EL LANCE – GOLLADA DE AGUDO – EL LANCE
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: Tegueste y La Laguna.
CÓMO LLEGAR: Entre los puntos kilométricos 23 y 24
de la carretera TF-12 hay un cruce donde comienza la TF-143 que se dirige a El
Batán; después del kilómetro 2 de esta última hay una desviación hacia la
izquierda que va hacia Pedro Álvarez y a unos setecientos metros hay una curva
muy cerrada donde hay un espacio amplio donde se inicia una pista de tierra, es
el lugar conocido como El Lance.
COMIENZO: El Lance.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Media.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 8 km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: El Juntadero; Casas abandonadas
y Dragos (Dracaena draco) en El
Picachillo; Gollada Agudo.
VENTAJAS: El regreso lo haremos por una vereda poco
transitada y con inmejorables panorámicas.
INCONVENIENTES: Ninguno digno de mención.
PELIGROSIDAD: El sendero a partir de las
inmediaciones del Lomo de Siete Fuentes y hasta la Gollada Agudo, es bastante
expuesto hacia el cauce del Barranco de Flandes y tiene tramos muy estrechos y
ocultos bajo la vegetación.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:
CARTOGRAFÍA:
DESCRIPCIÓN:
En el inicio de la ruta hay un acceso a una pista
forestal cerrado con un vallado de hierro que tiene la finalidad de impedir el
paso al tráfico rodado, por dicha pista discurre el sendero homologado PR-TF-12.2,
que empieza en las Cuadras de Don Benito y se dirige al núcleo urbano de Pedro
Álvarez, es una de las variantes del PR-TF-12.
Inicio de la ruta.
Tendremos que evitar el sendero homologado y desviarnos por un camino ancho,
donde hay una valla de madera, que desciende suavemente bajo la laurisilva; atravesaremos
enseguida otra pista forestal que se cruza perpendicularmente con nuestro
recorrido y que sigue de largo hasta unirse, en las inmediaciones de la Hoya
del Guirre, al PR-TF-12.2.
Pequeño tramo escalonado (izq.).
Confluencia con el PR-TF-12.
Evadiendo la pista seguimos de frente bajando un
tramo escalonado tallado en el terreno y continuamos después mediante una
superficie más estrecha, que se convierte más adelante en un sendero que llanea
hasta desembocar de nuevo en la misma pista forestal; seguimos a la izquierda y
enseguida veremos cómo confluye por nuestra derecha el PR-TF-12, tendremos que
avanzar por el mismo hasta llegar a El Juntadero, un amplio espacio entre
grandes ejemplares de Pinos de Monterrey (Pinus radiata), que conviven
perfectamente con el Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea)
característico del ecosistema del entorno; a la derecha hay una senda estrecha
que ignoraremos y que se dirige hacia El Peladero, pasando antes por la Casa
Fuset.
El Juntadero.
Seguimos progresando por el PR que avanza llaneando
por la pista forestal que es el Camino de la Goleta y en pocos metros veremos
una bifurcación hacia la derecha en forma de sendero que desciende bruscamente
hacia Punta del Hidalgo, como lo indica una señal colocada a tal efecto, es el
camino que utilizaremos para el regreso; ignoramos por lo tanto esta vereda y
continuamos por la pista hasta ver otra bifurcación hacia la izquierda donde
hay un poste con diversas señales, es el PR-TF-12.1
que se dirige, mediante la Pista de los Dornajos, hacia Tegueste.
Camino de La Goleta.
Inicio del PR-TF-12.1 hacia Tegueste.
Continuamos
nuestra ruta ignorando también esta variante y avanzamos bordeando el Cabezo de
las Punteras (767 m.); en un momento determinado veremos una explanada junto a
la pista bajo el Cabezo de las Rosas (765 m.) y una vereda hacia la derecha que
se inicia justo donde hay una edificación abandonada, la pista continúa de
frente hacia el Roque del Moquinal (796 m.) y con ella el PR-TF-12 hacia
Bajamar.
Sendero por el Lomo el Gramillar.
