ECOMUSEO DE EL TANQUE – BARRANCO DEL
GUIRRE – ECOMUSEO DE EL TANQUE
(RUTA DEL AGUA)
FICHA TÉCNICA
TÉRMINO MUNICIPAL: El Tanque.
COMO LLEGAR: Por la carretera TF-82 que cruza el municipio de Santiago
del Teide en dirección a Erjos, tenemos que desviarnos en el punto kilométrico
17,5 hacia la derecha, para conectar con la TF-373, que nos lleva hasta el
Ecomuseo.
COMIENZO: Ecomuseo de El Tanque.
FINAL: Mismo lugar.
DIFICULTAD: Baja.
DURACIÓN: Indeterminada.
LONGITUD: 7,9 km.
PROVISIÓN DE AGUA: En el Ecomuseo hay un espacio de descanso con varias
máquinas expendedoras de diferentes productos, entre ellos, agua; en el Área Recreativa de San
José de los Llanos y en el establecimiento rural Casa de los Partidos del
Medio.
LUGARES DE INTERÉS: 1.- Ecomuseo de El Tanque, 2.- Era del Llano de
la Cruz; 3.- Era de Doña Pastora; 4.- Ermita de San José; 5.- El Llano del
Guirre; 6.- Aula Medioambiental; 7.- Ermita de San José; 8.- Área Recreativa de
San José de los Llanos; 9.- Depósito de la Hoya; 10.- Casa de los Partidos del
Medio; 11.- Pino de Nica; 12.- Pino del Loro.
VENTAJAS: Recorrido a través de un entorno rural destacado y pasando
por uno natural de laurisilva canaria.
INCONVENIENTES: El estado de abandono del entorno del Aula
Medioambiental.
PELIGROSIDAD: Ninguna digna de mención.
TIPO DE RUTA: Senderismo.
PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC
CARTOGRAFÍA
DESCRIPCIÓN
Iniciamos la
ruta en el Ecomuseo de El Tanque, un establecimiento museístico que alberga una exposición etnográfica permanente
y que pone en valor el modo de vida que hubo antaño en el Caserío del Partido
de Abajo, denominación que se le daba antiguamente a este lugar. Podemos
visitar gratuitamente sus instalaciones repletas de paneles informativos y
audiovisuales, ubicados en distintas estancias, que explican la historia y
costumbres de otra época.
Damos inicio a
la ruta enlazando con el PR-TF-51, un recorrido de unos 22 km., que pasa por el
punto donde estamos, uniendo el núcleo de población de San José de los Llanos
con la Punta de Teno; empezamos junto a la Era del Llano de la Cruz por un
camino ancho, que enseguida bordea la Era de Doña Pastora, ambas en un estado
de conservación envidiable; esta última se asoma sobre la Hoya el Pilón hacia
el entorno que rodea el Caserío de Erjos, ofreciéndonos unas vistas panorámicas
del pequeño valle donde se asienta.
Era del Llano de la Cruz (izq.).
Era de Doña Pastora (dcha.).
Continuamos el
camino descendiendo junto a un aljibe, mediante un trazado ancho y superficie
terrosa, el paso está bordeado por unos muretes de piedra seca que delimitan
unas viejas huertas de cultivo abandonadas donde crecen grandes ejemplares de
Escobones (Chamaecytisus proliferus) y Brezos (Erica
arborea); en los márgenes del camino podemos ver Cerrajones (Sonchus
acaulis), Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Trebolinas (Oxalis
pes-caprae), Tederas (Bituminaria bituminosa), Cardos (Galactites
tomentosa), Vinagreras (Rumex lunaria) y un largo etcétera de
especies vegetales características de la zona.
Continúa descendiendo sobre la
Hoya del Pilón por una zona más rocosa y bastante sinuosa, donde nos
encontraremos algún tramo provisto de escalones tallados en el terreno;
después, llanea con firme de tierra y avanza en algunas ocasiones hundido en el
terreno y marcado por un murete de piedra seca, donde podemos observar Amagantes
(Cistus symphytifolius), Palomeras o Tusilagos (Pericallis
tussilaginis) y algunos Codesos (Adenocarpus foliolosus).
Luego, en
la Hoya de las Maljuradas, bajo la Montaña (1070 m.), progresa más despejado de
vegetación, aunque un gran Zarzal (Rubus bollei) y gran cantidad de
Helecheras (Diplazium caudatum) que forman un espeso sotobosque del
Brezal (Erica arborea), van marcando el camino que desciende bruscamente,
bordeando el Barranco de las Charquitas, con la vista enfrente del Caserío de
Erjos. Al final de la bajada llegaremos a una vía asfaltada, el Camino de la
Cuna, justo donde hay una señal del PR-TF-51; a la izquierda queda el Caserío
de Erjos, como así lo indica la señalización, distanciado de este punto unos
seiscientos metros y a la derecha continúa nuestro recorrido en suave ascenso por
el SL-TF-151 que, aunque en este punto no haya señalización ninguna de este, es
un sendero homologado que pertenece a la red de senderos del municipio de El
Tanque.
