ERMITA DE SAN DIEGO -
ÁREA RECREATIVA DE MESA MOTA -
ERMITA DE SAN DIEGO
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: La Laguna y Tegueste.
COMO LLEGAR: Desde la Iglesia de La Concepción, en el centro de la
ciudad de La Laguna, iremos hacia la Calle San Agustín y desde allí buscaremos
el inicio de la Avenida de San Diego, que conecta directamente con la Ermita de
San Diego.
COMIENZO: Ermita de San Diego.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 7,5 km.
PROVISIÓN DE AGUA: No.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Ermita y Exconvento de San Diego (BIC); 2.- Zona
de descanso en El Corralete; 3.- Llanos de la Mesa Mota con sus miradores.
VENTAJAS: Ruta corta y sencilla muy cerca de la Ciudad de La Laguna.
INCONVENIENTES: Ver el entorno de los Llanos de la Mesa Mota con las
instalaciones de ocio en completo abandono.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR O DESCARGAR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
La Ermita de
San Diego forma parte del Exconvento de San Diego del Monte, fundado en el año
1615, aunque hasta el año 1648 no se inicia su construcción, ya que diversos
pleitos relacionados con la propiedad retrasaron su edificación; en 1839, el
Convento, la Ermita y las tierras anexas pasan a manos privadas. La Ermita es
de una sola nave con techumbre a cuatro aguas, luciendo en su exterior
esquineras de piedra y una portada de madera bajo un arco de medio punto
también de piedra, al igual que la espadaña de dos alturas; en el interior,
destaca su techo con artesonado mudéjar y un coro fabricado en madera que ocupa
todo el ancho de la nave, así como un altar mayor con diversas imágenes
religiosas.
Ermita de San diego.
Situado en una de las paredes laterales, se encuentra una estatua
de mármol del año 1648 del fundador del convento, Juan de Ayala, que, según una
tradición estudiantil, habría que contarle los botones de su atuendo para poder
aprobar el curso. Además, la Ermita contiene, tanto imágenes religiosas de
cierta importancia, como óleos muy interesantes de motivos relacionados con el
catolicismo. Por todo ello, esta Ermita y el Exconvento fueron declarados Bien
de Interés Cultural (BIC), con categoría de Monumento (Ermita de San Diego).
La ruta
comienza por un lateral de la Ermita, bordeando el muro que delimita la
propiedad, dando un giro brusco a la derecha unos metros más adelante, para
continuar ascendiendo moderadamente junto a una edificación en estado ruinoso,
al igual que el muro de mampostería que delimita otra propiedad. A nuestra
izquierda hay unas huertas de cultivo y al fondo un núcleo de viviendas
situadas bajo las faldas de Montaña de la Atalaya (778 m.); el camino asciende,
cada vez con más desnivel, bordeando un viejo muro cubierto de Hiedra Canaria (Hedera
canariensis), que amenaza con derruirse en cualquier momento; crece alguna
Palmera Canaria (Phoenix canariensis) en medio del camino y también
algunos Pencones (Opuntia maxima), así como alguna Pitera (Agave
americana) y bastantes Eucaliptos (Eucalyptus
globulus).
Vista de la Ciudad de La Laguna.
A medida que
avanzamos, a nuestras espaldas se dejan ver algunas vistas de parte del casco
urbano de La Laguna, donde destacan las torres de La Santa
Iglesia Catedral y la de la Iglesia de la Concepción; el muro que bordea el
camino se encuentra en mejores condiciones en un tramo del recorrido, aunque un
poco más adelante tiene un tramo derruido cuyos escombros han invadido el
camino y dificultan algo el paso.
Travesía por el Monte de San Diego.
Luego nos introducimos en el Monte de San
Diego, donde nacen gran cantidad de Brezos (Erica arborea) y Eucaliptos
(Eucalyptus globulus), así como Jaguarzos (Cistus monspeliensis),
Piteras (Agave americana) y Retamas Blancas (Retama rhodorhizoides);
el sendero sigue en ascenso muy sinuoso y con el firme algo erosionado, pero
fácil de acometer. Más adelante se suaviza su desnivel y gira paulatinamente
hacia la derecha evitando el Camino de las Gavias que se encuentra a unos
metros del sendero y que se dirige a una zona poblada.
Continuamos luego
llaneando por la zona conocida como Hoya del Viento, donde se abre un paisaje
espectacular del valle donde se asienta el núcleo urbano de La Laguna y sus
barrios periféricos; hacia la derecha podemos apreciar las instalaciones del
Aeropuerto del Norte y algunas atalayas en el Barrio de Los Baldíos, como la
Montaña de la Cueva (698 m.) y la Montaña de los Marreros (756 m.), junto a
otras; frente a nosotros, parte del casco histórico de la ciudad protegido por
la Mesa Mota (728 m.) y más al fondo, la Montaña de San Roque (644 m.), el Lomo
de la Cañada y la Mesa de la Gallardina (730 m.); a la izquierda, parte del
Macizo de Anaga.
Luego comienza a descender suavemente bajo las laderas del
Lomo de la Bandera (761 m.), donde hay un cono volcánico cubierto en parte de
un bosque de Eucaliptos (Eucalyptus globulus); avanzamos después
bordeando una ladera rocosa algo expuesta hacia el valle, caminando por una
senda sinuosa entre gran cantidad de Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y
Pencones (Opuntia maxima), hasta que lleguemos a una atalaya donde se
ubica una plataforma de madera en forma de mirador, que pertenece al paseo
diseñado para la recuperación del entorno natural de la Mesa Mota; en este
mirador hay una mesa interpretativa de información del entorno que tenemos a la
vista.
