lunes, 8 de febrero de 2016

ACOJEJA - LAS FUENTES - ACOJEJA


ACOJEJA – LAS FUENTES - EL JARAL - ACOJEJA
(Por el Barranco de los Pinos y por Casa D. Tomás)


Guía de Isora desde el Camino de El Jaral.
FICHA TÉCNICA: 

TÉRMINO MUNICIPAL: Guía de Isora. 
COMO LLEGAR: Al Caserío de Acojeja se llega mediante un acceso situado en el punto kilométrico 40 de la carretera TF-82. Hay que recorrer unos setecientos metros por la Calle Vistabella para llegar a un mirador que se asoma hacia el Barranco de Guaria donde está el Lagar de Acojeja. 
COMIENZO: Caserío de Acojeja. 
FINAL: Mismo lugar. 
DIFICULTAD: Media. 
DURACIÓN: 5 Horas. 
LONGITUD: 9,3 Km. 
PROVISIÓN DE AGUA: Caserío de Las Fuentes; Caserío de El Jaral. 
LUGARES DE INTERÉS: Lagar de Acojeja; Camino el Choro; Lugar y Era del Choro; Barranco de Guaria; Caserío de las Fuentes; Vistas de Montaña de Tejina (1057 m.); Fuente de la Tosca; Era de los Carafugas; Era de Lucio; Casa Don Tomás; Galería Canalizo 3; Casas de la Vera con hornos y eras; Caserío El Jaral; Sendero señalizado como PR-TF-69 desde El Jaral. 
VENTAJAS: Recorrido por caminos tradicionales y lugares con costumbres rurales arraigadas. 
INCONVENIENTES: Ninguno digno de mención, a no ser tomar las precauciones necesarias al cruzar los barrancos en temporada de lluvias. 
PELIGROSIDAD: El sendero que desciende hacia el cauce del Barranco del Pozo es estrecho, bastante resbaladizo y con zonas expuestas. 
TIPO DE RUTA: Senderismo. 

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:


MAPAS Y CROQUIS:


DESCRIPCIÓN: 



Acojeja es una pequeña aldea perteneciente al municipio de Guía de Isora, que está compuesta por un grupo de casas aisladas alrededor de un entorno agrícola y situada sobre un lomo entre dos barrancos, el Barranco de Guaria y el Barranco el Sordo. En una explanada al final de la Calle Vistabella hay un acceso mediante un estrecho sendero a un viejo lagar que está en exposición al público y un mirador hacia el primero de los barrancos señalados; puede verse el ancho y profundo cauce que se extiende bajo la base de Montaña Tejina (1057 m.) que se alza imponente en la ladera contraria; a unos ciento cincuenta metros calle abajo se encuentra una era también accesible al público. Es notorio también un camino que cruza dicho barranco y que luego asciende por el Paso de las Tejineras hacia unas viejas huertas abancaladas y que luego continúa de largo perdiéndose de nuestra vista. 


Desde el lagar hay unos escalones junto a un aljibe que dan acceso a la Calle Chile, que es por donde iremos y que conecta directamente con la Calle el Choro, que asciende en fuerte pendiente paralela al cauce del Barranco de Guaria; veremos un horno muy bien conservado junto a otra vieja era, pudiendo asomarnos al borde del barranco y disfrutar de las espléndidas vistas.

Horno en el borde del Barranco de Guaria.

La misma calle continúa asfaltada con fuerte desnivel de subida y más adelante delimitada por un muro de piedra seca, lo que prueba que era un antigua vía de comunicación; en un momento determinado veremos como la caja del antiguo camino se desvía un poco por la izquierda y avanza unos metros con restos del pavimento empedrado y paralelo al asfalto, terminando enseguida y desembocando de nuevo en la carretera. 


Unos cien metros después veremos un cruce de caminos; desde la izquierda viene el PR-TF-69 que empieza en el Caserío de Chío, pasa por el de Chiguergue, Chirche y termina en el de Vera de Erques; y por la derecha seguiremos en dirección a este último, pasando por el Caserío de Las Fuentes. Un poco antes de esta bifurcación hay un acceso por la derecha a una vereda que nos llevará por el pinar directamente a la zona de escalada del Risco de Guaria, una larga pared con multitud de vías de escalada que está dentro del entorno protegido del Monumento Natural de la Montaña de Tejina, siendo dicha actividad regulada y sujeta a normas de conservación de dicho espacio natural. 