PR-TF-51.
SL-TF-151 con vistas hacia Erjos.
Por lo tanto, abandonamos el PR y continuamos la subida entre los muros
de piedra de las huertas colindantes que están atestadas de vegetación, que se
acentúa cada vez más a medida que avanzamos, al mismo tiempo que se amplían las
panorámicas del valle donde se asienta el Caserío de Erjos.
Ermita de San José.
Llegaremos a
una bifurcación donde está la Ermita de San José, ubicada en el centro de una
plaza amplia donde hay plantado un notable ejemplar de Palmera Canaria (Phoenix
canariensis), con vistas espectaculares al entorno, donde destaca la imagen
El Teide (3715 m.); el templo es originario del siglo XVIII, reconstruido en
los años 80 del siglo XX, destaca su espadaña que alberga dos campanas
soportadas sobre una edificación sencilla y cubierta de tejas a cuatro aguas.
Ermita de San José (izq.); calvario junto al camino (dcha.).
Continuamos
por la calle asfaltada y unos metros después pasamos junto a un calvario que
está formado por un soporte de piedra que alberga tres cruces de madera; la vía
desciende luego suavemente entre multitud de huertas de cultivo, donde, si
tenemos suerte, aún podemos ver algunos agricultores en plena labor se sus
tierras. Avanzamos entre gran cantidad de Brezos (Erica arborea) y algún
Acebiño (Ilex canariensis), que prosperan muy frondosos debido a la
humedad de la zona, también aprovechada por la Hiedra Canaria (Hedera
canariensis) que puebla algunos muros de piedra de las citadas huertas.
En
el momento en que una curva muy cerrada de la calle gira hacia la izquierda,
debemos desviarnos y continuar de frente iniciando un evidente sendero que
progresa algo estrecho y definido por dos muretes de piedra seca a ambos lados de
este; avanza, siempre en descenso, bordeando el cauce del Barranco del Guirre
que discurre por nuestra derecha, donde no pasará desapercibida la imagen del
Teide (3715m.) a lo lejos. Una alfombra de Helecheras (Diplazium caudatum),
Codesos (Adenocarpus foliolosus), Tederas (Bituminaria bituminosa)
y Cardos (Galactites tomentosa), que forman un sotobosque de numerosos
Brezos (Erica arborea), Fayas Canarias (Morella faya) y algún
Acebiño (Ilex canariensis), nos acompaña mediante un firme algo
pedregoso que se convierte más adelante en un estrecho sendero hundido en el
terreno debido a la erosión, que progresa zigzagueando bajo un bosque de Fayal
– Brezal (Morella faya y Erica arborea)
en busca del cauce del Barranco del Guirre.
Antes de desembocar en el mismo, el
camino avanza por un pequeño tramo llano y marcado por una hilera de piedras
que da paso a un claro en la vegetación desde donde podemos ver, en primer
plano, el depósito de agua del Caserío de Ruigómez y algunas casas de la parte
alta del mismo.
Sendero entre Laurisilva.
Después, una rampa muy empinada que desciende entre multitud de
Cerrajones (Sonchus acaulis), algunos Amagantes (Cistus
symphytifolius) y Jediondos (Ageratina adenophora), una planta
introducida catalogada como invasora; nos deja en
la zona conocida como El Llano del Guirre, en una bifurcación donde hay un
poste con señalización del SL-TF-151.1, sendero homologado denominado “Ruta del
Agua”, que une el Caserío de Ruigómez con la zona recreativa que está en el
Caserío de San José de los Llanos; a la izquierda el camino se dirige hacia el
núcleo urbano del primero por la Pista del Guirre, distante aproximadamente un
kilómetro si queremos visitarlo y a la derecha continúa nuestra ruta hacia el
segundo, por el cauce del Barranco del Guirre.
Señalización del SL-TF-151.1 en el Llano del Guirre (dcha.).
Recorrido por el cauce del Barranco del Guirre.
Seguimos
avanzando entre muros de piedra seca y ascendiendo suavemente entre un gran
número de Helechos (Diplazium caudatum) que tapizan gran parte del
recorrido, donde también podemos observar especies como el Bicácaro (Canarina
canariensis), la Patagallo (Geranium reuteri) o la Palomera (Pericallis
tussilaginis); en breves momentos llegaremos a un amplio espacio donde se
levanta una edificación medio ruinosa y abandonada, fue un proyecto fallido de
restauración del cuarto de motores de la galería anexa para convertirlo en un
Aula Medioambiental, que a día de hoy está sin uso por motivo de su abandono.