Después de una pausada estancia en este hito, evitaremos seguir el paseo
peatonal que continúa por la izquierda y tomaremos una estrecha senda que
bordea el mirador por la derecha y que progresa por una ladera algo expuesta al
valle, que se extiende por la zona conocida como El Rincón.
Vistas panorámicas de la Ciudad de La Laguna.
El sendero avanza
con un desnivel de descenso muy suave adaptándose al terreno por donde
discurre, entre abundantes poblaciones de Pencones (Opuntia maxima),
algunos ejemplares de Verodes (Kleinia neriifolia) y Cañahejas (Ferula
linkii), así como numerosos Bejeques (Aeonium ciliatum) que crecen
al abrigo de algunas rocas que bordean el paso; desembocamos poco después en la
pista de tierra que alberga el paseo peatonal, en El Corralete, donde hay un
espacio de entrenamiento deportivo donde hay algunas especies vegetales de
repoblación, también hay un asiento de madera dispuesto para admirar el paisaje
del valle, pudiendo ver desde este punto una parte de la cadena montañosa
dorsal que separa el norte del sur de la isla, y al fondo, también podemos ver El
Teide (3715 m.) y Montaña Blanca (2748 m.).
Zona de descanso en El Corralete.
Paseo peatonal.
Seguimos hasta
conectar con la vía de acceso a la Mesa Mota que está asfaltada e iremos
ascendiendo por ella unos ciento cincuenta metros hasta desviarnos a la derecha
y continuar por un camino de tierra ancho, abandonándolo enseguida para
continuar por un sendero estrecho que sigue su curso de subida adentrándose en
un tupido bosque compuesto de un frondoso Fayal – Brezal (Morella faya y
Erica arborea), acompañado de otras especies como el Pino Monterrey (Pinus
radiata).
Sendero boscoso de camino a La Mesa Mota.
En pocos metros y después de una bonita y sinuosa travesía, al
amparo de la vegetación, desembocamos en los Llanos de la Mesa Mota, coronando
así esta montaña tan emblemática de la ciudad de La Laguna.
Instalaciones de ocio en La Mesa Mota.
Monumento conmemorativo.
El lugar
alberga varias construcciones diseñadas para el ocio, que se encuentran en
estado de abandono y un amplio aparcamiento anexo, al igual que una extensa
zona de esparcimiento con jardines y paseos, incluso un mirador donde está
situado el monumento conmemorativo erigido en memoria de las víctimas del mayor
accidente aéreo de la historia, acaecido en el Aeropuerto de los Rodeos en el
año 1977.
Vistas panorámicas.
Desde este mirador parte una senda peatonal que rodea otra parte de
la montaña y pasa por otra atalaya que se asoma a un paisaje espectacular,
donde la ciudad de La Laguna es la auténtica protagonista.
Damos la
vuelta en dirección al parquin, pasando por una zona boscosa, para salir del
lugar y continuamos por la vía de acceso que está asfaltada, abandonándola unos
metros después y tomando una vereda que desciende hacia una pista forestal por
donde discurre el paseo peatonal que nos encontramos en El Corralete,
perteneciente a la recuperación del entorno natural de la Mesa Mota; hay un
panel informativo que nos explica los motivos de la repoblación de especies
autóctonas y la eliminación de las foráneas, como el Eucalipto (Eucalyptus
globulus), las Piteras (Agave americana), los Tojos (Ulex
europaeus) y algunas otras.
Senda erosionada y resbaladiza.
Pasando la zona denominada Llano de los Pinos,
volvemos a tomar la vía asfaltada para alejarnos del lugar y en la primera
curva de la misma, por la derecha, se inicia un camino que desciende con fuerte
desnivel, con firme muy erosionado y bastante resbaladizo, que discurre sinuoso
entre Pencones (Opuntia maxima), Inciensos (Artemisia thuscula) y
algún ejemplar de Cañaheja (Ferula linkii), dirigiéndose hacia el
Barranquillo del Rincón, el cual bordearemos después de haber pasado junto a
una vivienda.
Después, el sendero continúa llaneando bajo las laderas de El
Rincón, junto a una extensa llanura vallada que alberga un rebaño de ovejas, y
después de unos metros, desembocamos en una pista vecinal asfaltada que cruza
una zona habitada de unas pocas viviendas; un muro de piedra seca vadea dicha
pista, encontrándonos en nuestra travesía alguna edificación antigua, pero en
estado ruinoso.
Tramo con restos de empedrado.
Continuamos
descendiendo por asfalto, y justo después de pasar junto a un estanque, abandonamos
la calle y giramos a la derecha para tomar una pista de tierra que continúa
bajando y que nos presenta un firme con restos de empedrado, aunque más
adelante se encuentra muy pedregosa y algo resbaladiza.
Mas adelante pasa por
el exterior de una vieja casa en ruinas y después avanza en línea recta
bordeando los muros de piedra seca que delimitan una propiedad y por el otro
lado la Urbanización San Diego; desde este punto se vislumbran las torres de La
Santa Iglesia Catedral y la de la Iglesia de la Concepción y a nuestra
izquierda la notoria silueta de la Mesa Mota, que acabamos de visitar.
Un
brusco giro del camino a la derecha, nos acerca y termina unos metros después,
en el Camino de San Diego, a muy pocos metros de la Ermita de San Diego, donde
iniciamos la ruta y en el mismo lugar donde la finalizaremos.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
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