontar suavemente un tramo del sendero, llegaremos a la Piedra del Draguillo (469 m.), un promontorio rocoso que sobresale notoriamente y al cual podremos trepar para disfrutar de las increíbles vistas que nos ofrece; hacia la derecha podemos ver el Caserío de El Draguillo bajo la ladera del Barranco de las Lajas donde está el Risco de los Cuervos (452 m.); hacia la izquierda es visible una vista más amplia que abarca en primer término el Roque de las Hormigas (372 m.), en la costa podemos apreciar el Caserío de Benijo, el de Almáciga y mucho más allá, en las cercanías del Roque de las Ánimas, las pocas casas de las que está formado el de Tachero; también se ven el Roque de Taborno (706 m.), el Caserío de Las Carboneras y al final el Faro de Punta del Hidalgo.

 
En la Piedra del Draguillo.


Camino del Hediondo.
De vuelta al camino, seguiremos zigzagueando en descenso por firme resbaladizo y algo pedregoso por terreno muy agreste donde crecen multitud de Inciensos (Artemisia thuscula), Vinagreras (Rumex lunaria), Pencones (Opuntia maxima), Tagasastes (Chamaecytisus proliferus), Chagorros (Sideritis dendro-chahorra), etc., donde también pisaremos sobre algunos tramos empedrados; a nuestra derecha discurre paralelo al camino un gran dique rocoso sobre la zona conocida como Guaguay donde es posible vislumbrar algún ejemplar de Drago (Dracaena draco) creciendo libremente y enriscado en su medio más natural. 

 


Más adelante el camino se torna un poco más expuesto al acantilado, aunque el peligro es mínimo ya que es más llano y tiene un ancho seguro y firme muy compacto; luego pasaremos bordeando un gran promontorio rocoso, el llamado Paso del Hediondo, donde hay otra puerta enrejada de madera y después una subida empedrada que nos deja en un mirador natural con vistas hacia la cabecera del Barranco de Guaguay y su entorno, donde es notoria la presencia de dos ejemplares imponentes de Dragos (Dracaena draco), que son los mismos que vimos cuando íbamos recorriendo al principio la Pista del Draguillo, la cual también vemos desde este punto.

Caserío de Benijo.

Continúa algo más suave el descenso por La Meseta, aunque el firme es muy terroso y resbaladizo, con vistas espectaculares hacia el Caserío de Almáciga y la costa de Taganana; después se vuelve más empinado por el Lomo de Benijo, que bordea el cauce del Barranco de Benijo y que avanza sinuoso, con tramos empedrados y ocasionalmente escalonados entre grandes ejemplares de Tabaibas Dulces (Euphorbia balsamifera).

Conexión final con la pista de Benijo.
Al final convergeremos mediante unos escalones de piedra en una pista de tierra que conecta enseguida con la Pista del Draguillo en el mismo punto donde iniciamos la ruta.


© Texto y fotografías de Francisco Fariña  


1 comentario:

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