Un viejo horno en buen estado de conservación nos dará la referencia para seguir por el PR-TF-69 que asciende evidente y bordeado por una hilera de grandes piedras a los lados a modo de demarcación de la caja del mismo; avanza por firme rocoso y con algunos tramos empedrados y va abriéndose paso sinuosamente dentro de su morfología espaciosa. En el terreno pueden verse marcas de su uso, así como una atarjea tallada que recorre prácticamente su totalidad; la vegetación que crece en sus límites consta de Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Matorriscos (Lavandula canariensis), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Tomillo (Micromeria hyssopifolia), Gamonas (Asphodelus ramosus), Vinagreras (Rumex lunaria) y un largo etcétera. 

Caserío de El Jaral y Guía de Isora.
Luego cruza la carretera en el lugar conocido como El Llano junto a una Higuera y sigue su curso después por El Descansadero, siempre con firme rocoso y al mismo tiempo muy irregular, pero que apenas es incómodo caminar por este tipo de superficie ya que al ser bastante compacto y firme los pasos son seguros. 


Después, en el Lomo Lere, vuelve a cruzar la carretera varias veces y continúa luego prácticamente en línea recta y siempre en ascenso, con la misma morfología compuesta de firme rocoso y con muchos restos de empedrado, hasta que lleguemos a la Era del Choro, una vieja era de trilla curiosamente tallada en el terreno de tosca; seguiremos junto al muro de piedra que delimita una finca particular evitando caminar por la carretera, dicha pared pertenece a la Casa del Choro, una construcción alrededor de la cual se extienden unos terrenos agrícolas. 

Era del Choro.


Luego, de nuevo en la carretera, está la Casa de los Pérez y el final del asfalto; en una explanada en la Majáa del Choro, al borde del Barranco de Guaria, hay un poste con señales del PR-TF-69 que nos indica la dirección a seguir hacia el Caserío de Las Fuentes. Continuamos hacia el mismo por una estrecha senda entre huertas de cultivo y con firme pedregoso, que va remontando poco a poco por el borde del barranco; por sus márgenes crecen multitud de Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum); Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Vinagreras (Rumex lunaria), luego asciende sinuoso y muy degradado hasta que veamos una valla metálica que delimita una finca particular, bordeando la misma comienza a descender paulatinamente con firme compacto y alternando algunos tramos empedrados. 

El Choro, Barranco de Guaria y Montaña de Tejina.


Luego avanzaremos en zigzag y con fuerte pendiente de bajada hasta llegar al mismo cauce del Barranco de Guaria donde hay una señal advirtiendo del posible peligro de cruzar un barranco en temporada de lluvias; por un caos de grandes rocas vadearemos el cauce y nos dirigimos hacia un camino marcado por un muro de piedra seca que es evidente y que está casi tapado por la cantidad de vegetación que crece a su alrededor como Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Vinagreras (Rumex lunaria) Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Bejeques (Aeonium arboreum), etc.

 

Cruzando el Barranco de Guaria.

Continuaremos remontando por la vertiente contraria del barranco y esta vez en suave ascenso por un sendero estrecho que transcurre bajo un talud rocoso y por donde también discurre una tubería de hierro galvanizado, el firme es bastante compacto y el camino está en perfectas condiciones de uso; podremos observar diferentes variedades de especies vegetales que se exhiben bellísimas en flor, como son las Flores de Mayo (Senecio steetzii), Taginastes Gigantes (Echium giganteum), Bejeques Arbóreos (Aeonium arboreum), algunas Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), Cerrajones (Sonchus acaulis), Cañahejas (Todaroa montana), Malpicas (Carlina salicifolia), etc, todo ello con las increíbles vistas de la depresión que forma el angosto Barranco de Guaria y la silueta de la isla de La Gomera en el horizonte del Océano Atlántico. 



Antes de terminar de cruzar dicho barranco nos encontramos un tramo sinuoso y con firme empedrado, que ha permanecido intacto con el paso de los años; después, llaneando junto a un muro de piedra que pertenece a unas huertas de la Casa de la Vera, veremos a nuestra izquierda como se inicia una senda hacia dicha morada y que después de rebasar la propiedad sigue su curso hacia el Barranco de Guaria, pero nosotros seguiremos de frente con el fin de visitar el Caserío de Las Fuentes y lo haremos por un camino con algunos tramos empedrados que bordea un barranquillo pasando bajo unos Almendros y luego desembocando en el Camino de las Fuentes. 