Aula Medioambiental y Galería La Flora.
En un talud rocoso que hay frente a la edificación está la bocamina de la
Galería La Flora, también inactiva y en el entorno hay varios paneles dispuestos
para ofrecer información del entorno, también abandonados. Continuamos barranco
arriba ignorando esta desidia, subiendo un tramo escalonado y zigzagueante que
evita un salto del cauce del barranco; luego continua ascendiendo suavemente
por medio del propio cauce, que se presenta bastante angosto, entre laderas
colindantes de pendientes suaves y bajo grandes ejemplares de especies arbóreas
que pertenecen al ecosistema característico de la laurisilva, como son Fayas (Morella
faya) y Brezos (Erica arborea) fundamentalmente, junto a Acebiños (Ilex
canariensis), Palo Blanco (Picconia excelsa) y Laureles o Loros (Laurus
novocanariensis), entre otras muchas.
Tramo escalonado.
Continuamos unos metros hasta que
otro salto más grande que el anterior nos corta el paso repentinamente y que
salvaremos mediante una escalera de piedra que sube con un desnivel muy acusado,
dejándonos luego en la continuación del sendero, que se prolonga bajo el Lomo
del Caballo, bastante sinuoso y ascendiendo gradualmente por el cauce del
barranco. En un momento determinado pasaremos junto a un viejo naciente de agua
que se encuentra junto al camino, en una oquedad a un nivel inferior de
nuestros pasos, rodeada de unos muros de piedra seca hechos para protegerla de
posibles taponamientos que pudieran pasar por desprendimientos del entorno; la
utilizaremos como área de descanso ya que es un lugar idílico donde se respira
paz y tranquilidad.
El sendero
avanza remontando el cauce del barranco bajo los grandes ejemplares del Fayal –
Brezal (Morella faya y Erica arborea) que conforman el entorno,
creciendo en las suaves laderas de sus vertientes; más adelante veremos un muro
de piedra seca de considerable altura y como después el sendero gira
bruscamente hacia la izquierda, ascendiendo con moderada pendiente y bastante
sinuoso para salir del barranco.
Viejo naciente de agua junto alsendero.
Paulatinamente iremos progresando por un firme
algo pedregoso con algunos tramos que conservan su empedrado original, dejando
atrás la masa forestal que puebla el cauce y pasando a un recorrido menos
boscoso, aunque bastante frondoso, donde los Codesos (Erica arborea) y
las Helecheras (Diplazium caudatum) toman más protagonismo. El sendero
sigue su curso ascendiendo entre antiguas huertas de cultivo, delimitadas todas
ellas con sus correspondientes muros de piedra seca y avanzando después casi de
forma llana y en muchas ocasiones oculto bajo la abundante vegetación, hasta
desembocar en una pista agrícola, donde hay un poste que señala la “Ruta del
Agua”, recorrido homologado que hemos hecho desde que nos internamos en el
cauce del Barranco del Guirre.
Sendero saliendo del cauce del Barranco del Guirre.
La pista
progresa y enseguida se convierte en una calle asfaltada que camina junto a un
pequeño caserío donde hay varias casas antiguas y algunas huertas asociadas a
las mismas y en pocos metros desemboca en la carretera TF-373 y muy cerca de la
confluencia con la Pista del Guirre, que viene desde el Caserío de Ruigómez.
Cruzamos
la carretera con la máxima precaución y tomamos la calle asfaltada que asciende
junto a una de las muchas eras de trilla que hay por los alrededores y en unos
cien metros confluimos con la Avenida Venezuela, una calle que a la izquierda
nos llevará hasta el núcleo urbano de San José de los Llanos, como así lo
indica un poste con señalización del SL-TF-151.1. Haciendo caso de la señal
iremos llaneando por dicha calle haciendo un recorrido urbano por el casco del
pueblo, encontrándonos de camino con la Ermita de San José, una edificación
religiosa que destaca por su campanario, que tiene tres huecos rematados en
arco de medio punto cada uno, donde se alojan las campanas.
Ermita de San José en el núcleo urbano de San José de los Llanos.
Desde este punto, se
inicia por la Calle Brisas del Teide, el PR-TF-43.1 que se dirige hacia la
Montaña Chinyero, pasando antes por el Canal de Vergara y enlazando allí con la
Circular del Chinyero
(PR-TF-43). Nosotros seguiremos por la Avenida Venezuela hasta enlazar con la
carretera TF-373, justo donde está ubicada el Área Recreativa de San José de
los Llanos y donde termina su recorrido el SL-TF-151.1, un buen lugar para
descansar y abastecernos de agua.