El sendero es evidente y empieza a descender
bruscamente por el Lomo el Gramillar por un pequeño tramo muy erosionado que
vadea un talud rocoso perteneciente al Cabezo de las Rosas (765 m.), va muy
sinuoso y en unos metros gira repentinamente a la derecha para bordear la
cabecera del Barranco de Flandes por la Hoya del Caballo, donde hay un muro de
hormigón que cimenta las huertas de cultivo de una propiedad privada; crecen
por los lados del sendero numerosos Zarzales (Rubus bollei) y Helecheras
(Ptedirium aquilinum), que ocultan por su frondosidad todo el cauce del
barranco.
Tramo excavado en la tosca.
Luego sigue su curso con fuerte pendiente de descenso, con firme
bastante compacto y superficie ancha, protegido por una pared rocosa y
zigzagueando por la zona conocida como Las Rosas; más adelante se asoma al Lomo
los Picachos, dejando entrever la frondosidad de la laurisilva en la vertiente
contraria del barranco, donde hay un pequeño grupo de casas sobre el Lomito de
los Canalizos, en la Degollada de Solís. El camino avanza luego algo expuesto y estrecho con
algunos tramos excavados en la tosca, entre Brezos (Erica arborea), Inciensos (Artemisia thuscula), Bejeques (Aeonium
ciliatum), Malpicas (Carlina salicifolia), algunos ejemplares de Retamas
(Teline canariensis) y Pencones (Opuntia
maxima); el paisaje es cada vez más evidente, pudiendo observar
prácticamente la totalidad de la vertiente del Barranco de Flandes resguardada
por el Lomo de la Rosa, Los Pichachos, el Andén de los Mimbres y el Roque de la
Pedrera (350 m.).
Restos de una vieja casa.
En primer plano, El Picachillo.
Nuestro camino continúa en esta ocasión por unos escalones
tallados en la roca antes de llegar a El Picachillo, un promontorio rocoso
donde se encuentran los restos de una vieja casa resguardada bajo sus peñascos;
bordeando dicho risco pasamos junto a los muros derruidos de otra construcción
y anexa a las dos anteriores una tercera que se encuentra en buenas condiciones
de uso, aunque se intuye que también está en estado de abandono.
Dragos (Dracaena draco).
Al otro lado
del sendero y creciendo estratégicamente, vemos dos majestuosos ejemplares de
Drago canario (Dracaena draco) que se
alzan juntos y expuestos al acantilado de la Hoya las Colmenas, rodeados de una
frondosa población de Helecheras (Ptedirium aquilinum); el paisaje desde
este punto comprende, en primer lugar, la vista del Cabezo de las Punteras (775
m.), un cerro montañoso cubierto de laurisilva, el cauce y la ladera sur del
Barranco de Flandes así como parte de su desembocadura en Punta del Hidalgo y
al otro lado, el cauce y la ladera norte de La Barranquera, un barranco
secundario que conecta más abajo con Barranco Seco, en las inmediaciones del
Roque Carnero (520 m.).
Restos de una era de trilla.
Enseguida un dique rocoso nos dificulta el paso, ya
que tendremos que vadearlo mediante un tramo escalonado algo expuesto, que nos
dejará en un collado donde hay un espacio llano y delimitado que bien pudo ser
una era de trilla; luego el sendero avanza sinuoso con algún tramo excavado en
la roca y después veremos otra vivienda alejada unos metros de la vereda y
situada al borde del Barranco de Flandes, sobre la Hoya las Vetas, que incluye
en sus instalaciones una casa–cueva excavada en la tosca; para acceder a ella
hay unas escaleras horadadas en el terreno, rodeadas de Pencones (Opuntia
maxima), que desembocan en el exterior de la misma, que a simple vista da
la impresión de estar en buenas condiciones de uso y habitabilidad.