Dicho camino es una pista de tierra que pasa justo por la base de Montaña Tejina (1057 m.), la cual se alza majestuosa dejando entrever en su cima la pequeña Ermita de San Pedro; en este cruce hay un panel informativo y varias señales correspondientes ambos al PR-TF-69 que se dirige por nuestra derecha hacia el Caserío de Vera de Erques, también podemos ver información del PR-TF-70 y una de sus variantes que tiene su finalización en este preciso punto, el PR-TF-70.2. Por este último iremos hacia la izquierda, abandonándolo poco después y subiendo por un pequeño tramo de cemento que luego se convierte en un camino muy pedregoso junto a una fuente de agua donde podremos reponer y refrescarnos; después la pista sigue con firme más compacto y bordeada por un muro de piedra seca de unas huertas de cultivo. 


Caserío de Las Fuentes.

Llegaremos a un grupo de casas de piedra emplazadas al borde del camino, donde el firme es de tosca dura; todas ellas están en estado de abandono, conservando sus paredes de piedra y a medias sus cubiertas de teja roja, en sus patios y recintos exteriores campan a sus anchas todo tipo de vegetación invasora, dando un aspecto de total abandono del lugar, aunque unas pocas se observan mínimamente cuidadas y aptas para su uso.



Rebasado este primer conjunto de casas, nos fijaremos a la izquierda como se inicia una estrecha vereda con un mínimo empedrado, donde crece un solitario ejemplar de Escobón (Chamaecytisus proliferus) y que se abre paso junto a un muro de piedra por la Hoya la Golladita, cruzando un barranquillo donde hay algunos Almendros y llegando enseguida a un cruce de caminos; por la izquierda concluye el sendero que vimos al terminar de cruzar el Barranco de Guaria, que ignoramos para visitar el Caserío de Las Fuentes y hacia la derecha remontaremos por una franja rocosa con tramos empedrados y avanzaremos con fantásticas vistas panorámicas de la Montaña de Tejina (1057 m.), la honda depresión formada por el cauce del Barranco de Guaria, cercado por el risco donde se asienta El Choro y la zona de Alcalá en la costa turística de Guía de Isora, al igual que la silueta de la Isla de La Gomera que resalta en el horizonte.

 


Luego, el camino llanea casi perdido por la frondosa vegetación que lo ha invadido, multitud de grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Taginastes Gigantes (Echium giganteum), etc, han poblado parte de la caja del mismo, dejando solo una franja estrecha junto al viejo muro de cimentación del viejo recorrido, que se deja entrever en múltiples ocasiones. Va avanzando con remontes muy suaves y con firme bastante compacto, aunque tiene tramos medianamente pedregosos y algún mínimo resto de empedrado. Durante el recorrido pasaremos junto a la Fuente de la Tosca, un pequeño manantial de agua junto al camino que desagua en un minúsculo recipiente de piedra; mas adelante continúa bordeando una pared rocosa que nos asoma al Barranco de Guaria, que por esta parte suele denominarse Barranco de los Pinos y seguidamente va descendiendo paulatinamente entre un verde ecosistema donde podremos observar muchísimas especies vegetales como Azucenas de Risco o Lágrimas de la Virgen (Pancratium canariense), Palomeras (Pericallis echinata), Margarita de Monte (Argyranthemum broussonetii), Trebolinas (Oxalis pes-caprae) y un largo etcétera, hasta desembocar después de encontrar un viejo refugio de piedra, en el mismo fondo del barranco; éste está compuesto por una escorrentía de grandes rocas y piedras provenientes del movimiento natural de este tipo de elementos geográficos; entre las mismas podemos ver cómo crecen numerosos ejemplares aislados de Alhelíes Montuños (Erysimum bicolor) y en los bordes del cauce algunos Codesos (Adenocarpus foliolosus) y Taginastes (Echium virescens). Nos fijaremos en una piedra donde hay una señal blanca en forma de flecha que nos indica el acceso al sendero de subida; un poco más a la derecha y entre un bosque bastante frondoso de Escobones (Chamaecytisus proliferus) se encuentra la Era de los Carafugas, un elemento etnográfico de la ruta que se encuentra en buen estado de conservación, junto a una cueva-refugio utilizada antiguamente como cuarto de aperos y labranza. 

Era de los Carafugas en el Barranco de Guaria.

Si continuásemos por el cauce del barranco en ascenso, en unos metros podremos conectar con una vereda que asciende por la vertiente derecha del barranco, que avanza muy perdedora, ya que está absolutamente invadida por la vegetación, y que conecta después de coronar dicha vertiente, con el camino de las Fuentes a la altura de la Casa de los Poleos, por donde pasa el PR-TF-70.2. 
Desde la era iremos subiendo por un camino muy pedregoso que se encuentra cimentado con un muro de piedra seca y bordeado por Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Vinagreras (Rumex lunaria) y algunos Escobones (Chamaecytisus proliferus), que discurre zigzagueante por la ladera izquierda del Barranco de Guaria; en un momento determinado veremos un espacio amplio donde hay unas viejas cuevas y un camino que continúa bordeando el barranco junto a una tubería de hierro oxidada; este sendero termina en el Morro Chimeque, donde hay una charca junto al camino que desciende hacia El Choro. 