Área recreativa de San José de los Llanos.
Retomamos la
ruta enlazando de nuevo con el PR-TF-51 en su punto de inicio, ascendiendo por
una calle asfaltada que bordea la valla de delimitación del área recreativa,
que al mismo tiempo es parte del límite de la Reserva Natural Especial del Chinyero;
hasta que en un momento determinado nos encontremos un desvío hacia la
izquierda que se interna en el pinar que es el PR-TF-43.1 que nos lo
encontraremos de nuevo y que evitaremos seguir para continuar avanzando unos
metros por el PR y enlazar con la Calle la Hoya, por la cual seguiremos
ascendiendo con fuerte pendiente por una zona agrícola donde abundan los muros
de piedra seca que conforman las huertas de cultivo y donde crecen numerosos Bejequillos
Canarios (Aeonium spathulatum), Bejeques Punteros (Aeonium urbicum)
y Bejeques Gomereta (Aeonium lindleyi), así como algunos árboles
frutales como Higueras y Almendreros.
Era de trilla junto al camino.
Área de descanso (dcha.).
Coronamos la subida en las inmediaciones
del Depósito de la Hoya, donde hay una amplia llanada bajo el pinar con varias
mesas de madera y asientos colocados junto al camino a modo de área de
descanso; nos adentramos luego en el pinar por una pista forestal que discurre
llaneando por la zona conocida como El Caletón, entre Montaña del Topo (1240
m.) y Montaña de las Habas (1214 m.), sin desviarnos en ningún cruce con otras
pistas y haciendo caso de la señalización del PR-TF-51.
El recorrido avanza
entre multitud de Codesos (Erica arborea), Escobones (Chamaecytisus
proliferus), algunos Zarzales (Rubus bollei) y Helecheras (Diplazium
caudatum), que crecen bordeando el paso que se encuentra en ocasiones delimitado
por un murete de piedra seca, donde hay un pequeño calvario con tres cruces; también
nacen en el sotobosque, especies vegetales como Corregüelas (Convolvulus
althaeoides), Palominas (Echium plantagineum), Tederas (Bituminaria
bituminosa), etc.
Señalización PR en Corral Nuevo.
Llegaremos
después a una bifurcación, en la zona conocida como Corral Nuevo, donde se
cruza perpendicularmente la Pista de Pino-Loro, por donde discurre el PR-TF-43.2
que a la izquierda va en dirección al Volcán Chinyero (1554 m.); de frente
continúa la pista hacia el Calvario de los Baldíos y nosotros giramos a la
derecha para ir por dicho PR en suave descenso mediante un camino ancho y
escoltado por un muro de piedra seca, que pasa en un determinado momento por el
exterior de la Casa de los Partidos del Medio, una casa de campo convertida en alojamiento
rural y restaurante, que alberga una espectacular era de trilla en un estado de
conservación espectacular.
Pista del Pino del Loro.
Casa de los Partidos del Medio.
Al fondo la Montaña de Tomaseche.
Continuamos por la pista, que a partir de este punto
se encuentra cementada, avanzando bajo las inmediaciones de la Montaña
Tomaseche (1279 m.), que alberga un frondoso pinar a su alrededor donde destaca
un Pino Canario (Pinus canariensis) que sobresale destacadamente del
bosque, el llamado Pino de Nica, un árbol con una altura de 18 metros que está
catalogado como Árbol Monumental en un censo del Cabildo.
Pino de Nica (dcha.).
La pista sigue
su curso en suave descenso entre gran cantidad de Escobones (Chamaecytisus
proliferus), Codesos (Erica arborea) y algunos Cerrajones Arbóreos (Sonchus
canariensis); más adelante y despejada de vegetación, andamos con vistas a
un pequeño valle que se extiende por nuestra derecha bajo la Montaña del Topo (1240
m.) y la Montaña de la Higuertita (1228 m.) donde observamos el cercano final
de la ruta en el Ecomuseo de El Tanque y donde destaca otro
de los árboles monumentales del catálogo antes citado, en este caso es el Pino
del Cercado de las Mulas, que crece junto a la carretera TF-373.
Pino del Cercado de las Mulas (izq.); Pino del Loro (dcha.).
El final de la
pista desemboca en dicha carretera donde se eleva otro árbol destacado, el Pino
del Loro, otro ejemplar de pino padre que se ubica al principio de esta, justo
en la base de Montaña Tomaseche (1279 m.); sólo tenemos que cruzar la carretera
con la máxima precaución y estaremos de nuevo en el Ecomuseo, donde
finalizaremos el recorrido.
© Texto y fotografías de Francisco Fariña