Continuamos
la marcha destrepando por una zona rocosa y luego rodeando un peñasco que se
alza sobre el Lomo de Siete Fuentes mediante una estrecha vereda muy confusa
que serpentea entre Inciensos (Artemisia thuscula), Malpicas (Carlina
salicifolia), Bejeques (Aeonium ciliatum), Retamas (Teline
canariensis) y algunos Pencones (Opuntia
maxima); después, una placa rocosa bastante vertical y algo
resbaladiza que bordea el Cabezo de las
Casillas (538 m.), nos deja en un pequeño bosque de Brezos (Erica arborea)
donde tendremos que desviarnos a la izquierda, evitando llegar a la base de El
Uchón (615) un farallón rocoso que salta a la vista y que impide continuar por
la crestería que hemos ido dejando atrás, a la derecha del mismo hay un paso
que desciende bruscamente hacia el camino que utilizaremos para el regreso,
pero que lo evitaremos.
En primer plano el Cabezo de las Casillas.
En este punto giramos a la izquierda y buscaremos
una vereda muy estrecha, bastante expuesta hacia el Barranco de Flandes, que
avanza excavada en la tosca abriéndose paso entre la abundante vegetación que
crece por las laderas anejas; tiene muchos tramos escalonados y otros que
serpentean entre la roca porosa y hay que ir con bastante cuidado porque en
algunas zonas es extremadamente angosto.
Paso expuesto al Barranco de Flandes.
Escalones tallados en la tosca.
En un momento determinado, en la zona
conocida como Paso Ramile, vemos como una puerta hecha de maderas viejas nos
interrumpe el paso, pudiéndose abrir sin problemas y pasar de largo; con total
seguridad es para evitar el paso de las cabras salvajes que proliferan por el
entorno. Después de atravesarla, descendemos un tramo rocoso muy irregular y
empinado que nos da paso a una travesía más cómoda que bordea el Lomo de la
Mesita; si nos fijamos bien, hay una bifurcación que se desvía de nuestro
camino hacia la izquierda, justo donde hay una pequeña capilla horadada en la
roca con una Cruz, esta senda se dirige hacia una edificación que se vislumbra
en el fondo del barranco, bajo el Lomo de la Rosa.
Puerta que corta el camino en el Paso Ramile.
Avanzamos a continuación por un andén bien
diferenciado que discurre sobre La Montañeta, el recorrido va progresando por
la ladera norte perteneciente al barranco, la vereda está muy bien marcada
excepto algunos tramos donde las Zarzas (Rubus
bollei) han colonizado parte del camino. La vista que tenemos mientras
andamos se compone del cauce del Barranco de Flandes, que discurre entre la
ladera sur, que distinguimos al lado izquierdo y la norte, donde se alza
notoriamente el Roque de los Cardos (599 m.) que es la que soporta el camino
que vamos haciendo; en un momento determinado pasamos por el exterior de una
gran oquedad bajo el risco, es la Cueva de los Pasitos, en su entorno hay una
población bastante numerosa de Verodes (Kleinia
neriifolia), que se muestran con un porte
gigantesco.
Roque de los Cardos, sobre el Barranco de Flandes.
Seguimos bordeando el risco hasta encontrarnos con otra puerta de
hierro que obstaculiza el paso y que después de atravesarla nos enfrentamos a
un paso muy expuesto, pero corto, que desciende vertiginosamente junto a un
muro de piedra seca que cimenta dicha puerta. Sólo nos quedará un pequeño tramo
entre Pencones (Opuntia maxima),
Inciensos (Artemisia thuscula) y alguna Vinagrera (Rumex lunaria) para llegar a la Gollada Agudo, no sin antes
atravesar de nuevo otra puerta, todas las cuales, deberíamos haber cerrado
después de pasarlas para impedir el paso al ganado salvaje.
Roque de los Cardos. |
La Gollada Agudo es una depresión situada entre el
Risco de Lucas, que se encuentra bajo el Roque de los Cardos (599 m.) y La
Mesita (615 m.), donde hay unas formaciones rocosas
bastante curiosas que se han generado producto de la erosión, esta degollada
separa el cauce del Barranco de Flandes, por cuya vertiente discurre el sendero
que acabamos de terminar, con el Barranquillo del Moro, un cauce secundario que
converge con el cauce del Barranco Seco.
Gollada Agudo.