Camino que cruza el Barranco de Guaria.

Barranco de Guaria.

Nosotros seguiremos nuestra ruta ignorándolo y continuando en fuerte y sinuoso ascenso hasta coronar la ladera del barranco en una zona rocosa y con increíbles vistas panorámicas del entorno; podremos distinguir perfectamente el recorrido del Barranco de Guaria a su paso por la base de Montaña de Tejina (1057 m.) y la costa de Guía de Isora en su totalidad. 

Bordeando el Barranco de Guaria.

Seguiremos entre rocas por el borde del barranco, donde crecen Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Tasaigos (Rubia fruticosa), Malpicas (Carlina salicifolia), Matorriscos (Lavandula canariensis), algunas Gamonas (Asphodelus ramosus), Tomillo (Micromera hyssopifolia), Escobones (Chamaecytisus proliferus), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y nos vamos abriendo paso hasta encontrarnos una vieja pista forestal que asciende hacia la cumbre; nosotros seguiremos por la misma pero en sentido contrario, junto a la Era de Lucio, desde donde se vislumbra una vista espectacular del valle; dicha era está prácticamente cubierta por la numerosa vegetación que la ha invadido.


Continuaremos el curso de la pista que avanza en descenso muy pedregosa por la zona conocida como Chimeque, entre Taginastes (Echium virescens) y grandes ejemplares de Escobones (Chamaecytisus proliferus), que crecen muy frondosos al abrigo de la vaguada por donde discurre el camino; veremos los restos de algunos muretes de piedra que indican la veracidad del camino y también como crecen en los bordes algunos Almendros de mediano porte. Hay un cruce con una vereda que se desvía hacia la derecha donde hay una marca de color blanco, ignoramos dicha senda y seguimos descendiendo hasta el Morro Chimeque, donde hay un gran estanque de agua; en este punto nos podemos asomar a una loma expuesta sobre el Barranco de Guaria para disfrutar de las vistas espectaculares del cauce del mismo y del recorrido que acabamos de hacer hasta este lugar. 



El recorrido sigue por una pista agrícola cementada que desciende con fuerte pendiente entre huertas de cultivo y que se desvía por dos veces del camino original que anteriormente era en línea recta, procuraremos recorrer estos pequeños tramos que aún conservan mínimamente el firme empedrado y el muro de piedra que lo delimitaba.


Al final de una de las huertas valladas empieza un evidente sendero hacia la derecha que vadea una depresión del terreno y que luego continúa llano bordeando el Barranco de la Campana, por firme terroso y superficie algo estrecha que se encuentra rodeado de Escobones (Chamaecytisus proliferus), Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Bejeques (Aeonium arboreum), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), etc.; desde este camino podremos ver la Casa de Don Tomás, situada sobre el Lomo Costal, es una edificación de arquitectura sencilla, compuesta de una sola planta con patio exterior y rematada con tejas, que se encuentra abandonada y rodeada de viejas huertas de cultivo.



El sendero continúa su marcha unas decenas de metros alejado de la misma y avanza en descenso junto a una tubería oxidada; se inicia destrepando una zona rocosa y va discurriendo en continuo descenso combinando tramos resbaladizos debido a lo pedregoso del firme, bajadas algo delicadas por la estrechez del sendero y algunos tramos escalonados; el camino es generalmente estrecho y tiene algunos tramos expuestos al Barranco del Pozo donde es conveniente extremar las precauciones; también tiene buena cimentación y algunos muretes de piedra que evidencian el trayecto.

Senda hacia el cauce del Barranco del Pozo.

Hay ocasionalmente algunos espacios más o menos amplios para poder detener la marcha y disfrutar del paisaje que ofrece el propio cauce y la vegetación local que es muy numerosa y variada, destacando mayoritariamente una población inmensa de Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea), que puebla toda la ladera norte del barranco. 


Antes de cruzar el cauce del mismo hay un espacio donde se encuentra la bocamina de la Galería Canalizo 3 y un pequeño tramo muy pedregoso y resbaladizo para llegar al fondo del mismo; veremos a nuestra derecha y cauce arriba una edificación perteneciente a otra galería, la llamada Canalizo 2. 


Casas de La Vera.