La ruta continúa su avance por una
vereda bastante estrecha y expuesta hacia el valle por donde discurre dicho
barranco, iremos andando entre una población bastante numerosa de Inciensos (Artemisia thuscula), cruzando diversos
cauces de barranquillos, la Hoya de la Cueva o la Hoya del Guanche, donde la
vegetación es más frondosa y forma pequeños bosques de Brezos (Erica arborea) y de otras especies
arbóreas como el Acebiño (Ilex
canariensis).
El camino tiene algunos tramos más erosionados y agrestes y
discurre prácticamente llaneando, aunque tiene breves bajadas y algunos
remontes sin importancia; también podemos ver en algunas zonas un muro
delimitador hecho de piedra seca, y en otras se hacen evidentes las rocas que
cimentan el paso. Bajo la cumbre rocosa de La Mesita (615 m.), el camino
discurre sobre el Lomo Colorado entre multitud de Tabaibas (Euphorbia
lamarckii), Helecheras (Pteridium aquilinum),
Matorriscos (Lavandula buchii) y Zarzas (Rubus bollei),
asomándose un poco más adelante hacia el valle, en una zona abalconada con
firme de tosca rojiza, donde podemos disfrutar del paisaje y al mismo tiempo
tomarnos un descanso.
Desciende luego bruscamente y continúa progresando
bastante marcado, bajo un pasillo vegetal compuesto mayoritariamente de Brezos
(Erica arborea), donde también hay Helecheras (Pteridium aquilinum), Zarzas (Rubus bollei),
algún ejemplar aislado de Retama (Spartium junceum), y Tabaibas (Euphorbia
lamarckii), bajo las paredes rocosas del Cabezo de las Casillas (640 m.);
más adelante avanza junto a los muretes de piedra seca pertenecientes a unas
viejas huertas de cultivo y poco después bordea un promontorio rocoso, situado
a unos metros del sendero y bajo la imponente silueta de los riscos del Lomo de
Siete Fuentes, al cual podemos acceder para disfrutar de las panorámicas del
entorno.
Helecheras en la cabecera de un barranquillo.
Luego continuaremos nuestro recorrido dentro del Monteverde bajo la
Hoya de las Colmenas, donde otra atalaya expuesta a La Barranquera que alberga
una estación rupestre de cazoletas y canalillos hechas por los Guanches, nos
permite seguir disfrutando del paisaje; inmediatamente avanzaremos mediante un
tramo muy erosionado por la zona conocida como La Majada, ascendiendo con
fuerte pendiente, llamándonos la atención la imagen de los dos ejemplares de
Dragos (Dracaena draco) gemelos que sobresalen creciendo juntos en el
Lomo de los Picachos, junto a los cuales pasamos anteriormente.
Nos adentramos
paulatinamente en el bosque de laurisilva y comenzamos una incesante subida muy
sinuosa que avanza con firme bastante compacto entre un monte muy frondoso de
Fayal – Brezal (Myrica faya y Erica arborea), donde es posible ver
también abundantes especies arbóreas invasoras como el Eucalipto (Eucalyptus
globulus) y el Pino de Monterrey (Pinus radiata); el interminable
ascenso termina poco después en el Camino de la Goleta, la pista forestal por
donde discurre el PR-TF-12 con
dirección a Bajamar.
Desembocando en el PR-TF-12 (dcha.).
PR-TF-12.
Continuamos a la izquierda por dicho PR, que
llaneando por la pista forestal nos lleva de nuevo al lugar denominado El Juntadero,
donde se inicia el sendero hacia la Casa Fuset por nuestra izquierda;
seguiremos de frente hasta encontrarnos la desviación del PR-TF-12 que continúa
por la izquierda hacia la Cruz del Carmen.
De regreso por el mismo sendero.
En este punto evitaremos dicho PR y continuamos
de frente, desviándonos enseguida hacia la derecha para tomar el sendero que
recorrimos al inicio, pero en sentido opuesto, por lo tanto y desde aquí,
desandaremos el mismo hasta finalizar en el lugar donde empezamos la ruta.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
No hay comentarios:
Publicar un comentario