Cruzamos hacia la otra vertiente y empezamos el ascenso por un pequeño tramo empedrado que da paso a una travesía de suaves subidas por una vereda estrecha que va bordeando todo el barranco y a medida que avanzamos podremos ver las vistas de la costa de Guía de Isora y toda la ladera norte del barranco, muy agreste y llena de andenes donde crece de forma natural y abundante la Tabaiba Majorera (Euphorbia antropurpurea). 




Ya coronando la vertiente, encontraremos un muro de piedra de tosca que marca el sendero, donde tendremos a la vista las Casas de la Vera, dos viejas y ruinosas casitas de piedra en cuyo entorno hay varios hornos y dos eras, todo ello en un estado de conservación aceptable y que forma parte del patrimonio etnográfico del lugar; llegados al exterior de las casas tendremos una vista inmejorable del Caserío de El Jaral y continuaremos descendiendo con fuerte pendiente por el camino que está empedrado y que luego se convierte en una pista de tierra; hay un mirador con un panel informativo explicativo del camino hacia el Caserío de Las Fuentes. 

Señalización en El Jaral.


Camino hacia el Barranco de la Campana.

Luego seguimos avanzando por asfalto entre algunas viviendas por la Calle las Escuelas, donde hay una pequeña plaza y un local social, que desemboca poco después en la Calle Santiago Apóstol; una vez en esta última iremos a la izquierda, conectando directamente con el PR-TF-69 que viene desde el Caserío de Chio y continuamos unos metros para girar de nuevo a la izquierda y avanzar por asfalto por la Calle Cuba, que termina poco después junto a un grupo de casas denominado Casas de la vera, donde hay un panel informativo y una señal que indica la dirección a tomar hacia el Caserío de Vera de Erques y El Choro. Seguimos caminando por un estrecho sendero que tiene firme empedrado y está delimitado con un murete de piedra seca; después zigzaguea junto a un viejo aljibe y va descendiendo paulatinamente bajo el Risco del Burro donde pasa a tener el firme bastante pedregoso. 


Cruzando el Barranco de la Campana.

En uno de los recodos del camino hay un manantial de agua y a medida que vamos descendiendo tendremos unas bonitas vistas del cauce del Barranco de la Campana; mas adelante el pavimento conserva aún el viejo empedrado, por el cual se avanza con bastante comodidad. Una vez en el cauce nos fijaremos en la señalización de continuidad del PR y bajo una Higuera que crece en unas huertas abandonadas se inicia el recorrido de subida para salir del fondo del barranco; el bonito empedrado anima a ascender debido a la belleza del camino, que lo marca un muro de piedra donde es posible observar multitud de especies vegetales y donde abunda mayoritariamente la Tabaiba Majorera (Euphorbia antropurpurea), que en época de floración destaca por sus inflorescencias de color morado. La belleza del sendero no tiene desperdicio, bordeándolo muchas especies vegetales como Cruzadillas (Hypericum reflexum), Bejeques (Aeonium arboreum), Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Granadillos (Hypericum canariense), Malpicas (Carlina salicifolia), Gamonas (Asphodelus ramosus), etc. y remontando suavemente tomado altura y dejando entrever las fantásticas vistas del valle que rodea Guía de Isora. 



Una vez hayamos llegado arriba, veremos el angosto cauce del Barranco de la Campana, formado por infinidad de andenes y cuevas, así como el lugar donde se asienta el Caserío de El Jaral, que acabamos de visitar; luego iremos llaneando sobre el Risco del Pinito por firme pedregoso y circundado por un muro de piedra de tosca que define el paso. 

PR-TF-69.

Más adelante hay un suave destrepe por una zona bastante rocosa con vistas a la Montaña Tejina (1057 m.), que inconfundiblemente se alza frente a nosotros en el horizonte bastante cercano; enseguida estaremos de nuevo en la Calle el Choro que cruza asfaltada y se dirige en ascenso hacia El Choro y Las Fuentes; en este momento abandonaremos el PR-TF-69 que cruza dicha calle e iremos caminando hacia la derecha y en descenso para, a partir de aquí, desandar el camino que hicimos al principio hasta llegar de nuevo al núcleo poblacional de Acojeja, donde está la explanada que da acceso al Lagar de Acojeja, dando por finalizada la ruta. 

De regreso al núcleo de Acojeja.



© Texto y Fotografías de Francisco Fariña 



2 comentarios:

  1. Menudo trabajo. Que bien detallado y documentado. Fenomenal!! Felicidades Fariña.

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  2. Felicidades!! No podía estar mejor explicado!! Gracias por el artículo de mi diminuto barrio (Acojeja). La verdad es que vivimos en un paraíso!! Saludos

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